El profesor Bellas en una actividad de tecnología y robótica en la UDC. CEDIDA
"Francisco Javier Bellas Bouza es catedrático en la Universidad de A Coruña (UDC). Lleva más de 20 años investigando en el campo de la Inteligencia Artificial (IA) aplicada a la robótica, además de impartir diferentes asignaturas en la UDC relacionadas con el aprendizaje automático y la robótica autónoma. Desde el año 2016 ha participado en el desarrollo del robot educativo Robobo, que ha recibido numerosos premios internacionales relacionados con la educación STEM. En los últimos años, ha liderado diferentes proyectos educativos en el campo de la educación en IA, principalmente para niveles preuniversitarios, centrados en el desarrollo de un plan de estudios de IA adaptado y también en el desarrollo de Sistemas Tutores Inteligentes. Forma parte del grupo de expertos en IA en educación de la Xunta de Galicia, y de distintos grupos de trabajo sobre el mismo tema en el European Digital Education Hub de la Comisión Europea.
—¿Qué fue lo que le impulsó a centrar su carrera en las ciencias de la computación y la inteligencia artificial en el ámbito educativo?
—Este tipo de cosas no las piensa uno demasiado cuando empieza a trabajar. Yo estudié física en la Universidad de Santiago, en concreto una rama que se llama electrónica y computación.
Me gustó mucho la robótica y, cuando terminé de estudiar física, me interesó trabajar en el ámbito de la investigación. Tuve la suerte de que me ofrecieron un puesto para trabajar en el campo de la robótica, la cual empezaba a ser algo que tenía que ver con Inteligencia Artificial, habiendo robots más inteligentes cada vez. Desde ahí, poco a poco, trabajé en robótica muchos años y empecé a dar clases de Inteligencia Artificial a estudiantes de universidad.
Las cosas se fueron juntando y llegó un momento en que nosotros decidimos hacer en mi laboratorio un robot que se llama Robobo, un robot que nosotros diseñamos, fabricamos y tratamos de vender. A raíz de hacer el robot Robobo se juntaron las dos partes, la robótica en la que yo estaba trabajando, y la educación para gente más joven, que es de lo que va Robobo. No fue nada premeditado, pero esa es la conclusión.
—Es partidario de introducir la Inteligencia Artificial en las clases. ¿Por qué cree que es necesario incluirla en la educación?
—Creo que la Inteligencia Artificial es una tecnología que nos va a dar muchas cosas buenas y creo que vosotros que estáis estudiando secundaria, cuando terminéis, los que no sepáis un poquito de Inteligencia Artificial vais a tener más problemas que los que sí en cualquier trabajo.
Yo doy clase en la universidad y los estudiantes que ya han hecho cosas con IA tienen muchas más oportunidades que los que no. Por eso creo que es importante que ya empecéis poco a poco a aprender a usarla. Pero a día de hoy lo que está pasando es que muchos estudiantes mayores que vosotros la empiezan a utilizar sin saber usarla. Como quien empieza a conducir un coche sin saber conducir. Y pasa de todo, pero nada bueno.
Por lo tanto, sí queremos que aprendáis a utilizar la IA, porque os va a hacer falta en el futuro y debería empezar a meterse en las aulas para que aprendáis a usarla como se debe.
—Ha hecho multitud de trabajos relacionados con la IA y su uso en la educación. ¿Qué aspectos son los más importantes a la hora de aplicar esta tecnología en las escuelas?
—Depende para qué quieras utilizar la IA. Si la utilizas para ChatGPT para crear textos y hacer resúmenes y demás, lo más importante es que la sepas usar bien. Primero, es fundamental que siempre revises el resultado que te da porque puede no estar bien; segundo, es necesario que no la utilices para una opinión tuya porque no estás opinando tú, está opinando la IA, por lo que no tiene mucho sentido; y tercero, es importante que la sepas usar bien, que sepas que muchas veces estas herramientas de IA inventan un poco la solución y, por lo tanto, que se puede corregir de manera que el resultado no sea tan inventado y que sea un poco más realista.
Por lo tanto, si quieres utilizar estas herramientas como una ayuda para hacer ciertos trabajos o resúmenes tienes que aprender a utilizarlas. Además, la Inteligencia Artificial no es solo el ChatGPT, sino muchas otras cosas. Entonces, si hablamos de esas otras muchas cosas como la robótica, la visión por computador o de otras tecnologías, entonces sí que me parece interesante que se empiece a meter en el aula porque nos puede ayudar a hacer muchas cosas. Por ejemplo, a dar las clases de una manera bastante más amena, entretenida y real: imaginad que podemos tener en una clase de historia unas gafas de realidad virtual con las que podemos ver cómo vivían los campesinos en la Edad Media. Esto es posible porque la IA es capaz de crear una especie de vídeo que recrea lo que pasaba. Eso es muchísimo más fácil de explicar y de entender que si lo lees en un libro.
Por lo tanto, la IA puede entrar en las aulas de muchas maneras, pero lo importante aquí es que nos demos cuenta de que hay que aprender a usarla, los profes y los estudiantes.
—¿De qué modo cree que los humanos desarrollaremos una gran dependencia de la Inteligencia Artificial?
—Yo te diría que las cosas cuando arrancan, como las nuevas tecnologías, todo el mundo cree que va a ser terrible y que va a cambiarlo todo. Pero luego las cosas se suelen calmar y no suelen ser para tanto. Entonces, creo que la Inteligencia Artificial lo que va a hacer es que en algunas cosas todos tengamos más tiempo libre, porque va a haber ciertos trabajos que los podamos hacer mediante Inteligencia Artificial.
Sinceramente, creo que no, que en parte va a ser al revés, que vamos a tener más tiempo libre para otras cosas como irnos a pasear a la playa o a jugar al baloncesto. Porque va a haber un montón de cosas que hoy en día hacemos las personas que las van a poder hacer las máquinas exactamente igual de bien. Eso es lo que yo creo que va a pasar, pero, claro, no lo sé porque todo esto depende de una cuestión que es muy importante, y es que la IA es un negocio: la tenemos en los móviles, la tenemos en la tele a todas horas o la tenemos en las redes sociales a todas horas. Y hay mucha gente detrás que gana mucho dinero con la IA. Por lo tanto, el problema podría ser que toda esa gente que está muy interesada en que la IA sea un negocio consiga que tengamos al final una dependencia de la IA que no sea real.
Sin embargo, yo creo que eso es difícil que pase, porque al final las personas lo que queremos es trabajar poco y tener tiempo libre, y pienso que eso va a estar por encima de otras cosas. Con lo cual, la respuesta a si creo que vamos a tener una dependencia muy grande de la IA sería que es posible, pero para poder tener más tiempo libre. Y que no será una dependencia muy grande y que luego no sepamos hacer nada.
—Usted que lleva impartiendo clases muchos años en la Universidad de A Coruña. ¿Cómo incluye la Inteligencia Artificial en su trabajo diario en las aulas?
—Yo doy clase de Inteligencia Artificial y lo que debemos comprender es que es mucho más que el ChatGPT y que todas estas herramientas que conocéis ahora. Además, doy clase de robótica, de visión por computador, de programación, de sistemas autónomos y de un montón de cosas que no son el ChatGPT. Todos entendemos que un coche autónomo, el día que podamos tener coches que vayan solos por las calles, también va a ser Inteligencia Artificial, y ahí no está el ChatGPT en ningún sitio; por eso la inteligencia artificial es mucho más que el ChatGPT.
Si la pregunta es si utilizo IA en mis clases, pues claro, porque doy clases de eso. Doy clases de robótica y utilizo robots; doy clases de visión por computador y utilizó esa visión; pero también doy clase de muchas cosas que los estudiantes tienen que utilizar. Ayer, por ejemplo, di clases de una cosa llamada vehículos submarinos autónomos, que son como pequeños submarinos que nuestros estudiantes tienen que programar y que se utilizan para hacer vigilancia bajo el agua de forma autónoma.
Si te refieres a si utilizo el ChatGPT en mis clases, realmente no lo utilizo. El ChatGPT lo utilizo a veces para hacer trabajo aburrido y tareas administrativas que me toca hacer a mí, como hacer un informe. Pero para mis clases no lo utilizo, porque no lo necesito ni me ahorra ningún trabajo.
Pero desde el año pasado doy clases a profes de secundaria para que aprendan a utilizar el ChatGPT. Como doy estas clases, lo uso un poco ya que tengo que aprender a usarlo bien para explicarlo. Pero realmente no lo utilizo demasiado en mis clases porque no me arregla gran cosa.
—Con todas las ayudas que nos ofrece la IA, ¿qué impactos específicos cree que está teniendo en los estudiantes y en su manera de trabajar en las clases y en la preparación de tareas?
—En vuestro caso espero que no mucho, pero en alumnos mayores, sí. El problema es que los profesores siguen mandando los mismos trabajos que mandaban antes que hubiera ChatGPT,y eso ya no se puede hacer. Yo no puedo mandaros un trabajo para hacer en casa en el que tengáis que redactar algo, como la Segunda Guerra Mundial, porque no lo vais a hacer, sino que vais a usar el ChatGPT y nadie lo va a poder impedir. Es una herramienta que la puede utilizar cualquiera: es gratis y funciona muy bien. Entonces, el problema es que esos trabajos no se pueden mandar hacer. Si yo lo que quiero es mandaros un trabajo para que aprendáis algo de la Segunda Guerra Mundial, lo tenéis que hacer en clase sin el ChatGPT. Con un papelito o con el ordenador, me da igual, pero sin el ChatGPT. Entonces, si os dejo usarlo y el trabajo lo hace el ChatGPT, afecta cien por cien: primero, no buscáis información; segundo, no la comprendéis y, tercero, no la redactáis. Con lo cual no estáis aprendiendo absolutamente nada. Entonces, ¿está bien que lo aprendáis a usar? Sí, pero sois muy jóvenes.
En la universidad yo a mis estudiantes se lo dejo usar, pero no les mando hacer trabajos de ese estilo. No sé si ellos en casa lo usan o no, me da igual, pero como el examen lo tienen que hacer en el aula con un papel sin tener el ChatGPT, les vale de poco. Lo podéis manejar porque lo tenéis que aprender a usar y os va a sacar mucho trabajo de delante en la vida, pero no os deberían mandar hacer trabajos que podéis hacer con ChatGPT porque no aprendéis absolutamente nada.
—Se habla mucho del posible uso incorrecto de la Inteligencia Artificial a la hora de plagiar trabajos. ¿De qué modo es posible detectar estos usos incorrectos de la herramienta?
—La realidad es que no se puede detectar. Hay herramientas destinadas a detectar si has hecho el trabajo con IA, pero esas herramientas no son muy fiables. Entonces imaginaros que hacéis un trabajo y el profesor le pasa una herramienta de estas y os dice: suspenso porque me dice la herramienta que está hecho el 90% por IA. Pero el profesor no sabe que esas herramientas no se pueden utilizar porque fallan tanto que, si yo escribo un párrafo y lo escribo más o menos sabiendo como escribe ChatGPT, que siempre usa las mismas frases, si le paso esa herramienta, me va a decir que está hecho por la IA, lo cual es mentira porque lo acabo de redactar yo. Cuando una herramienta falla tanto es lo que se llama un falso positivo, y no se puede utilizar para corregir a un estudiante. En resumen, no se pueden utilizar esas herramientas por sí solas para saber si habéis hecho un trabajo con IA. ¿Qué se puede hacer? Imaginaros que yo os mando un trabajo sobre la fotosíntesis y os digo que me lo entreguéis, pero yo sé más o menos cómo redactáis. Lo miro y la herramienta me dice que está hecho con IA, pero, además de eso, miro otros trabajos vuestros hechos en clase y pienso que esto no lo redactaste tú ni de broma. Te digo que me expliques lo que pone ahí en la redacción y seguramente no me lo vas a saber explicar. Eso es lo que hay que hacer, el profesor puede utilizar la herramienta para que más o menos le diga si eso está hecho por IA, pero no se puede fiar completamente. Si sospecha, tiene que hablar con la persona. Entonces esas herramientas no valen para nada. No sé si en el futuro las van a mejorar, pero yo creo que no.
—Aparte de los plagios, mucha gente dice que la IA puede ser peligrosa. ¿Cuáles son los principales peligros de la IA en la educación?
—El principal peligro de la IA es que haga las cosas que teníais que estar haciendo vosotros. Si tú tienes que aprender a redactar y el redactar implica que tú entiendes que cuando escribes un texto no se puede empezar simplemente soltando ideas, ha de haber siempre una introducción, un cuerpo y un desenlace, además de un orden para que las cosas se entiendan. Si eso te lo hace una IA, el día que a ti te toque redactarlo no vas a tener ni idea.
Por otra parte, en matemáticas, si la IA te resuelve el ejercicio de fracciones, tú no vas a aprender. El impacto sería que todas esas cosas que tenéis que aprender a hacer a lo mejor dentro de 50 años ya no es así, porque tal vez dentro de 50 años la IA está en todos lados y nosotros ya no tenemos que aprender ni a leer ni a escribir. Pero a día de hoy no estamos aún ahí. Tenéis que aprender a leer, tenéis que aprender a escribir y tenéis que aprender a hacer unas matemáticas básicas. Para todo eso la IA no la deberíais utilizar.
Además, la segunda parte que es bastante importante es que normalmente los estudiantes de secundaria como vosotros casi siempre os creéis todo lo que dice la IA según lo pone. Por ello es necesario desarrollar un poco de actitud crítica; por ejemplo, cuando la IA te dice “cómete una manzana que creo que tienes hambre”, lo hace en base a una serie de datos y de situaciones, por lo que te da la solución que ella cree que es más probable. Pero vosotros tenéis siempre que revisar lo que dice la IA; tenéis que ser críticos y tenéis que tener vuestra opinión. Por lo tanto, ese es el segundo gran problema que presenta la IA, y es que sobre todo la gente más joven que no sabe cómo funciona y que se cree que la IA es más inteligente que vosotros, no se cuestiona nada y, si lo dice la IA, así será. Pero eso no está bien.
—¿De qué modo cree que estos peligros se eliminarán algún día?
—Creo que estamos en un período en el que todavía no sabemos muy bien cómo afecta la IA a muchas cosas. Yo creo que dentro de unos años se sabrá; es decir, que la IA no se va a poder prohibir y tampoco otras cosas que vendrán. Entonces, lo que vamos a tener que hacer es adaptarnos.
Yo creo que en el futuro vais a hacer mucho trabajo en clase; es decir, menos estar mirando para el profesor, y más práctica en clase. Seguramente tendréis un “profesor virtual” o una IA en casa que os va a explicar las cosas. Por eso, si tienes una IA en casa que te explica las cosas que no entendiste en el aula, pues está bien. Es como tener en casa el típico hermano mayor que lo sabe todo, pero en vez de preguntarle al hermano, le preguntas a la IA. Y en clase trabajaréis mucho más. Yo creo que ese riesgo de que interfiera mucho en el aprendizaje va a desaparecer.
En segundo lugar, es muy importante que aprendáis a usarla y a no creer todo lo que dice. Eso tiene que ver con que poco a poco va a empezar a haber asignaturas de IA, que ya hay alguna en Galicia; por ejemplo, en cuarto de la ESO. Cuando vosotros aprendáis a utilizar la IA como ahora aprendéis a usar otras cosas, podréis utilizarla mejor y ya vais a entender cuándo os podéis fiar y cuándo no. Por tanto, en un futuro creo que sí se van a poder eliminar ciertos peligros del uso de la IA.
—Por otra parte, también puede ser una herramienta muy potente y ayudar a alumnado y profesorado. ¿Cuáles son los mayores beneficios de la Inteligencia Artificial en las aulas?
—Eso depende bastante de la edad. En la ESO no lo tengo tan claro, porque todavía estáis aprendiendo cosas que son bastante básicas, por lo que no tengo al cien por cien claro que no impacte en vuestro aprendizaje. Yo no soy experto en pedagogía como para responder a eso, pero a los mayores les ayuda muchísimo. Por ejemplo, imaginaos que tenéis una asignatura en bachillerato que es sobre estadística, pero vosotros no sois de estadística porque no os gusta. Pues, ¿por qué no podéis utilizar una de estas herramientas? Tú no te vas a dedicar el día de mañana a la estadística, a ti no te interesa, pero la herramienta te lo sabe solucionar. Entonces, si utilizas la herramienta para llegar a algo a lo que no llegas, perfecto. Imaginaos que tenéis que hacer un proyecto de tecnología que puede implicar diseñar algún artilugio o que haga algo para el aula. ¿Por qué no le podemos preguntar al ChatGPT que nos diga cómo fabricarlo? Él no lo va a fabricar, lo haréis vosotros, pero os dice cómo se podría fabricar. Eso está bien porque para esas cosas es muy útil. Hay que entender que las herramientas como el ChatGPT e se entrenaron o aprendieron a base de un montón de textos e información que había en internet. Entonces saben de un montón de cosas. Por lo tanto, si tú tienes que hacer algún día algo y no sabes muy bien cómo hacerlo, el mejor sitio al que le puedes preguntar es a ChatGPT. No lo busques en internet, porque eso ya hoy en día no tiene mucho sentido.
Por lo tanto, en las aulas podría estar bien que en la asignatura de bachillerato en la que tengáis que hacer algo que no es parte de la asignatura utilicéis las herramientas de IA para que os echen una mano. En las universidades se utiliza y se va a utilizar un montón, porque eso hace que todos podamos acceder a un nivel de conocimiento muy alto sin tener que crearlo todo en nuestra cabeza, ya que tener aprendido todo en la cabeza no es tan fácil. Es más fácil saber usar una herramienta bien y fiarte de lo que te dice. Hay una idea que yo no sé cómo se traduce al español, pero en inglés se llama human augmentation, que nosotros con nuestra inteligencia podamos llegar hasta un nivel un poco superior y vamos a poder hacer cosas un poco más difíciles de las que podemos hacer. Eso lo bueno que tiene es que iguala un poco a la gente, porque hay diferentes niveles de competencia y la IA permite que, más o menos, podamos llegar al mismo nivel y eso está bien.
Por tanto, se va a poder utilizar incluso en los niveles superiores para hacer un montón de cosas, pero habría que evitar su uso hasta que sepamos exactamente cómo nos puede perjudicar.
—Es usted catedrático en el departamento de computación de la UDC. ¿De qué modo cree que la IA podrá dar clases a alumnos en sustitución del profesor?
—La verdad es que eso no va a pasar. Cuando trabajamos en IA con los tutores inteligentes, que son como ChatGPT interactivos, que nos hablan y nos explican si no entiendes un problema, eso sí se va a poder hacer seguro, pero eso no es ser un profesor. A veces tenéis el problema de que no entendéis una cosa y no sabéis preguntar; no sabéis la duda que tenéis porque no entendéis bien el concepto y no tenemos ninguna IA que sea capaz de comprender hasta ese nivel, que es hasta el cual nos haría falta.
Por tanto, a día de hoy no estamos en el punto de que ninguna IA sustituya a un profesor.
La IA que se está desarrollando en Europa tiene que estar acorde con una ley, la cual no permite que la IA sustituya a un humano para hacer un trabajo. Por lo tanto, no es posible que sea sustituido un profesor; le va a poder ayudar, proponer ejercicios, ayudar en casa, pero sustituir a un humano va a ser imposible a día de hoy.
—¿Y cómo cree usted que serían esas clases, cómo de diferentes serían?
—Yo creo que las clases, dependiendo de la edad, van a ser más de trabajar vosotros en el aula, pero no va a haber un profesor dando una explicación. Vais a estar haciendo cosas: escribiendo, trabajando o repasando. Pero que en vuestra casa sí que me temo que vais a tener algún tipo de IA que os va a ayudar como profesor personal en el ordenador y os va a ayudar en las dudas que tengáis en casa como si estuviese el profesor allí.
Yo creo que el futuro puede ir hacia que las clases sean más entretenidas para vosotros, porque vais a estar haciendo más cosas sin ayuda de la IA y en vuestra casa tendréis una IA que os va a ayudar a entender los conceptos y a hacer unos ejercicios que no acabasteis en las clases. O sea, que en ese sentido lo veo más positivo que negativo. Por ahora yo mismo creo que la enseñanza funciona bien, aunque paséis demasiado tiempo sentados en el aula mirando cómo un profesor explica. Pero hay maneras más entretenidas de aprender lo mismo sin tener que estar escuchando tanto tiempo a un profesor.
—Últimamente, recibimos advertencias sobre los datos privados de cada persona. ¿Qué desafíos tendrá la IA en la educación en el ámbito de la privacidad de los estudiantes?
—Lo que pasa es que todas estas cosas tienen que ver con la privacidad y los datos ya hay leyes que lo van a regular. Sí que es importante tener en cuenta lo que podría pasar, pero, al haber leyes que van a regular este tema, no tenemos que preocuparnos demasiado, ya hay gente trabajando en esto. Está claro que no se pueden utilizar los datos de estudiantes porque son menores o de ninguna otra persona. Tampoco se pueden utilizar datos por parte de una IA para mandaros hacer una cosa, daros una recomendación o para poneros una nota. Para cierto tipo de cosas es importante que vosotros entendáis el porqué se tomó una decisión, pero no se pueden utilizar vuestros datos alegremente. En un corto espacio de tiempo la legislación que controla los datos va a estar totalmente completada.
—Mirando a lo ya conseguido y a lo que queda por conseguir, ¿de qué modo cree que la IA va a marcar un antes y un después en la educación y por qué?
—Lo ya conseguido es poco. Aunque creemos que llevamos mucho tiempo con la IA, tal y como la conocéis vosotros empezó en 2022 y ahora estamos en el 2025. No se ha conseguido casi nada y queda muchísimo por conseguir. De hecho, si me estáis haciendo esta entrevista es porque mucha gente aún no sabe y no entiende bien el impacto que esto va a tener, lo cual es normal.
En resumen, diría que no se ha conseguido aún nada, que estamos creando asignaturas para que aprendáis a utilizar la IA, pero también estamos dando formación a los profesores para utilizar la IA. Por otra parte, estamos también haciendo leyes para que la IA pueda entrar en las aulas sin que haya ningún problema y se están realizando un montón de cambios en la IA para que no impacte tanto, sobre todo en la educación. Yo no tengo una bola mágica que me diga cómo va a ser el futuro, pero lo que sí creo y lo que la experiencia nos dice es que no va a ser para tanto, al igual que en el pasado cuando se introdujeron otras novedades tecnológicas en la educación.
A lo mejor vosotros no lo sabréis, pero la primera vez que hubo una calculadora en un aula los profesores de matemáticas se echaron las manos a la cabeza. Decían que así nadie iba a aprender jamás a sumar. Ahora en vuestras aulas hay calculadoras y sabéis sumar; por tanto, va a llegar a un punto en el que esto va a estar en equilibrio. Como ya os dije, los profesores van a tener que cambiar este tipo de trabajos que hacen y vais a tener que hacer tareas en el aula sin acceso a la tecnología, utilizándola fuera del aula como la usáis hasta ahora.
Por tanto, yo creo que las cosas no son ni blancas ni negras. Ahora mismo estamos aprendiendo cómo va a ser y en el futuro yo creo que vamos a llegar a un punto donde se va a organizar bastante bien.
—Con las constantes evoluciones de la IA, ¿qué podría mejorar de cara al futuro en el ámbito escolar?
—Podrían mejorar bastantes cosas; por ejemplo, si tuviésemos una IA o medios para utilizarla en las aulas, en los ordenadores, en Internet y en los equipos, podríais hacer uso de la IA en clase para hacer las asignaturas mucho más entretenidas como historia, ciencia o lengua, con vídeos, simulaciones o realidad virtual creadas por el profesor. Por ejemplo, para aprender cómo era Santiago hace 150 años, el día que podamos tener unos equipamientos en las aulas suficientes para hacer eso, todo va a mejorar mucho. También va a mejorar el trabajo de los profesores, ya que la IA le puede ayudar a hacer materiales para las clases para que no sean repetitivos y para tener actividades nuevas.
Específicamente, en mis cursos a los profesores les explico cómo hacer actividades en el aula que sean un poco más entretenidas usando la IA. Por ejemplo, si os tienen que explicar las partes de una célula, que lo hagan con el juego del Rosco en el que la IA te va generando palabras para hacer el juego. Este tipo de actividades son un poco más entretenidas y la IA puede ayudar a los profesores si no se nos ocurre cómo hacerlas. Y luego a los profes que tengáis en cualquier instituto que se dediquen a la administración o la dirección y que tienen mucha burocracia les va a ayudar un montón porque les va a quitar mucho trabajo tonto que realmente es trabajo que la IA puede hacer de una manera muy rápida. Así los profesores van a poder tener tiempo para otras cosas.
En suma, de cara al futuro la IA podría mejorar la docencia, ayudando a los profesores a crear materiales más originales y también a ahorrarles tiempo a los directores y a la gente de la administración.
—¿Cómo cree que va a afectar la IA al aprendizaje de idiomas?
—El idioma no lo aprende la IA, lo aprendeis vosotros; con lo cual, sea un profesor, un humano o una IA, no veo gran diferencia. Es decir, por mucho que yo te ponga una IA para que te ayude a aprender francés, el francés lo tienes que aprender tú que eres el que lo vas a hablar.
Sin embargo, sí sabemos que la IA impacta mucho en algunas profesiones relacionadas con el idioma; por ejemplo, la gente que hace traducciones simultáneas, lenguaje de signos y demás. La verdad es que en el futuro, a lo mejor, se quedan sin trabajo. Podría ocurrir porque hoy en día ya tenemos IAs que hacen eso superrápido y que traducen a casi cualquier idioma.
Pero en el aprendizaje de idiomas ya hay alguna herramienta por ahí bastante chula como Duolingo, que es una aplicación que está basada en IA y te permite aprender idiomas. Pero no deja de ser una aplicación que te explica que en italiano esto se hace así, pero el que lo tiene que aprender eres tú.
Por lo tanto, no veo que vaya a afectar enormemente al aprendizaje. Otra cosa es la gente que se dedique a hacer traducción o todo lo que tiene que ver con traducir idiomas. A lo mejor la pregunta tiene que ver con que nos pueda no hacer falta aprender más idiomas. Eso lo he leído alguna vez y podría impactar. Es decir, como tengo en el teléfono una aplicación que me traduce a cualquier idioma, pues no me hace falta aprender ese idioma. Tampoco lo veo muy realista pensado así porque no todo el mundo tiene acceso a la IA.
—¿Qué beneficios concretos cree que va a tener usar la IA de forma correcta en el colegio?
—Yo creo que esta pregunta es parecida a lo que respondí antes. Si la IA, por ejemplo, los profesores, la utilizan para hacer materiales más nuevos, más adecuados y más originales, y si vosotros la utilizáis en aquellos sitios que no os impacten en el aprendizaje, está bien porque os va a permitir hacer cosas que no sois capaces de hacer, seguramente, porque no tenéis la edad ni el conocimiento. Se puede utilizar de manera correcta para muchísimas cosas, pero casi es más interesante pensar cómo utilizarla y aprender de ello para que a vosotros se os ocurran todas las maneras correctas de hacerlo.
El problema es que ahora mismo ni profesores ni estudiantes tenéis muy claro qué es esto de la IA más allá del ChatGPT, pero son muchas más cosas. Entonces, saber si es correcto o incorrecto no es fácil para vosotros porque no sabéis lo que hace.
Yo diría que hay un montón de cosas que se pueden hacer de manera correcta para que te pueda ayudar la IA, pero hay que tener cuidado con que no impacte con lo que tenéis que aprender en esa asignatura.
—Si resulta que por la IA entender ciertos temas es más fácil que por un libro, ¿de qué manera cree que perderemos cierta habilidad lectora?
—La habilidad lectora es muy importante y tenéis que seguir aprendiendo a leer bien. Pero la IA en este caso lo que no puede hacer es leer el texto por ti, si estamos hablando de eso. Entonces, no estarías aprendiendo a leer tú. Otra cosa distinta es que utilices la IA para generar un texto que sea más claro o más explicado o que ayude al profesor para que lo entendáis mejor. Como veis, yo siempre le doy la vuelta para ver lo positivo. No se debería de utilizar la IA como un sustituto de un libro, pero se puede usar la IA para que sea más fácil de entender.