Durante los primeros días de septiembre, tres de nuestros compañeros asistieron al curso «Improving education for sustainable development in schools” en la ciudad de Oulu (Finlandia). Dicho curso forma parte del proyecto Erasmus + que se está llevando en nuestro centro educativo.

El primer día comenzamos con las presentaciones de los distintos centros de procedencia de todos los asistentes, lo cual nos sirvió para tener conciencia de las diferencias educativas existentes en otros países: atención a la diversidad, creatividad, enseñanzas artísticas, actividades extraescolares, plurilingüismo y, cómo no, sostenibilidad.

A partir del segundo día, comenzamos a visitar las instalaciones de diferentes «Koulu» (colegios en finés) en esta ciudad:

El primer centro que visitamos es Kaakuri School, situado junto a un precioso bosque. El edificio es amplio, muy luminoso, con entreplantas acristaladas y con unas vistas espectaculares. Nos llama la atención que no hay timbres ni tampoco ruido porque desde que están en la etapa preescolar se les enseña a ser responsables y saber comportarse en cada espacio. La principal forma de trabajo se basa en que no todos los alumnos aprenden del mismo modo, por lo que cada docente marca las tareas a realizar y da unas orientaciones a los alumnos (dependiendo de la edad, por supuesto). Éstos tienen libertad para realizar las tareas en el orden que quieran y con libertad de movimientos. Al final de las sesiones, todas las tareas deben haber sido realizadas y todos los alumnos son responsables de su aprendizaje. Para ello han sido instruidos en un hábito de «responsabilidad» hacia el entorno escolar y los materiales.

En la cultura finlandesa el respeto al entorno escolar es muy importante. No hay nada fuera de lugar. Los jóvenes se sienten cómodos (como en casa) y cuidan el colegio como si fuera su propio hogar.

Los valores de Hönttämáki School se basan en la sostenibilidad. Por ello ponen énfasis en la educación para el desarrollo sostenible (ESD) y el fortalecimiento de la relación entre la naturaleza y el niño: enseñan a sus alumnos a cuidarse a sí mismos, a los demás y al medio ambiente.

Para lograr estos objetivos, desarrollan anualmente un plan de acción de desarrollo sostenible que consta de aspectos ecológicos, económicos, sociales y culturales de la sostenibilidad. El programa de reconocimiento internacional Bandera Verde de este pequeño centro involucra a todos los alumnos y todo el personal para promover el desarrollo sostenible.

Talvikangas School se caracteriza por ser un centro de puertas abiertas. ¿Cómo entienden ellos un centro así? Es bien sencillo. Comenzamos por su lema: “Cuida de ti mismo, cuida de los demás, cuida de tu entorno”. Las aulas forman parte de un espacio abierto y están comunicadas con otras estancias. Hay zonas para utilizar ordenadores, tablets, sillones de lectura, bibiotecas situadas en los amplios pasillos… Las instalaciones son sencillamente ESPECTACULARES. Pero para que ese sistema tenga éxito, dos requisitos son imprescindibles: la inversión económica en educación (en las instalaciones, en los materiales y, sobre todo, en la contratación de profesores) y esa cultura de respeto a lo público, a lo que es de todos.

Timonsenkoski School es el nombre de una escuela que se traduce al inglés como Timonsenkoski nature school (escuela del bosque). Es un centro al que acuden todos los alumnos de la ciudad de Oulu de forma ocasional (durante campamentos o escapadas). La metodología está basada en la observación de la naturaleza llevando a cabo actividades relacionadas con ciencias (recogida de muestras para analizar en laboratorios), deportes (senderismo, juegos con nieve o de campamento), fotografía o naturaleza (por ejemplo les enseñan los años de un árbol o a diferenciar huellas de animales). Consiste en contemplar el espectáculo de la naturaleza y trabajar distintos contenidos y estrategias.

Tuira School. En este instituto, que resulta ser el más antiguo de la ciudad, los profesores trabajan con la certeza de que cualquier cambio que sea necesario en la sociedad debe comenzar en la escuela. Saben también que construir el futuro consiste en mantener una esperanza activa e intentan convertir cada obstáculo en un desafío, un paso hacia la acción. Esa actitud determina su metodología. Y para llevarla a cabo cuentan con el apoyo de la sociedad y las instituciones: éstas confían en ellos. Desarrollan programas diversos de apertura a otros países y culturas o de concienciación sobre el mundo que les rodea y que desean mejorar. El cambio debe comenzar en los propios centros escolares: igualdad, desarrollo sostenible y respeto al patrimonio cultural.

Esperamos que esta gran experiencia nos sirva para llevar a cabo una mejora de nuestra labor como docentes para formar a nuestro alumnado y fomentar el desarrollo sostenible en nuestra escuela.

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