Planeta Tierra

¿Cómo vemos a nuestro querido planeta Tierra? Un sitio rocoso de

océanos azules, atmósfera frágil y tierras verdes, aunque según dicen

los astronautas desde el espacio la Tierra se ve pequeña, rodeada de

un fondo de nubes blancas es una de las maravillas de nuestro Sistema

solar.

Su situación privilegiada en el sistema Solar, además de otras

características peculiares, hacen posible la existencia de agua líquida y

sólida y de climas benignos que permiten el desarrollo de la flora y

fauna. Esta vida depende del clima y de factores ambientales que

influyen en la distribución de los seres vivos y, asimismo, determina la

acción de los agentes geológicos que modelan el paisaje.

La Tierra es el tercer planeta del Sistema Solar y el tercero más cerca

del Sol, situada entre Venus y Marte en una galaxia llamada la Vía

Láctea. Tiene un diámetro de aproximadamente 12,700 kilómetros, con

una atmósfera compuesta por 78% nitrógeno, 21% oxígeno y 1% de

otros gases y el único planeta que alberga vida ya que su campo

magnético junto con su atmósfera nos protege de las radiaciones

nocivas del Sol e impactos de meteoritos. El Sol también nos da su

energía para crear vida, además está en perfecto equilibrio con la

biosfera ya que no evapora el agua existente ni la mantiene

permanentemente helada.

La tierra es un GEOIDE, lo que significa que no es lisa ni uniforme ya

que presenta grandes irregularidades que forman su relieve. Su

superficie es de 510 millones de km cuadrados, lo que viene a ser 1000

veces la superficie de España y su radio esta entre 6357 – 6378 km.

Nuestra Tierra rota sobre sí misma pasando por los polos de oeste a

este en 24 horas que se llamaría Día Sideral, dando lugar a los días

cuando esta frente al Sol y a las noches cuando esta en su sombra. Ya

que la Tierra sigue una órbita circular alrededor del Sol completa su

vuelta en 356 días sobre su plano elíptico, es precisamente este plano

elíptico lo que junto con su rotación sobre un plano no perpendicular lo

que produce las diferentes estaciones del año terrestre.

Hay que hacer mención a LA LUNA, el único satélite de la Tierra, que

orbita la Tierra en 29,33 días y que nos ilumina cada noche por la luz

que refleja del Sol. Este enigmático satélite tiene diversas fases lunares

como son: luna llena, nueva, creciente y menguante, es más su fuerza

gravitatoria produce las mareas en los océanos.

La Tierra no tiene luz propia, por esta razón recibe la luz y calor del Sol.

Está formada por tres capas internas – la corteza, manto y núcleo.

La corteza tiene 2 partes que son Sial formado de silicio y aluminio y

Sima compuesta por silicio y magnesio.

El manto está compuesto de silicatos, hierro, magnesio y por último, el

núcleo que se encuentra en el centro de la Tierra donde las altas

temperaturas derriten la roca.

Pasando a las cuatro capas externas nos encontramos con la

atmósfera, la hidrosfera, litosfera y biosfera. La atmósfera es la zona

gaseosa formada por oxígeno, nitrógeno, dióxido de carbono y agua

que incluye la capa de ozono y que se expande desde la Tierra hasta el

espacio exterior. La hidrosfera, contiene agua procedente de lagos

subterráneos, glaciares y océanos. La litosfera la forman rocas y

minerales mientras que la biosfera la componen los seres vivos.

Vamos a centrarnos en dos teorías sobre su origen una científica y la

otra religiosa. Para comenzar, tenemos la del bioquímico Ruso

Alexander Oparin. Su teoría se basaba en que hace millones de años la

Tierra primitiva tenía elementos químicos que interactuaron formando

otros más complejos, y que con la acción del Sol y tormentas eléctricas

la materia inorgánica se transformó en orgánica produciendo así las

cadenas químicas y las primeras células vivas.

La segunda teoría es la creación de la Tierra y el Universo según el

Génesis, en la Biblia Dios creó todo el siete días – el cielo, la Tierra, los

mares, la vegetación y los animales, por último, al ser humano ya que

el séptimo día descanso.

¿Cuántos años tiene la Tierra y cómo evolucionó?

La Tierra tiene 3 trillones de toneladas y tiene alrededor de 4.500 años

formándose con el Sol y el resto de los planetas del Sistema Solar. El

Sistema solar empezó siendo una nube de gases y polvo y las

partículas se atraían por la gravedad que causaba la formación de una

gran estrella. La Tierra se creó tras el choque de planetas pequeñas y

era una masa de roca ardiente que poco a poco se fue enfriando

formando las placas tectónicas de los continentes y suelos oceánicos.

Nuestros océanos aparecieron hace 4.400 millones de años y tienen su

origen en meteoritos y cometas que chocaron en la superficie caliente

de la Tierra, se derritieron y formaron depósitos de agua que se mezcló

con dióxido de carbono formando nubes y a su vez empezó a llover

durante años creando océanos. Pasamos a la formación de los

continentes que ocurrió hace 3.500 millones de años, después de los

océanos. Los continentes estaban hechos de granito que al ser ligero y

resistente se elevó por encima del nivel de los océanos movido por las

placas tectónicas y así tomaron los continentes.

¿Qué haces tú para proteger el planeta Tierra?

La mayor parte de las aguas continentales sufre una contaminación por

vertidos industriales y productos de la agricultura moderna, esto sigue

destruyendo nuestros ecosistemas y vida animal. Una solución a este

problema sería instalar depuradoras en las industrias y ciudades, para

contribuir, de este modo a evitar la destrucción y perdidas de recursos

naturales como el agua, los bosques y minerales.

En las zonas industriales y urbanas los gases que desprenden

vehículos, centrales térmicas y polígonos industriales combinan en la

atmósfera con el vapor de agua y producen ácidos en forma de lluvia

ácida. Esta lluvia daña as plantas, acidifica los lagos y suelos y

destruye las rocas, por este hecho hay que seguir instalando más

estaciones meteorológicas para así controlar los parámetros

meteorológicos típicos (temperatura, humedad y velocidad del viento) y

las concentraciones de gases contaminantes en nuestra atmósfera.

En resumen, la atmósfera, el clima, el suelo y la vegetación de nuestro

planeta están íntimamente ligados, y cualquier alteración en uno de

estos tres elementos afectará los demás. Una prueba de ello es la

desforestación de un bosque: el suelo desaparece por la erosión, la

vegetación no se recupera y el clima se hace más árido y seco. Por

esta razón la talla indiscriminada de árboles debe de estar penalizada

por ley así como la caza furtiva que pone en peligro a especies al borde

de la extinción. Y recordar hay que concienciar a la población desde

temprana edad a reducir, reutilizar y reciclar, es la clave de un mejor

medio ambiente y vida para generaciones futuras en la Tierra.