El despertar es un sistema mediante el cuál puedes romper los límites establecidos para el nivel máximo (99). Con esto podrás superar ese límite.
Para iniciar el despertar, es necesario llegar a nivel 99 (en ese momento aparecerá la misión correspondiente, en tu panel de misiones emergentes). Y subir a 99.999% de ese mismo nivel (es decir como si fueras a pasar a nivel 100).
Eso comenzará una cadena de misiones que te ayudarán a cumplir tu cometido, llevándonos primero a una extensa conversación con la pontífice.
Después de eso tendremos que preguntar a los habitantes de Helonia sobre unos fragmentos.
Una observación importante es, que la misión emergente para despertar aparecerá a nivel 99. Pero, cuando te mandan a Gruta de Helonia a buscar a Scott, no podrás abrirte paso dentro de la instancia a menos que estés en 99.999% primero (sino es así, en el momento de llegar a una valla con rocas, está no desaparecerá). Básicamente, solo podrás hacer las conversaciones con Irais si no tienes el porcentaje al máximo.
Luego de eso seremos transportados al Reino del Destino, donde nos encontraremos con Salesian, quien nos dirá como podemos despertar nuestro poder oculto.
Y tras derrotar un par de enemigos, obtendrás la Llave del despertar, la clave para superar tus límites.
Una vez que termines todas las misiones, varias cosas suceden:
Primero que nada, tu nivel se verá de nuevo como "nivel 1". Esto es una cuestión de simple nomenclatura, ya que para fines prácticos, en realidad estas en nivel 101.
Segundo, el personaje sufrirá algunos cambios en las estadísticas:
Podrás reconocer a los enemigos despertados ya sea por el nivel o por un pequeño cambio en sus iconos de tipo (los normales son grises en los diseños del centro, estos son dorados). Aunque en un aspecto práctico todo por arriba de Valle escondido será despertado y por debajo será normal.
Además de los beneficios, también recibirás un par de limitaciones: