El filósofo Immanuel Kant nos invita en su ensayo de 1784 Respuesta a la pregunta ¿qué es la ilustración? a pensar por nosotros mismos a través de su lema “sapere aude” y, por tanto, como hemos descrito previamente, a desarrollar no solo la capacidad de pensamiento abstracto, sino también la capacidad crítica necesaria en una sociedad regida por los discursos mediáticos para no ser manipulados por estos.

La Ilustración, como veremos más adelante, es la etapa del pensamiento filosófico que se caracteriza por la autonomía de la razón desligada por completo de prejuicios, creencias y en especial de otras instancias como la autoridad religiosa a la que había estado sometida desde la Edad Media hasta el final de la Revolución Científica, que confluye con el periodo ilustrado, para ser usada por el hombre de forma libre, autónoma y crítica como instrumento para pensar y conocer. Al cabo del tiempo el mismo pensamiento filosófico ha cuestionado esta posición kantiana como una aséptica ilusión de objetividad racional al considerar que todo discurso teórico, incluso desde el punto de vista científico está impregnado creencias, valores, prejuicios, ideologías, etc., en especial desde las posiciones teóricas de Habermas y Popper como revisión de la razón ilustrada y como revisión de la razón desde la filosofía de la ciencia o la teoría científica respectivamente.

Continuando la labor kantiana, la UNESCO establece desde 2005 una estrategia intersectorial para el pensamiento filosófico fijando el día mundial de la filosofía el tercer jueves del mes de noviembre y concretando las funciones fundamentales del pensamiento filosófico en la sociedad actual que describimos en la siguiente tabla donde también se presentan sus funciones con carácter general.