“En sus inicios al pensamiento filosófico le preocupaba más hallar un conocimiento certero que la forma en la que este proceso se produce, sobre la que se piensa más adelante como consecuencia de esta búsqueda”.
En un primer momento, al hombre griego le preocupaba más dar respuesta al problema de la verdad, alcanzar un conocimiento fiable, certero y universal que el problema de la forma misma de conocer o cómo se desencadena el mecanismo del conocimiento, aunque -paradójicamente- la pregunta por la verdad condujo al pensador griego a preguntarse por las condiciones de posibilidad del conocimiento y las facultades que intervienen en él para poder alcanzarla, que queda insinuada en el pensamiento griego clásico (Parménides, Platón, Gorgias, Sócrates), para ser retomada y desarrollada plenamente en la Modernidad.
Asimismo, la pregunta por la verdad y la búsqueda de un conocimiento certero induce al hombre a distinguir entre la apariencia y la realidad o lo esencial o sustantivo frente a lo cambiante.