La envergadura alar media de machos y hembras es de 5,1 cm (2 pulgadas), a pesar de que los machos tienden a ser ligeramente más pequeños que las hembras. Además, los machos poseen una hilera de escamas de color marrón grisáceo que desprenden feromonas, ausente en las hembras. Las hembras, por su parte, tienen unas marcas más destacadas y brillantes que los machos.
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Familia: Nymphalidae
Género: Pararge
Especie: P. aegeria
Estado de conservación: No evaluada
Hábitat
La mariposa maculada ocupa una diversidad de hábitat herbáceos y de flores en bosques, estepas y claros. También se la puede encontrar en ámbitos urbanizados junto a setos o en parques urbanos, y ocasionalmente en jardines. La maculada prefiere típicamente áreas húmedas. Por lo general, se la encuentra en áreas boscosas en muchos partes de la ecozona paleoártica.
Ciclo vital
Los huevos son depositados en una variedad de plantas herbáceas anfitrionas. La oruga es verde con una pequeña cola bifurcada, y la crisálida (pupa) es verde o marrón oscura. La especie es capaz a soportar el invierno durante dos etapas diferente de desarrollo totalmente separadas, tanto en fase pupa como en fase larva medio crecidas. Esta ventaja le proporciona un complicado patrón de varios vuelos de adultos por año.
Fuentes de alimentación
Las fuentes de alimentación de las larvas incluyen una variedad de especies de plantas que incluyen Agropyron (Líbano), Brachypodium (Paleoártico), Brachypodium sylvaticum (Islas Británicas), Bromus, (Malta), el adulto se alimenta de néctar.
Crecimiento y desarrollo
El crecimiento y desarrollo de la mariposa maculada depende de la densidad larval y del sexo de los individuos. Una densidad larval alta tiene como consecuencia una supervivencia decreciente y un desarrollo más prolongado, así como adultos más pequeños. No obstante, las hembras se ven más severamente afectadas por este fenómeno.
Hábitos de apareamiento
Las hembras de mariposa maculada son monandrias; normalmente se aparean con un único compañero durante su tiempo de vida en fase adulta. Por otro lado, los machos son polígamos y típicamente se aparean múltiples veces. Para localizar a las hembras, los machos emplean una de sus dos estrategias: defensa territorial y patrulla.
Durante la defensa territorial, el macho defiende un sitio soleado en el bosque, esperando a que las hembras pasen por el lugar. Otra estrategia es la patrulla, durante la cual los machos vuelan activamente a través del bosque en busca de hembras. Luego, la hembra tiene que hacer una elección entre aparearse con un macho patrullero o un macho territorial. Al aparearse con un macho territorial, una hembra puede estar segura de haber escogido un macho de calidad alta, ya que la capacidad de defender un territorio refleja la calidad genética de un macho. Por tanto, al escoger un macho territorial, la hembra está siendo más exigente sobre con qué macho desea aparearse.
Comportamiento territorial
La defensa territorial implica el vuelo del macho y el posarse en un lugar soleado del bosque donde la luz penetre a través del dosel vegetal. La mariposa maculada pasa la noche en las zonas altas de los árboles y su actividad territorial comienza una vez los primeros rayos de sol atraviesan el dosel del bosque. Los machos a menudo se sitúan en un mismo claro soleado hasta el anochecer, siguiendo los rayos de sol conforme estos se desplazan sobre la superficie del suelo. Los machos suelen posarse también sobre la vegetación cercana al suelo. Si una hembra vuela en su territorio, el macho residente vuela tras ella, la pareja cae al suelo y continúa la cópula. Si una mariposa heteroespecífica, macho perteneciente a una especie distinta, vuela a través del claro de sol, el macho residente ignora al intruso.
Reproducción
La fecundidad de una hembra depende de su masa corporal, en la medida en que hembras privadas de sacarosa durante su periodo de ovoposición vieron reducida su fecundidad. Por tanto, las hembras más pesadas producirán un número mayor de huevos. Además de la masa corporal, el número de huevos que puede poner una hembra también puede relacionarse con el tiempo empleado en la búsqueda de un lugar óptimo para la puesta. El número de huevos depositados resulta inversamente proporcional al tamaño de los huevos.