Teófila de Atenas, (la epicúrea). (S. III. A. C.)
Por Marcial sabemos que Teófila hubo de ser ateniense y probablemente hetaira o meretriz ya que la forma en que la nombra no es adecuada para una mujer honesta; la alusión a sus pechos como atributo así nos lo hace creer. De ella dice que su juicio no es femenino para explicarnos que su inteligencia es anormal para su género, razón por la cual aconseja a Canio que no se enfrente Pantemis con ella, pues aunque ésta sea hábil con la poesía, Teófila no es menos sabia y sí más casta.
“Ésta es aquella Teófila prometida a ti, Canio, cuyos pechos atenienses rebosan de dones. El jardín ático del gran viejo la reclama para sí en justicia y la secta estoica también quiere que sea suya. Perdurará cualquier obra que emitas a través de sus oídos, pues tiene un juicio no femenino ni vulgar. Que tu Pantemis no se ponga demasiado por delante de ella, aunque el coro de las musas la conozca bien. La amorosa Safo elogia sus poesías. Pero Teófila es más casta y no menos sabia.”
Marcial, Epigramas, 69