epicúreas

Antropoesquema de las mujeres en la escuela epicúrea.

Al tratar la escuela epicúrea, nos encontramos con la rareza (compartida con la escuela pitagórica, nada más en toda la antigüedad) de que admitía mujeres en sus filas. Y parece ser que a diferencia de la Academia platónica, donde hubieron de asistir vestidas de hombres (Axiotea y Lasthenia), la secta epicúrea las aceptó con al menos la misma falta de pudor con que aceptó a los esclavos en su vida filosófica. Que las mujeres entrasen en igualdad de derechos con los hombres, o que gozasen de la misma igualdad, es algo que desarrollaremos más adelante.

Epicuro, además de esclavos, admitió mujeres en la escuela, y de las más distintas clases y condiciones sociales: esposas, hetairas y alguna meretriz:

Antes de fundar el Jardín en Atenas, Epicuro ya tenía seguidoras importantes en Lampsaco, tales como Themista y Batis, hermana ésta de Metrodoro y esposa de Idomeneo y parece ser que ambas gozaban de una posición social acomodada entre la más alta sociedad[1].

Además de Themista y Batis, al Jardín pertenecieron otras siete mujeres más, hetairas, cuyos nombres son: Mammarion, Hedeia, Nikidion, Bodion, Demetria, Leontion y Erotion.

Tres extraños casos más de mujeres pertenecientes la Kepos tenemos: el primero es el de una muchaha de la cual Epicuro no se dignó ni a legarnos su nombre; se trata de la hija de Metrodoro, conocida únicamente por la situación referencial a su padre.

El segundo caso es el de Teófila, al parecer mujer brillante, razón por la cual se la disputaban tanto las escuelas del Jardín como la estoica, según nos ha dejado dicho Marcial, Epigramas, Libro VII, 69…

Y por último Plotina, entrado ya el segundo siglo de nuestra era. La fuente es Mènage y nos dice que, según Eunapio, fue esposa de Trajano y epicúrea.

Así pues estas serían las mujeres filósofas del epicureísmo: Temista, Batis, Leontio, Mammarion, Hedeia, Nikidion, Bodion, Demetria, Erotion, la hija de Metrodoro (Danae??), Teofila y Plotina.

[1] Benjamin Farrington: la rebelión de Epicuro. Pag. 27, edt: Laia, B-1983

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