Sudáfrica y Mozambique 2006

Algunas fotos en este álbum (próximamente álbum específico)

15/08/06 – 06/09/06

15/08/06

15:30-17:40: avión Barcelona-Frankfurt.

20:45: avión Frankfurt-Johannesburg.

Veo la película Truman en el avión.

16/08/06

7:30: Johannesburg.

10:10-11:10: avión Johannesburg-Nelspruit.

El avión sale con una hora de retraso mientras nos pelamos de frío.

El aeropuerto de Nelspruit es de madera, muy majo.

Me voy a Europcar. Sin mayores zarandajas, me dan un coche superior al mío (había reservado un Wolksvagen Chico, y me dan un TOYOTA!!!!! Con aire acondicionado y radio) por el mismo precio.

Contento con mi Toyota, me voy hacia Kruger. La conducción por la izquierda no me supone problemas, pero sí una raya amarilla que hay en medio de la carretera, y que no sé para qué sirve, si como arcén o como carril para lentos. Lo utilizo, ante la duda, para las dos cosas. Peaje caro antes de llegar a Kruger.

Entro a Kruger por el sur (Malelane), hacia Skukuza, y por el camino veo:

-Un elefante al lado mío comiendo.

-Impalas (gacelas).

-Kudu hembra.

-Un rinoceronte!!!!

-Jirafas cruzando la carretera.

-Jabalíes barbudos.

-Me anuncian un leopardo, que no veré.

-Un león bebiendo!!!

El paisaje es hermosísimo.

Más contento que un tonto con un lápiz, llego a Skukuza para pasar la noche. Estreno la tienda de campaña, sin problemas de montaje.

17/08/06

Me voy por la carretera H1-2 hacia Lower Sabie.

Después por la H5 y por la H3 hacia Berg-en-Dal.

Veo:

-Un hipopótamo pastando.

-Un mono se me sube al coche.

-Unos búfalos pasan por delante de mi coche. Pienso que son majetes y me dedico a hacerles fotos. Cuando leo la información en la guía, me entero de que son uno de los animales más peligrosos del África, porque atacan sin avisar, y se me gira el estómago.

-Cerca de allí, me encuentro con un lago y un rebaño de búfalos, pero ya a distancia.

-Jirafas.

-Un grupo de megacámaras me informa que hay una gacela colgada de un árbol, donde la ha dejado un leopardo para comérsela después. Veo la gacela pequeñísima y la cabeza del leopardo, pero como puede tardar varias horas, marcho de allí.

-Por una carretera de tierra (olé por el Toyota) por en medio de unos paisajes preciosos de pleno rallie, me encuentro con una familia de rinocerontes en medio de la carretera.

-Una calavera de búfalo.

-Una familia de elefantes.

Qué día más maravilloso! Voy a dormir a Berg-en-Dal, donde escucho hienas por la noche-mañana.

18/08/06

Voy por carretera de tierra hasta Pretoriuskop (H2-2, HI-1).

Hago fotos de árboles y de pájaros (hay un pájaro precioso, multicolor, que volando deja sin aliento), aunque veo búfalos, hipopótamos, jirafas, elefantes, y…

¡un leopardo cruza la carretera a pocos metros, e incluso se queda sentado mirando el paisaje!

Vuelvo a Berg-en-Dal: descanso, me ducho, lavo la ropa (fantástica lavadora y posterior secadora), y me doy una comida caliente.

Por fin hablo con alguien!: Marine y Bob son dos sudafricanos blancos que están enfadados con lo que está pasando en Sudáfrica. Me ponen al día: los negros odian a los blancos, se les da prioridad para ocupar puestos, aunque en la mayoría de los casos no están preparados para ello.

Los negros se han encontrado con el pastel hecho, pero no están formados para poder gestionar cómo comérselo o cómo hacer más.

Así, según ellos, Sudáfrica está cayendo económicamente. Su presidente quiere ser el Kofi Annan del África y no está nunca en el país, y además creen que habrá una guerra civil, porque no tiene sustituto, y los zulúes están presionando mucho.

Me doy un paseo a la luz de la Vía Láctea, maravillosa. Un árbol parece tener colgadas de sus ramas millones de estrellas.

19/08/06

Me voy por la H-3 hacia Skukuza.

Hienas en la carretera: que no, que no son hienas: son los difíciles de ver y con riesgo de extinción perros salvajes. Van en grupo y son inquietantes.

León.

Monos en la carretera (baboons).

H4-1, H1-2.

Paro en Tshokwane, comedero donde se puede salir del coche. Hay unos pájaros azules-verdes-turquesas, que a pesar de su belleza son carroñeros. Como carroñeros son los monos que roban lo que pueden y se van a un tejado a comérselo.

Me desvío a ORPEN DAM: FANTÁSTICO!!!!! Es un lago enorme, lleno a reventar de hipopótamos. Los hipopótamos descansan en la hierba y de vez en cuando se van a dar un baño, entre alegre algarabía de sus compañeros. Hay como unos 50, aderezados con preciosas aves zancudas, y algún cocodrilo enorme en la orilla.

Este es un sitio majete, donde también se puede bajar del coche y quedarse en un mirador, a la sombrita, durante el tiempo que se quiera, que en mi caso es bastante.

Sigo:

Veo un baobab gigantesco y ¡kudus!: un kudu macho enorme con unos cuernos retorcidísimos está plantado delante de mis narices. Aunque es muy espantadizo. Con gran cautela, doy como tres vueltas al baobab para ver si sale, pero no, no lo hace.

Veo avestruces y un pájaro azul con cresta.

Veo jirafas al atardecer. El atardecer es precioso. Los colores amarillentos de la sabana se tornan anaranjados.

Una jirafa se presta a una foto mientras come.

Duermo en Satara.

20/08/06

Vuelvo desde Satara a Skukuza, por la H1-3.

Me paro en Orpen Dam durante unas horas.

H1-2, H12, H4-1.

Como y siesteo en Nkuhlu.

S21: veo unos ñúes acompañando a unas gacelas, y un pelotón de pavos de guinea corriendo por la carretera.

21/08/06

Salgo a dar un par de vueltas por alrededor de Skukuza, Malelena Loop.

Me encuentro un montón de Baboons, y no consigo hacer la foto de la madre con el crío.

Skukuza: lavo el coche y me voy hacia Berg-en-Dal.

Veo un rinoceronte echando la siesta.

Un montón de jirafas.

Una familia de elefantes cruzando la carretera.

Una preciosa, aunque ajada, tortuga cruzando la carretera.

Como en Berg-en-Dal y me voy a dar otra vuelta.

Rinoceronte cruzando la carretera.

Hiena durmiendo en medio de la carretera, como si nada, con un montón de coches alrededor.

Conduzco con una hiena mocosa al lado.

Veo venir un elefante. Doy marcha atrás y me cruzo en la carretera en posición de hacer una foto con la puesta de sol de fondo. Me sale fantástica, pero algo no funciona: el elefante está enfadadísimo, no sé por qué, y empieza a barritar, a mover las orejas y a hacer amagos de embestida. Me voy asustado, dejándolo en paz.

Ducha, afeitado, lavado de ropa, organización de la bolsa y cena con estrellas.

El parque Kruger es un parque para blanquitos ricos. Los únicos negros que hay son el staff, aunque cuando hay algún problema siempre sale algún blanco de detrás para poner orden.

Los blanquitos ricos pagan un dineral por ir a ver animalitos y que no les molesten en sus vacaciones.

El parque Kruger es de lujo, muy bien cuidado y con lavabos, duchas, etc… fantásticos. Aunque los precios, por supuesto, también lo son.

22/08/06

Salgo de Kruger, a una velocidad de vértigo: 70/80 km/h. Visto que me he pasado 6 días conduciendo a 40-50, esto me parece como volar.

Me voy hacia el aeropuerto de Nelspruit, donde me informan que podía haber dejado el coche en el propio Nelspruit. Después me entero de que además la sucursal está delante mismo de la parada del autobús. Me entero además, porque el chico de Europcar consigue que me lleve un amigo suyo por un buen pastón hasta allí.

Saco el billete. La diferencia de precio entre Translux y City to City (la misma compañía) es básicamente las películas, la comodidad de los asientos, y que en City to City sólo viajan negros. Por supuesto, cojo el City to City.

Vuelta por Nelspruit. Parece bastante pijo. En una tienda de música, casi canto el You’ve got a friend con una mujer que había por allí mirando.

En el autobús me encuentro con Elisabeth, abogada brasileña que, harta de trabajar en la administración, va a intentar montar en Maputo un servicio de asesoría para hacer contratos.

Me voy hacia Fatima’s Backpackers.

Sí, el sitio es coquetón, pero el personal bastante impresentable, y la limpieza deja mucho que desear. Duermo en una cama!!! Aunque con un ronqueras al lado que…

Me estafan en Zambezi para cenar: como sólo llevo rands, me hacen la traducción 1 rand = 1 metical.

23/08/06

Conozco a Mónica: ha estado en actividades colaborativas en Mozambique, y ahora vuelve a Barcelona (Poble Sec), porque acaba de aprobar las oposiciones de maestra de inglés. Está apesadumbrada por haber perdido la bolsa del saco de dormir que un amigo le dejó.

Me invita a desayunar al café continental, y después paramos a mirar libros (yo, uno sobre el teatro en Mozambique) y a comprar (ella). Parece bastante próspero, aunque me dicen que las diferencias son muy grandes entre los que tienen, y los que no tienen.

Me voy a dar una vuelta por Maputo, después de esperar durante una hora a que el amable personal de Fatima’s no me de ningún plano, donde conozco a unos españoles que vienen encantadísimos de Tofo y me hacen la boca agua. También departo con un una corredora (señores: 2 horas corriendo por Maputo, con unas piernas asombrosas).

Voy hasta el puerto, amplio y abierto; como en Palace, lugar regentado por unos sudaméricanos, y me atrevo por la Avenida Marginal, lugar poco recomendable. No obstante, hay por allí un parque muy hermoso, acabado de inaugurar.

Mercadillo de artesanía y de un Omega Seamaster (el de James Bond) que “vete tú a saber” de dónde lo habrá sacado. Me llama la atención un árbol (sándalo) con cajones, muy bonito.

Busco algún lugar que me cambien rands por meticals, pero todo el mundo me dice que ya tienen suficientes rands y que no me los cambian. Finalmente, me los cambia una chica hindú en una casa de cambios (hay montones de hindús en comercios y en sitios donde manejan dinero: atentos a este dato, pues a mí me parece un posicionamiento peligroso, habida cuenta del caso judío.

Me pierdo en una calle preciosa y llena de gente, Malhangalenen, aunque tengo que volver para atrás a toda prisa, porque se hace de noche.

Conozco a Judith y Matilda, belgas que se conocieron en el camino. Matilda sufrió un accidente muy grave en Johannesburg y se ha pasado dos semanas de convalecencia. Aún le duelen las costillas. Judith es guía turística por el África, y dentro de poco se irá a la India, por dos años.

Nos vamos a cenar a Mundo’s, con un taxista de español cubano.

24/08/06

Hacia Tofo.

¡¡¡¡Oliveira’s!!!! toda una institución autobusera. Abren a las 7 en una cochambrosa cochera, donde un autobús se mantiene con ladrillos donde deberían ir las ruedas.

Nos hacen pagar suplemento de equipajes.

Conozco a Christine y Will, dos chicos muy majos americanos, que trabajan como profesores en Namibia.

Will no se encuentra bien, y a Christine le empiezan a salir bichos del asiento.

El viaje es de lo más exótico: el autobús es un cascajo, la puerta se tiene que cerrar con una cuerda, una señora con infinidad de maletas y de niños se me planta en medio, y tengo que cambiar de sitio… aunque a mitad de camino nos encontramos el autobús de los tochos en las ruedas, que nos ha adelantado, en otra cochera ;-)

No obstante, llegamos a Inhambane a la hora.

Una furgoneta de Fatima’s Tofo nos viene a recoger y nos lleva a toda velocidad, aunque nos intentan convencer de que vayamos a Bambooze porque “está limpio”.

Intento montar la tienda en Tofo, y lo consigo, aunque sobre arena de playa…

Voy a Diversity Scuba, donde me encuentro a mi revisor, Dylan.

Ceno en Gino’s barracuda con vistas preciosas pero con música chumba chumba nada relajante.

La luna está acostada.

Al día siguiente me dirán que esa noche Marte estaba enorme y hermoso.

25/08/06

Refreshing diving con Dylan en Salon.

No vemos mucha cosa, pero se me quitan los miedos y cojo confianza para acometer los 30 metros.

Vuelta por el mercado de artesanía de Tofo: me encuentro con una niña de 12 años regateando como una mujer de 30. Su nombre es Zoe, y me la encontraré en Vilanculos.

Me intereso por unas figuras hechas con una especie de calabaza y cajones en el pecho: me parecen mujeres llenas de cajones secretos.

El precio es tremendamente abusivo, pero sorprendentemente no quieren bajar.

Conozco a Nacho y Raimon, de Valencia, surferos que viajan en coche alquilado.

Voy con ellos a una pastelería buenísima en Inhambane, a internet y a cenar.

26/08/06

Deep diving: Galleria.

Me hacen una prueba de narcosis nitrogénea, que consiste en puntear unos números desordenados en una tabla. Impresionantemente, lo hago más rápido bajo el agua que en la oficina J

Lo hago sin problemas, aunque no vemos nada extraordinario.

Conozco a dos oftalmólogos sin fronteras, que trabajan por allí.

Vuelta por Tofo. En el mercado me encuentro a una inglesa que conocí en Fátima’s Maputo, comprando cosas. Al final, compro las figuras.

27/08/06

Deep diving: Manta Reef.

No vemos nada, aunque antes de bajar un tiburón ballena choca contra nuestro bote, a medio metro de mí. No me da tiempo de saltar al agua.

Me encuentro de nuevo con Mathilda y Judith.

28/08/06

No se puede bucear debido al mal tiempo.

Me voy con Mathilda y Judith a Tofinho.

Nos encontramos con el equipo olímpico de Taek-won-do de Mozambique, entrenando en la playa.

Ballenas.

Comemos en Casa de Comer.

Hamaca y charla con chicos vendedores de collares: estudian por la noche inglés, en una academia.

Precioso arco iris sobre el mar.

Vamos al internet café de Inhambane con Nacho y Raimon, y cenamos arroz a la cubana y gambas cocinados por nosotros en Fatima’s.

29/08/06

Tampoco hay buceo hoy: el viento no deja salir las barcas. Tampoco Nacho y Raimon pueden surfear, ya que las olas no dejan llegar al sitio óptimo de salida.

Nos vamos a Barra en el megatrasto de Jorge. Jorge es el chorvo de María, experta en montar clubes acuáticos en el mundo, y que ha venido a gestionar Diversity Scuba. Jorge es experto en Kite-surf, y en Barra estudia sitios adecuados para dar clases.

Barra es precioso: desierto, mar extraordinario, pescadores…

Conozco a unos chicos extraordinariamente majos que trabajan en un centro de investigación en Mozambique sobre enfermedades, avalado por la Fundación Bill Gates. Espero medio pollo con patatas durante una hora y media mientras el personal juega al billar.

Voy al hotel de Nacho y Raimon y veo las fotos en un ordenador. Después nos vamos a Dino’s, donde hay un pase de fotos submarinas, y cenamos con Jorge y María.

30/08/06

Hoy sí que hay buceo, pero para Salon. No voy.

Me voy a Inhambane con Will. Es increible la cantidad de gente que puede caber en un autobús. Por el camino va entrando gente y más gente, hasta que acaban casi tumbados encima nuestro.

Vamos a ver el embarcadero, pues de allí sale el ferry para Maxixe y Vilanculos.

Damos una vuelta, donde encontramos a un médico que ahora se dedica a enseñar hábitos saludables de forma solidaria, sin organizaciones por en medio.

También encontramos a Andrea y Susanna, alemanas que están dando la vuelta al mundo. Según parece, hay un montón de ingleses y alemanes que, acabando estudios, se compran un billete de avión para dar la vuelta al mundo durante un año.

Ceno con Nacho, Raimon, Jorge, María y unos amiguetes suyos en Casa de Comer, aunque desgraciadamente no les quedan los espaguettis con salsa marina que hizo las delicias de Mathilda el día anterior.

Cuando llego al camping, la tienda está por los suelos. Resistió como una jabata mientras pudo, pero al final sucumbió a los vientos de fuerza 17, con tan poca base de resistencia como es la arena de playa. De hecho, se esperaban olas de 7 metros para entonces.

Como hay espacio de sobras, el Fatimoso se apiada de mí y me deja dormir en una fixed tent para mí solo.

31/08/06

Recojo la tienda y me voy a Diversity Scuba a pagar.

Lamentablemente, acabo con un enfado monumental: Mozambique ya hace tiempo que me parece un país de estafadores, y este no podía ser menos. La jugada es:

El precio son 400 rands. Pero como habitualmente no se tienen rands, pues estamos en Mozambique, le aplican el cambio de forma que les beneficie. Y una vez hecho este cambio, si quieres pagar con visa, te aplican el 5% de suplemento. De forma que al final, por 3 inmersiones, me sale por unos 5000 meticals.

Will me deja pasta para que no tenga que pagar con Visa.

Voy hasta Inhambane con Will, y me despido de él.

Cojo el ferry hasta Maxixe, a pesar de que toda la gente me dice que no funciona por el mal tiempo, y que vaya con ellos. Jamás me había encontrado con gente tan embustera, pero parece que es lo habitual aquí. Para ellos, el turista es como un saco de dinero, al cual hay que expoliar de cualquier forma. Tratan fatal al turismo, a pesar de no ofrecer nada a cambio. Es decir: si me hacen pagar el doble por ofrecerme algo mejor, con lo que esté contento, pues aún podría intentar entenderlo. Pero ellos no: me hacen pagar 5 veces más por ser blanco, para ofrecerme un servicio lamentable, que es el mismo que además ofrecen a los oriundos.

Estoy realmente acongojado por este proceder. De hecho, Inhambane era una ciudad preciosa, por lo que se puede ver. Pero a partir de la marcha de los portugueses, fue entrando en absoluta decadencia por el único motivo de que los indígenas no quisieron mantenerlo. Ni siquiera dando una mano de pintura.

Considerando que ellos viven todavía en chozas en el suelo, es lógico que les parezca normal echar a perder la ciudad, pues aún es mejor que lo que tienen. Pero para mí es triste. Hay una diferencia fundamental con Vilanculos: Vilanculos es una auténtica ciudad mozambiqueña. Todo son parcelas con chozas en calles sin asfaltar, con la gente viviendo en el suelo. Pero eso es su modo de vida, y están bien así. El problema es cuando les implantan una ciudad con su alcantarillado, su asfaltado, sus casas coloniales: eso no es suyo, y por lo tanto no tienen por qué conservarlo.

Cojo un chapa (furgoneta reconvertida en autobús) en Maxixe, hacia Vilanculos. En la furgoneta llegan a meterse hasta ¡¡¡¡23 personas!!!! Una de ellas, un joven, bebe ginebra durante la primera parte del trayecto. Me cuenta que hay muchos “bandidos” y que teme que lo maten, así que bebe ginebra durante esa parte del camino para no pensar.

Llego a Baobab Beach. Vilanculos es encantador: limpio, con palmeras, la gente vive en parcelas con chozas, pero de forma sana (aunque dicen que es muy peligroso, con muchos “bandidos”). Pido un dormitorio, para pasar la última semana descansando bien. Me dan un dormitorio amplio de ocho personas donde estoy yo solo. De hecho, durante unos días habremos 8 personas en todo el complejo.

Esto parece un paraíso: el mar es espectacular, con una paleta de colores extraordinaria, rodeado de palmeras, en medio de una ciudad hecha de cañas…

Lástima que sólo haya agua fría en las duchas y que la electricidad sólo funcione de 6 a 11h. Lo que decía antes: el precio es europeo, pero no hay ningún afán de ofrecer un buen servicio.

01/09/06

Abundando en lo del servicio: dejo una bolsa de ropa para lavar y me dicen que estará para las 15h, y pido un plano de la ciudad.

El plano, después de 2 horas y media, no aparece. Y cuando vuelva a las 6 de la tarde, me dirán que se les ha olvidado lo de la ropa, y que lo harán mañana. Considerando que en la bolsa estaba mi única toalla y mi único polar… sobran comentarios.

Sin plano, me pierdo por la villa muy bonita, y por sus mercados, de fruta y de pescado y cosas diversas (ropa, electrónica…).

Consulto internet en el centro de telecomunicaciones de Mozambique: sólo hay un ordenador, y además de lentitud exasperante.

Me sorprende la marea de Vilanculos: un día el agua puede llegar hasta el camping, y otro puede estar a 100 metros. Los barcos varados en la playa con el ancla en la arena son espectaculares.

Me vuelvo a encontrar con Zoe, la chica del mercado de Tofo, mientras estoy tumbado en una hamaca.

Hablamos sobre una salida el día siguiente a las islas, con un tal John, que resulta ser otro estafador más en la lista. Quedamos con él para el día siguiente a las 8 de la mañana.

Juego al billar con Zoe, después de mantener una charla muy agradable con ella.

02/09/06

Mientras esperamos a John, el barquero, viene otro guía de otra compañía (Junior, de Dolphin Dhows), y nos intenta convencer para ir con él, más barato. Le decimos que lo negocie con John.

John viene y nos dice que vayamos con Junior, pero que le paguemos lo mismo. No señor: no vamos a pagar más que los otros que van con Junior, por el mismo servicio. John nos dice que nuestra comida será de más calidad.

Al final, y por no alargar más la cosa, pagamos lo estipulado, aunque apréciese la jugada:

John no hace absolutamente nada, cobra, y después no acepta responsabilidades. Por supuesto, la comida era la misma para todos.

Vamos a la isla de Malenquele en un Dhow (barca de pesca).

Allí vamos con John, de Cape Town, que quiere trasladarse al Reino Unido.

El mar es espectacular, véanse las fotos, y callo.

Yuste nos da una vuelta por la isla, donde viven 100 personas, pero tienen aeropuerto, mientras nos repite hasta la saciedad lo pobre que es y lo poco que gana y que convenzamos al grupo para que le den una buena propina.

Snorkeling en la isla: pulpo camuflado enorme, trompeta azul, butterflies (según María, de Tofo, siempre van con la misma pareja, y cuando uno de ellos muere, el otro o muere tambien, o va rapidamente con otra pareja. Si la otra pareja es del mismo sexo, uno de los dos lo cambia), loro…

Encuentro una caracola enorme, pero resulta que está viva, y la envío de vuelta al mar.

Cena con John, Ivonne (madre de Zoe), Zoe y yo, en Varanda.

Noche preciosa y CLARÍSIMA: al no haber ninguna luz ni contaminación lumínica, se ve perfectamente a la luz de la media luna.

Zoe me regala un metical, y yo a ella un collar.

03/09/06

Zoe pierde el autobús, que salía a las 4 de la madrugada, porque el coche de Baobab’s no tenía batería.

Desayuno con John.

Godfrey me empaqueta las figuras: Godfrey es un maestro – bibliotecario de Zimbabwe que está en Mozambique debido a la situación en su país. Está aprendiendo portugués para poder intentar trabajar en Mozambique. He encontrado muchos Zimbabwenses en este país, pero todos me cuentan que se encuentran con muchos problemas con los oriundos.

Me doy un paseo por la playa, donde unas chicas me invitan a bañar, y un chico a navegar en su bote.

Relajación, paseo por la playa recogiendo conchas entre los barcos varados.

Este día podría haber ido a 2 miles reef a hacer snorkeling, pero decidí pasarme los dos últimos días relajándome absolutamente.

04/09/06

Richard, Emile y Kristoffer: suecos que han estado trabajando estudiando la situación en Sudáfrica, para al volver a su país explicarla en escuelas y en otros sitios.

Comida barata en Ti-Zé.

Vamos al centro de información de Vilanculos, donde Margie, por su cuenta, ofrece información sobre actividades, horarios, precios, etc de la ciudad.

Nos damos un baño fantástico, donde tocamos pie incluso a 100 metros de la orilla.

Ducha.

Cena en el New York Pizza, después de haber ido al African Bar y haber dado un paseo maravilloso por la playa a la luz intensa de la luna.

05/09/06

Me despido de los suecos.

Le doy alguna ropa a Tao, artista de Zimbabwe que trabaja en Baobab tallando piedra.

Me llevan en coche al aeropuerto, donde puedo apreciar de nuevo los maravillosos servicios mozambiqueños:

-por una parte, la oficina bancaria del aeropuerto, me dice que no puedo cambiar los meticals sobrantes por euros… porque no tienen euros.

-por otra parte, esto me beneficia, porque cuando voy a facturar, me dicen que tengo que pagar 500 meticals por tasas aeropuertarias, de las cuales nadie me había informado. Aceptan mis 400 meticales (que el banco no me quiso cambiar), y 5 euros, que son bastante más (como el doble) de los 100 meticals restantes. Por suerte, es mi último cabreo.

14h – 16:30: avión Vilanculos – Johannesburg.

19:20: Johannesburg – Frankfurt: avión sin televisión, cutre, y con un gesticulante compañero de asiento que ocupa el suyo y la mitad del mío.

06/09/06

5:30: Frankfurt.

9:55 – 11:50: Frankfurt – Barcelona.

Como siempre, el recibimiento en Barcelona es fantástico:

Recogida de maletas A a la izquierda   -    Recogida de maletas B a la derecha.   ¿???????????

Bueno: vamos a probar la A. Al cabo de un rato de esperar, y sin nadie en el mostrador de Aena, alguien nos dice que tenemos que ir a la B. Para ello tenemos que salir, volver a pasar los controles del aeropuerto (sin billete ni tarjeta de embarque), y dirigirnos al otro lado, que son unos 500 metros.

Por suerte, aparece mi maleta, con la que me voy a casa.