La evaluación de impacto en las bibliotecas

En la inmensa mayoría de bibliotecas que conozco (públicas, escolares, universitarias o especializadas), la evaluación que se hace se basa en el número de carnets nuevos, el número de préstamos, y el número de entradas al recinto.

Pero: ¿dónde está la evaluación de impacto? Es decir: ¿para qué le ha servido la biblioteca a la sociedad durante ese año? ¿Lee la gente más, y con más "calidad"? ¿Resuelven problemas simples y complejos de búsqueda de información? ¿Saben ser críticos y discriminan entre diferentes tipos y fuentes de información?

Todas las personas a las que he preguntado sobre la evaluación de impacto en sus bibliotecas me han respondido lo mismo: "¡Eso es muy difícil!". Pero eso es como preguntarle a un físico sobre la fisión nuclear, y que te responda: "¡Eso es muy difícil!". ¡Pues claro! Pero, ¿no es este su trabajo? ¿No es aquél, el nuestro?

Nuestro trabajo consiste en dar un servicio que sirva para generar un beneficio (material o espiritual) a la sociedad. Y para ello necesitamos saber que eso se está consiguiendo. Es decir: cómo ha "impactado" nuestra labor en el colectivo al que servimos. Cómo ha mejorado este a nivel humano y cultural.

¿De qué sirve decir que durante el mes ha venido un 25% más de personas que el año pasado? ¿Qué han estado haciendo esos usuarios en la biblioteca? ¿Cómo ha influido en sus vidas?

¿No sería mejor decir que 12 personas que se llevaron en préstamo libros de oposiciones, las aprobaron?

¿Que las señoras del club de Patchwork que utilizan los patrones de las revistas de la biblioteca, han hecho una exposición en la Casa de Cultura del municipio?

Si no podemos demostrar que nuestro trabajo ha servido para algo... ¿cuál es el sentido de recopilar datos y más datos estadísticos?

Voy a dar algunas pistas de medición de impacto. Hemos de entender que estas mediciones son mucho más subjetivas: están sujetas a variables que pueden no tener nada que ver con la biblioteca, y es muy difícil compararlos con otros años. Pero en muchos casos puede haber influido nuestro servicio muy positivamente.

En todo caso, cualquier medición de impacto no se basa sólo en las acciones de la biblioteca, sino que tiene mucho que ver con otros organismos que también influyen en los colectivos sociales a los que nos dirigimos. Por esto, tanto las acciones como la evaluación de impacto, deberá ser en estrecha colaboración con centros sociales, de tercera edad, de centros de enseñanza...

No se trata de decirle a la gente qué hacer y qué no: se trata de que los objetivos primigenios de la biblioteca (fomentar una población más libre, más instruida y más cívica) se vean reflejados en sus resultados.

Estos resultados no serán visibles a corto plazo, y serán mucho más difíciles de recoger. Pero si tenemos aquellos objetivos en mente y la voluntad absoluta de cumplirlos, podremos caminar en esa dirección para conseguirlos.

Medir el impacto nos dirá no sólo lo bien que funciona la biblioteca, sino los beneficios que ha reportado a la sociedad, que son el fundamento y el fin de sus servicios.Efectivamente, es un esfuerzo mucho mayor, pero vale la pena. ¿Lo hacemos? 

Publicado en Biblogtecarios, 11/07/2012