Marruecos 2010

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Diario:

20/05/2010:

-¿A Midelt? –me pregunta el conductor del autobús- Pero si allí no hay nada...

-Voy a visitar a mi hermano, que vive allí.

Midelt, a “no man’s land”, según Lonely Planet, es un pueblo pequeño, al pie del Atlas. Mi hermano Javier (el tercero de la saga, menor que yo) iba en una expedición con quads, se enamoró de una preciosa bereber, y allí se quedó.

Y como tenía unos días, y muchas ganas, pues allí que me fuí.

Lo primero que me sorprendió, tanto en el aeropuerto como en la estación de autobuses, es que no me viniesen trescientos millones de personas a “ayudarme” con las maletas, a ofrecerme taxis, y a venderme todo aquello imprescindible para mi felicidad esencial.

Qué va: gente amable, se dedican a sus cosas, ya sea a tomar el té o a hacer comida para los viajeros... y a ayudarte si tienes problemas para llamar por teléfono porque no pones el “0” delante...

Muy agradable, en verdad.

Me encontré a unos estadounidenses del ministerio de sanidad agotados que iban también a Midelt porque había un encuentro de algo relacionado con la salud.

Una vez en el autobús, y entre sopor y sopor, también me sorprendió muchísimo lo verde del paisaje: yo pretendía que Marruecos eran piedras y matojos. Pues no: verde y más verde, muy parecido a l’Empordà, pero con una amplitud y generosidad de espacios donde se pierde la vista.

Del primer día poco más: muchas horas de viaje, y recogida de mi hermano y su señora. Y a dormir en posición horizontal...

21/05/2010:

Nos levantamos cuando nos da la gana, y desayunamos deliciosas tortitas preparadas en un cuenco de barro... y un batido de frutas y leche espectacular!!!

Después visitamos una escuela para discapacitados, regentada por Ianna, donde bailamos con los niños al son de dos panderetas y un timbal. Espectacular la música que se puede hacer con tan pocos instrumentos y unas gargantas.

MÚSICA:

La música bereber se basa en percusión y voces. No utilizan violines ni muchos instrumentos de cuerda o viento.

Es muy primaria pero llena de ritmo.

Y visitamos  a la madre y cuñada:

EL ORDEN SOCIAL Y LAS RELACIONES FAMILIARES:

Los bereberes tienen un determinado concepto de las familias:

si se tiene un hijo, cuando este tenga ganas de casarse, se lo dirá a su madre. Esta buscará a una hija adecuada para su hijo... ¡y para ella!, ya que la futura nuera se tendrá que encargar de todas las labores de casa, de las faenas aparte, y de la educación de los críos. La madre, que será la jefa de la casa, habiendo ganado su descanso durante toda su vida, tendrá como misión que reine el orden en la casa. El hombre, por su parte, habrá de sostener a la familia económicamente.

Si se tiene una hija, se la tendrá que casar en su momento, y se irá a vivir a la casa de la madre del marido.

En los matrimonios no existe el concepto de amor, ya que los novios no se conocen. Según dicen, el amor vendrá después.

Si no viniera, para eso están los divorcios, que son muy raros, pero que están permitidos.

Llama la atención este último apunte: en nuestras relaciones, el amor se considera primordial: sin amor no hay posibilidad de ir más para allá.

Aquí no: primero está la estabilidad, la armonía, la concordia... a partir de aquí nacen las conveniencias, el cariño, y en algunos casos el amor. Aunque las vidas y las diferencias de concepción entre hombres y mujeres hagan algo difícil esto, ya que los mundos y las funciones de ambos están separados.

Por otra parte, sabiendo que el amor genera pasiones, celos, odios... de esta manera se eliminan muchos problemas.

Hace tiempo que vengo reflexionando sobre la infidelidad: en nuestra sociedad, la infidelidad provoca casi con total seguridad, la ruptura de la relación: se rompe la confianza, y por tanto no puede existir esta.

No obstante, he observado que en otras concepciones, la infidelidad es un acto común, y que los dramatismos no conducen a romper los vínculos.

De hecho, un vecino de mi hermano es infiel a su señora, y ella lo sabe, pero llevan muchos años viviendo juntos, hay una estabilidad en el hogar, hay unos lazos comunes, y se basan en ellos antes de dar más importancia a lo otro.

He de apuntar que ella no tiene el mismo derecho...

-Apunte: no estoy defendiendo ni una cosa ni otra, sino que me limito a observar y describir... La experiencia y el conocimiento de tantas culturas diferentes me imposibilitan de juzgar cuál es mejor o peor, cuál está equivocada y cuál no... Todas tienen partes que considero positivas y negativas (desde mi propia óptica y cultura), y ellas me hacen engrandecer como persona...

En este caso concreto... ¿es aberrante su visión de las relaciones? Considerando lo bien que nos va a nosotros, quizás deberíamos plantearnos dónde nos perdimos en el camino de nuestro desarrollo y nuestra evolución. A lo mejor deberíamos volver un poco atrás y reiniciar el camino, con una mejor lucidez para no perdernos de nuevo.

Un premio Nobel me indicó una vez un proverbio zen: “Si no sabes dónde vas, regresa para saber de dónde vienes”.

Observar, reflexionar, respetar y recoger... creo que es la base del entendimiento entre culturas.

COMIDA:

Estábamos en casa de la madre, el hijo, la cuñada, y las dos preciosas sobrinas de mi cuñada: allí comimos lo típico: Tajine: es un utensilio de cocina de barro, consistente en una base de cerámica, tapada por una parte en forma cónica. En la base se coloca carne, cubierta por una pirámide de zanahoria, patatas y otras verduras, y se deja cocer.

Todo ello se vuelca después en una base de cuscús, y ¡a comer!

Ellos comen con una mano (no con dos), sin cubiertos. Tampoco beben durante la comida.

En los restaurantes se come habitualmente carne sobre una parrilla instalada en la calle. Siempre hay cerca una carnicería: puedes ir a comprar allí la carne (cordero, pollo, vaca), y que te la hagan en el restaurante.

Suelen ponerle muchísimo comino.

También comí pescado, en Khenifra, muy bueno. La pesca es muy importante, pero no llega demasiada al interior del país.

Después de la comida, me di una siesta (ellos no la hacen, pero uno lleva su cultura consigo), y nos fuimos a un café cerca de la plaza de la manzana (la manzana es un símbolo de Midelt: dicen que son de las mejores del mundo), donde me tomé otro espectacular batido, y estuvimos charlando con un profesor de castellano de secundaria, que también juega a petanca. Allí es un juego muy popular, y de hecho en este momento había un campeonato muy importante en Midelt.

Nos invitó a ver su nueva casa, y nos enseñó trabajos de los niños (excelente caligrafía), entre miles de pastas y té de menta.

HOSPITALIDAD Y DESARROLLO:

Esto es también interesante: cuando se llega a una casa, lo primero es ofrecerte un montón de comida y de té.

También es obligatorio atender a la visita: no puede ser “estoy en la ducha, pasa más tarde”, o “me duele la cabeza”. Es sí o sí. Además, las visitas pueden ser constantes, y sin avisar. Esto, la verdad puede ser un engorro para un occidental al poco tiempo.

Para ellos, es una alegría para la casa. Y el que visita no puede entender que el otro no esté contento con esa alegría que él le da.

Ante tanta abundancia de comida por todas partes, la primera reflexión que me viene es: ¿Marruecos es un país desarrollado o no?

Hace ya tiempo que se viene considerando que los índices de desarrollo no tienen en cuenta la calidad de vida real de la población.

Es decir: hasta ahora se valora: cuántas televisiones tiene una familia, cuántos coches, hay ordenadores...

¿Puedo considerar que un sitio donde hay comida a espuertas, y donde la gente es feliz, charlan en la calle, los niños juegan riendo... hay alguna duda sobre su desarrollo?

Quizás hay muchos aspectos sobre los que desarrollarse: podemos desarrollarnos de forma material, de forma espiritual, desarrollar la sociedad,  desarrollar a la persona... ¿qué hemos desarrollado nosotros? ¿Qué no hemos desarrollado? ¿Nos compensa una cosa con la otra?

Parece que esté idealizando una cosa. No es así: aquella sociedad tiene cosas que a mí no me gustan, y posiblemente no sabría adaptarme a ella. 

Tampoco pretendo que siempre hay felicidad. Bajo la capa superficial del hola y del adiós, hay también desequilibrios e inestabilidades.

Pero obviémoslo, pues es inherente al ser humano, y concentrémonos en aquellos aspectos que pueden ayudarnos a ser más felices.

Bueno: y de vuelta a casa.

Allí cenamos (otra vez!!!). Dice mi hermano que allí se come siempre: que alguien venga a comer, no significa que no haya comido antes!!!

Y vimos la película “Christine”, basada en un libro de Stephen King que tengo desde pequeño. No muy bereber, pero bien.

22/05/2010:

El sábado nos fuimos con las sobrinas de Samira (la señora Becerra), Hafsa y Buzeina, de picnic campestre.

Antes pasamos por una aldea, Tattioune, donde visitamos escuetamente a Montse, una monja que según su vecino “habla con una muñeca” (refiriéndose a la virgen).

RELIGIÓN:

Marruecos es musulmán en general, aunque en esta parte me hablaron de ritos antiguos, como la expulsión del mal de las personas entrando en trance, o personas en el mercado vendiendo partes de animales como amuletos mágicos.

Esto de la muñeca (popoya), es porque los musulmanes no tienen imágenes. Y a una persona de una aldea perdida en la montaña, que le hables de las imágenes de los santos y vírgenes, le parece rarísimo.

A diferencia de Uzbekistán, el Ramadán aquí se celebra, y el ayuno se compensa con copiosas y abundantes comidas en fiesta.

Allí, las comidas eran frugales, para la mejor  limpieza a la que hace referencia el ayuno.

Y visitamos también al vecino de la “popoya”. En su casa nos ofrecieron té a la menta, y charlamos un rato.

Yo me dediqué a jugar con las niñas (la hija de nuestro anfitrión era tremendamente guapísima, a pesar de contar con 7 u 8 años de edad).

Descubrí que a las niñas marroquíes les hace mucha gracia jugar a esconder la piedra en una de las dos manos, sustituyendo la piedra por un zapato del 40.

Después nos fuimos a Flilo, un pequeño pueblo, donde hicimos un pic-nic en un prado, acompañados de una vaca que sufrió los balonazos de mi hermano jugando a fútbol.

Y subimos a una colina, desde donde se divisaba un paisaje espectacular (foto número 1 del álbum). Mi hermano a veces se va allí a desayunar.

Seguimos el camino hacia las gargantas de Aouli. Este sitio fue un importantísimo pueblo minero. De aquí se extraían toda clase de minerales, como cobre, pirita, amatistas...

Realmente, es impresionante ir a una tienda de minerales, ya que tienen montones y montones de fósiles de hace millones de años, y piedras extraordinarias de todos tipos.

A unos niños que había por el camino, les compré algunas muy hermosas.

A la vuelta a Midelt, nos fuimos a un restaurante a cenar, y a una pastelería a postrear.

23/05/2010:

Domingo

El domingo, día de mercado. Muchas cosas de segunda mano pero de gran utilidad allí. No se tira nada. Todo vale para alguna cosa, o se puede reutilizar para otra.

Hace gracia encontrar hasta una cámara digital Canon, enorme, de las primeras digitales que se hicieron (aunque esta me la encontré en Beni Millal, no aquí).

El mercado de frutas es fantástico. Las glándulas salivares empiezan a segregar, y no como aquí, que al mirar la fruta se te quita el hambre.

Unas sandías extraordinarias (con forma ovalada, no redonda), manzanas, cerezas, albaricoques, naranjas...

ROLES HOMBRE MUJER:

Todos los comerciantes son hombres. Me sorprende. En los mercados no encuentras mujeres vendiendo, y en tiendas bien pocas.

Incluso en los restaurantes, todos son hombres.

En general, el hombre es el que lleva el dinero, y la mujer se lo gasta, o bien se encarga de la casa.

En el campo, la mujer es la que trabaja, mientras el hombre va al mercado a vender.

Por la tarde fuimos a una tetería, donde el dueño se dedica a llevar el té a la gente, y casi no puede estar por nosotros. El té a la menta que hace, es extraordinario.

Y nos fuimos a pasear por el bazar. Me encantó la cantidad y diversidad de los vestidos de las mujeres.

VESTIDOS:

Las mujeres van vestidas con chilaba y pañuelo a la cabeza.

Las chilabas son de colores variados y muy bonitas. Efectivamente, son rectas y ocultan las formas, pero aún así se permiten los colores vivos y los bordados delicados.

El velo o pañuelo es un elemento religioso: el pelo se considera provocativo, y por eso no puede mostrarse en público.

He visto diferentes clases, desde los que cubren el pelo, hasta los que sólo permiten ver los ojos.

No es correcto mirar a las mujeres: mirar una vez, es para no chocarte. Dos, es por algo más. Así que un cubano rumboso aquí tendría problemas serios.

De hecho, he podido sacar muy pocas fotos de gente. No es porque ellas se enfaden: se enfadan ellos. De todas formas, ni ellos ni ellas son muy amigos de las fotos. Así que respeto y guardar las imágenes en el archivo mental.

Los hombres visten chilaba. Estas chilabas tienen capucha, que se ponen cuando el frío asoma a sus cogotes, pareciendo Caballeros Jedi. Muchos llevan el birrete musulmán. Esto los mayores y viejos. Los jóvenes van como los occidentales.

Cuando llegamos a casa, Javier me estuvo dando unas clases de reparación de bicicletas, cosa que me interesaba mucho. También me estuvo hablando sobre GPSs, que posiblemente me sean de utilidad para mis rutas con bicicleta. Así que voy a tener que mirármelo un poco más.

Y bien, algo de cena y a dormir, que mañana hay ruta.

24/05/2010:

Lunes

Javier quería visitar unos pueblos por la zona del Atlas, ya que quiere trasladarse, así que allá nos fuimos unos días.

El primer pueblo que vimos fue el que más me gustó: muy rural, niños por todas partes, un parque con chicas leyendo...

LECTURA Y EDUCACIÓN:

Le pregunté a Samira y a mi hermano si la gente no leía (descubrí más tarde que los libros son carísimos, y no hay mucha variedad). Mi hermano me dijo que:

1- Aquí a la gente no se la permite estar sola. Si es que está sola, es porque le pasa algo raro. Y como la lectura es un acto solitario...

2- La gente prefiere estar en la calle hablando o visitándose, amén de trabajar.

Así que, de lectura, bien poca, lo mismo que de televisión u ordenadores. La tele a veces se pone: dan películas sin doblar, y muchas egipcias. Por eso la gente conoce el “árabe de la calle egipcio”: resulta que hay dos clases de árabe: el árabe “de libro”, en el que está escrito el Corán, y el árabe “de la calle”, que no se parecen en nada, y que difieren entre países. Tanto difieren, que no se podrían entender unos a otros. Así pues, se utiliza el árabe de libro como lengua universal entre países, mientras el de la calle, se usa en el mismo país (y con algunos otros).

POR FAVOR: ¡ELIMINEMOS EL DOBLAJE DE LAS PELÍCULAS ¡YA!! No sabemos el daño que nos está haciendo para aprender lenguas.

Lo de la televisión y los ordenadores es por lo mismo: la gente prefiere estar en la calle.

Y desde luego: si un niño puede salir a la calle a jugar a pelota con sus amigos... ¡a la mierda la PlayStation!

Educación: me dice Samira que en la escuela se enseñan todas las materias. La historia se enseña la universal (romanos, egipcios, descubrimiento de América...), y también se enseña biología (Ciencias naturales), etc. 

Esto no es baladí: ¿cómo se combina la parte dogmática del Corán con las teorías de la evolución, por ejemplo?

Me dice Samira que lo aprenden como una teoría más, pero increíble, como nosotros vemos ahora las teorías sobre si la tierra es plana o si el sol gira alrededor de ella. Sí, es cierto que pudo haber dinosaurios por el mundo (de hecho, hace poco se descubrieron unos fósiles muy importantes por aquí)... pero creerse que el hombre viene del mono ¡ja!

Me estaba preguntando ahora por la profundidad de la educación, sobre una base y unos principios de dogma, y sobre cómo se pueden equilibrar las dos cosas...

Me dicen que dentro de poco se empezará a estudiar el bereber en las escuelas. Hasta ahora, se estudiaba el árabe, el francés, y alguna lengua extranjera.

Después pasamos por el pueblo de Kasba Tadla, y llegamos a Beni Mellal.

Allí dimos una vuelta por el bazar, y callejeamos un poco.

Cuando ya anochecía, buscamos un sitio para dormir. Un policía (un “amigo”, como los llama Javier), nos indicó un albergue a 13 km, y allí nos fuimos.

Los 13 km se hicieron 42, ya que era una pista, y el albergue estaba a lo alto de la montaña. Eso sí, tenía unas vistas francamente espectaculares.

Este albergue está regentado por una mujer francesa, y sirve de base para moteros, quaderos, y montañeros varios.

A ver las estrellas, a cenar y a dormir!

25/05/2010:

Martes

Almorzamos estupendamente en el albergue, ante un maravilloso escenario de montañas y valles.

Después, partimos hacia Beni Mellal.

Por el camino, nos encontramos con una pequeña torre-castillo, casbah, del siglo 17, llamada Bel-Kush.

Y una mezquita, bastante nueva. Según parece, el Rey de Marruecos, Mohammed VI, pasó por allí y le preguntó a un viejo.

-¿Qué necesitáis?

-Necesitamos una mezquita.

Al día siguiente, llegaron las máquinas.

GOBIERNO:

El Rey es el jefe. Existen partidos, y equipo de Gobierno, y representantes de diferentes grupos, regiones, culturas... Pero el Rey tiene capacidad para decir sí o no.

Parece ser que la gente está contenta con él, porque es un Rey bueno.

Me dice Samira, que el Rey va dando vueltas y viajes constantemente, y en algún sitio que no le gusta cómo están las cosas, pregunta a la gente, y lo resuelve rápido.

Si no, representantes suyos van recorriendo el país con frecuencia.

Como opinión mía, y viendo el panorama que tenemos en España, digo que ¡olé! Hay muchas gentes que pensamos que la mejor forma de gobierno es una dictadura gobernativa y bondadosa.

Es decir: que haya alguien allá arriba que sirva para poner de acuerdo a los políticos y para dar un golpe en la mesa cuando haga falta.

De otra forma, esto se convierte en el patio de un colegio sin profesor de guardia. Y cuando las Cortes y el Gobierno, en lugar de controlarse, son los mismos, y ante los problemas hacen de trileros a la vista de todos los ciudadanos... pues eso.

Por supuesto, esto es ficticio: dale plenos poderes a una persona, y al final se corromperá y se generará una autocracia.

Y todavía se liaría más...

Bueno, seguimos bajando hasta el parque del ojo del burro, Ain Asserdoun, con unas bonitas cascadas y flores.

Allí, a Samira le toman el pelo pintándole con khena en una mano y después pidiéndole pasta.

También hay una bonita azafata que se vende a los hombres para que le hagan fotos por todo el parque!!!

Continuamos camino hacia Afourer, y llegamos al lago Bin-el-Ouidane. Pero antes, comemos en el río anterior al lago, en un sitio muy bonito donde, según un lugareño con una cara preciosa, llena de arrugas, vienen a veces europeos a curarse la “enfermedad de la cabeza”: es decir, hippies con rulote a encontrarse a si mismos.

Llegamos después a la feria de Azilal, con noria y puestos de todo tipo, y nos quedamos a dormir en la ciudad.

26/05/2010:

Miércoles

Desayunamos en un café, e invitamos a una señora antigua, con síntomas de Parkinson, a leche y pan con quesitos.

EL ORDEN SOCIAL: LOS ANCIANOS

Antes he hablado de que la mujer del hijo grande es la que hace todos los trabajos de la casa, mientras la madre goza de un merecido retiro.

En Marruecos no existe ningún soporte para los viejos por parte del Gobierno. Todos los viejos, en principio, han de estar a cargo de sus familiares.

Según dice mi hermano: si se ha portado bien toda su vida, nunca le faltará nadie para cuidarlos, aunque haya perdido a su marido e hijo.

Aquí se tiene la concepción de que los hijos son el sustento del mañana, y por tanto siempre se celebra con gracias a los cielos el advenimiento de un hijo varón.

(En este punto me preocupa (y mucho), la poca capacidad que tienen las personas entonces para decidir, desde que nacen, sobre sus vidas, ya que siempre están marcadas. Por otra parte, sí es cierto que también tienen claro que nunca se encontrarán tirados en la calle o en un asilo, como en España.

En fin, como todo hasta ahora: miremos la situación en España, miremos la situación en otros países, comparemos y decidamos qué queremos. Si decidimos qué queremos, por un camino (que no tiene que ser el mismo) u otro, llegaremos. Otro gran proverbio: “Si no sabes a dónde vas, es imposible llegar”.)

A la hora más suave de la tarde, los jóvenes pasean con sus mayores.

Y de aquí, a las Cascadas de Ouzoud. Un precioso espectáculo y una demostración más de la vegetación del país.

Allí había una casita con un molino de harina, movido por la fuerza de la cascada: los granos caen de un saco, la piedra los muele y expulsa la harina. Tecnología punta.

Allí también conocemos a unos monos muy primates.

Seguimos por unas gargantas espectaculares, comemos en la carretera, y vamos hasta Khenifra con unos paisajes maravillosos.

En Khenifra como pescado por primera vez: ¡buenísimo!

27/05/2010:

Jueves

Desayunamos en una pastelería.

GASTRONOMÍA PASTELERIL:

Hay bastantes pasteles... ¡pero muy sosos!

Es curioso: al té le ponen kilos y kilos de azúcar. No obstante, a los pasteles siempre les falta: la nata, el chocolate, los croissants... adolecen de insipidez.

Nos vamos al bazar a comprar unas cosas para las sobrinas de Samira, mientras yo paseo la cámara y los ojos por los andares de los indígenas.

Y visitamos el barrio de los carpinteros, casi cerrado para la comida, pero muy interesante y con unos trabajos soberbios.

Llegamos a Bohmia, donde hay un gran mercado.

Comiendo allí, presenciamos la detención de dos prostiputas por... ¡fumar!

VICIOS:

La prostitución, como en todos lados, está mal visto y castigado... pero permitido por inevitable.

Fumar y beber alcohol están prohibidos por la religión, y aquí se sigue a rajatabla. A veces alguien fuma, pero muy raramente. ¡Y no hay shishas! Aquí ni se ven ni se usan, por lo mismo.

(Apunte: yo siempre he respetado los vicios de cada cual, siempre y cuando no perjudiquen o molesten a los demás. Que alguien beba: mientras no se emborrache y se me tire encima, o lo tenga yo que llevar a casa... Que alguien fume: mientras yo no me tenga que tragar su humo: hay una diferencia fundamental entre molestar y perjudicar: a mi me puede molestar el color de la corbata que lleva alguien, pero no me causa cáncer de pulmón: hay una fundamental diferencia.

Lo que pasa es que podemos considerar: el alcohol provoca muchos problemas: ¿lo prohibimos? Efectivamente, menos gasto en seguridad social para todos, o en graves enfermedades, tumultos en fiestas... o accidentes de coche. Pero ¿pagan también los justos que se toman una copa de vino en una cena?

¿Prohibimos también los coches, ya que la mayor causa de muertes en nuestro país son los accidentes en carretera?

¿Dónde están los límites?: ya que el hombre no tiene la madurez suficiente para controlar sus excesos, ¿quién marca la raya?

Creo que de aquí salieron la mayoría de las religiones: ya que ningún humano tiene la capacidad para decir lo que está bien y lo que está mal al resto, mejor que lo diga alguien superior al que no se puede revocar (y, por supuesto, por sus intérpretes en la tierra (Iglesia como institución), que en cada momento interpretará según su conveniencia: de aquí el lío religioso, que de 10 frases buenas que dijo un hombre, tenemos miles de libros interpretando, contradiciéndose y habiendo llegado a una rigidez tal en los postulados, que no permiten avanzar en los nuevos cambios sociales)

Después de tres días de extenuante viaje, volvemos a casa, donde aparecen las sobrinas de Samira, y jugamos un rato.

Y vemos “El orfanato” en la tele. Menudo truño de película. Hace 50 años que se hizo una gran película como “Psicosis”, y aún nosotros haciendo copias de las de hace 80 años. ¿Es que no hay guionistas con un poco de imaginación en este país? Desgraciadamente, esto ya se está generalizando: un comienzo interesante, que es rápidamente devorado por un sinfín de efectos especiales...

Bueno, a la cama.

28/05/2010:

Viernes (último día).

La madre, cuñada y sobrinas de Samira vienen a comer a casa, cuscús con Tajine. Con la sobrina menor, ya que Hafsa ha marchado a la escuela, nos vamos a dar una vuelta.

Compro un Corán, que no me satisface del todo porque no tiene comentarios, aunque sí la versión árabe, la supuesta pronunciación, y la versión castellana.

Digo la supuesta pronunciación, porque más tarde el hermano de Samira me cuenta que hay alargamientos de letras y de sonidos al leer el Corán, que no están marcados allí, y también hay que pensar que los sonidos reales tampoco aparecen. Es decir, la transcripción no es basado en la escritura fonética internacional.

Bueno: como me ha de servir para intentar entender un poco más, me vale. Aunque hubiera agradecido comentarios al texto.

Merendamos con una amiga de Samira (que precisamente está estudiando el Corán, según me dicen para aprendérselo de memoria, y que tiene un ejemplar coloreado (los colores representan cómo se ha de leer, con alargamiento de sonidos, etc.) precioso).

Y finalmente cenamos un poco y a la cama, que hay que levantarse a las 5 de la mañana para coger el autobús.

28/05/2010:

Sábado (y fin).

El autobús me lleva hasta Azrou, donde deberé coger un taxi hasta la entrada del aeropuerto.

TRANSPORTE:

El transporte básico de la zona es el zapato.

Aparte de eso, muchísima gente va en burro.

Coches no hay en exceso (de hecho, pocas máquinas he visto, incluidas neveras o lavadoras. Mi hermano, de hecho, creo que llevó la primera lavadora a casa de Samira, y les introdujo en los beneficios del calentador de agua).

Hay autobuses (muchos de ellos circulan con la puerta abierta, para airear acondicionadamente), que no son viejos. Yo fui en dos en un estado muy bueno.

Y también hay taxis, pero diferentes:

Petit Taxi: son los que nosotros conocemos: quiero ir a tal sitio.

Taxi: son grandes Mercedes, en los que pueden ir 6 personas. Habitualmente están en una plaza reunidos, esperando suficiente gente para llenarlos, y gritando el destino. Por ejemplo, yo tenía que tomar uno que fuese a Fez. Así que lo dije, y me senté a esperar hasta que 3 o 4 personas más quisieran ir hacia allí. Una vez lleno, el taxi sale, con tarifa plana.

Por supuesto, si tienes mucha prisa, pagas tú todos los billetes, y te lleva.

De esta forma fui al aeropuerto, y di fin a mi estancia en Marruecos.

Epílogo:

Viajar es siempre estimulante: lo pasas bien, mal o regular. Aprendes más o menos, según tu apertura.

Hay algo que nunca hago: prejuzgar o juzgar. Es decir, no me gusta ir a los sitios con mucha documentación leída. Me gusta ir leyendo poco a poco, a medida que voy descubriendo cosas.

También intento de todas las formas dejar mi mundo atrás. No puedo llegar a un sitio pensando que las mujeres están maltratadas. Intento llegar allí, descubrir la situación, y entender porqué es así.

Y una vez lo hago, tampoco lo juzgo. Lo describo.

¿Por qué? Pues porque quién soy yo para decirle lo que tiene que hacer, lo que está bien y lo que está mal, cuando mi sociedad está en plena crisis.

Incluso siendo perfecta, mi capacidad sería para aconsejar o proponer, no para imponer o tachar a los demás de imperfectos.

Toda cultura tiene sus porqués. Ninguna es perfecta. Todas son mejorables. La mía creo que se ha perdido y que nuestra cerrazón entre lo que es correcto e incorrecto (sí, nuestra libertad nos estimula a pensar también que tenemos la razón absoluta), nos impide pararnos y mirar qué estamos haciendo mal.

Todas las personas, culturas y sociedades buscan las mismas respuestas a las mismas preguntas. Las respuestas y los caminos pueden ser diferentes, pero los objetivos son los mismos.

Si juntáramos todas esas respuestas y las pusiésemos en un mapa, veríamos que a veces no son tan diferentes. Que todas son mejorables.

Y que entre todos podríamos llegar muchísimo mejor a nuestros destinos.

Cada cual con su mapa, al final acaban todos perdidos.

Creo que el respeto y el aprendizaje mutuo son las claves para evolucionar como personas. La sabiduría milenaria de cada cultura nos ha de servir para mirar hacia adelante. Cerrar los ojos hacia ellas sólo nos conduce a perdernos por bosques mil veces antes transitados. Y no llegar a nuestro destino. Que básicamente es el mismo: tener la lucidez suficiente para poder ser felices y darnos cuenta de ello.