La información líquida (Parte 3 de 3): ¿Qué podemos hacer?

¿Qué hacemos? ¿Intentamos cambiar la cultura de investigación de este país (a nivel empresarial, quiero decir)? Según Bauman, y según creo yo también (¿por qué no?), esto no es sólo la investigación, sino que afecta a toda la sociedad en todos sus aspectos.

Por lo tanto: ¿gestionar toda la información de forma perfecta?, ¿o estar al tanto de todo, al día, para responder de forma rápida y actualizada a las demandas puntuales?

El mundo de la empresa no es como el de las universidades. Igual que el de las universidades no es comparable al de la biblioteca pública de lectura.

La sociedad tira de la empresa, y la empresa también tiene sus mecanismos de influir en la sociedad.

Y la sociedad y la empresa, para bien o para mal, han emprendido una vía y un tipo de tren desconocidos hasta ahora en gestión de la información y del conocimiento. Esto añadido a que estos conceptos ni siquiera ellas los tienen claro.

Cada vez más se demanda más información de ultimísima hora, restándole importancia a la histórica.

Así pues, propongo un centro de recursos vivo, manteniendo relaciones con fuentes de referencia, comprando poco, tirando mucho, dinámico, con márketing constante, multidisciplinar (encargándose de las publicaciones)… proponiendo soluciones de archivo, pero hasta cierto punto, pues las empresas y las personas han dejado de valorar la memoria y el conocimiento histórico. Seleccionar exactamente aquello de valor, y no obcecarse en luchar contra la organización para gestionarlo todo y perfecto, si la empresa no lo ve. El jefe no se va a preocupar: te contrata a ti para olvidarse del problema. Dejemos que se de cuenta de ese problema, dándole confianza con nuestras otras aptitudes.

Hay que venderse y reinventarse constantemente. El archivo/centro de documentación único y para siempre, con una organización perfecta, no se valora.

El personal de la organización no va a mirar el histórico. Ha de ser el documentalista el que, para darle valor a su trabajo, genere informes y puestas al día, y los ofrezca, como estudio propio (márketing) a los usuarios.

Es decir: explotar nosotros mismos los datos que puede ofrecer el fondo histórico, hacernos analistas, estudiosos... y presentar información y estudios basándonos en la información del archivo, haciendo este trabajo visible y dándole valor.

La empresa no da valor al archivo: quiere digitalizarlo para quitárselo de la vista.

Y la consulta esporádica de un dato, por muy vital que sea, no le compensa por si solo el mantener archivero, archivo, sistema...

Así que hay que hay que enriquecerlo con productos de valor añadido que nuestra imaginación y multidisciplina irán creando.

Ante los cambios, hay que pensar en las nuevas posibilidades que se abren.

Y es necesario parar, reflexionar, y entender cómo vamos a tratar esas novedades. Y además cambiando la rueda del coche en marcha.

Pero jamás dándole la espalda al problema.

Los trenes cambian: no podemos alimentar a un tren eléctrico con carbón, por más empeño que le pongamos. Y el tren saldrá de la estación, tanto si nos montamos como si no.

Publicado en RecBib, 03/02/2009

COMENTARIOS:

By Eva Flores (no verificado)

Te felicito Daniel por compartir esta teoría que me parece fabulosa y ejemplificadora de lo que está ocurriendo en nuestro mundo empresarial, académico y documental. Los profesionales de la información no acabamos de darnos cuenta lo importante de ese dinamismo que nos exige la sociedad en general, específicamente la sociedad de la información y del conocimiento.

Me encantó la frase " hay que preparar a las próximas generaciones" para los grandes cambios.

Me ha conmovido sobremanera la parte 3 hay que hacer las cosas ya, el estudiante universitario que recurre a fuentes de información que le brinda Internet nos gana por puesta de mano, les estamos orientando hacia el uso de recursos de información tradicionales pero lo ven obsoleto, pesado Oh! hay que leer el texto impreso cuando hay otras opciones de "hacerselo más fácil" de manera digital, como un juego, mientras que revisan sus correos electrónicos desde su ipod, se nos puede ocurrir cada idea. Se trata de ir al ritmo de esas necesidades, si planificar, si proyectarnos, pero también innovar sobre la marcha.

Gracias,