Bibliotecas escolares (IWETEL, 04/2010)

yo tengo los títulos de maestro y de bibliotecario. Formación en bibliotecas escolares, animación de bibliotecas escolares, animación a la lectura, cuenta cuentos y clown.

Llevo años esperando una dignificación de la profesión de bibliotecario escolar, ya que creo firmemente que a los niños se les debe educar, viviendo en una revolución de la información, en el uso de esta, en la búsqueda, contraste y crítica de esta información.

No se trata sólo de prestar libros de cuentos a los niños, sino de saber moverse por la maraña informativa de los medios, de no hacer corta-pegas del Rincón del Vago, y de no creerse lo primero que leen en la Wikipedia. No critico estos webs, pues son realmente buenos, a lo que me refiero es que no hay que quedarse sólo con ellos, como fundamento.

Creo en educar a las personas a vivir en una sociedad de la información como la que vivimos. Y esa es la función de la biblioteca escolar: formar. El fomento a la lectura es secundario, pues para eso está la pública. En la escolar se ha de impulsar, pero como fin secundario.

En Cataluña, después de muchos años, surge el maravilloso programa de bibliotecas escolares PuntEdu. Por fin, todas las escuelas han de tener bibliotecas escolares, con recursos adecuados Y CON PERSONAL FORMADO. Basta ya de padres y madres prestando libros de 5 a 6 de la tarde.

Pero no todo ha de ser perfecto: resulta que ese personal formado van a ser profesores. Eso sí, con una formación suplementaria.

¿Y con qué condiciones? Según el programa:

"El coordinador/a o responsable de la Biblioteca escolar dispondrá de unas horas de dedicación para el desarrollo de la gestión y la dinamización de la biblioteca escolar"

Más claro, imposible.

Me puse en contacto con el programa PuntEdu, ofreciendo mis servicios. Al parecer, debo ejercer como maestro para poder tener la posibilidad de trabajar como bibliotecario escolar, en mis horas libres.

A ver: es un problema económico, por supuesto. Si se está reduciendo el número de maestros. Si se obliga a los que quedan a hacer horas extras, si cada vez están más cuestionados: ¿cómo se va a contratar a un bibliotecario en cada escuela de este país? El despilfarro económico sería tremendo.

Y más, cuando está claro que no se entiende, y no se ha entendido nunca, cuál es la función real de la biblioteca escolar, y que esta era de la información en la que nos encontramos, tampoco se ha asumido todavía en toda su inmensidad: es como si la revolución industrial hubiese supuesto que los agricultores cogiesen el nuevo tractor a vapor, y le pusiesen dos bueyes delante tirando para sembrar los campos.

Daniel Becerra

Hola, de nuevo:

 

Efectivamente, yo trabajé también en esto: hacía de asesor de bibliotecas escolares en varias poblaciones. ¡Y era muy positivo!

Y, además, desde el programa PuntEdu también se hace un asesoramiento, formación y seguimiento.

Y además, según la ley de bibliotecas, las bibliotecas públicas han de hacer de soporte y colaborar con las escolares.

 

Aquí el problema es: ¿qué pasa con los profesores? ¿Realmente han escogido ellos esa "vocación"? ¿Realmente han escogido ellos esa nueva tarea? ¿Realmente están preparados para realizar un plan de educación en la información?

Y lo más importante: ¿disponen del tiempo suficiente para hacerlo?

Como maestro, os puedo asegurar que, por más vacaciones que creáis de que se dispone, el oficio es mucho más absorbente que el de bibliotecario.

 

¿Cuántas horas se puede pasar un maestro dedicado a la biblioteca (a tenerla abierta, a formar a alumnos, a preparar actividades), teniendo que trabajar también de maestro?

Por más apoyo externo que tenga, a nivel de ideas, teórico, e incluso práctico en algún momento... ¿realmente puede tener una dedicación a la biblioteca adecuada? ¿O básicamente será entrar los libros pre-catalogados, abrir algunas horas, y realizar el servicio de préstamo? Eso no es educar a los niños en la sociedad de la información.

 

Conozco a maestros que con gran ilusión y mucha voluntad, dedican mucho más que lo que pone la ley a tener una buena biblioteca y un buen servicio. Y enhorabuena por ellos!

Pero como miembro del colectivo, también me fastidia que se utilice a los maestros para todo a cambio de tan poco.

Qué sencillo es decir: a partir de ahora habrá bibliotecas escolares ¡bien!, con personal formado ¡bien! con recursos ¡bien!... pero se harán cargo los maestros... ¿mande?

¿Pues no tienen ya bastante trabajo y preocupaciones? Os puedo asegurar que más que sobrado: hacen de enseñantes, de educadores, de maestros, de padres, de madres, de psicólogos, de guardias urbanos... y encima encargarse de un trabajo que, si se quiere hacer adecuadamente, necesita de una dedicación y esfuerzo que requiere de apoyo algo más estable. No hablemos ya de un profesional...

 

Daniel Becerra

Publicados en IWETEL, 13/04/2010