Mongolia 2010 (2) - 18/07/2010

Bueno: y por fin en Ulan-Bataar, la capital de Mongolia, después de un vuelo con retraso de 3 horas...

Os pongo un poco en antecedentes:

-Mongolia se divide en:

-Mongolia de Dalt

-Mongolia de Baix

Según parece, ahora quieren delimitarla en Vegueries. Para ello, el gobierno catalán va a montar una embajada en la capital, y darles asesoramiento.

Geográficamente, hay desierto, el de Gobi (adonde siempre iban Mortadelo y Filemón a esconderse), parques nacionales (todo el país, de hecho, lo es), estepas, montañas...

La gente es nómada. No hay más que un par de ciudades en todo el país. El resto es tiendas montables y desmontables que llevan las familias de sitio en sitio según el pasto para el rebaño. Tú también puedes hacer todo el camping que quieras. Aquí es libre en todo el país.

¡Y son ecologistas! Mira tú por dónde:

resulta que hace tiempo que creen que la tierra, los animales, las plantas y ellos mismos, tienen que estar en conjunción y armonía porque si no, todo se les va al garete...

Así, practican un budismo chamánico muy peculiar, ¡pero realmente adecuado al medio!

Y el protocolo para posicionarse en la tienda, entrar, relacionarse... es estricto: ya os abundaré en ello más adelante.

Son adiestradores de águilas, de renos, de camellos, de caballitos poderosos con los que conquistaron el mundo (nunca se os ocurra llamarles ponis, aunque son más pequeños que el caballo habitual)... Dicen que los niños aprenden antes a montar a caballo que a caminar. Es el bien más preciado. Dependen de ello para moverse, para relacionarse...

Había una pareja de viajeros en un foro de internet, que cansados de pelearse con coches y chóferes, se compraron un caballo cada uno, y los vendieron al final del viaje.

Y un poco de historia: aquí el más de lo más fue, y sigue siendo, Gengis Khan, el Hombre del Milenio según el Washington Post en 1995. ¿Y por qué? Pues por muchas cosas: creó el imperio más grande que ha existido en la historia de la humanidad: era cuatro veces más grande que el romano. Lo malo es que, como bien decía uno de sus asesores: “un imperio se puede conquistar a caballo, pero no se puede gobernar a caballo”.

Aparte de eso, creo unas redes de correos, una seguridad desde la China hasta Francia, y sobre todo un compendio de leyes, que aún ahora es la base de los sistemas legales de todo el mundo: apartado de las creencias y los intereses, las leyes se creaban por puro orden social y esencial sentido común.

Cuando murió, no dejó ni mausoleos, ni monumentos, ni na de na. Según sus palabras (antes de morir), él quería que sobreviviera su país, no él. Así, fue enterrado sin señales en su pueblo natal. De su antigua capital, Kharakhorum, no queda nada. Como eran nómadas y vivían en tiendas, ¡pues qué va a quedar! Así, la visita se hace un tanto engañosa y decepcionante.

No obstante, queda su legado. Al final, consiguió lo que quería: el país ha vivido, por encima de él.

Mongolia fue como un estado independiente dentro de la Unión Soviética, conservando bastante de su estatus. No obstante, cuando esta se fue, provocó un colapso en la economía, pues ayudaba y subvencionaba enormemente al país. Sin estas subvenciones, hay problemas serios, pero el pueblo ha espabilado, ha vuelto a recuperar su fuerza y su carácter (y sus valores culturales), y siguen adelante.

Hay pobreza marcada por las duras condiciones climáticas: cuando a una familia se le muere el rebaño, no puede recuperarse y se traslada a la ciudad, sin posibilidad de empezar de nuevo.

Según parece, hay bastante corrupción a nivel gubernamental. Pero tengo que indagar más en ello...

Ahora que he definido mi tour, la cosa queda como sigue:

-ir al desierto de Gobi, con ruta a camello de un día.

-ir a un parque nacional al centro (ya os diré nombres, que ahora estoy mandroso para escribirlos), con trekkings, baños, etc.

-ir a otro parque nacional al norte, con ruta a caballo de 3 días alrededor del maravilloso lago...

Todo ello durmiendo en tienda de campaña, o en Gerts, que son las casas desmontables de los nómadas.

El tour durará 20 días (o más, según me de la gana), y será bastante duro, con muchas horas en coche (me lo han presentado hoy: un pedazo de Toyota Land Cruisier, en lugar de un cacharro de esos rusos, duros como piedras para lo bueno y para lo malo). Eso sí: me tratarán como a un rey: llevo guía en la solapa, que se dedica a hacerme la comida, a explicarme, y a arrullarme por la noche. Y al chófer, Bomaá.

¡Pero ni una ducha! ¡Ni letrinas! Aquí, a pasarse días y días sin lavar ropa, ducharse o maquillarse. Y para defecar u otros, agujero en el suelo y sin complejos, que tampoco hay arbustos para guarecerse de miradas indiscretas...

Así que acabo de pasar dos días en la capital, Ulan-Bataar, descansando, visitando un complejo budista, con una deidad de 27 metros de alto, y cilindros de esos que ruedan: al parecer hay que tocarlos todos y hacerlos rodar, pero son cientos!

Fui ayer también a un teatro a escuchar música tradicional, y a ver danzas también de aquí... ¡y tipos de estos que son famosos mundialmente (la UNESCO los ha considerado patrimonio cultural de la humanidad), porque cantan de garganta! La verdad es que suena entre ventrílocuo y eructo, pero bueno. La música es bonita, con instrumentos rarísimos y danzas que eran una mezcla entre movimientos de caballo y militares... muy tártaras, si se me entiende la intención.

(He comprado un DVD con el espectáculo, o partes: si alguien está interesado en la música, la danza o este tipo de canto, que me lo pida, pues realmente es de alto nivel)

Aparte de eso, he comido delicias mongoleñas, aunque es un decir: aquí la dieta no es muy variada: cordero, cordero, cordero y cordero. También hay ternera, caballo... Introducen verduras, pasta y arroz, aunque estas últimas vienen de fuera. ¡No tienen fruta! Pero un punto a favor: si voy por seguirillas, no será debido a mi amigo Kevin Spicy: no utilizan especias ni comida picante.

También he visitado el Museo de Historia Natural, con unos esqueletos de dinosaurios perfectamente conservados del desierto de Gobi. Muy espectacular! Aunque el resto de animales disecados daban bastante miedo: el taxidermista no hizo demasiado buen trabajo.

La gente de aquí, de momento, muy amable... pero con la sensación de que lo son mientras puedan sacar algo (de hecho, he comprobado y he recibido de otra gente el mismo tufillo).

Eso sí: ¡muchísimo cuidado con los carteristas! En todas partes advierten y previenen contra ello, pues se ve que es un mal muy extendido y constante. De momento, un niño me ha devuelto el traductor electrónico que se me cayó. Pero también me ha robado un taxista, cobrándome mucho más de lo que debía: parece que es un problema extendido en todo el mundo...

Lo de los carteristas de día, y la violencia de noche, realmente son preocupantes: ¡ojo avizor!

Bueno: ahora sí: mañana empiezo el tour. Estoy emocionado. Eso sí: iré escribiendo, pero no creo que pueda enviar mensajes... excepto los telepáticos, que siempre serán de buenos deseos y de aprecio por cada uno de vosotros, en concreto de ti, a quien quiero especialmente.

¡Besos y abrazos!

Daniel