¡Viva el Open Source! ¡Muera el Free Software!

Esta mañana, al salir del metro, me he encontrado con un expositor de cartón, donde se ofrecía, gratuitamente, el primer capítulo de la nueva novela de Andreu Martín. Esta iniciativa, que merece mi aplauso en términos de márketing (y profesionales: al final del capítulo ponía: cómprelo o cójalo de su biblioteca), no me destacó tanto como el hecho de que los cientos de borregos que salían del metro cogían un ejemplar sin mirar siquiera si era un folleto de una academia de idiomas, una receta o, en este caso, un libro.

Y casualmente, esto casaba con una reflexión que venía yo haciendo en el mismo momento sobre el software libre.

¿Por qué en este país somos tan dados a coger sin mirar todo lo que sea gratis? Me recuerda a los buffets libres, donde la gente llega a la caja con montañas de comida que no va a ser capaz de consumir.

Para mí, cuando se necesita comenzar un proceso nuevo (muy importante la palabra “necesita”, porque yo no valoro como necesidad la de “estar a la última”, aunque lo que tengamos nos sirva perfectamente), se ha de realizar en unas etapas:

¿Por qué pongo el hincapie en las dos primeras fases?

Pues porque en mi organización me vinieron diciendo que querían coger una herramienta de software libre. Y yo les dije para qué. Pues para hacer gestión del conocimiento. Pero si aquí no hay gestión de la información, cómo quieres gestionar el conocimiento. Bueno, bueno, busca algo, pero que sea software libre. ¿Y por qué ha de ser software libre? Pues porque es gratis (y además fomentamos la solidaridad y el entendimiento entre las personas de buena voluntad del mundo, etc.).

Y volvemos a lo mismo: ¿quién rábanos hizo la funesta traducción de “free software” por “software gratis”? Y más en este país, donde todo lo que sea gratis, ya nos vale.

Todos en nuestro colectivo ya sabemos que “free software” se puede traducir como “software libre” (es decir, que está hecho con un lenguaje de programación abierto, que cualquiera puede tocar), o como “software gratis” (que no era el significado original).

Hasta aquí, no he dicho nada nuevo o polémico. A partir de ahora, pues sí.

Queridos colegas:

Así pues: cada profesional a sus asuntos: el documentalista ha de definir las necesidades. El informático valorar las diferentes propuestas que ofrece el mercado y que se adapten a aquellas necesidades. El documentalista decidirá los sistemas de catalogación, etc. El informático si es “open source” o no. No nos metamos, colegas, en problemas que no son nuestros, de los cuales no entendemos, y que nos harán pasar más tiempo aprendiendo cómo funcionan y haciendo el mantenimiento, que haciendo nuestro trabajo.

No todo lo gratis es bueno, y no todos estamos capacitados para todo.

Así pues: ¡Viva el “open source”! ¡Muera el software gratis!

PS: No sé si os habeis fijado que últimamente mucha gente “pasa” de los infames diarios gratuitos que dan en el metro. No es porque pasen a leer diarios de compra. Creo que, en algunos casos, la gente ya está empezando a ser algo crítica y a pensar que “no todo vale”, y a exigir algo adecuado a sus intereses. Esto no quiere decir que los diarios gratuitos hayan de desaparecer, sino que habrán de replantearse, sobre todo, que los contenidos se adecúen un poco más al lector asiduo.

Al mismo tiempo, grupos musicales, empresas, e incluso escritores (como Andreu Martín), están aprovechando el “gratis” como primer gancho de un modelo de negocio válido. Eso de que me den a probar algo antes de saber si quiero comprar todo el producto, me parece excelente, para después no tener que lamentarlo.

Daniel Becerra

Publicado en RecBib, 13/11/2008

COMENTARIOS:

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By Daniel_Martinez

Hola Daniel, excelente comentario post con el que has inaugurado el blog, yo además también querría señalar lo siguiente: no se debe confundir software libre (free software) con freeware (software propietario gratuito), shareware (de pueba con limitiaciones), adware, versiones de evaluación, de dominio público o cualquier otra categoría similar que pueda dar pie a confusión.

El software libre es únicamente aquel que por definicón cumple las cuatro libertades:

¿Ventajas del software libre?

¿ventajas para las unidades de información?

las mismas, porque efectivamente todo depende a qué nos queramos dedicar en nuestro trabajo, cuánto nos queramos distanciar de la realidad, y cúanto queramos aportar a que "nuestro campo" esté en crisis (campo profesional, entiendo, ya que la necesidad de llevar a cabo las funciones sigue ahí aunque luego sean otras personas quienes se encarguen de ello). Este mismo año asistí a una conferencia invitada que dio un alto cargo de una empresa al alumnado de último año de la licenciatura en documentación (y además creo recordar que la fomación de dicha persona era Filosofía) y algo que aconsejó tajantemente a todo el auditorio para su futuro profesional era que aprendieran a programar. Esta carencia, o competencia no adquirida si hablamos en términos "Bolonia", es una de las razones por las que no entiendo esa eterna separación entre "informáticos" y "documentalistas", y además, tmbién creo que son esta clase de cosas lo que luego provoca que se nos valore profesionalmente.

Como apunte final sólo me gustaría señalar una cosa, ¿nadie se ha fijado la creciente tendencia de la revista Knowledge Organization a publicar trabajos de ingenieros informáticos y de telecomunicaciones y de matemáticos ¿acaso no éramos las personas de Biblioteconomía y Documentación quienes nos dedicábamos a organizar de forma puntera la información?

By Jose Angel (no verificado)

Pues lamento discrepar con Daniel en varios puntos, pero hay unas cuantas cosas en esta entrada del blog con las que no estoy de acuerdo:

- "los informáticos que crearon aquellos sistemas de forma “altruista”, al cabo del tiempo o bien se cansan, o bien lo venden a una empresa que los comercializa"

Bueno, primer punto con el que no estoy de acuerdo. Como tú bien dices, no se trata de que sea software gratuito sino de que sea libre; en este mundillo del software libre están metidas unas cuantas empresas y algunas de ellas bastante importante, por ejemplo las relacionadas con las distribuciones de Linux más populares (RedHat, Mandriva, Canonical con Ubuntu, etc.). Sencillamente el modelo de negocio de estas empresas no está en la venta de CD's o de licencias de sistemas operativos sino en el soporte a empresas que utilizan sus productos. En ordenadores domésticos y de empresas Linux tiene una presencia muy pequeña, pero en el campo de los servidores gana por goleada (y es ahí donde está el negocio de estas empresas)

- "que a nosotros, usuarios, sea open source o no, no nos afecta en lo más mínimo a nivel de utilidad del programa. Primero valorar las necesidades, y después buscar el mejor sistema: nosotros no vamos a tocar el código del programa."

Segundo punto con el que tampoco estoy de acuerdo. En primer lugar, el hecho de que el código sea abierto y de que tengamos autorización a modificarlo nos permite adaptar ese programa a nuestras necesidades, en el caso de que surja alguna necesidad imprevista; si no estuviéramos en este caso y el código fuera cerrado, tendríamos que contactar con la empresa suministradora y esperar que éstos tuvieran a bien crear algún complemento que responda a nuestras necesidades (previo paso por caja, y eso si tienen ganas). Por no hablar de todo lo referente a seguridad y a resolución de bugs: el modelo del código abierto permite detectarlos mucho antes que en código cerrado y solucionarlos.

- "¿A nadie le remuerde la conciencia aprovecharse del trabajo voluntario de otra persona sin dar nada a cambio? Porque cuando aquél programador se da cuenta de que necesita vivir de algo, y pide pasta a los usuarios, los usuarios cambian rápidamente de programa."

Pues a mí no me remuerde. El simple hecho de usar esos programas y sistemas operativos y comentarlo ya es hacer promoción y publicidad de esos productos, y ya te digo que hay unas cuantas empresas que viven muy bien trabajando en este campo del open source y del software libre. Y, por otra parte, si yo me dedicase a hacer programas libres estaría encantado de la vida en el caso de que tuvieran éxito o no... y si a raíz de eso me quisieran fichar canonical, red hat, IBM, Google o incluso Microsoft pues mejor todavía

Finalmente, y ésto ya lo dejo para los entendidos. Software libre y Open Source no significan exactamente lo mismo, pero eso que lo explique otro que lo tenga más claro que yo.

Un saludo.

José Ángel.

By Daniel Becerra (no verificado)

Caramba, tocayo:

menuda lección me has dado. Yo no llegaba a tanto, pues el mensaje era que primero pusiéramos la necesidad, y después la solución, y no al revés.

Sobre lo de aprender a programar: no estoy de acuerdo. Creo que cada profesional tiene su función, y la nuestra no es programar. En todo caso, sí que tener unos mínimos conocimientos para que no nos vendan la moto. Pero eso es como si dijeras que los enfermeros tienen que saber medicina. Canastos: que un informático se pasa 4 años de carrera, y un documentalista otros 4. ¿Nos olvidamos de que un documentalista también ha de saber (muchísimo) sobre archivos, sobre márketing, auditorías, etc, etc?

Yo creo y defiendo en la profesionalidad de los demás. Igual que en la mía. Y un informático no tiene por qué estudiar documentación, y yo no he de estudiar lo suyo, aunque me sea fundamental un mínimo conocimiento de ello.

¿Que los informáticos, periodistas, archiveros... nos han comido el terreno? Por supuesto, y en ello haré mucho hincapie en este blog. Seguimos, los menos, esperando a que el mundo nos llame a gritos diciendo que nos necesitan, en lugar de ir nosotros a ello y demostrar en todos los ámbitos de la sociedad de la información de lo que somos capaces. Y los más, escondidos detrás del mostrador de metro y medio de su biblioteca rogando que no les molesten mucho.

Si tanto sabemos, hemos de salir, publicitarlo, demostrarlo... decirlo entre nosotros tampoco nos llevará a nada.

Venga, un abrazo y gracias por los comentarios. Realmente acertados.

Daniel Becerra

By Daniel_Martinez

Muchas gracias Daniel, tengo que reconocer que en tu comentario, aunque discrepaba en algunos aspectos, dices cosas muy pero que muy interesantes empapadas de mucho sentido común, por eso me "piqué" especialmente en hacer una réplica ;-)

En cuanto al tema del reconocimiento y las competencias, reconozco que es algo que me desanima especialmente, porque además creo que todo el mundo tenemos nuestra parte de razón sea cual sea nuestra postura. Por eso a veces me desanimo pensando algo así como que si no logramos abarcarlo todo y ser reconocidos como nos merecemos será porque nuestro campo es demasiado importante, demasiado extenso, demasiado presente en todas partes....

Lo dicho, que mucha gracias por tus comentarios y enhorabuena por la primera entrada en el blog.

¡Un abrazo compañero!

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