1) AMORTIGUACIÓN: Es la fase cuando el pie toma contacto con el suelo comenzando la amortiguación y finaliza cuando el centro de gravedad se encuentra justo en la vertical del apoyo.

Se producen contracciones excéntricas que tienen como objetivo amortiguar de forma rápida el peso del cuerpo y a su vez hay una pérdida de velocidad horizontal.

Los músculos más activos son el glúteo mayor, glúteo medio, isquiotibiales, cuádriceps y flexores plantares.

2) IMPULSIÓN: Esta fase se inicia cuando el centro de gravedad se sitúa por delante del apoyo, asciende el centro de gravedad con la extensión de cadera, rodilla y tobillo y finaliza cuando el pie de la pierna propulsora ha abandonado el contacto con el suelo.

La musculatura actúa de forma concéntrica y lo más activos son los isquiotibiales, tríceps sural, músculos plantares y flexores de los dedos.

3) RECOBRO: Se inicia cuando la punta del pie pierde contacto con el suelo y comienza la fase aérea. Ahora debemos llevar la pierna de atrás hacia adelante activando los músculos flexores de cadera, psoas, cuádriceps y sartorio, en el pie se activa el tibial anterior flexionando el tobillo.

Apoyos en el corredor de resistencia:

Lo más adecuado en mi opinión sería el contacto en el suelo con el mediopie y rodilla ligeramente flexionada, muy próximo a la proyección del centro de gravedad.

Apoyos en el corredor de resistencia:

Apoyar el talón del pie en el suelo por delante del centro de gravedad y con rodilla extendida conseguiremos un momento de frenado en la carrera y con cargas que no son convenientes para las articulaciones y ligamentos.

Los brazos en la carrera:

Las zancadas provocan un giro en la cadera y el tren superior intenta contrarrestar esta rotación. Los brazos junto con el core presentan en la carrera una actividad compensatoria y estabilizadora en beneficio de la técnica.

Técnica correcta de los brazos:

Los brazos deben tener una flexión de 90° y las manos nunca deben pasar la línea media del cuerpo, braceo en plano sagital.