El Juego de Dominó

Se trata de un libro de bolsillo, de apenas unas páginas, si bien cargado de buenos consejos para el jugador de nivel intermedio.

Está estructurado en varios capítulos siendo los de más interés aquellos que tratan de las lógicas jugadas primeras, intermedias y finales; y la localización de fichas en manos del resto de jugadores.

Respecto de las jugadas primeras y a modo de ejemplo:

La Salida

No reconoce por buenas las salidas por doble sólo o acompañado por falla (por ejemplo teniendo el 6-6 y 6-1, sin otros seises o unos entre sus fichas), por la desprotección que ofrecen al quedarse a fallo en el primer caso y con ficha doble falla en el segundo (soltado el 6-6, nos quedaríamos con el 6-1 como doble falla).

En caso de no tener dobles en condición de salida (sólo o con ficha falla), al igual que si no disponemos de ninguno, deberíamos salir por ficha mixta con mayor acompañamiento por ambos palos, eligiendo en casos de igualdad de condiciones los palos menores (no dando oportunidad gratuita de colocar los dobles altos).

En caso de varios dobles en condición de salida, se elegirá el doble más acompañado, y sólo en igualdad de condiciones el mayor de ellos (prefiere pues la jugada más ofensiva a defenderse soltando el doble mayor). Como excepción los dobles en quinta, sexta o séptima serán descartados para la salida (al no haber riesgo de ahorcamiento) eligiendo ficha mixta

Jugador B

Ante la salida por doble, pensando si tiene más de una ficha por jugar para informar al compañero de su tenencia, indicará palo del que se tiene doble o bien mayoría de juego, en esta prioridad, salvo que por peligro de cierre se deba pegar con falla (salida de doble bajo y cuando el juego del jugador no esté descargado). Por tanto el jugador indicará al compañero con el palo abierto la tenencia de un doble para que inicie ese juego frente a otro con el fin de que sea colocado, en su defecto, o no teniendo la posibilidad de indicarlo, el palo con mayor número entre sus fichas (juego fuerte) y en caso de que la salida sea con doble bajo (0, 1, o 2) y se esté cargado de puntos (pues si el juego es bajo el cierre pudiera ser conveniente) dará la ficha con menor acompañamiento y preferiblemente falla, para no verse obligado a dar de cara el palo enemigo de salida al venirle el palo sin opción de juego.

Ante la salida por ficha mixta, deberá doblarse, con preferencia al palo más alto de tener la oportunidad, y en defecto de ambos dobles, la misma regla que con la salida de doble, indicando doble o juego fuerte, y ante peligro de cierre ficha falla.

Jugador C

En salida por doble se doblará al palo abierto por el jugador B o de no tenerlo matará la ficha de B con indicación de doble o mayoría de juego, si es posible.

En la salida por mixta, si B se dobló se doblará al otro palo de tener oportunidad, respetando completamente la salida, y si no fuese posible recomienda matar la salida, para indicar al compañero su no tenencia y pueda actuar en consecuencia si opta por ahorcarlo (da prioridad en este caso a dar información a respetar la salida). Si B no se dobló, debería doblarse a uno u otro palo, con preferencia sobre el palo de B, y de no tenerlos, lo hará indicando doble o mayoría de juego.

...

No quisiera dejar expuesto todos los consejos del libro, pues es el lector de estas líneas quien debe interesarse por el resto de tácticas acudiendo al libro respetando al autor del mismo, sirviendo estas anteriormente detalladas como muestra del contenido, así como de utilidad al que tenga a bien interpretarlas.

Otro capítulo muy interesante es el concerniente a la localización de fichas, atendiendo a los juegos indicados, las pensadas, los pases cantados y las jugadas aparentes. En este sentido a modo de ejemplo citar algunas de las numerosas observaciones (a muchos jugadores intermedios le parecerán evidentes pero útiles a quien progresa en el juego):

“Por el mero hecho de salir el jugador A, en salida voluntaria, de una ficha determinada, ya sea doble, ya sea a dos caras, hay que presumir que, al menos, tiene otra ficha del palo o de los palos indicados”.

“Cuando el que salió a dos caras, posteriormente se dobla a palo distinto a los de salida, nos indica su fallo”.

“Quien, ante fichas puntas o puertas por ambos extremos piensa, indica que tiene ambas llaves.”

“Cuando dos jugadores pasan al mismo palo, todas las fichas de éste, que no estén ya jugadas o en manos del localizador, que no pasa, se hallan en manos del cuarto jugador.”

“Cuando un jugador, estando abierto el juego, por un extremo de la línea de juego, con palo del juego propio o del compañero, corta éste y no aquél, evidencia estar a fallo del palo contrario (pase encubierto).”

Termina el libro con una serie de tres partidas didácticas a modo de ejemplo como práctica de localización de fichas.