Cuando un jugador coloca una ficha, de tal forma que ambos extremos del juego muestran el mismo número, se dice que ha "doblado el juego" a ese número, también se le denomina cuadrar o hacer postura (por ejemplo, cuadró a cincos o hizo postura a cincos). Este es un recurso táctico muy útil en el dominó. De entrada, reduce las posibilidades de juego del siguiente jugador, quien solamente tendrá una opción para jugar. Por otra parte, aseguramos que nuestro compañero tendrá ese número disponible, pues el contrincante no puede tapar ambos números en su turno.
Doblar el juego es una forma fácil también de obtener una firme. Por ejemplo, si un jugador dobla el juego a 6 cuando ya existen 5 fichas del número 6 en la mesa (contando la ficha con la que dobló y suponiendo que la doble ya se jugó), solamente quedarán dos fichas del número 6 en juego. Una de ellas será jugada de manera forzada, mientras que la otra queda firme (última ficha por jugar de un palo en manos del jugador).
También se puede doblar el juego cuando detectamos que nuestro compañero tiene una ficha doble grande (la 5-5 o la 6-6) y corre el riesgo de que se le "ahorque" o de que no la pueda jugar. Si logramos doblar el juego a 5 o a 6, aseguramos que nuestro compañero pueda jugar la doble (si así lo decide).
También es muy útil para forzar a jugar una ficha que necesitamos o bien, siendo en este sentido muy utilizado el doblar juego, para hacerle pasar al contrario.