Establecimiento conjunto de objetivos entre el alto mando y su superior: Debe existir una participación activa tanto del subordinado como del alto mando en el proceso de definición y establecimiento de los objetivos, sin embargo, esta participación varía según el sistema adoptado.
Establecimiento de objetivos para cada departamento o posición: La APO se fundamenta en la definición de objetivos por posiciones de gerencia. Dichos objetivos pueden ser llamados metas, blancos o finalidades, sin embargo, la idea principal es la misma: determinar los resultados que el gerente y subordinado deberán alcanzar. Los objetivos deberán ser cuantificados en plazos definidos.
Énfasis en la medición y el control de resultados: Para alcanzar los objetivos de la mejor forma posible el gerente y el subordinado pasan a elaborar adecuadas estrategias, esta estrategia táctica será el medio para alcanzar los objetivos de cada departamento.
Apoyo intensivo del personal: La implantación de la administración por objetivos requiere del intenso apoyo de un personal debidamente entrenado y preparado. La APO exige coordinación e integración de esfuerzos, lo cual, puede ser llevado a cabo por el personal.