EMOCIÓN.
Damasio destaca que la emoción es un proceso cognitivo que contribuye al pensamiento lógico. Sostiene que los mecanismos de razonamiento están influidos en gran medida por señales inconscientes y conscientes que proceden de la maquinaria neuronal que sustenta la emoción.
Los neuropsicólogos utilizan inconsciencia como concepto abreviado para la noción de von Helmholtz de interferencia inconsciente, proceso fuera de la conciencia y aprendido a través de la experiencia mediante el cual los observadores utilizan el conocimiento para percibir.
Una emoción no puede describirse como un sentimiento único, porque los procesos emocionales difieren de distintas formas entre sí y respecto a otros procesos cognitivos.
Una experiencia emocional implica una manifestación a nivel fisiológico, conductual y de pensamiento consciente o no.
Paul Ekman documentó que las expresiones emocionales básicas de ira, miedo, repugnancia, sorpresa, alegría y tristeza son universalmente reconocidas por las personas de todo el mundo.
Definición en neuropsicología: es un estado de la conducta inferido denominado afecto, un sentimiento consciente y subjetivo, acerca de un estímulo independiente de donde procede o de que és. La conducta afectiva es interna y subjetiva.
Como observadores podemos evaluar las emociones de otros sólo por su conducta (lo que dicen y hacen) y mediante la determinación de cambios fisiológicos asociados con procesos emocionales.
Una teoría contemporánea de la emoción debe incluir cuatro componentes principales:
-Fisiología: actividad del sistema nervioso central y autónomo y los cambios producidos en la actividad neurohormonal y visceral.
-Conducta Motora Distintiva: expresión facial, tono de voz, postura. Comunican una acción manifiesta que permite diferenciar de la conducta verbal percibida (digo me siento bien pero lloro desconsoladamente, diferente si digo me siento bien y sonrío).
-Cognición Autoinformada: la cognición opera en el dominio de sentimientos emocionales subjetivos (sentimientos de amor u odio, sentirse amado u odiado), y otros procesos cognitivos (planes, memorias o ideas).
-Conducta Inconsciente: tomar una decisión basados en una “intuición” u otros motivos aparentemente sin fundamento.
Si bien el sistema límbico en su totalidad es importante para la conducta emocional, la amígdala y la corteza prefrontal tiene la clave para comprender la naturaleza de la experiencia emocional.
Ambos reciben estímulos de todos los sistemas sensoriales y requieren de estímulos complejos para excitarse. Muchas células de la amígdala son multimodales (estímulos visuales, auditivos, somáticos, gustativos y olfatorios). Puede crear una imagen compleja del mundo sensorial y es especialmente sensible a estímulos que pueden ser amenazantes o peligrosos.
TEORÍAS GENERALES DE LA EMOCIÓN
La emoción y la cognición están íntimamente relacionadas y probablemente vinculen sistemas neurales que se superponen. Hay tres teorías vigentes:
-HIPÓTESIS DEL MARCADOR SOMÁTICO: teoría de Damasio, basada en las ideas de William James que señaló que una emoción consiste en un cambio en los estados del cuerpo y el cerebro en respuesta a la evaluación de un hecho concreto. (Ej.: miedo manifestado por taquicardia y aumento frecuencia de la respiratoria). Damasio contempla un espectro más amplio de cambios corporales. (cambios en la conducta motora, expresión facial, en el sistema nervioso autónomo, cambios endocrinos, así como la forma en que el cerebro procesa ésta y otra información). Los cambios corporales están asociados a fenómenos externos y ambos influyen en el procesamiento cognitivo.
Damasio señala que el control neural de las emociones abarca estructuras límbicas y la corteza prefrontal, y ambas desempeñan algún papel en la emoción, así como las estructuras que representan los estados corporales, como la corteza somatosensorial y ciertos componentes de los ganglios basales.
La emoción es esencial para la supervivencia del individuo en un ambiente determinado, y una experiencia humana necesaria para tomar decisiones racionales. El papel de nuestras emociones, especialmente los estados emocionales sutiles, no siempre es consciente, por eso muchas veces no comprendemos porque nos comportamos de cierta manera.
-TEORÍA DE LAS INTERACCIONES COGNITIVO-EMOCIONALES: teoría de Le Doux expresa que las emociones evolucionaron para mejorar la supervivencia de los animales, y con la evolución del cerebro, los procesos cognitivos y emocionales se interrelacionan mucho más. Se especializó en el estudio del miedo. Todos los animales detectan y responden al peligro de forma innata. Para estudiarlo utilizó el condicionamiento clásico; la estructura clave en el desarrollo del miedo es la amígdala, que envía señales para estimular la secreción de hormonas y activar el sistema nervioso autónomo, generando una emocionan que se interpreta como miedo.
Cómo interpreta la amígdala un estímulo peligroso? Hay dos vías:
-evolución genética: las redes nerviosas evolucionaron con el animal, e interpretan las expresiones faciales negativas en otros. Un indicio de la presencia del peligro es la conducta del grupo social del sujeto hacia el estímulo.
-por aprendizaje: aprende a través de la experiencia.
El contexto es un aspecto importante del miedo: un estímulo particular puede ser peligroso en un ámbito y no serlo en otro. Los contextos ambientales pueden adquirir propiedades emocionales a través de experiencias anteriores (condicionamiento clásico) (ej.: si hay víboras en un camino este se vuelve amenazante) El hipocampo asocia información de contexto con el miedo.
-TEORÍA DE LA ASIMETRÍA COGNITIVA Y EMOCIONAL: las lesiones del HI generan reacciones catastróficas caracterizadas por retraimiento y depresión, mientras que las lesiones del HD producen indiferencia. El HD desempeña un papel importante en la producción de emociones intensas, en especial las consideradas negativas como el miedo y la ira..
Gainotti señala que los dos lados del cerebro desempeñan un papel complementario en la conducta emocional, ya que el HD participa más en los componentes automáticos de la emoción, y el HI en el control cognitivo global de la misma. Se supone que el HI tiene este control general por su papel en el lenguaje.
La producción de conducta emocional: el estado de ánimo se deduce por el afecto, expresión facial, tono de voz, y frecuencia del habla.
La expresión facial es una de las señales más evidentes de la emoción en los seres humanos.
(Bibliografía: Kolb. Whishaw, (2003), Neuropsicología Humana, 5º Edición, Editorial Médica Panamericana.
LA NEUROCIENCIA DE LA EMOCIÓN
La emoción no se asienta en una sola región cerebral, sino en la conjunción de distintas regiones cerebrales. No existe ningún centro concreto que regule el funcionamiento de la emoción, como tampoco lo hay para las distintas acciones que realizamos.
Los lóbulos frontales que son los centros ejecutivos del cerebro, desempeñan un papel fundamental en la regulación de las emociones.
La amígdala está formada por un par de estructuras del tamaño de una nuez de cerca de 1,5 cm cúbicos, ubicadas a ambos lados del cerebro, en el sistema límbico, en el medio del cerebro. Es fundamental para cierto tipo de emociones negativas como el miedo, por ejemplo.
-Emociones fuera de lugar: El hipocampo es una estructura elongada ubicada justo detrás de la amígdala y está muy ligada a la memoria. Desempeña un papel fundamental en la emoción porque resulta esencial para valorar el contexto en el que se producen los acontecimientos. Afecciones tales como la depresión y el trastorno de estrés postraumático, van acompañadas de una disfunción del hipocampo. En ambos se ha observado una disminución objetiva del tamaño del hipocampo. Cuando la depresión es tratada con antidepresivos, el hipocampo no se atrofia del mismo modo que cuando permanece sin tratar. El hipocampo es una estructura muy plástica y que sus funciones, al igual que ocurre con otras estructuras cerebrales pueden verse parcialmente asumidas por regiones cerebrales distintas (neuroplasticidad).
No es la única función que cumple el hipocampo y es una estructura absolutamente necesaria. Uno de los problemas de los trastornos emocionales consiste en la expresión de la emoción en un contexto inapropiado.
Y algo parecido sucede también en los casos del miedo y de la focia, su extremo patológico. Porque si bien resulta adecuado experimentar miedo ante una amenaza a nuestra supervivencia física, no lo es la respuesta de la persona fóbica que experimenta miedo en contextos en los que no existe ninguna amenaza real y mucho menos, una amenaza a la supervivencia física, en cuyo caso también existe una hipótesis que implica una posible disfunción del hipocampo.
El gran tamaño relativo que ocupa el lóbulo frontal del ser humano con respecto a la totalidad de su cerebro debe estar relacionado con cualidades distintivamente humanas. Los lóbulos frontales desempeñan el papel fundamental en la regulación de las emociones (uno de los rasgos propiamente humanos) y que su disfunción parece estar ligada a las emociones destructivas. Los animales poseen sistema de regulación de emociones pero no es tan sofisticado como el de los seres humanos.
Uno de los descubrimientos más interesantes realizados por la moderna neurociencia en los últimos cinco años ha sido que la experiencia influye en las regiones cerebrales que hemos descrito (los lóbulos frontales, amígdala e hipocampo), regiones que se ven afectadas por el entorno emocional y que también pueden verse afectadas por la experiencia repetida.
Si uno crece en un entorno favorable se producen cambios objetivos demostrables a nivel genético.
El lóbulo frontal se divide en varias regiones diferentes, de entre las cuales la conocida con el nombre de corteza ventromedial resulta fundamental para la emoción. Los pacientes que presentan lesiones en esta región cerebral evidencian una conducta emocional desordenada e irregular como ataques, por ejemplo.
La parte anterior del lóbulo frontal desempeña un papel muy importante en ciertos tipos de cognición y especialmente en la planificación. En la medida en que determinados aspectos de la emoción el encuentro con una persona amada a la que llevamos mucho tiempo sin ver, esa parte del cerebro permanece activa durante la representación mental imaginaria de ese objetivo.. Hablando en términos más generales podríamos decir que la motivación depende parcialmente de esa región del lóbulo frontal, que mantiene en nuestra mente los sentimientos que tendremos cuando se cumplan nuestros objetivos.
La amígdala desempeña un papel fundamental en los circuitos activadores de la emoción mientras que la corteza prefrontal, se ocupa de la regulación.
En circunstancias normales, las regiones cerebrales que activan una emoción y las que la regulan, se ponen simultáneamente en marcha, de modo que cuando se desencadena una emoción, también se disparan los mecanismos implicados en su regulación. Esto nos proporciona una clave para ayudarnos a entender el funcionamiento de las emociones destructivas, ya que nos permite examinar las áreas del cerebro implicadas en la regulación de la emoción que pueden estar funcionando mal.
Los lóbulos frontales son fundamentales para ambas dimensiones de la inteligencia: cognitiva y emocional.
Los lóbulos frontales, la amígdala y el hipocampo están muy relacionados con el resto del cuerpo, y muy en particular con el sistema inmunológico, el sistema endócrino y el sistema nervioso autónomo (que regula la tasa cardíaca, la presión sanguínea, etc.). De ahí la relación mente cuerpo y el efecto de las emociones tanto sobre la salud mental y física.
-El cerebro dividido: el cerebro de todas las especies está dividido en dos mitades y cada una de ellas desempeña un papel diferente en la emoción.
El lóbulo frontal izquierdo cumple con una función decisiva en las emociones positivas, mientras que el lóbulo derecho está más ligado a ciertas emociones negativas.
La investigación ha demostrado que la presentación de imágenes negativas destinadas a evocar emociones tales como el miedo va acompañada de una activación de la corteza frontal derecha y refleja un aumento del metabolismo de esta región. La presencia, por el contrario, de imágenes positivas va acompañada de una pauta de activación muy distinta en la región orbital, en la parte superior del lóbulo frontal y en algunas regiones motoras del lóbulo izquierdo. A diferencia de lo que sucede con las emociones negativas, todas las áreas activadas por las imágenes positivas se encuentran en el lado izquierdo y que esas pautas se mantienen en el caso de los diestros y en la mayor parte aunque no en todos los zurdos.
Se ha llevado a cabo este experimento con los mismos sujetos en tres ocasiones a la misma hora del día durante un par de meses, y con independencia del hambre y del cansancio, en todos los casos advertimos las mismas pautas de activación. Ello lleva a concluir que se trata de un rasgo estable que no se ve modificado con el paso del tiempo.
Amígdala y el miedo: La región de la amígdala sólo se activa cuando la imagen en cuestión es la de una persona asustada, mientras que cuando se muestra un rostro feliz, la amígdala permanece desactivada. Contemplar el rostro de una persona asustada produce su activación. La amígdala no sólo es importante para la detección de las señales del miedo, sino también para su generación.
La enfermedad Urbach-Weithe provoca ciertos depósitos minerales anormales que decoloran la piel y que en ciertos casos afecta exclusivamente a la amígdala y provoca su muerte celular. Las personas que tienen esta enfermedad no experimentan sensación de miedo y no tiene que ver con ser valiente o no. Simplemente no reconocen esta emoción.
Hay una gran diferencia interpersonal en el modo en que respondemos a los acontecimientos y creemos que esa es la clave para comprender porqué algunas personas son más propensas a las emociones destructivas, mientras que otras, se muestran menos vulnerable al respecto.
Función de recuperación: es el tiempo que transcurre antes de que la persona que acaba de experimentar una emoción recupere la condición de partida (corresponde al Período refractario de Ekman). Algunas personas tienen recuperación más lenta que otras, las cuales vuelven prontamente a la condición de partida.
Quienes retornan más rápidamente al estado original después de haberse visto expuestos a imágenes amenazadoras son los que presentan una activación menos intensa y duradera de la amígdala y una mayor activación en la corteza pre frontal izquierda (área ligada a las emociones positivas). También parece que esas personas en su vida cotidiana tienen mayor cantidad de sentimientos de energía, optimismo y entusiasmo. Esas diferencias han sido constatadas aún en bebés de diez meses. Estos rasgos no son estables en la primera infancia, de manera que un impacto negativo a pesar de haber estado sometido por mucho tiempo, puede que más adelante no se manifieste. No pasa lo mismo conforme crecemos, no obstante se concluye que en la primera infancia nuestro cerebro se halla más expuesto al impacto del entorno.
Tres puntos a tener en cuenta:
-1) Aquellos que se recuperan más rápidamente de las emociones negativas son más capaces de entrenar el autocontrol voluntario.
- 2) Los mismos presentan una tasa más baja en sangre de cortisol, hormona relacionada al estrés. Por el contrario personas con depresión profunda sufren destrucción de las células del hipocampo por la liberación continua y prolongada de cortisol.
- 3) Poseen mayor inmunidad, mayor salud física, por mayor activación de las células asesinas Linfocitos T, los cuales son una defensa primordial usada por el sistema inmunológico contra todo aquellos que pueda enfermar a nuestro organismo.
-ESTADOS DESTRUCTIVOS - LOS TRES VENENOS - (según filosofía budista)
-IRA - Varios tipos: a) dirigida hacia el interior - b)dirigida hacia el exterior (ataques de rabia) - c) ligada a algunas modalidades de la tristeza - d) ligada al impulso constructivo.
Las diferencias se basan en el análisis de respuestas dadas por sujetos experimentales a diferentes cuestionarios, de datos conductuales y de evidencias fisiológicas.
Cuando una persona está enfadada y no expresa su lóbulo frontal derecho presenta una pauta de activación que también está asociada a otros tipos de emociones negativas. Además presenta activación de la amígdala. En el caso de los niños que lloran de frustración, la ira suele presentarse asociada a la tristeza está ligada a una pauta de activación del lóbulo frontal derecho.
También existe un tipo de ira llamada “conducta de aproximación”, en la que la persona intenta constructivamente eliminar un obstáculo.
La ira constructiva está asociada al intento de superación de un obstáculo. Se llama ira porque va asociada a la frustración y ésta pertenece a la familia de la ira.
Desde la perspectiva budista la sensación de desilusión y aspiración a la liberación, “espíritu de emergencia”, requiere de una cierta sensación de intolerancia o de malestar por el hecho de hallarse a merced de las aflicciones. En tal caso, uno ya no puede seguir soportando el sufrimiento, sino que está desilusionado e incluso disgustado con esa situación. Y eso es algo sano y constructivo.
-Ira Patológica: Las personas propensas a la rabia patológica son incapaces de anticipar las consecuencias negativas de la expresión extrema de la ira, una incapacidad en la que está implicado el lóbulo frontal y la amígdala. Un estudio reciente demuestra la existencia de una atrofia o de una grave contracción en la amígdala de quienes presentan un historial de agresividad severa. La idea es que la amígdala es necesaria para anticipar las consecuencias negativas de nuestras acciones, algo imposible para las personas propensas a incurrir en episodios de furia patológica.
-DESEO: la dopamina está presente en todas las formas investigadas de deseo. Estudios en personas con adicción a las drogas o al juego, demuestran que pareciera haber una disfunción del sistema dopamínico. El deseo provoca cambios moleculares en el sistema dopamínico que alteran profundamente su funcionamiento.
La dopamina desempeña un papel fundamental en la recompensa y en los sentimientos positivos que la acompañan, aunque la adicción no depende exclusivamente de factores biológicos, sino también de hábitos aprendidos.
El deseo puede hallarse muy condicionado, de modo, que el aprendizaje puede acabar convirtiendo estímulos u objetos anteriormente neutros en algo muy significativo. Si una adicto a las drogas suele tomarlas en una determinada habitación o acompañado de una determinada situación, basta con la mera presencia de ese entorno para acabar provocando modificaciones cerebrales semejantes a la misma droga.
El deseo activa una región cerebral llamada núcleo accumbens, muy rica en dopamina y parece hallarse implicada en todas las formas de deseo y adicción.
Hay diferencias entre los circuitos cerebrales asociados al placer de los asociados al deseo. A menudo, ambos funcionan simultáneamente, de modo que queremos las cosas que nos gustan, pero la adicción parece fortalecer los circuitos asociados al deseo y debilitar al mismo tiempo los asociados al placer. Y el hecho de que nuestra sensación de placer disminuya al tiempo que aumenta la del deseo, implica necesariamente que cada vez disfrutemos menos y deseemos más. Por ello seguimos deseando, pero cada vez necesitamos más para obtener el mismo grado de disfrute.
-LA ILUSIÓN: la distorsión de nuestra percepción del mundo provocada por las emociones aflictivas.
Se trata de una distorsión emocional de la percepción y de la cognición. Supone una interferencia de los circuitos emocionales en los neuronales, responsable de la percepción o de la aprehensión del mundo y también en los circuitos implicados en el pensamiento. Provoca un claro sesgo perceptual.
Las personas habitualmente ansiosas y desconfiadas, focalizan su atención en los datos relacionados como amenaza. quienes padecen fobia social temen las situaciones que implican una interacción social, como estar con los demás, sentirse juzgados por ellos, hablar en público, y cuestiones similares. Cuando se les muestra un rostro neutro que no exhibe ninguna emoción concreta, su amígdala evidencia una activación que, en el caso de las personas normales, sólo se presenta en respuestas a la visión de un rostro amenazador.
-NUESTRO POTENCIAL PARA EL CAMBIO.
-MEDITACIÓN: los tibetanos la denominan “familiarización”, que literalmente significa un nuevo modo de afrontar la emergencia de los pensamientos. Cuando aparece un pensamiento de ira, deseo o celos, no estamos preparados para afrontarlo, acaba desencadenando la aparición de un segundo y tercer pensamiento que oscurecen todo nuestro paisaje mental.
El budismo invita a cultivar una actitud a la que denomina “contemplar el origen del pensamiento”, que consiste en observar la aparición del pensamiento y remontarnos hasta su fuente. Propone observar atentamente la naturaleza de los pensamientos, actitud que acaba disgregando su aparente solidez e interrumpe su encadenamiento automático. No significa evitar la aparición de los pensamientos, sino impedir que terminan invadiendo nuestra mente. Se necesita entrenar esta habilidad, sucediendo varios fallos en su intento, pero que a la larga termina por ser adoptada.
-EL PODER DE LA RAZÓN: el razonamiento activa la corteza frontal e inhibe la activación de la amígdala. Desde la perspectiva de la neurociencia, la razón obstaculiza la emergencia de este tipo concreto de emociones destructivas. No se niega que la razón pueda fortalecer algunas emociones destructivas porque es muy probable, pero sí está demostrado que la razón inhibe la activación de las emociones destructivas que aparecen espontáneamente.
En las emociones aflictivas, estas dirigen el curso del pensamiento, o lo que es lo mismo, los pensamientos son consecuencia de la emoción.
Al apelar a la razón consciente y voluntariamente, es decir, uso intencional de la razón, existe la posibilidad de distanciamiento objetivo de la emoción, lo cual permite su regulación y superación.
Hay que señalar que estando bajo la influencia de una emoción aflictiva también podemos activar los lóbulos frontales para planear todo tipo de maldades. Lo que se trata de introducir es el uso funcional de la razón para el control de las emociones negativas y que estas no provoquen daño mayor a sí mismo o a los demás.
Apelando a los antídotos que contrarresten las emociones destructivas, desde la perspectiva budista, señala la práctica de la meditación de la compasión, para purificar la negatividad y la exaltación de las virtudes, de las cualidades positivas. El proceso de familiarización meditativa consiste en dirigir deliberadamente cada pensamiento consciente hacia el cultivo de la compasión hasta que ésta termina impregnando toda actividad (Ejemplo: al levantarse pensar “pueda liberar del sufrimiento a todos los seres”; al abrocharse el cinturón: “pueda ceñirse el cinturón de la atención plena”; al bajar las escaleras “pueda descender al sufrimiento y liberar de él a todos los seres”; al abrir una puerta: “pueda abrirse la puerta de la liberación a todos los seres sensibles”; al cerrarla: “pueda cerrar la puerta del sufrimiento a todos los seres sensibles”, etc.).
-EDUCAR EN LA COMPASIÓN - EDUCACIÓN DEL CORAZÓN: (ponerse en el lugar de los demás, consiste en asumir el papel de la persona que sufre y tratar de entender las cosas desde su perspectiva).
Educando a los adultos y especialmente aquellos que han delinquido, el primer paso del tratamiento de criminales que cumplen condena por haber cometido abusos infantiles, consiste en hacerles revivir su crimen desde el punto de vista de los niños, porque fue precisamente su falta de empatía la que los llevó a delinquir, algo que se asemeja a la práctica meditativa de asumir la perspectiva de los demás.
En el sistema educativo debería introducirse algo similar. Los niños pequeños creen que los problemas son ajenos a ellos, por este motivo convendría utilizar el ámbito escolar para que los niños se den cuenta del modo en que nuestras emociones contribuyen a generar los problemas que asedian a la sociedad.
El sistema educativo en la actualidad, solo se limita a transmitir la información necesaria para que el alumno pueda conseguir un trabajo y lo desempeñe adecuadamente.
Se necesita desarrollar nuestras habilidades emocionales, para lo cual Paul Ekman propone:
-Desarrollar la sensibilidad hacia los signos sutiles de las emociones en cuanto a lenguaje verbal, gestual y conductual
-Prestar atención a las emociones internas que acompañan a las emociones, para aumentar la conciencia de la aparición de una emoción. Implica una especie de autoconciencia.
-En caso de existir un conflicto entre dos personas se los entrevista, graba y visiona la cinta por separado, pidiéndoles que expliquen los sentimientos inexpresados, es decir, las reacciones internas que tenían cuando perdieron el control. Luego ambos retoman la conversación en el punto que la habían interrumpido. (Programa Interpersonal Process Recall, desarrollado por Norman Kagan, utilizado en terapia de parejas).
La neuroanatomía de la compasión
Es en el gyrus frontal intermedio izquierdo, un área del cerebro que la investigación previa realizada por Davidson había determinado como uno de los asientos de las emociones positivas. En una investigación llevada a cabo con unas doscientas personas, el laboratorio de Davidson había descubierto que la presencia de un elevado grado de activación cerebral en esa región concreta del córtex prefrontal va acompañada simultáneamente de signos evidentes de sentimientos como la felicidad, el entusiasmo, la alegría, la energía y la alerta.
La investigación realizada por Davidson también puso de relieve que la presencia de un elevado nivel de actividad en la misma región correspondiente al otro lado del cerebro –es decir, en el área prefrontal derecha está directamente relacionada con la presencia de emociones perturbadoras. Así pues, quienes presentan un elevado nivel de actividad en la región prefrontal derecha y un bajo nivel de actividad en la izquierda son más propensos a
experimentar sentimientos como la tristeza, la ansiedad y la preocupación. De hecho, la mayor activación de la región prefrontal derecha constituye un buen predictor de la predisposición a sucumbir a una depresión clínica o a un trastorno de ansiedad en algún momento de la vida. Por otra parte, quienes se hallan sumidos en la depresión y quienes experimentan una intensa ansiedad también suelen presentar un mayor nivel de activación en la región prefrontal derecha del cerebro.
Esa proporción constituye una especie de línea basal emocional en torno a la cual gravita nuestro estado de ánimo.
Todos nosotros poseemos una cierta capacidad –más o menos limitada– para transformar nuestro estado de ánimo y modificar así esa ratio. Así pues, cuanto más hacia la izquierda se incline, más positiva será nuestra predisposición anímica, y, al contrario, las experiencias que elevan nuestro estado de ánimo también inclinan, al menos provisionalmente, la balanza en la misma dirección. En este sentido, por ejemplo, hay que decir que en la mayoría, parte de las personas evidencian pequeños cambios positivos en esta ratio cuando se les pide que evoquen acontecimientos agradables de su pasado, o cuando contemplan fragmentos de película divertidos o reconfortantes, o el mismo acto de preocuparse por el bienestar de los demás hubiera aumentado su propio bienestar interno. Este descubrimiento
parece corroborar científicamente la frecuente afirmación del Dalai Lama de que quien cultiva la compasión hacia todos los seres es el primero en beneficiarse de ella. (Hay que decir que, según afirman los textos clásicos del budismo, entre los muchos beneficios derivados del cultivo de la compasión se cuentan los de ser amados por las personas y los demás seres vivos, serenar la mente, dormir y despertar sin problemas y experimentar sueños agradables.
(Bibliografía: Daniel Goleman, (2001), Emociones Destructivas. Cómo Entenderlas y Superarlas. Diálogos entre el Dalai Lama y diversos Científicos, Psicólogos y Filósofos, Editorial Kairos.)
EDUCACIÓN EMOCIONAL EN EL MUNDO DE LA EMPRESA.
Educación emocional en el mundo de la empresa.
Hay una estrecha relación entre la inteligencia emocional y la productividad de los trabajadores y la eficacia de los líderes. La diferencia entre vendedores estrella y otros más mediocres, no radica en la habilidad sino en cómo gestionan sus emociones, especialmente las destructivas, o en la sensibilidad hacia los demás, en el modo en que se relacionan entre ellos, etc. Esa es la variable más importante.
Lo mismo podría decirse sobre los líderes. ¿Cuál creen que es la variable que explica las diferencias de rentabilidad que existen entre las distintas secciones de una empresa? Depende del modo en que el líder gestiona sus emociones y sus relaciones. Quienes no saben gestionar adecuadamente su ira y explotan con facilidad despiertan la ansiedad de las personas que lo rodean, lo cual termina influyendo en los resultados comerciales de las empresas que dirigen.
Hay estudios que evidencian claramente el efecto del estilo emocional del líder en el clima emocional de sus subordinados. Si ese clima es positivo, los beneficios son mayores porque los empleados dan lo mejor de sí. Si por el contrario, a los trabajadores les desagrada su jefe, o se sienten a disgusto en su puesto de trabajo, se limitan a cumplir estrictamente con su función sin necesidad de alcanzar el desempeño óptimo, lo que termina siendo perjudicial para las empresas.
Los Líderes cuyos estilos son más positivos resultan más inspiradores, porque saben articular los valores compartidos para que sus empleados encuentren significativo su trabajo. Este tipo de líderes sabe crear un clima emocional positivo en sus empresas, lo que necesariamente influye en la cuenta de los beneficios.
Del mismo modo los líderes que saben establecer relaciones más armoniosas entre sus empleados y que dedican más tiempo a conocerlos, también obtienen mejores resultados. Y lo mismo podríamos decir de los líderes que preguntan a sus empleados ¿Qué espera usted de su vida y su carrera? ¿Cómo podría ayudarle a desarrollar sus expectativas?. Por último los líderes que cooperan con sus empleados y aquellos que toman sus decisiones después de escuchar a todo el mundo tienen también un impacto más positivo.
El líder autoritario, el que dice, “Eso es así porque lo digo yo” tiene un efecto muy negativo en el clima de la empresa. Tal vez, resulte eficaz en ocasiones muy puntuales cuando la empresa enfrenta una situación muy urgente, o cuando los subordinados deben atenerse a directrices muy claras. Pero si esa es la única forma de dirigir de que dispone el líder, su efecto será inequívocamente nocivo.
SALIR DEL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO.
Los mecanismos para salir del dolor y el sufrimiento que suelen implementar las personas son la evitación o la negación.
"Si no lo veo o no lo hablo no sucede" "No quiero sufrir, por tanto no quiero verlo ni hablar de ello".
No se puede borrar ni negar el pasado, forma parte de nuestra historia de vida.
Sí se puede salir del sufrimiento que ese pasado o experiencias traumáticas ´produjeron.
A veces el sufrimiento es tan profundo que tiñe todo el presente, el cual es mirado e interpretado a través de los lentes del dolor.
A semejanza de las aguas movedizas, en las que para permanecer en ellas es necesario aumentar la superficie de contacto, mirar el pasado permite no sólo contactar con lo sucedido sino comprender, aceptar, aprender, para de esa manera poder salir del sufrimiento que éste provoca.
Especialmente salir del sufrimiento, dado que el dolor es inevitable, es un sentimiento natural, forma parte de nuestra emocionalidad.
Cuando este se hace extensivo a todos los ámbitos de la vida y detiene la capacidad de adaptación y crecimiento personal se torna en sufrimiento, o lo que es lo mismo, la cronificación del dolor.
Aceptación activa, refiere a "tomar conciencia de", de manera que aleja al concepto de la resignación, término con el que se suele equiparar a menudo.
Tal disposición abre la posibilidad de aprendizaje a partir de las experiencias, e instala la percepción de "A pesar de (dolor/sufrimiento) puedo, me acepto y amo".
La diferencia entre "No quiero sufrir más" y "Quiero dejar de sufrir", es la "disposición a", implica un cambio de percepción y acción.
Quiero dejar de sufrir
Puedo dejar de sufrir
Merezco dejar de sufrir
Significa brindarse la oportunidad de vibrar en otra dimensión.
Otorgarse un respiro, a través de la indulgencia y compasión hacia uno mismo.
Las heridas emocionales no sanan de cualquier manera, y cuando no se puede lidiar con ellas es necesario habilitar algún tratamiento psicológico específico.