AMAR DEMASIADO.
¿Acaso se puede medir el amor?¿Amar más, es sinónimo de mejor? ¿Sacrificar necesidades y deseos propios en pos del amor es amar? Definitivamente no.
Posiblemente eso que llamamos amor se haya convertido en una obsesión o adicción al amor, por el amor mismo, retirando el afecto y consideración de nosotros mismos, para vivir una vida ajena que nos ocasiona sufrimiento.
Los imaginarios y creencias sociales, la educación recibida, experiencias de vida, primeros vínculos con nuestros padres, situaciones dolorosas, carencias afectivas, ausencia de referentes, falta de límites, modo en que hablamos y somos hablados, van determinando nuestra posición con respecto a relaciones y formas de considerar el amor.
-Amor NO es sufrimiento físico ni emocional por un otro.
-Amor NO es idealizar, ni justificar o soportar cualquier cosa en pos de una relación.
-Amor NO es sobreproteger, ni constituirse en "salvadores".
-Amor NO es obsesión por el cuidado del otro; tampoco búsqueda constante de reconocimiento o demostración de cariño del otro.
-Amor NO es dependencia, ni simbiosis con el otro.
-Amor NO es pretender cambiar ni controlar al otro.
-Amar NO es sacrificar propios deseos ni necesidades por un otro.
Este tipo de conductas, probablemente encubren sentimientos de inseguridad, miedo al abandono, imposibilidad de identificar y cuestionar sentimientos propios, necesidad de sentirse necesitado o útil.
Se sostienen estableciendo vínculos con personas con problemas, de manera que se establece una dinámica en torno al sufrimiento y dolor emocional, porque la persona que tranquiliza con su cercanía es a la vez la que refuerza la insatisfacción.
A menudo se tiene la falsa creencia que "el amor lo cura todo", o se extiende la "química sexual" a toda la relación enmascarando así el sufrimiento.
Si a la hora de hacer un balance de momentos vividos en una relación predomina el sufrimiento, es tiempo de plantearse que algo no va bien, y que surge la necesidad de poner distancia, aceptar los propios miedos, cambiar el modo de comunicación y priorizarse.
DEPENDENCIA EMOCIONAL
Claves para Evitar la Dependencia Emocional.
La psicóloga Silvia Congost se especializó en autoestima y dependencia emocional gracias a la relación tóxica que vivió en primera persona: “No lograba salir de aquella espiral tan destructiva. Me di cuenta de que ni mis estudios, ni mi experiencia podían ayudarme a salir de allí. Lo que viví me enseñó mi verdadero propósito en la vida: ayudar a todas las personas que necesiten recuperar su autoestima, dejar de sufrir en relaciones tóxicas, y conseguir independencia emocional”.
Congost sostiene que una relación dependiente y tóxica es cualquier relación en la que no nos sintamos libres de ser nosotros mismos, cuando nuestra autorrealización personal se ve obstaculizada: “La dependencia emocional es la incapacidad de cortar una relación en aquellos casos en los que deberíamos de cortarla”. Y añade: “Lo que no debemos hacer con las personas tóxicas es intentar cambiarlas”.
Ningún vínculo debe ser vivenciado como un sacrificio, sino como espacio de crecimiento mutuo.
ANUPTAFOBIA O MIEDO A LA SOLTERÍA
Amor y Sexo en la Era Digital - DW Documentales
El mercado de los solteros es grande y el negocio en línea que los convoca está en auge. La digitalización hace que la búsqueda de la persona "correcta" parezca fácil: unos cuantos clics y uno ya está en la zona de citas.
En Alemania, Austria y Suiza, 20,4 millones de personas no tienen pareja. Hoy millones usan plataformas de citas, sobre todo aplicaciones. "No preveíamos ni remotamente que íbamos a generar una revolución. Lo único que hacemos es conectar a la gente directamente. Hoy nadie necesita estar en un lugar específico para conocer a otra persona", afirma Whitney Wolfe, jefa actual de la aplicación de citas Bumble sobre el éxito de Tinder, la más exitosa internacionalmente. La selección intuitiva por foto en el smartphone y el acceso al otro o la otra en caso de interés mutuo (el famoso "match") hoy es un concepto popular para la búsqueda de pareja.
Por el contrario, en los grandes sitios de citas en línea, las pruebas para completar y los algoritmos deciden, aparentemente, quién encaja con quién. Es un procedimiento complejo y misterioso. El psicólogo Hugo Schmale, de 87 años de edad, desarrolló la famosa "fórmula de Parship". Sin embargo, él no cree en un vínculo para toda la vida: "Los muchachos y las muchachas del mañana llegarán a los 90 años de edad. Si se conocen a los 15, es raro pensar que mantendrán la misma relación desde los 15 hasta los 90 años. Es normal que uno cambie y hay que tener la posibilidad de separarse". Para Moira Weigel, las citas tienen mucho en común con el trabajo. Según la historiadora, es así no solo desde la era digital. La presentación de uno mismo y el perfeccionamiento individual no son un fenómeno exclusivo de la era de los teléfonos inteligentes. En cambio, la socióloga Eva Illouz advierte de que el capitalismo ha acaparado el amor.
El documental sumerge al público en el mundo de las citas en línea y trata de averiguar qué cambia el cortejo digital.