El pensamiento matemático hace referencia a todas las prácticas que se realizan en una cultura relacionada con las matemáticas, como las actividades de contar, medir, representar, inferir y modelar; que realiza una comunidad y por tanto hacen parte de las representaciones culturales de la misma. Estas prácticas son entonces prácticas sociales, por lo tanto, el pensamiento matemático no se refiere exclusivamente a “las matemáticas como saber disciplinario” sino que incluye las prácticas sociales con matemáticas (Chevallard, 1997). Vista desde este constructo se destaca la importancia de que los futuros docentes desarrollen conocimientos y destrezas para analizar y proponer prácticas matemáticas idóneas, favoreciendo en las y los estudiantes de primaria un pensamiento matemático.
En este curso, el estudiante normalista estudia el álgebra temprana como un medio para favorecer el pensamiento algebraico desde los primeros grados de la educación primaria, al reconocer este pensamiento como una forma de pensar y operar con objetos, relaciones y estructuras matemáticas que lleve a una comprensión y significado de las matemáticas. De tal forma que, se propone que se desarrolle el álgebra temprana a través de situaciones problemas contextuales, en las que pueden intervenir la intuición, supuestos acompañados de un razonamiento y argumentaciones, que los lleve a comprender las estructuras matemáticas y propiedades, la identificación de patrones, la representación de relaciones, que favorezca en los alumnos un mayor nivel de análisis para realizar generalizaciones.
El objetivo de introducir el álgebra temprana es con el fin de promover un aprendizaje en el que se reconozca de manera consciente las estructuras que subyacen en las operaciones, trabajar con secuencias numéricas y geométricas para el reconocimiento de patrones y de relaciones funcionales. Butto y Rojano (2010) consideran que una característica esencial consiste en trabajar los contenidos del programa escolar desde la comprensión de las relaciones funcionales, la generalización de patrones y de relaciones numéricas.
Se conduce de manera ética desde un enfoque de derechos humanos y derechos de la infancia, ante la diversidad de situaciones que se presentan en su desarrollo profesional y en la práctica profesional.
Garantiza, a través de su práctica docente, el derecho a la educación de las niñas, los niños; en particular, asume y fomenta el carácter humanista, nacional, democrático, gratuito, y laico de la educación pública.
Analizo críticamente el plan y programas de estudio vigente para comprender sus fundamentos, la forma en que se articulan y mantienen tanto congruencia interna como con otros grados y niveles de la educación básica.
Comprende cómo los principios normativos y organizativos de la Educación Básica se reflejan en el Plan y programas de estudio vigentes.
Se actualiza en torno a las teorías del desarrollo infantil y las teorías pedagógicas para comprender los fundamentos, enfoques, metodologías y aquellas concepciones que se ofrecen en el Plan y programas de modelo educativo vigente.
Identifica los principios, concepto disciplinarios, contenidos, enfoques pedagógicos y didácticos a nivel Primaria para comprender sus articulación con los distintos campos, áreas, ámbitos y niveles o grados, de la educación básica, con el propósito de atender a las barreras para el aprendizaje que enfrentan los niños y niñas.
Identifican las oportunidades que ofrecen los planes y programas de estudio para optimizar el uso de los recursos educativos como son los libros de texto, la bibliotecas, los espacios escolares y los medios de comunicación.
Diseña y desarrolla planeaciones didácticas situadas desde una interculturalidad crítica, considerando el plan y los programas de estudio vigentes para la educación primaria.
Planean su trabajo docente para distintos escenarios de aprendizaje (presencial, virtual e híbrido) desde un enfoque intercultural e inclusivo dirigido a grupos de escuela de organización completa o multigrado, en contextos urbanos, semiurbanos, rurales.
Desarrolla una cultura digital para generar procesos de aprendizaje significativo, colaborativo e incluyente en diferentes escenarios y contextos.
Utiliza de manera crítica los recursos y herramientas de las culturas digitales en sus procesos de actualización, investigación y participación de redes de colaboración.