Rosario Castellanos - Retrato de antepasado

Lo dejaron aquí, más que por reverencia

por olvido. Ninguno

levanta la mirada a este rincón del cuarto.


Preside cierto orden de objetos, cierta rutina

inminente y le otorga

la edad que necesita.


Ha presenciado alegres ceremonias

y ha visto cómo deudos diligentes

colocan en su marco orlas de luto.


Y ni se regocija ni consuela.


Distante, amarillento, anónimo, sus manos

empuñan todavía un bastón de caoba

¡aunque hace tanto tiempo se perdieron sus huesos!