Rosario Castellanos
Monólogo en la celda

Se olvidaron de mí, me dejaron aparte.

Y yo no sé quien soy

porque ninguno ha dicho mi nombre; porque nadie

me ha dado ser, mirándome.


Dentro de mí se pudre un acto, el único

que no conozco y no puedo cumplir

porque no basta a ello un par de manos.


(El otro es el espacio en que se siembra

o el aire en que se crece

o la piedra que hay que despedazar.)


Pero solo… Y el cuerpo

que quisiera nacer en el abrazo,

que precisa medir su tamaño en la lucha

y desatar sus nudos

en un hijo, en la muerte compartida.


Pero solo… Golpeo una pared,

me estrello ante una puerta que no cede,

me escondo en el rincón

donde teje sus redes la locura.


¿Quién me ha enredado aquí? ¿Dónde se fueron todos?

¿Por qué no viene alguno a rescatarme?


Hace frío. Tengo hambre. Y ya casi no veo

de oscuridad y lágrimas.