Anna Ajmátova
Todos somos aquí borrachos y pecadoras…
Todos somos aquí borrachos y pecadoras.
¡Nada en nuestra compañía es alegre!
En las paredes, plantas y aves,
entre nubes languidecen.
Tú fumas en una pipa negra.
¡Qué raro es el humo sobre ella!
Yo llevo una falda ceñida
para parecer aún más esbelta.
Cegadas para siempre las ventanas:
¿qué habrá allí: escarcha o tormenta?
A los ojos de un gato prudente
tus ojos aquí se asemejan.
¡Cuánto sufre mi corazón!
¿Acaso aguardo la hora de la muerte?
Y esa que ahora baila
irá al infierno evidentemente.