Anna Ajmátova

Ahora ya nadie querrá escuchar canciones

Ahora ya nadie querrá escuchar canciones.

Los amargos días profetizados llegan desde la colina.

Te lo digo, canción, el mundo ya no tiene maravillas;

no destroces mi corazón, aprende a estarte quieta.


No hace mucho, libre como cualquier golondrina,

luchabas; felizmente contra las mañanas, desafiando sus peligros.

Ahora vagarás como un mendigo hambriento,

llamando desesperada a la puerta de los extraños.