Uno de los clichés típicos de los shōnen pone al protagonista en una supuesta situación imposible y/o dramática: un enemigo demasiado poderoso o un obstáculo insalvable. En mano del Meijin queda permitir que los personajes obtengan «power-ups» en mitad de una sesión, subiendo así de Nivel de repente.
Queda claro que la muerte de un mentor querido a manos de un rival inmisericorde o escalar una torre de cien pisos con las manos son momentos extremos ideales para que un héroe de Kobushi se luzca y suba de Nivel.
En Kobushi los personajes pueden pertenecer a distintos Niveles de poder, que representan a aquellos protagonistas que son especialmente poderosos y llegan a desarrollar habilidades divinas.
Los humanos ordinarios no pueden superar el Nivel 5 mientras que otros seres de origen místico, alienígena o extraño, son los elegidos que pueden alcanzar el Nivel 10.
Para aquellos familiarizados con la ficción de Akira Toriyama, el desarrollo de Kobushi por niveles equivale a las tramas de esta maravillosa serie, desde la infancia de Son Goku hasta el final de Super.