El Bestiario de Kobushi permite crear al vuelo cualquier oponente que necesite la trama del Meijin. Sin embargo, en este Capítulo pretendemos dar unas pautas para crear villanos interesantes y memorables, basándonos en protagonistas y antagonistas de los animes y mangas más típicos.
Este punto no pretende dar una clase en psicología ni grabar en piedra los pasos para dar vida a un buen antagonista. Estas listas son una ayuda para establecer los rasgos de personalidad del villano.
Todo enemigo tiene que tener una razón de ser para oponerse a los deseos de los personajes jugadores. Desde el típico rival de la infancia hasta el maquiavélico conspirador en las sombras, un antagonista que posea un trasfondo que justifique sus actos se convierte en alguien memorable, alguien a quien odiar. Lanza 2d6, uno por cada columna.
Ansia
Motivación
Una de las cosas más importantes para un buen villano es conocer hasta qué punto es capaz de llegar con tal de cumplir con sus planes. Si tiene poca perseverancia, abandonará sus planes en cuanto vislumbre un mínimo atisbo de dificultad; mientras que si es muy perseverante, pondrá en peligro su integridad si así es capaz de conseguir lo que quiere.
¿Qué capacidades tiene el antagonista para plantar cara a los personajes? Si es simplemente un matón de barrio no tendrá muchas posibilidades ante un equipo bien preparado, pero si es el líder de una banda de yakuzas, la cosa puede ser muy distinta.
Aunque también sirve crear al villano como si fuese un personaje jugador más, estas mecánicas permitirán calcular sus puntuaciones de forma algo distinta y más focalizada que si fuese un enemigo del Bestiario más.
Elige el valor más alto entre los personajes jugadores y lanza 2d2 de distinto color; el primer valor indica la variación de Nivel (1 o 2) y el segundo indica si se suma (par) o se resta (impar).
Tienes cuatro roles: Agresor, Defensor, Apoyo o Estratega. Lanza 1d4 (o elige Equilibrado) y asigna su rol según el resultado.
Mediante estas tablas puedes darle ciertas habilidades especiales al villano, similares a los Poderes que se usan con el Ki, que complementan sus destrezas en combate. Son ideas, simplemente, y si no encaja ninguna en el concepto que tienes del antagonista, siéntete libre de crear la tuya propias.