Técnica y procedimiento de la acuarela
Para trabajar con la técnica de la acuarela debemos aplicar adecuadamente la técnica.
Para empezar a trabajar con esta técnica es mejor tener muy en cuenta los siguientes principios básicos:
En la acuarela no se utiliza el blanco. Sólo algunos artistas muy experimentados utilizan el blanco para dar los últimos retoques: sacar luces, brillos, etc.
Los colores no se dan pastosos, sino diluidos en agua. Si el color se diera pastoso perdería transparencia y, por tanto, una de las principales características de esta técnica. Otra técnica al agua que sí se da pastosa es la témpera. Pero la témpera y la acuarela no son la misma cosa.
Primero se aplican los tonos claros y generales. Luego, en capas sucesivas intensificamos los tonos y los contrastes. Acabamos dando los tonos oscuros. Es decir, vamos de los tonos claros a los oscuros. La acuarela es una técnica en la que los colores son translúcidos y por tanto es muy difícil, casi imposible, sacar luces donde ya hayamos aplicado sombras. De forma muy general, podemos decir que con cada nueva capa de color quitamos luz a la imagen.
No se puede hacer correcciones. Por lo que hemos dicho antes, por ser una técnica en la que los colores son translúcidos, no se puede hacer correcciones.
Te sorprenderá saber que los acuarelistas profesionales o muy experimentados son capaces de saltarse estas recomendaciones, pero para empezar es mejor tenerlas en cuenta.
Si quieres saber más, consulta el apartado 11: enlaces. Ahí verás que hay un apartado dedicado a la acuarela.