02. Línea y forma

Utilización de la línea como elemento configurador de formas planas y volumétricas de estructura sencilla

Ya hemos visto en la unidad anterior cómo por medio del uso de las líneas podemos realizar el encaje de figuras y formas en el espacio compositivo. Es decir, por medio de líneas distribuimos los distintos elementos que forman parte de una composición.

Aún cuando en el arte, y por tanto en el dibujo, no hay ley estricta en lo que a los procesos de realización de los mismos se refiere, por razones pedagógicas se hace necesario elegir e impartir un método de trabajo bien definido que sea suficientemente válido para adquirir las destrezas necesarias que el dominio de esta disciplina exige. Por ello, voy a explicar lo que podemos considerar conocimientos necesarios y fundamentales en la iniciación de esta actividad.

Las primeras líneas en el dibujo son de tanteo y se realizan con trazo tenue y suave, pero decidido. Poco a poco, conforme avancemos en el dibujo, unas líneas irán desapareciendo mientras que otras se irán fortaleciendo, reafirmando el carácter del dibujo.

Las líneas iniciales representan tres aspectos fundamentales del dibujo: por un lado, tenemos las líneas imaginarias mediante las cuales dividimos el espacio de la composición. Estas líneas son de gran importancia para comprender mejor las estructuras compositivas y las relaciones subyacentes entre los elementos o partes de una composición. Son, por ejemplo, la línea de horizonte; la línea que divide o separa diferentes planos de proyección; la diagonal que indica la dirección en la dimensión de la profundidad; la espiral, en una composición dinámica; líneas de movimiento, es decir, que representan el recorrido que hará el observador, etc. Luego, tenemos las líneas estructurales, es decir, las que conforman las estructuras de los objetos, de cada uno de los objetos que forme parte de la composición, tomados individualmente: ejes de simetría, aristas, articulaciones, etc. Estas líneas son el resultado de una observación cuidadosa y analítica. Por último, tenemos las líneas que definen al objeto como tal y que lo separan del contexto. En este último tipo de líneas encontraremos, por una parte las líneas internas y, por otra parte, las líneas de contorno.

Aunque no hay norma rígida, única, lo habitual en el proceso de dibujo es avanzar progresivamente de un tanteo o encaje inicial hacia un acabado y definición de lo representado. Sin embargo, digo que no es norma estricta porque hay dibujantes que, por medio de la línea, realizan directamente, sin encaje previo, dibujos definitivos realizados con los más variados estilos y técnicas: trazo firme y decidido, sinuoso, continuo o interrumpido, fino, grueso, modulado, uniforme, de intensidad constante, o variable, con rotuladores, plumillas, lápices, bolígrafos, etc.

Por otra parte, y como ya dije en la lección anterior, las líneas no existen como tal y en realidad son producto de un proceso de abstracción. Observa con atención cualquier objeto de tu entorno y lo comprobarás. Verás que los objetos se reconocen como tales porque en sus límites se diferencian de lo que les rodea en varios aspectos tonales, lumínicos y texturales, pero no verás ninguna línea. Sin embargo, la línea

tienen dos funciones fundamentales:

Por un lado, sirven para establecer las formas generales de los objetos que vamos a representar.

Por otro lado, sirven para

Modulación de la línea: línea gráfica y línea expresiva


Representación de ejes, líneas implícitas, líneas internas y contornos


Formas orgánicas, formas geométricas y relación entre ambos tipos


Valoración de las cualidades expresivas de la línea, tanto en las artes plásticas como el diseño y las artes decorativas