La evaluación educativa debe consistir en valorar el aprendizaje (proceso) y los conocimientos (resultado), en base a unos parámetros de referencia (criterios de evaluación traducidos de los objetivos de aprendizaje) y con la información que proporcionan los alumnos (a través de tareas auténticas).
Por una parte, en la evaluación educativa debemos tener en cuenta una serie de características.
Por otra parte, en la evaluación educativa podemos distinguir diferentes tipos en función de tres parámetros:
Para qué se evalúa: tipos de evaluación
Con qué se evalúa: herramientas de evaluación
Quién evalúa: agentes de evaluación
La evaluación del aprendizaje debe cumplir 11 características:
Es una evaluación integrada, incluida en el proceso de la realización del programa educativo.
Es integral, porque además de conocimientos evaluamos procedimientos, actitudes, etc.
Es formativa, ya que busca identificar las debilidades de la acción educativa y reforzarlos.
Es continua, durante todo el proceso (no reducirla a determinados momentos del programa).
Es acumulativa, incrementa información significativa y comprueba si se adecúa a resultados.
Es recurrente, permite el feedback sobre el desarrollo del proceso orientado a la perfección.
Es criterial, teniendo en cuenta determinados referentes (objetivos o criterios).
Es decisoria, a partir de la información debemos tomar decisiones y emitir juicios de valor
Es cooperativa, se aconseja evaluar a través de una triangulación de diferentes fuentes.
Es comprensiva, debe recoger información formal e informal para mejorar el aprendizaje.
Es científica, implica investigar y experimentar, usando técnicas y métodos adecuados.
Diagnóstica: se refiere a la evaluación previa al diseño del programa educativo, de modo que nos permita definir nuestros objetivos de aprendizaje y de ahí diseñar todo el programa.
Formativa: se refiere a una evaluación continua durante el progreso del programa de cara a identificar los puntos débiles del aprendizaje de cada alumno para reforzarlos.
La evaluación formativa proviene del profesor, mientras que existe otro tipo de evaluación con el mismo propósito pero en la que el alumno es el que tiene que identificar sus puntos débiles según una lista de objetivos (que proporcionará el profesor). Este segundo tipo de evaluación se llama evaluación formadora.
En este punto también debemos diferenciar entre: evaluación del aprendizaje y evaluación para el aprendizaje. La primera se refiere principalmente a la evaluación sumativa (que veremos a continuación) mientras que la segunda se refiere a la evaluación formadora.
Sumativa: se refiere a la evaluación tradicional en la que el profesor, al final del programa educativo, obtiene una nota a partir de evaluar el aprendizaje sobre el tema.
Actualmente, los programas educativos suelen incluir los tres tipos de evaluación. La primera, orientada a conocer las necesidades de aprendizaje para diseñar adecuadamente el programa. La segunda y más importante, es la que permite que los alumnos puedan llegar al final del programa con todos los aspectos más o menos trabajados por igual, ya que si llevaban una parte mucho mejor que otra, se vuelcan en la parte menos trabajada. La tercera sigue manteniéndose para que los profesores puedan comprobar y justificar, ante agentes y sistemas externos, los aprendizajes alcanzados al final del programa por sus alumnos.
Desde las investigaciones sobre evaluación, se reclama el plantear tareas auténticas que permitan dar cuenta del proceso de aprendizaje, y del proceso de autorregulación del aprendizaje por parte del alumno, además de poder evaluar los resultados de aprendizaje en la propia tarea.
Papel destacado de las rúbricas en evaluación, ya que son instrumentos que permiten dotar de la mayor objetividad posible a la evaluación, pudiendo complementarse con cualquier otra herramienta de evaluación.
Importancia de elegir instrumentos en base a la fase de aprendizaje que se quiere evaluar, según el nivel de conocimiento alcanzado por el alumno.
Para contextualizar cómo evaluar diferentes niveles, podemos utilizar, por ejemplo:
Evaluación de la retención: a través de un juego tipo concurso
Evaluación de la comprensión: a través de un debate, evaluando la calidad de los argumentos
Evaluación del análisis: a través de un mapa conceptual
Evaluación de la utilización: a través de la memoria de un proyecto
En cualquiera de estas técnicas de enseñanza, que además se utilizan para la evaluación, podemos utilizar rúbricas de evaluación para complementar la evaluación de actividades.
Permiten objetivar la evaluación del aprendizaje, ya que se dividen en criterios independientes que facilitan valorar el logro de cada uno de los objetivos de aprendizaje.
Permiten evaluar directamente las actividades, es decir, evaluar con tareas auténticas, por lo que no es necesario crear pruebas específicas para la evaluación, siendo una alternativa ideal a los exámenes.
Permiten la evaluación integral de competencias, pudiendo evaluar a través de la rúbrica tanto los conocimientos teóricos, que es lo único que se suele evaluar en las pruebas específicas de evaluación, como los procedimientos seguidos y las habilidades necesarias para poner en marcha dichos procedimientos; además de las actitudes.
Pueden servir como guías de aprendizaje para los alumnos, de forma que ellos mismos se puedan orientar durante el proceso de aprendizaje para detectar sus puntos débiles y orientar su aprendizaje y reforzarlo en estos puntos. Esto permite que el alumno sea parte de su evaluación, llevándole a un aprendizaje autorregulado.
Los objetivos de aprendizaje facilitan los criterios de evaluación.
Los criterios de evaluación contienen varios estándares de aprendizaje.
El conjunto de estándares de un criterio, debe evaluar el criterio en su totalidad.
Cada estándar se traduce a indicadores, hechos cuantificables independientes.
Paso 1. Objetivos de aprendizaje:
(1) reconocer e identificar las características del método científico
(2) valorar la investigación científica y su impacto
(3) ...
Paso 2. Criterios de evaluación:
(1) reconoce e identifica las características del método científico
(2) valora la investigación científica y su impacto
(3)...
Paso 3. Estándares de aprendizaje (ej. sacado del 1er criterio: método científico):
(1) formula hipótesis para explicar fenómenos cotidianos
(2) registra observaciones, datos y resultados
(3) ...
Paso 4. Indicadores para evaluar el conocimiento (ej. sacado del 3er estándar: registra observaciones):
Distinguimos cada nivel de la escala con el número concreto de observaciones que realiza. Por ejemplo, si se pide registrar 10 observaciones y la escala del 1 al 5:
(5 puntos) si realiza 10 registros
(4 puntos) si registra 8 observaciones
(3 puntos) si registra 6 observaciones
(2 puntos) si registra 4 observaciones
(1 punto) si registra 3 o menos observaciones
1.Heteroevaluación: evaluación realizada por el profesor. Evaluación muy útil para determinar los conocimientos adquiridos, ya que el profesor es el que más conocimiento tiene sobre los diferentes niveles de dificultad.
2.Coevaluación: evaluación realizada por compañeros. Existen dos tipos de coevaluaciones:
Evaluación entre iguales. Se refiere a la evaluación de compañeros que no pertenecen a nuestro grupo de trabajo. Por tanto, en esta evaluación, el alumno no se centra en evaluar el proceso de trabajo, sino que evalúa el aprendizaje de sus compañeros en base a los resultados de un trabajo.
Evaluación colaborativa. Se refiere a la evaluación de compañeros del mismo grupo de trabajo. En esta evaluación, el alumno comparte todo el proceso de desarrollo de un trabajo mediante colaboración o cooperación con otros compañeros, y por tanto, evalúa cómo sus compañeros han realizado dicho proceso.
3.Autoevaluación: el alumno reflexiona sobre qué ha aprendido y cómo. Le ayuda a mejorar en sus habilidades de aprendizaje, ya que la reflexión que lleva a cabo le da pistas sobre lo que le ha sido útil para aprender y lo que ha sido un obstáculo en su proceso de aprendizaje. Además, le facilita descubrir sus puntos débiles para poder reforzarlos.