Si el método de nuestra investigación tiene un enfoque cualitativo, tendrá una serie de características concretas que vamos a ver a continuación.
Lo primero que debemos hacer para definir el diseño de nuestra investigación cualitativa es plantearlo como un plan de exploración ante una situación desconocida.
Los planteamientos cualitativos son adecuados cuando se busca el significado de una experiencia, desde un punto de vista interno, por lo que el investigador a menudo forma parte de la experiencia que investiga. Por tanto, el investigador será como un detective que va observando el contexto, de forma que pueda relacionar unos elementos del contexto con otros, y de ahí establecer hipótesis cada vez más concretas.
Inicialmente, se plantean las hipótesis a partir de los objetivos planteados. Recordemos que estos objetivos están orientados a expandir el conocimiento sobre un tema. Por tanto, las hipótesis de trabajo en la investigación cualitativa se plantean inicialmente con un enfoque bastante general. Las características clave de las hipótesis en la investigación cualitativa son dos: que son flexibles, ya que van modificándose en función de los datos obtenidos, y también que son emergentes, es decir, pueden crearse nuevas hipótesis durante la investigación.
Por ejemplo, en una investigación para conocer el uso de herramientas tecnológicas entre el profesorado, en un principio se plantearon hipótesis para herramientas de creación de contenidos digitales relacionados con presentaciones, vídeos y blogs, pero después se añadió una hipótesis sobre herramientas para la creación de contenidos interactivos mediante la programación, y se descartaron los blogs porque ya nadie los usa.
El tipo de diseño se elige en función del planteamiento del problema.
Cuando no disponemos de teorías o son inadecuadas para el contexto de estudio:
Teoría fundamentada: Pretende desarrollar una teoría basada en datos empíricos y que se pueda aplicar a áreas específicas.
Cuando se quiere describir, entender y explicar un sistema social:
Diseño etnográfico: Busca interpretar y dar significado a ideas, creencias, conocimientos y prácticas de determinadas culturas o sistemas sociales concretos desde la perspectiva de los miembros de dicha cultura.
Cuando se quiere comprender el problema a través de historias detalladas:
Diseño narrativo: Consigue reconstruir una historia pasada, contextualizando narraciones de los participantes que cuentan los hechos sucedidos, a través de pensamientos, emociones e interacciones vividas.
Cuando se busca entender experiencias sobre un fenómeno:
Diseño fenomenológico: Consigue reconstruir una historia pasada, contextualizando narraciones de los participantes que cuentan los hechos sucedidos, a través de pensamientos, emociones e interacciones vividas.
Cuando queremos resolver un problema de una comunidad:
Diseño de investigación-acción: Consigue una mejora sustancial en una comunidad concreta, a través de la comprensión de la situación, el diseño y la aplicación de soluciones, y la evaluación de su impacto.
Los participantes de un estudio cualitativo se pueden elegir de forma previa al estudio o una vez se ha realizado la inmersión inicial en el contexto.
En este caso no se realiza de forma probabilística, ya que no busca la generalización de resultados. Sucede prácticamente al contrario, se seleccionan los sujetos que creamos que nos pueden resultar más útiles para profundizar sobre el tema de estudio.
Según el tipo de diseño, se recomienda un tamaño muestral determinado.
En la teoría fundamentada, entre 20 y 30 casos.
En el diseño etnográfico se recomienda entre 30-50 casos. Si se realiza por observación se recomienda entre 100 y 200 casos.
En el caso del diseño narrativo y en el fenomenológico, se recomiendan unos 10 casos.
En la investigación-acción, entre 20 y 30 casos.
Respecto al muestreo, es decir, el procedimiento de selección de la muestra, dependerá de nuestros objetivos y de la disponibilidad que puedan tener potenciales participantes.
Participantes voluntarios: la muestra elige voluntariamente participar en la investigación.
Expertos: si necesitamos expertos en un tema para precisar teorías o diseño de cuestionarios.
Casos tipo: sujetos concretos para conseguir la máxima riqueza, profundidad y calidad de la información.
Por cuotas: buscando la representación equivalente de diferentes grupos de estudio.
Orientadas a la investigación cualitativa:
máximas variación: sujetos diferentes para mostrar distintas perspectivas o representar la complejidad de un tema
homogéneas: sujetos con perfil similar para centrarse en cosas comunes
en cadena o por redes: se amplía la muestra a través de informantes clave que conozcan otras personas relevantes
casos extremos: para evaluar características o situaciones alejadas de la normalidad
por oportunidad: sujetos que se reúnen con motivo ajeno a la investigación que es clave para trabajar el tema
conceptuales: sujetos que contienen características clave para explicar una teoría
confirmativas: se añaden sujetos según si existen resultados controvertidos
críticas: cuando se utilizan todos los sujetos importantes
por conveniencia: sujetos disponibles a los que tenemos acceso
Por una parte, las notas o anotaciones permiten al investigador recoger todas las cuestiones que van sucediendo en el mismo momento en el que sucede, por lo que se perderá muy poca información relevante.
Por otra parte, el diario de campo o bitácora sirve para recoger de forma estructurada y resumida todo lo que ha ocurrido durante una sesión de observación.
También es interesante que sean los propios participantes los que recojan sus impresiones en un diario de campo, de forma que luego los podamos revisar y analizar lo anotado.
La observación no se limita a contemplar la situación y tomar notas. Se requiere una observación más profunda, que incluya la reflexión de forma constante. En la observación debemos estar atentos a detalles, sucesos, eventos e interacciones.
También podemos observar y registrar información que nos den los participantes. Como los registros narrativos en los que un participante nos da una descripción lineal de su conducta. Por ejemplo, el habla privada en niños pequeños, o solicitar a un participante su pensamiento en voz alta mientras realiza una tarea.
Entre los elementos específicos que observamos, destacan:
el ambiente físico, elaborando un mapa del ambiente respecto al tamaño, distribución, señales, sitios con funciones importantes, etc.
el ambiente social y humano, elaborando un mapa de redes sobre cómo se organizan los grupos, su vinculación, además de recoger las características de los grupos y de los participantes, líderes y actores clave, etc.
actividades individuales y colectivas, incluyendo desde qué hacen los participantes, cuándo y cómo, hasta qué función tiene cada actividad.
artefactos utilizados, incluyendo información sobre quién los utiliza y para qué.
hechos relevantes, describiendo los eventos y creando, además, una cronología de sucesos.
Una entrevista cualitativa es flexible y abierta. Se utilizan cuando el problema a estudiar resulta imposible de observar o es difícil observarlo por ética o complejidad.
Las entrevistas pueden ser estructuradas, semiestructuradas o abiertas, en función de la flexibilidad que podamos tener respecto a las preguntas que queremos hacer en la entrevista para responder a nuestro problema de investigación.
En una entrevista tenemos diferentes tipos de preguntas, que se suelen realizar siguiendo el orden establecido:
Preguntas generales. Sirven para dirigirse al tema. Por ejemplo, si queremos preguntar la opinión sobre un programa formativo, una pregunta general sería ¿qué opinas sobre la formación recibida?
Preguntas para ejemplificar. Sirven para introducirse en el tema poco a poco. Siguiendo con el ejemplo anterior, si el participante responde que opina que no es muy atractivo, le podríamos preguntar ¿podrías ponerme un ejemplo de lo que es para ti una formación atractiva?
Preguntas de estructura. Sirven para conocer datos concretos como una lista de categorías o conceptos. Siguiendo en el mismo ejemplo, una pregunta sería ¿qué elementos tienes en cuenta para considerar una formación atractiva?
Preguntas de contraste. Sirven para cuestionar similitudes y diferencias sobre un tema, de forma que comprobemos que está entendiendo la entrevista y sus respuestas son fiables. Siguiendo con el ejemplo, podríamos preguntar sobre información que hayamos obtenido previamente, desde la teoría o desde otras entrevistas, sobre otras cualidades que se pueden considerar para una formación atractiva. Por ejemplo, “tus compañeros han dicho que les gusta participar con roles, ¿en tu caso consideras que una formación atractiva te haga participar ejerciendo un rol?
Recomendaciones para que las respuestas que nos den los participantes sean lo más informativas posibles, se recomienda elegir una entrevista semiestructurada y tener en cuenta los siguientes aspectos:
Crear preguntas generales y después guiar hacia lo particular.
Crear preguntas que permitan a la persona extenderse en su respuesta. Evitar respuestas de Sí / No.
Hacer solo una pregunta al mismo tiempo.
Hacer preguntas que sean relevantes para conseguir tus objetivos.
No hacer preguntas demasiado abiertas, de forma que el entrevistado no sepa cómo responderlas.
Los grupos de enfoque consisten en reunir a varios participantes para comprobar cómo elaboran un esquema o perspectiva de un problema a través de la interacción, es decir, para comprobar cómo construyen significados de forma grupal. También se les llama entrevistas grupales o dinámicas grupales.
En el caso de los grupos, el investigador no realiza preguntas concretas a cada participante, sino que se basa en generar diálogo y analizar cómo surge la interacción entre ellos.
Suelen ser grupos pequeños, de entre 3 a 10 personas, para poder maximizar la interacción entre todos ellos y conseguir mayor profundidad en las respuestas.
Recomendaciones para aprovechar los grupos de enfoque:
determinar un número provisional de grupos y sesiones, así como de participantes por grupo.
organizar las sesiones en lugares confortables, silenciosos y aislados para crear un ambiente tranquilo y relajado.
crear un clima de confianza durante la sesión y guiarla para generar diálogo.
elaborar un informe de la sesión con los datos de los participantes, la duración y la fecha de la sesión, la información completa sobre la actitud y comportamiento de todos los participantes.
anotar las observaciones a destacar de la sesión y observaciones importantes para tenerlas en cuenta en sesiones futuras.
además, se recomienda grabar la sesión por si queremos revisar algún aspecto en concreto.
Los documentos, registros y artefactos sirven para poner en contexto al investigador sobre los antecedentes de la situación, además de dar información sobre el funcionamiento normal.
Entre los documentos y registros que destacan para recopilar esta información encontramos: cartas, diarios personales, fotografías, y grabaciones de audio y de vídeo. Entre los artefactos que podemos destacar encontramos cualquier objeto como materiales utilizados para una formación o expresiones artísticas.
Para no obtener una información sesgada o parcial sobre el tema a estudiar, siempre que sea posible se recomienda realizar una triangulación de los métodos de recolección.
Esto significa que debemos utilizar diferentes métodos en una misma investigación, y comprobar, mediante el análisis de resultados y su posterior comparación, que los resultados son fiables porque ambos instrumentos arrojan la misma distribución de los resultados.
Por ejemplo, si con la observación nos damos cuenta de que un alumno ejerce un rol de liderazgo, tendremos que contrastar que esto es cierto a través de entrevistas a compañeros.
Además, la triangulación facilita obtener información complementaria que complete la idea que tenemos sobre el tema de estudio.