El apartado de conclusiones es el último de nuestra investigación, y es muy importante que recoja toda la información necesaria para hacer un cierre adecuado de lo que hemos conseguido con la investigación, y para proporcionar sugerencias sobre cómo se debe continuar en la investigación del tema.
En las conclusiones se debe realizar una reflexión sobre lo que se ha conseguido con la investigación.
En primer lugar, debemos incluir los principales hallazgos del estudio. Para ello, debemos partir de la interpretación de los resultados, es decir, de la discusión de los resultados, y combinar esta información con lo que dice la literatura anterior sobre el tema, es decir, sobre lo que hemos incluido en nuestro marco teórico.
Debemos reflexionar sobre cada hallazgo, preguntándonos: ¿lo que hemos hallado con este resultado está en línea con lo que se había descubierto anteriormente, o por el contrario, van en la línea contraria a lo que se había obtenido hasta ahora?
Si va en la línea contraria, debemos reflexionar de nuevo: ¿hemos interpretado bien los resultados? ¿son comparables a los estudios que hemos incluido en nuestro marco teórico? Quizá no son comparables porque la población no es la misma, es decir, nuestra muestra no representa a las mismas personas que la muestra del otro estudio.
En este punto es importante relacionar nuestra interpretación con citas de nuestro marco teórico, para que quede claro si va en la misma línea o no que las investigaciones a las que nos referimos.
En segundo lugar, debemos hacer un análisis de los objetivos que planteamos en nuestra investigación, en particular, de nuestros objetivos específicos. Debemos tratar cada objetivo específico de forma independiente.
Para analizar si hemos logrado o no cada uno de los objetivos, es muy importante tratar a cada objetivo en un párrafo diferente, de forma que no se confunda lo que hemos logrado en unos objetivos y en otros.
A raíz de este análisis, podemos responder a nuestro objetivo general: ¿se ha conseguido a través de la suma de los objetivos específicos? ¿ha habido algo que nos haya impedido obtener un conocimiento completo sobre el objetivo general, como por ejemplo, no haber podido dar respuesta a uno de los objetivos específicos?
En tercer y último lugar, debemos añadir una reflexión final sobre qué ha aportado nuestra investigación y nuestros resultados a nuestro campo científico, destacando sobre todo si los principales hallazgos están en línea o no con la investigación en el campo y sus posibles motivos. Además, esta reflexión debe incluir las implicaciones prácticas de la investigación, es decir, la aportación que hace a su contexto.
En cualquier investigación que diseñemos, existen siempre algunas limitaciones que nos impiden realizar el diseño de investigación más ideal para estudiar el tema.
La investigación debe ser humilde y debe reconocer los puntos débiles del trabajo, cuestiones que no se han podido abordar para maximizar su aprovechamiento. Además, aclarar cuáles han sido las limitaciones de nuestro trabajo puede orientar a otros investigadores, como recomendaciones a tener en cuenta.
Entre las principales limitaciones que debemos explicar, se encuentra:
La falta de rigurosidad en la aplicación del estudio, como no haber podido estar presente durante el estudio y que haya sido otra persona, que quizá no conoce el tema de forma tan profunda, la que ha aplicado la intervención y ha recogido los datos de la investigación. En educación suele darse este problema cuando no podemos estar presentes en el aula, por ejemplo, al querer estudiar un programa de innovación a través del docente habitual de los alumnos, quien puede no dar todas las instrucciones necesarias al supervisar la aplicación, o puede centrarse en recoger otros datos que le parecen más importantes pero que no forman parte de las categorías de investigación.
La elección de un diseño peor que el ideal para estudiar algo en concreto, como elegir un diseño no experimental transversal porque cuando queremos estudiar a los alumnos en algún tema, ya han terminado con la innovación aplicada. Por ejemplo, si queremos estudiar si la robótica influye en el desarrollo del pensamiento lógico, pero cuando vamos a realizar el estudio, los sujetos ya han trabajado en clase con robótica. En ese caso, deberemos optar por un diseño en el que no necesitemos conocer la situación de partida de los estudiantes, por ejemplo, correlacionando las horas dedicadas con el pensamiento lógico, o correlacionar las calificaciones obtenidas con el resultado en una prueba de pensamiento lógico.
La falta de tiempo, de asignación de sujetos o de grupos de investigación. Un ejemplo de la asignación de sujetos puede resultar en elegir un diseño cuasiexperimental al no poder trabajar con un diseño experimental puro. Recordemos que en un diseño experimental puro, debemos poder asignar a los participantes al azar a cualquiera de los grupos de investigación. Sin embargo, dado que los grupos de clase suelen estar ya preestablecidos desde el inicio de curso, o incluso desde cursos anteriores, muchas veces deberemos optar por un diseño cuasiexperimental. Otro ejemplo, en este caso de los grupos de investigación, es no poder contar con un grupo de control, porque no existe un grupo equivalente al nuestro, o porque no dan clase con el mismo profesor y los métodos de enseñanza del otro profesor no permitan esta equivalencia.
La prospectiva de una investigación implica la propuesta de líneas de investigación relacionadas con los resultados de nuestra propia investigación, es decir, de futuros estudios que se pueden realizar a partir de nuestras conclusiones.
Entre las líneas de investigación futuras que se suelen destacar, encontramos:
la propuesta de investigaciones complementarias que disminuyan el efecto de alguna de las limitaciones que hemos detectado en nuestro estudio actual.
el profundizar en la relación de algunas variables a partir de algunos resultados no esperados, ya sea porque van en contra de los hallazgos anteriores sobre ellas, o porque haya obtenido unos resultados contradictorios, o que los resultados no se distribuyan según otras variables relacionadas.
el ampliar nuestros resultados a otras poblaciones, para comprobar si nuestra investigación puede ir más allá y generalizarse a poblaciones de estudio que no sean la nuestra.
la realización de propuestas de nuevas intervenciones, a raíz de los resultados y conclusiones de la investigación, como puede ser una innovación educativa concreta.