Para crear correctamente nuestro marco teórico, vamos a ver cómo desarrollarlo, pues la elaboración del marco teórico, determina en gran medida si una investigación tiene calidad suficiente, según cómo esté su base de fundamentada, a través de modelos y teorías de otros autores en torno a conceptos concretos, y en cómo de bien se apoye a través de estudios que confirmen dicha base.
Además, vamos a ver cómo debe plasmarse adecuadamente la fundamentación de ideas, a través de una normativa de citación concreta, en el caso de educación, la normativa APA.
Qué debe contener y cómo estructurarlo
Cómo aplicar correctamente la normativa APA (7ª edición)
En primer lugar, debemos conocer qué información debe contener el marco teórico y cómo debemos estructurarlo para que sea completo y adecuado.
El marco teórico es la fundamentación teórica del trabajo, es decir, es una parte que contiene la teoría de nuestra investigación, sus bases. Todas las investigaciones previas sobre el tema que sean relevantes para entender cómo hemos diseñado nuestro estudio, deben formar parte de esta fundamentación, ya que entre todas ellas formarán nuestro “marco” de investigación, nuestro marco teórico. Eso no quiere decir que sólo podamos incluir teorías, ya que la mayor parte de la fundamentación se basa en estudios que permiten comprobar las teorías expuestas previamente, por lo que la mayor parte de nuestro marco teórico se basará en investigaciones empíricas.
Por ello, el marco teórico debe estar bien documentado, complementando cada tema a tratar con las teorías iniciales que explican la idea de base de la que partimos, y con los estudios empíricos que apoyan esas ideas de base.
En este sentido, reflexionemos sobre la extensión del marco teórico dentro de nuestra investigación. Se estima que el 30% del trabajo de forma aproximada será el marco teórico. Por tanto, podemos comprobar la importancia de una buena fundamentación de nuestra investigación con trabajos previos.
Además, es imprescindible redactar nuestra fundamentación teórica, al igual que el resto de la investigación, siguiendo unas normas de citación concretas. En educación se utiliza el formato APA, de la Asociación Americana de Psiquiatría, formato extendido por varias disciplinas incluyendo educación. Después veremos algunas características para citar referencias en la edición actual de este formato, la edición 7.
El marco teórico debe organizarse de forma clara, con un hilo conductor muy claro. Tiene que abarcar todos los aspectos mencionados en los objetivos, es decir, todos los temas relevantes y relacionados con la investigación. Sólo de esta forma, cualquier persona que lea el artículo de investigación podrá comprender la investigación aunque no sea experto en alguno de los temas que se tratan como parte de los objetivos.
Es fundamental que el marco teórico sea el conjunto de las ideas que el investigador ha ido procesando a través de la lectura de las diferentes fuentes, y que la redacción de las ideas se vaya apoyando de las citas de las investigaciones previas. En lugar de transmitir “Fulanito dice esto y Menganito dice esto otro complementario”, tenemos que transmitir la idea obtenida “Esto ocurre así y de esta otra manera complementaria, según Fulanito y Menganito”.
Las investigaciones previas que debemos incluir sí o sí como parte de la fundamentación son:
En primer lugar, los estudios de referencia o pioneros en un tema, es decir, la primera vez que apareció en la literatura una investigación sobre el tema.
En segundo lugar, las aportaciones y los autores más relevantes que hayan aparecido a lo largo de lo años, especialmente aquellos que hayan aportado información a un modelo teórico sobre un tema: por ejemplo, qué tipos de razonamiento existen; y aquellos que hayan aportado resultados relevantes y que han permitido avanzar bastante en el conocimiento sobre el tema, aplicando estudios empíricos con grandes medidas para garantizar la fiabilidad.
En tercer y último lugar, debemos concluir con el conocimiento más actualizado del tema, es decir, con los últimos hallazgos y los últimos estudios sobre intervenciones, analizando qué aportan estos respecto a las anteriores.
Para plantearnos cuál va a ser la estructura de nuestro marco teórico, es decir, qué epígrafes y subepígrafes va a contener, debemos partir de una pregunta inicial: ¿cuáles son mis objetivos?
Como sabemos, el marco teórico debe abarcar todos los temas relevantes para la investigación, por lo que debemos reflexionar sobre qué temas trabajamos a grandes rasgos, y desde ahí, concretar poco a poco los aspectos concretos del tema que repercutan directamente en los objetivos.
En primer lugar, tenemos que identificar los dos temas principales que va a tratar nuestra investigación. Por ejemplo, si la investigación trata sobre la mejora del rendimiento académico con el trabajo por proyectos, nuestros dos temas principales serán el rendimiento académico y el trabajo por proyectos. Otro ejemplo sería el estudiar sobre el impacto en el razonamiento espacial al utilizar la impresión 3D, siendo nuestros dos temas principales el razonamiento espacial y la impresión 3D.
En segundo lugar, pensaremos en qué aspectos de cada uno de los dos temas principales nos afecta directamente a nuestro estudio, e incluir todos los subepígrafes que sean necesarios. En el primer ejemplo, dentro del rendimiento académico podríamos contemplar subepígrafes como qué se considera rendimiento académico, cómo se suele medir el rendimiento, o el rendimiento habitual en alumnos de la etapa educativa que queremos estudiar. Como parte del trabajo por proyectos, podríamos incluir propuestas de la literatura sobre técnicas concretas, beneficios del trabajo por proyectos y desarrollo de competencias, o experiencias similares a lo que queremos realizar que nos ayude posteriormente a diseñar nuestra intervención.
En el segundo ejemplo, como subepígrafes del razonamiento espacial podríamos incluir en qué consiste y cómo se mide, estudios sobre el desarrollo de este razonamiento o estudios sobre cómo es el razonamiento espacial de estudiantes en edades similares. En impresión 3D podríamos incluir subepígrafes sobre su uso en educación o las posibilidades del diseño 3D junto a la impresión 3D.
En segundo lugar, la fundamentación de ideas debe plasmarse adecuadamente, a través de una normativa de citación concreta, en el caso de educación, la normativa APA (7ª ed.).
Las citas se refieren a cuando nombramos un artículo en el texto del trabajo, habitualmente lo haremos en el marco teórico, pero también en el resto de apartados. Las citas nombran al autor o autores del trabajo original de donde hemos sacado la idea.
Las citas constan únicamente de apellidos y del año de la publicación, NUNCA se debe incluir el nombre de pila ni la inicial del nombre de pila.
Ejemplo cita: Como afirman Herde et al. (2016), todavía no se conocen los procesos cognitivos implicados en la resolución de problemas complejos pero las nuevas técnicas de análisis de datos están pronosticando poco a poco dichos procesos.
Las referencias son la información completa de un artículo, por lo que contiene los autores y el año, al igual que las citas, pero también se incluye el título de la publicación y otros datos en función del tipo de publicación original. Todas las referencias de los trabajos citados en el artículo deben añadirse en una apartado al final del texto, en orden alfabético.
En el caso de las referencias, se incluye el apellido de todos los autores, seguido cada apellido de la inicial del nombre de pila del autor. Importante entender que no se pone el nombre de pila completo, si no que sólo se pone la inicial. Si tienen varios nombres de pila, se pone la inicial de cada nombre de pila.
Ejemplo referencia: Herde, C. N., Wüstenberg, S., y Greiff, S. (2016). Assessment of complex problem solving: What we know and what we don’t know. Applied Measurement in Education, 29(4), 265-277.
En las citas y referencias en español debemos tener cuidado porque es habitual equivocarse y citar al autor con su segundo apellido. El problema es que si cogemos los datos de una base de datos que automatiza el proceso, entenderá que el primer apellido es un segundo nombre, y lo incluirá como segunda inicial en lugar de como apellido del autor. Por eso, es habitual ver los apellidos de autores en español seguidos, separados con un guión, para que no ocurra este problema.
Es fundamental que si decidimos colocar dos apellidos en un autor en una cita, en la lista de referencias debe incluirse igualmente los dos apellidos. Si decidimos incluir sólo un apellido, en la lista de referencias deberá aparecer el mismo apellido. APA utiliza esta lista de referencias como unas notas a pie de página, como un código. Si yo estoy leyendo un artículo y citan a Fernández-Pérez (2020); la referencia la podré encontrar rápidamente siguiendo este código. Por eso, no podremos poner la referencia como Fernández (2020) ni como Pérez (2020). Debe existir total correspondencia.
Un aspecto importante a considerar a la hora de realizar la lista de referencias es que ÚNICAMENTE se pueden añadir las referencias de los artículos que se han citado en el texto del artículo. De igual manera, todas las citas que incluyamos en el texto, deben aparecer en la lista de referencias.
La cita textual se refiere a una cita literal, es decir, que contiene las palabras exactas de la fuente original. Las citas textuales se utilizan en ocasiones especiales: cuando hay que citar una ley, una definición de un concepto por un experto,...
Por otra parte, la cita no textual se refiere a parafrasear el texto a transmitir, es decir, recoge la idea de la fuente original y la expresa con sus palabras. Al redactar, lo más adecuado es incluir prácticamente la totalidad de las citas de forma no textual, ya que de esta forma, la información se incluye de forma interpretada junto a otras ideas, y destaca una mayor calidad en la investigación.
El plagio es un delito muy grave que ocurre cuando nos apropiamos de una idea y no citamos su fuente original, es decir, el autor que primero expuso esa idea. Por ello, resulta imprescindible citar todas las ideas de la fundamentación, para atribuir cada idea a su autor.
Además, conviene que todas las ideas que incluyamos en el marco teórico sean de autores que hayan realizado estudios relevantes. Por tanto, debemos evitar incluir en este apartado de manera general ideas propias que no podamos asegurar con estudios empíricos. Las únicas ideas propias que debemos incluir son conclusiones que extraigamos de la combinación de diferentes ideas, y que nos permitan crear hipótesis que comprobaremos con la parte empírica de la investigación.
Por otra parte, aunque no realicemos plagio porque citemos todas las fuentes, en los trabajos de investigación se mide el índice de similitud, en el que sí se incluyen las citas literales. Si tenemos un índice de similitud medianamente elevado, significa que nuestra investigación ha resultado en un copia y pega de diferentes autores, sin interpretar ni relacionar la información que nos da cada uno. Por ello, se recomienda siempre utilizar citas no textuales, con lo que evitamos altos índices de similitud.
Las citas textuales siempre deben ir acompañadas de la página concreta en la que se encuentren esas palabras en el artículo original. De esta forma, se podrá comprobar que la idea, tal cual se expresa, la propuso antes otro autor, y así podemos comprobar si el significado es el esperado, leyendo la contextualización de la idea.
Ahora hay que diferenciar entre 2 tipos de citas textuales: las que tienen menos de 40 palabras o las que tienen más de 40 palabras.
Menos de 40 palabras
En el caso de las citas literales con menos de 40 palabras, la idea citada se incluye como parte del párrafo, entre comillas, e inmediatamente después de cerrar las comillas, se incluye la página de la fuente original. La cita, es decir, el autor y el año que permiten identificar la publicación original, se puede poner tanto antes del texto citado, como después. En el caso de que se ponga después del texto citado, irá en el mismo paréntesis que la página, justo antes de la misma).
En los ejemplos podemos ver otros detalles como, que delante de la página se pone “p.” o que si la cita y la página van juntas, se separa la información entre comas.
Ejemplo 1: Duncker (1945) propuso la siguiente definición: “un problema surge cuando una criatura viviente tiene un objetivo pero no sabe cómo alcanzarlo” (p.1). Como se puede ver…
Ejemplo 2: Es importante entender que “un problema surge cuando una criatura viviente tiene un objetivo pero no sabe cómo alcanzarlo” (Duncker, 1945, p.1).
Más de 40 palabras
En el caso de las citas literales con más de 40 palabras, las idea citada se pone en otro párrafo, párrafo que tendrá más sangría que el resto del texto para que se diferencie bien. Al poder diferenciarlo por la sangría, no se pone la cita entre comillas ni en cursiva (en el ejemplo aparece en cursiva para destacar que se trata de un ejemplo).
La página, al igual que en las citas con menos de 40 palabras, también se pone a continuación del texto citado.
Y la cita, es decir, el autor y el año, se pueden poner igualmente antes o después de la cita, de forma similar a la cita de menos de 40 palabras.
Ejemplo: En general, como indican Greiff et al. (2013),
Hasta la fecha actual….se han desarrollado dos aproximaciones para evaluar la resolución de problemas complejos: micromundos y escenarios basados en marcos formales/sistemas complejos múltiples (p. 581).
La diferencia entre este tipo de citas se basa en cómo transmitir la idea.
La cita con énfasis en el texto se centra en destacar la idea, por lo que la cita de la idea está en un segundo plano, y se incluye entre paréntesis.
La cita con énfasis en autor menciona al autor como parte importante del discurso. El autor forma parte del texto, es decir, se transmite al lector quién es el que propuso la idea. En este caso, como parte de la cita ya está incluida en el propio texto, se añade la información que falta sobre la cita entre paréntesis, es decir, el año.
Al redactar un artículo, se recomienda alternar entre ambos tipos para no ser repetitivo, intentando resaltar las teorías principales a través de citas con énfasis en el autor para que quede claro quién propuso la teoría; mientras tanto, las ideas o conclusiones de investigaciones que no sea necesario destacar el autor, se recomiendan citar con énfasis en el texto.
Además, hay que tener en cuenta que, en las citas con énfasis en texto se separan con “&”, mientras que en las citas con énfasis autor, los últimos autores se separan con “y”, lo que facilitará su lectura al ser parte de la redacción del propio texto.
En este punto, hay que tener en cuenta que las normas APA varían en función del idioma consultado: mientras que inglés nos recomiendan diferenciar de esta forma entre & y AND, en español nos recomiendan utilizar Y en las citas, y elegir entre & y Y en las referencias (siempre que se mantenga coherencia entre ellas, es decir, no se pueden poner algunas con & y otras con Y). Por tanto, su empleo dependerá del idioma que utilicemos para escribir nuestro artículo.Todas las citas, independientemente del énfasis, se incluyen en la frase de la idea. Por lo que siempre se añade la cita tras el texto, nunca se añade una coma o un punto antes de la cita.
En el primer ejemplo vemos una cita con énfasis en el texto, por lo que la cita al completo está entre paréntesis.
Ejemplo 1: Mientras que los sistemas lineales de ecuaciones estructurales (LSE) miden la relación entre variables cuantitativas, los autómatas de estados finitos (FSA) miden las relaciones entre variables cualitativas (Funke, 2001).
En el segundo ejemplo vemos una cita con énfasis en el autor, por lo que únicamente el año está entre paréntesis.
Ejemplo 2: Como describe Funke (2001), en las ecuaciones lineales estructurales (LSE) existen variables exógenas, que pueden ser manipuladas por el sujeto, y variables endógenas, que no pueden ser manipuladas directamente.
Las citas secundarias deben reservarse únicamente para casos en los que no encontramos la fuente original. Como sabemos, al ver una cita en un artículo, podemos consultar sus referencias y encontrar el artículo original, pero no siempre ese artículo va a estar disponible para su lectura completa.
En las citas secundarias siempre debemos incluir la cita original, seguido de “citado en”, y finalizar con la cita secundaria.
En el listado de referencias sólo podremos añadir la referencia que nosotros hemos leído, por tanto, la fuente secundaria, pero nunca debemos añadir la fuente original como referencia.
En el ejemplo vemos una idea relevante que ha sido recogida en un artículo que no ha sido publicado, por lo que la fuente original es imposible de encontrar. Además, cuando un artículo no ha sido publicado, en lugar de año pondremos NP, de No Publicado.
Ejemplo: El pensamiento computacional queda definido como un conjunto de procesos de pensamiento implicados, una actividad mental para formular problemas de forma que admitan una solución computacional (Cuny, et al., NP; citado en Wing, 2014).
En el caso de las referencias, cada tipo de publicación incluye determinados datos, y cada tipo de publicación refleja una información diferente en letra cursiva. Por tanto, en este caso, tenemos que fijarnos en qué tipo de publicación estamos leyendo, y en función de cuál sea, buscaremos en un manual qué datos incluir y cuál es el estilo de letra de cada caso:
Libros
Capítulo de libros
Artículos en revistas científicas
Tesis doctorales
Legislación
Comunicación en un congreso
Para citar y referenciar publicaciones, tenemos que fijarnos en el número de autores, pues en función de cuántos sean, se plasmará de una forma u otra.
En el caso de las citas, si la publicación cuenta con uno o dos autores, estos se citan siempre. Sin embargo, si son 3 autores o más, se cita únicamente el primer autor seguido de “et al.”, que es una expresión francesa que significa “y colaboradores”.
En el caso de las referencias, en APA 7 sólo debemos tener en cuenta que se hace diferente en el caso de que haya más de 20 autores. Si hay menos de 20, se incluye a todos los autores en la referencia a la publicación. Sin embargo, si hay más de 20, cosa que en educación no suele ser muy habitual, se incluyen los 19 primeros, seguidos de puntos suspensivos, y del último autor.
Una tabla se refiere a un cuadro con diferentes columnas y filas, en las que cada celda resultante contiene un dato que corresponde con la fila y la columna. Una figura se refiere a cualquier añadido que no sea una tabla, pueden ser gráficos, ilustraciones, fotografías, etc.
Sólo se deben añadir tablas y figuras que complementen la información redactada, nunca deben duplicar información, ni tampoco deben añadirse si no ayudan a comprender mejor la investigación. Por tanto, hay que descartar cualquier figura cuya finalidad sea únicamente estética.
Tanto las tablas como las figuras, deben ir numeradas y acompañadas de un título que describa brevemente sobre qué trata. Las tablas llevan una numeración, y las figuras llevan otra. Por tanto, la primera figura siempre será la Figura 1, aunque en el artículo aparezcan tablas previamente.
Además, se debe incluir la fuente original de la tabla o la figura en una nota. En el caso de que nosotros hayamos creado esa tabla o esa figura, tendremos que indicar que es de elaboración propia.
Por otra parte, todas las tablas y todas las figuras, deben citarse en el texto. De esta forma, el lector podrá completar la información que está leyendo a través de los datos de la tabla o figura citada. Para citar tablas o figuras, se tendrá que incluir el número concreto de la misma, es decir, en lugar de poner “la figura anterior” o “la siguiente tabla”, se pondrá “la Figura 3” o “la Tabla 4”.
Por último, en las investigaciones en las que se incluye un índice, se deberá incluir un índice de figuras o un índice de tablas si son más de 5. Únicamente se añadirá el índice que corresponda.
Tanto en las figuras como en las tablas, en APA 7, se indica el tipo, es decir, tabla o figura, seguido del número correspondiente, según el orden de aparición en el texto. A continuación, se incluye el título de la tabla en una línea diferente. Todo ello debe ir en letra negrita.
Debajo de la tabla o figura, se añade la nota, donde se especificará la fuente original.
Además, como vemos en el ejemplo de la figura 1, las tablas deben tener un formato concreto, en el que no aparecen las líneas entre columnas, ya que únicamente aparecen las líneas que separan las filas.