Lastigi

Lucus Solis

Sanlúcar la Mayor

José Arjona Macías, IEDA, 2019-20

Los romanos exportaban vino y aceite de estas tierras del Aljarafe sevillano a las que denominaron Vergetum, “vergel”; casi todas las poblaciones conservan vestigios de esta época. Plinio en Historia Natural 3.12 escribe que, junto al río Maenuba, el actual Guadiamar, había tres ciudades estipendiarias: Olontigi, Laelia y Lastigi; ordenadas de sur a norte y todas ellas de difícil localización, aunque se suelen situar en Aznalcázar, Cerro de la Cabeza (Olivares) y entre Aznalcóllar y Sanlúcar respectivamente. Estrabón en Geografía 3.2.5 describe su situación: “así pues, habiendo observado los habitantes la naturaleza del lugar y que los esteros podían aprovecharse con la misma finalidad que los ríos, fundaron en sus orillas, como en las de los ríos, ciudades poderosas y otros asentamientos”. Entre ellas alude a Μαίνοβα como ciudad, sería la situada más al sur. Y continúa: “además en algunos lugares se han abierto canales… contribuyen igualmente a la navegación… las altísimas mareas que… los tornan navegables, de modo que puede pasarse de los ríos a los esteros y de estos a aquellos”.

Todas estas cuatro ciudades pertenecerían, pues, al conventus Hispalensis.

Ya en el Neolítico estaba habitada la zona, se han hallado restos arqueológicos de la Edad del Cobre y del Bronce final. Los turdetanos podrían haberla llamado Arae o Hesperia, por un posible templo consagrado a Héspero, el lucero del atardecer, Venus; algo que estaría presente en el nombre de Locus Solis, de la que se conoce muy poco, más allá de su gobierno local Senatus Populusque Solucensis (SPQS), que, a veces, aparece en el escudo actual de la ciudad acompañado del lema Solucar id est Lucus Solis (“Solúcar, esto es el bosque sagrado del Sol”). Solucar, Solia y el árabe Albayda la Blanca han sido otros nombres para estos lugares.

Las riquezas de estas tierras eran transportadas a través del río Guadiamar que por aquel entonces permitía la navegación al menos en invierno (en dos poemas escritos en latín, pero durante el Renacimiento, este río recibe el nombre de Hamarus). Hay restos de multitud de villas romanas que dan idea de la actividad productiva: en ellas se han hallado monedas, piedras de telares, tuberías de plomo.

Las monedas que se han encontrado presentan en su reverso el nombre de la ceca de Lastigi, cuya localización es dudosa, pues los autores la sitúan bien en Los Merineros, Aznalcóllar, bien en el Cerro del Queso, Sanlúcar, pero siempre cerca del río Guadiamar. Son ases, semis, cuadrantes y sextantes acuñados en bronce de la segunda mitad del siglo II a.n.e.

Han aparecido también restos cerámicos, como la urna funeraria de barro encontrada en una necrópolis situada en el Cortijo de Chichina de Sanlúcar la Mayor; data del 1300 a.n.e. en el período del Bronce Medio.

Bibliografía

  • Correa, J.A.: “De Maenuba a Guadiamar”. Habis, núm. 36, Universidad de Sevilla, 2005, págs. 235-242 (enlace al pdf).

  • García Vargas, E. y otros: "La romanización del bajo Guadalquivir: ciudad, territorio y economía (siglos II-I a.C.)". Mainake, núm. 30, 2008, págs. 247-70 (enlace al pdf).

  • Mancomunidad de Desarrollo y Fomento del Aljarafe: Aljarafe romano. Diputación de Sevilla, 2015 (enlace al pdf).

  • Martínez-Chico, D.: “Sextante inédito para la ceca sevillana de Lastigi”. Gaceta Numismática, núm. 191, 2016, págs. 59-60 (enlace al pdf).

  • Sáez, P. y otros: “43. Patrimonio Arqueológico e Histórico-Artístico”. Ciencia y restauración del río Guadiamar. Picover 1998-2002. Consejería de Medio Ambiente, 2003 (enlace al pdf).

  • Sevillapedia (artículo): Sanlúcar la Mayor.


  • Imágenes enlazadas y extraídas de las páginas web y artículos citados.

Lastigi_Arjona_Macias_Jose_1920.pdf