Baria

Villaricos, Cueva de Almanzora

Miguel Ángel Sánchez Freniche, IEDA, 2019-20

La colonia de Baria fue fundada en el s. VII a.n.e. junto a la desembocadura del río Almanzora, atraídos por sus tierras fértiles, sus abundantes recursos pesqueros y su cercanía a minas de hierro y plata. Baria se levantó en una península en el interior de una pequeña ensenada y junto a un río navegable. Los fenicios solían elegir un lugar estratégicamente protegido (islas, ríos, pantanos, marismas, humedales) para asegurar el comercio; en él construían un mercado que centralizaba el intercambio de productos con la población nativa. La colonia alcanzó un alto desarrollo económico y se convirtió en el centro de control del acceso a la Bastetania íbera. En el siglo III a.n.e. se alió con Cartago lo que le permitió aumentar aún más su producción.

Durante la Segunda Guerra Púnica, librada por el control comercial del Mediterráneo occidental, Baria fue asediada por Publio Cornelio Escipión, llamado el Africano, tras la toma de Cartago Nova y la captura de la mayor parte de la flota cartaginesa. El asedio es mencionado en la literatura latina para describir el carácter de Escipión (Aulo Gelio, Noches Áticas 6.1. 8-11; Plutarco, Escipión Mayor 3). Las capturas de estas dos ciudades durante el año 209 a.n.e. permitió a Roma tener dos vías de penetración hacia la cabecera del Guadalquivir; una a través del valle del Guadalentín y la otra a través del valle del Almanzora. La posterior ciudad romana se extiende desde el borde suroccidental de las edificaciones precedentes, en dirección al río Almanzora. Las viviendas de estas colonias solían tener planta rectangular con zócalos de mampuestos y muros de adobe; las techumbres eran planas y cubiertas de vegetal y se sujetaban con de postes de madera encajados en el suelo. Se conserva una zona industrial en la costa dedicada a la factoría de salazones de pescado, que estuvo en funcionamiento desde finales del siglo I a.n.e. hasta el siglo IV n.e. Hay restos de un santuario rural en una pequeña elevación y otro urbano dedicado a la diosa Astarté y de una necrópolis. En ella se realizaron tanto inhumaciones como incineraciones. Existen también hipogeos excavados en la roca y con indicios de cubierta abovedada. Se han registrado tumbas con ajuares muy ricos en cerámicas griegas áticas y metales preciosos, datados entre los siglos V y III a.n.e., así como huevos de avestruz decorados; todo ello muestra el período de apogeo que experimentó la ciudad en estos momentos.

La ceca de Baria emitía monedas que presentaba una cabeza de Astarté mirando hacia la derecha, y una palmera datilera en el reverso, representación del árbol de la vida.

Bibliografía

  • Ayuntamiento de Cuevas de Almanzora: Necrópolis de Villaricos (enlace a la web).

  • El faro de Bédar: Villaricos, la toma de Baria por Publio Cornelio Escipión (enlace a la web).

  • Instituto Andaluz del Patrimonio Artístico: Villaricos (enlace a la web).

  • Legión Novena Hispana: La colonia fenicia de Baria (enlace a la web).

  • López Castro, J.L.; Martínez Hahnmüller, V.; Pardo Barrionuevo, C.: “La ciudad de Baria y su territorio”. Mainake núm. 32, 2010 (enlace al pdf).

  • Martínez Hahnmüller, V.: “De la Baria fenicia a la Baria romana”. La etapa neopúnica en Hispania y el Mediterráneo centro occidental: identidades compartidas. Universidad de Sevilla, 2012, págs. 331-360 (enlace al pdf).

  • Rodero, A.; Perea, A.; Chapa, T.; Pereira, J.; Madrigal, A.; Pérez-Die, M.C.: “La necrópolis de Villaricos”. Complutum extra 6, 1996, págs. 373-383 (enlace al pdf).

  • Wikipedia (artículo): Baria.


  • Imágenes enlazadas o tomadas de las web y artículos citados.

Baria_Sanchez_Freniche_MAngel_1920.pdf