Ilipa

Ilipa Magna

Alcalá del Río

Elisa Fernández Gutiérrez, IEDA, 2019-20

Está situada en uno de los meandros de la orilla derecha del que se denominaba por aquel entonces río Baetis, hoy Guadalquivir, en la Turdetania, que abarcaba desde el Algarve hasta Sierra Morena. El sobrenombre de Magna, la Grande, (Ἰλλίπα ἢ Λαῖπα μεγάλη) aparece en Estrabón, Geografía 3.141 y en Claudio Ptolomeo, Geografía 2.4.13. También fue citada por Plinio en su Historia Natural 3.1.3. Estaba fortificada por grandes murallas y contaba con una destacada posición estratégica que le permitía controlar una comarca de rica agricultura y vías terrestres que comunicaban con las minas de plata de Sierra Morena.

reconstrucción ideal de Ilipa con el puerto

El conflicto bélico entre las dos potencias que dominaban el Mediterráneo, Cartago y Roma, se trasladó a la Península durante la Segunda Guerra Púnica, en el s. III a.n.e. En el año 206 a.n.e. Escipión el Africano se enfrentó a Magón Barca en la batalla de Ilipa, en las inmediaciones del cortijo de El Vado de las Estacas. La victoria romana acabó con el dominio de los cartaginenses en la Península Ibérica. La ciudad mantuvo su importancia durante más de tres siglos, recibió el estatuto de municipium dentro del conventus Hispalensis y se desarrolló urbanísticamente: se construyó un foro en el sector norte y un puerto fluvial. Era el último puerto hasta el que podían acceder embarcaciones de gran calado y donde se hacían los transbordos de las mercancías que desde el interior eran traídas por embarcaciones menores. Fuera del perímetro urbano se ubicaron necrópolis y algunas industrias alfareras.

Sin embargo, la reducción de la producción de las minas y el traslado del protagonismo portuario a Hispalis produjo la decadencia de la ciudad y el abandono de casas y edificios que acabaron quedando sepultados. Aun así, no llegó a perder completamente la importancia como punto de control del Guadalquivir, volviendo a recuperar su protagonismo en la época medieval islámica, cuando se reutilizaron sus murallas, se levantó el alcázar y pasó a llamarse Qalat Ragwal. El lugar fue diócesis eclesiástica durante el s. V en tiempos de los visigodos.

Algunos de los hallazgos más destacados que han salido a la luz durante las intervenciones arqueológicas son: - Muralla romana del s. I n.e. Rodeó a lo largo de 1.500 metros la ciudad entre los cursos del Guadalquivir y el arroyo Caganchas. La torre de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se asienta sobre la muralla romana. En la calle Sol se encuentra el Centro de Interpretación de la Muralla. Junto a ella han aparecido inscripciones neopúnicas.

- Necrópolis tartesia del s. VII a.n.e. Localizada en la finca de La Angorrilla, junto al arroyo Caganchas; anteriormente fue el asentamiento de un poblado de época calcolítica.

- Domus del siglo I o II n.e. De unos 24 metros cuadrados está pavimentada con mosaicos. Fue descubierta en el año 2013 durante unas obras en la Casa Hermandad de la Soledad. Los mosaicos combinan motivos decorativos geométricos y figurativos -perdices y patos- con una rica policromía.

- Aras funerarias, lápidas y epígrafes.

Cipo dedicado a Dasumia Turpilia, del s. II n.e. (se encuentra en la ermita de San Gregorio, del s. XV).

Altar funerario de Marco Calpurnio Lucio de finales del s. II n.e. con un hermoso epitafio (Museo Arqueológico de Sevilla).

- También se han hallado restos del foro, un toro de piedra (hallado durante las obras de construcción del puente del embalse) y un jarro orientalizante de bronce del s. VI a.n.e.

Consagrado a los dioses Manes, Marco Calpurnio, decurión. Quienquiera que desees llorar mi destino en esta lápida, contén un momento tus lágrimas. Es mi padre quien es digno de compasión por lo injusto del azar: haberme perdido a mí, un hijo querido, y entregado al sepulcro. ¡Qué felizmente viví veinteséis años, seis meses y ocho días! Aquí estoy enterrado, dejando a mi pobre padre abandonado. Mi desgraciada madre, dándose golpes de pecho, y mi hermana desdichada lo acompañan ambas en su llanto. Mi querida esposa, a la que he dejado con un niño pequeño, una madre irreprochable, viuda ahora, me sobrevive. Ella ha preparado mi tumba. [Llorad] mi cuerpo en la fosa profunda, queridos padres, vosotros que habitáis el reino de los mortales: aquí estoy enterrado y en paz descanso.

Ara funeraria de Marco Calpurnio. Traducción de María Limón

Bibliografía

  • Alcalá conecta: La muralla de Ilipa Magna. (Vídeo de Youtube).

  • Ayuntamiento de Alcalá del Río: Historia (enlace a la web).

  • Lugares con historia: Alcalá del Río y la batalla de Ilipa (enlace a la web).

  • Matemolivares: El mosaico romano con motivos geométricos de Ilipa Magna, Alcalá del Río (Sevilla). (enlace al blog).

  • Millán León, José: “La batalla de Ilipa”. Habis, núm. 17. Universidad de Sevilla, 1986, págs. 283-304 (enlace al pdf).

  • National Geographic: “Hallan mosaicos romanos en Alcalá del Río”, Historia, 6 noviembre 2013 (enlace a la web).

  • Wikimedia (artículos): Ilipa; Batalla de Ilipa.


  • Imágenes enlazadas y tomadas de las web y artículos citados.

Ilipa_Fernandez_Gutierrez_Elisa_1920.pdf