Cilniana

Marbella

Juan Jesús Piñer Jiménez, IEDA, 2020-21

La costa sur de la Península contaba en época romana con grandes ciudades, como Malaca o Gades, y también con otras más pequeñas, como Suel, Cilniana o Salduba. Se construyeron calzadas, puentes, acueductos, termas, templos, basílicas y grandes villas.

Desde hace milenios la costa fue habitada por numerosos pueblos que dejaron su impronta cultural: fenicios, púnicos y romanos, y la posterior presencia visigoda, bizantina y musulmana. Todo ello la convirtió en un punto clave en la historia del Mediterráneo. Fenicios y cartagineses solían asentarse en promontorios no muy alejados de la costa. Los cartagineses practicaron en sus colonias ibéricas la agricultura, la ganadería y comenzaron a producir salazones. Los romanos conquistaron la costa de Málaga a lo largo del siglo II a.n.e.; se instalaron en los antiguos asentamientos púnicos y crearon otros nuevos que contribuyeron a la asimilación de la cultura romana (lengua, costumbres, religión, pensamiento) por la población indígena.

Los asentamientos en lugares cercanos a la costa aumentaron a lo largo del siglo I n.e. y también las vías de comunicación. Algunos de estos nuevos asentamientos se convirtieron con el tiempo en prósperas villas, conocidas hoy día como villae a mare, enclaves que tenían una parte dedicada a la producción de salazones y garum, pars rustica, y otra zona más noble que servía de residencia a los dueños, pars urbana. A lo largo de los siglos II, III y IV n.e. estas villas florecieron al amparo del aumento en la producción y necesitaron de puertos y calzadas que hicieran posible los intercambios comerciales.

Varios autores han intentado identificar Marbella con ciudades citadas por autores de la Antigüedad; sin embargo, se tiende a pensar que los vestigios romanos existentes son los restos de grandes explotaciones agrícolas con un poblamiento disperso. Con todo, lo más probable es que la ciudad de Cilniana, citada en el Itinerario de Antonino 6, se asentara en el término municipal de Marbella.

Ciudades de Hispania citadas en el Itinerario de Antonino.

J. Rubén Jiménez González: Diccionario Toponímico y etnográfico de Hispania Antigua, 2004

Las Bóvedas o termas de Guadalmina

Localizadas en el margen derecho de la desembocadura del río Guadalmina, son termas romanas fechadas entre los siglos II y III. Se construyeron con opus caementicium y refuerzos de ladrillo revestidos con placas de mármol en algunos sectores; también hay zonas que combinan el latericium con el opus incertum. Se conserva parte de la cubierta abovedada (bóveda de cañón de arista) y dos plantas que giran en torno a un patio octogonal con estanque al que se abren siete estancias también octogonales. En la parte oriental se conserva un mosaico de grandes teselas sobre el praefurnium y parte de las estructuras subterráneas para la red de calefacción. La parte central tiene suelo de opus signinum.

En el conjunto arqueológico hay algunas piletas de una antigua factoría de salazón.

Villa romana de Río Verde

Construida en el siglo I n.e. fue parcialmente destruida por un incendio en el siglo II y estuvo ocupada hasta el s. IV. Es una villa rustica que cuenta con un patio interior o peristylum que distribuye las habitaciones. En sus inmediaciones hay una zona industrial estrechamente vinculada al mar, con una factoría para la elaboración de garum, salsa de pescado. Esta actividad se ve reflejada en las imágenes representadas en los mosaicos que se reparten por estancias y pasillos: animales, hornillos, fuentes, asadores, soperas. También se observan en los mosaicos temas mitológicos, Medusa, así como motivos lineales y geométricos.

Puente romano

Del siglo I formaba parte de la via Augusta que unía Roma con Gades. Se conserva en el interior de un complejo turístico.

Basílica Paleocristiana de Vega del Mar

Situada junto al arroyo del Chopo en San Pedro de Alcántara; supone el tránsito entre el fin de la romanización y el inicio de un enclave que desapareció entre los siglos VI y VII. Su construcción se fecha a finales del siglo IV coincidiendo con la invasión de los visigodos que construyeron una necrópolis junto a ella. Tiene planta rectangular y tres naves divididas por pilares de los que se conserva la parte inferior. De los ritos bautismales quedan una pila y una piscina de poco más de un metro de profundidad.

Bibliografía


  • Imágenes enlazadas y tomadas de los artículos y páginas web citados.

Cilniana_Piner_Jimenez_Juan_Jesus_2021.pdf