Introducción
Hoy en día no existe nadie que pueda decir que no haya oído nunca algo acerca de los extraterrestres. Para bien o para mal la existencia del término, y su significado, lleva el tiempo suficiente en nuestra sociedad como para hacer que se trate de un tema un tanto habitual. A favor o en contra la población tiene diferentes posturas que varían con el tiempo, zona geográfica o cultura.
En este artículo no se va a intentar esclarecer su existencia. El objetivo es plasmar de una manera realista que hay de cierto y de falso, en la medida de lo posible, sobre "ellos".
Definición
En un sentido académico, la RAE define el término extraterrestre como "Dicho de una cosa: Que pertenece al espacio exterior de la Tierra o procede de él", algo evidente. Pero también tiene otra aceptación que es la que más controversia origina: "Dicho de un objeto o de un ser: Supuestamente venido desde el espacio exterior a la Tierra". Esta segunda es la que merece nuestra atención.
En un sentido realista podemos afirmar que cualquier ser de otro mundo diferente a La Tierra es un extraterrestre. No tiene que ser precisamente uno evolucionado intelectualmente, con aspecto antropomorfo como nos hacen ver la literatura y el cine, si no que cualquier ser de cualquier tipo lo es por definición, incluidos microscópicos unicelulares.
Polémica
A menudo, en el saber popular, se confunde el fenómeno ovni con el de extraterrestres. No es de extrañar, ya que la literatura y el cine se han encargado de crear una iconografía al respecto que es muy difícil de corregir. El fenómeno ovni contempla todo tipo de objetos voladores que no pueden ser identificados, generalmente catalogados como naves voladoras, mientras que los extraterrestres son esas formas de vida de fuera de la tierra. Pero en el subconsciente popular se asocian los ovni con extraterrestres, pensando que se trata de esas supuestas naves voladoras tripuladas por ellos con una ciencia mucho más avanzada que la nuestra. Pero esto, en realidad, no es más que una de tantas teorías que los expertos (y no tan expertos) barajan sobre este asunto. Hay que tener en cuenta que los supuestos contactados, que a veces son abducidos, son los únicos testigos que describen un contacto visual con estos seres y sus naves, relatando frecuentemente que llegan hasta la tierra a bordo de estas, conocidas popularmente como "platillos volantes".
Como en todas las cosas en este tema hay dos vertientes, los "creyentes" y los escépticos del fenómeno. Y parece existir, incomprensiblemente, una gran rivalidad entre ambas tendencias, sobre todo por parte de los escépticos. Pero nadie debe enfadarse por este motivo, cuando oye a alguien hablar sobre la existencia de extraterrestres sin creer en ellos y al contrario también. Como no es un hecho y si una teoría, hablar sobre el tema a favor o en contra es igual de válido pensando que son puntos de vista diferentes. Hay que tener en cuenta que tanto unos como otros esgrimen argumentos que respaldan ambas teorías. Veamos como se declaran.
Si existen, claro que si...
Esto es lo que afirmaría un partidario de la existencia de seres extraterrestres. Los tenemos desde los más académicos, que lógicamente creen que debe existir multitud de formas, estados de evolución y posibles civilizaciones avanzadas o no, hasta los más viscerales que creen en los "marcianitos" verdes o grises. Aunque sobre esta vertiente se han escrito verdaderos ríos de tinta, la verdad es que de alguna forma tiene sentido. El universo es muy grande y aquí hay sitio para todos.
Lo cierto es que decir que el universo es muy grande es un eufemismo por que la realidad es que, gracias a las nuevas tecnologías en exploración espacial (últimos telescopios), cada vez llegamos más lejos para poder ver que hay ahí fuera. Y también nos damos cuenta que todavía no hemos llegado a la hipotética frontera final de nuestro supuesto universo en expansión y no sabemos donde puede estar, lo que podría indicar que no hemos recorrido con nuestros aparatos más que una minúscula porción del espacio más cercano a nuestro planeta. Simplificando decir que si somos capaces de imaginar lo verdaderamente gigantesco que es el espacio conocido, no podemos hacernos ni una idea de todo lo demás que está por explorar y descubrir. Esto significa que la probabilidad matemática de que exista vida en otros planetas es tan grande, dado el tamaño del universo, que resulta prácticamente imposible afirmar que no pueda haberla en millones, o quizás billones, de estrellas y planetas.
La teoría más aceptada científicamente sobre la formación del universo es la del "Big Bang". Esta dicta la edad del universo en algo menos de 14 mil millones de años. La Tierra tiene una edad estimada de 4500 millones de años. La diferencia de tiempo desde que se inició la formación del universo hasta que se creó nuestro planeta, cerca de 9500 millones de años, es superior a la edad misma de la tierra. Esto tiene como resultado que, al igual que en nuestro planeta, hubo tiempo suficiente para que la vida surgiera en cualquier otro lugar formado anteriormente. También posteriormente, claro. Pero lo interesante es pensar que, si en alguno de los planetas formados durante esos primeros 9500 millones de años surgió vida, lo más lógico es que evolucione de manera similar a como ocurrió en la tierra y en tal caso pudieron aparecer en algún momento seres inteligentes dotados de tecnología avanzada. Con toda seguridad existe gran cantidad de estos planetas, además de tiempo de sobra para la evolución de las primitivas formas de vida, lo que hace matemáticamente imposible que nuestro planeta sea el único que albergue vida.
Por supuesto esto no es más que una interpretación un tanto científica de probabilidades matemáticas. Aunque las variables a tener en cuenta son muchas y la ciencia cada vez contempla más, de lo que se dan cuenta los científicos es que cuanto más se estudia esto desde un punto de vista académico más probabilidades de vida extraterrestre encuentran.
Pero dentro del grupo de "creyentes" están también aquellos que, sin ser científicos, aportan ideas y a veces evidencias de la existencia de extraterrestres. Muchos de ellos no son más que "pensadores" que intuyen que el espacio es tan inmenso, que hay tantos planetas y sobre todo que la teoría de la panspermia puede ser muy correcta, que la realidad no puede ser de otra manera. Estos son pruebas circunstanciales que apoyan la existencia de seres extraterrestres que podrían visitarnos, pero de momento la ciencia sigue avanzando y los científicos no han encontrado todavía evidencias rotundas que hagan pensar lo contrario, pero tampoco directamente a favor.
Lo cierto es que existen diversas tendencias que teorizan sobre la posibilidad de que ciertos grupos gubernamentales de algunos países, como la CIA y NASA norteamericanas, están ocultando o tergiversando ciertas pruebas encontradas (documentos fotográficos de sondas de exploración espacial), que podrían demostrar rotundamente la existencia de civilizaciones extraterrestres que nos visitan. Corresponden a las llamadas corrientes "conspiranoicas" que, aunque en ocasiones son extremadamente radicales en sus afirmaciones, siempre tienen una base creíble. Pero tienen un gran descrédito en general, quizás debido a sus radicales teorías y a un desprecio por parte de la comunidad científica, el estado y la población influenciada por los medios.
No existen, ¿cómo puede alguien pensar eso?
Hay mucha gente que está convencida esto. Están en contra de la existencia de vida extraterrestre y sobre todo de vida inteligente. Los argumentos que esgrimen no son tan científicos y en muchas ocasiones parecen más bien críticas contra la corriente de los "creyentes". Pero hay ciertos argumentos que mantienen en contra y tampoco son tan descabellados, al menos son para pensar.
Algunos de estos argumentos son:
- Hipótesis de la tierra especial. Esta indica que las condiciones para la aparición de vida en un planeta, tal y como la conocemos en la Tierra, son tan complejas que se hace matemáticamente improbable que surja en otros planetas. Por razones azarosas estas condiciones se dieron en la Tierra en el momento adecuado, lo que provocó el inicio de la vida en nuestro planeta. Por curioso que parezca no contempla que esta misma situación, o parecida, se diera en otro planeta precisamente por la bajísima probabilidad de repetirse. Sin embargo hay que entender que es una probabilidad matemática que, aún estando correctamente formulada, no es más que eso: una probabilidad que afecta por igual a miles o millones de planetas en todo el universo y por tanto con las mismas posibilidades. Pero hay que tener en cuenta que, según las últimas investigaciones científicas, la vida puede sobrevivir en los escenarios más inhóspitos e increíbles, como algunas bacterias encontradas en calderas de volcanes y que podrían vivir perfectamente en la superficie de Mercurio o Venus. Vamos, que según esta teoría somos unos privilegiados por qué se desarrolló la vida únicamente aquí.
- La transpermia. Es lo contrario a la panspermia, es decir, la vida no llegó a la Tierra desde el exterior sino que se originó aquí por primera y única vez, siendo posible que se transmita a otros planetas lejanos. Esto indicaría que somos el caldo de cultivo de vida en el universo y por tanto todavía no ha habido tiempo suficiente para que ocurra, o ha sido reciente, lo que invalidaría de momento la existencia de seres extraterrestres inteligentes fuera de nuestro planeta, dado el poco tiempo transcurrido. Hay que tener en cuenta que de una manera u otra la vida puede haberse gestado en un único punto del universo para luego expandirse al resto. Según esta teoría eso ha ocurrido con La Tierra.
- Falta de pruebas sólidas. También se argumenta que las pruebas presentadas no son concluyentes y que pueden ser el resultado de cualquier otro fenómeno relacionado con los testigos, como alucinaciones (patológicas o por drogas), histerias (a veces colectivas?), confusiones u otras pruebas materiales de dudosa procedencia o catalogación e incluso insuficiente o incorrectamente estudiadas. La verdad es que cuando al mundo científico se le presentan pruebas, estas suelen ser invalidadas con todo tipo de argumentaciones, a veces sin mucho sentido. No se suele prestar demasiada atención a aquello que huele a supuestos extraterrestres, por que parte de los científicos no se quieren ver involucrados en estos temas que pueden desprestigiar sus carreras. Solamente una pequeña parte de ellos toman en serio ciertos estudios, aunque con frecuencia suelen invalidarlos con todo tipo de excusas al alcance de la comunidad científica por tratarse de un tema profesionalmente reprochable. De cualquier forma demostrar la existencia de vida extraterrestre de manera irrefutable no se ha producido todavía, lo que da más fuerza a las teorías detractoras.
Hay un sinfín de alegaciones que desmoronan las teorías de los "creyentes" desde diversas perspectivas. Aunque la mayoría de estas también son rebatibles, lo cierto es que se entra en un círculo vicioso de teorías y anti-teorías que no llevan a ninguna parte. Lo único común que define a los "no creyentes" es que estos no suelen avalar sus teorías con argumentos demasiado sólidos, dándole demasiada importancia a estos y haciendo con frecuencia lo que parece una descarada labor de desprestigio que en ocasiones parece estar perfectamente orquestada por, quizás, algún poder interesado.
Versiones oficiales
Hasta ahora se ha puesto de manifiesto dos posturas contrarias, demasiado diría yo, pero existe al menos una tercera. ¿A que lado se inclinarán los estados, con todo lo que representan, y otras grandes instituciones como las religiones?
Si hay que ser sincero, la verdad es que estos tocan todos los palillos. A veces parecen tomar mucho interés de manera positiva y otras veces se dedican a desprestigiar el fenómeno en general o se mantienen en silencio. Respecto al estudio de los ovni si que toman un gran interés, siendo principalmente el ejército de cada país el que se dedica a ello. Esto sirve, entre otras cosas, para poder ocultar información y que no se haga pública, motivo por el que este tipo de investigaciones suelen tener algún tipo de clasificación reservada. Así evitan incómodas cuestiones que podrían llegar a ser oficiales, lo que les podría causar un verdadero problema. Si un ovni invade una determinada zona aérea sin permiso y encima no pueden hacer nada para evitarlo e interceptarlo, los militares quedarían como un instrumento de poco valor estratégico frente a estos y eso no pueden permitirlo. Si realmente se trata de una civilización extraterrestre con intenciones invasivas (hay varias teorías al respecto), los ejércitos y otros poderes del estado no podrían hacer nada, motivo por el que no interesa su divulgación aunque sea nada más que una teoría.
De cualquier manera las versiones oficiales siempre conllevan polémica. Declaraciones contradictorias, sospechosas e incompetentes pérdidas de pruebas e informes, falsedad en documentos desclasificados son algunas de las artimañas que los poderes, generalmente militares o policiales a nivel administrativo, usan al respecto creando esa confusión en la población que hace que esté dividida entre los que creen y los que no. ¿Por qué? Pues como siempre, si la población está distraída con temas banales no tiene tiempo ni fuerzas para fijarse en la mala gestión del gobierno y autoridades de turno.
Pero ¿Y las religiones? Estas están basadas generalmente en alguna deidad (dios) con poderes en apariencia sobrenaturales. Generalmente viene de otro mundo en forma de visita con la esperanza de salvar espiritualmente a las personas. Bueno, hasta aquí nadie diría que no se trata de extraterrestres, pero esta idea es más bien moderna y no se planteaba demasiado en el pasado. A pesar de que las grandes religiones se han empeñado en mostrar a sus dioses (y otros) como seres originarios de fuera de este mundo,la verdad es que durante mucho tiempo han negado la existencia de extraterrestres. Por supuesto los líderes religiosos han ido cambiando sus discursos con el tiempo, para ir permitiendo poco a poco aceptar la posible existencia de extraterrestres, pero incluso así evitan hacer declaraciones al respecto pues sigue siendo un tema "incómodo" para ellos. ¿Hacia donde variarán sus tendencias? No se sabe, pero lo que si es cierto es que seguramente seguirán adaptándose al momento como han hecho hasta ahora.
Testigos
En ocasiones la única evidencia de la existencia de seres extraterrestres es el testimonio de los que han contactado con ellos. Son muchos los casos a lo largo del mundo. Por supuesto el testimonio de un "contactado" no puede ser tomado como una prueba irrefutable, pues intervienen muchísimos condicionantes que hacen tener dudas razonables en contra. Pero también existen determinados aspectos que hacen pensar que el testigo está diciendo la verdad y que además esta no admite otra posible versión. ¿Cuantos testigos han descrito exactamente el mismo fenómeno, en este caso la descripción de un contacto con un ser de otro planeta, en diferentes partes del mundo, con huellas materiales, de culturas diferentes y en intervalos de tiempo muy cercano? Cuando se dan este tipo de casualidades y se comprueba que ni remotamente los testigos han sido afectados por los mismos estímulos culturales (propaganda en medios por ejemplo), cabe pensar que lo descrito realmente ocurriera tal y como cuentan. Si esto es cierto, estaríamos ante pruebas concluyentes de la existencia de estos seres extraterrestres. Pero la ciencia, lejos de mostrarse imparcial, se empeña en demostrar que nuestro cerebro puede ser engañado muy fácilmente y, aunque un testigo no esté mintiendo, siempre existe la duda de que lo descrito ocurriera realmente como es recordado. Y desgraciadamente esto puede ser cierto.
El estudio de supuestos encuentros con seres extraterrestres está muy desprestigiado. Nunca se llega a tener una certeza de que aquello que cuenta el supuesto testigo sea cierto, no por que mienta deliberadamente, sino por que a veces se producen otros fenómenos que imposibilitan la aportación de pruebas certeras. Se suele jugar mucho con el desprestigio del testigo alegando algún tipo de problema mental (de cualquier tipo, patológico, emocional...) u otros elementos externos que imposibilitan una correcta percepción de la realidad, lo que permite tener una duda más que razonable de una posible tergiversación de lo observado por parte de este.
Además se sabe con seguridad que ciertos casos estudiados por expertos han resultado ser engaños, invenciones orquestadas por ciertas personas o grupos que buscaban, entre otras cosas, fama. Este aspecto unido a la mala praxis de ciertos investigadores, ha desprestigiado bastante las líneas de investigación de los expertos en el fenómeno, lo que ha llevado una vez más a crear un cierto pensamiento popular un tanto confuso.
La cultura popular
La idea de un ser extraterrestre en el mundo moderno está demasiado estereotipada. Tenemos asumido el típico ser cabezón, de grandes ojos almendrados y con supuestas habilidades mentales como la telepatía o la telequinesia, que viaja en extrañas y sofisticadas naves voladoras con forma de platillo y con una tecnología más avanzada que la nuestra. La divulgación de esta idea contemporánea la encontramos gestándose de alguna manera en las publicaciones tipo pulp norteamericanas, a principios del siglo XX, herederas de otra literatura fantástica del siglo XIX que estuvo muy de moda. La introducción de esta temática en el cine fue catapultando la idea poco a poco en la población, lo cuál formó con el paso del tiempo una iconografía muy peculiar.
Pero la verdad es que esta no es más que una de las versiones de entre otras que describen los supuestos contactados. Los investigadores del fenómeno han podido catalogar varios tipos de seres con características físicas muy diferentes. Desde tamaños minúsculos hasta verdaderos gigantes, las diferencias morfológicas son muy evidentes con un denominador generalmente común entre ellos: Aspecto antropomorfo. Esto viene a significar que la estructura de estos organismos son muy parecidas a nosotros los humanos, es decir, dos piernas para el desplazamiento, dos brazos con manos prensiles para manejar objetos con precisión unidos a un tronco del que parte una cabeza, en la que generalmente entendemos que hay un cerebro evolucionado, a veces más que el nuestro. Y esta es una de las ideas que apoyan los escépticos para demostrar que, si realmente existieran estos seres, no tendrían que ser forzosamente tan parecidos a nosotros, al menos todos los catalogados.
Remontándonos en el pasado encontramos pistas de contactos anteriores con supuestos seres extraterrestres. Las antiguas religiones de culturas remotas ya describen dioses que se adaptan perfectamente a los moldes de estos seres. Desde las antiguas culturas mesopotámicas hasta las florecientes sociedades americanas (incas, mayas...) pasando por culturas europeas de romanos y griegos clásicos y otros lugares hasta completar todo el planeta. La idea de un dios casi siempre está unida a su origen fuera de la tierra.
Pero a pesar de que la mayor parte de estas culturas describen a estos seres como dioses todopoderosos a los que debían una lealtad (generalmente espiritual), también encontramos algunas que describen a estos como visitantes a los que observan de manera indiferente y en ocasiones entablan un contacto con ellos. Es el caso del pueblo Dogón. A pesar de que se ha desprestigiado en exceso sus creencias ancestrales, sobre todo las relacionadas con la estrella Sirio, hay ciertos detalles originales que cuentan por tradición oral. Al no poseer este pueblo una escritura, esta transmisión oral de saber es la única que cultivan. Veamos que cuentan entre otras cosas:
- En un pasado muy lejano, un tanto indeterminado, fueron visitados por unos seres de aspecto acuático descritos con cola de pez, que llegaron a bordo de lo que podemos entender como una nave de transporte que aterrizó en la tierra cerca de ellos.
- No los toman como dioses, al contrario de lo que cabía esperar, ya que entre otras cosas estos no tuvieron una relación demasiado cordial. Al principio, cuentan los Dogón, parecían tener buenas intenciones y les transmitieron incluso cierto conocimiento (mantenido de manera oral con el tiempo). Pero estos seres comenzaron a secuestrar su gente, llevándose a algunas personas hacia el interior de su nave a los que "algo" desconocido hacían y a los que frecuentemente no volvían a ver.
- Cuentan tradicionalmente que estos seres regresaron a su planeta, en la estrella Sirio, pero han sido visitados por ellos posteriormente varias veces.
En esencia muchos de los relatos contados por este pueblo, como he dicho sobre la estrella Sirio en concreto, parecen estar contaminados por el contacto con occidente que han tenido durante años. Al menos hay una duda razonable al respecto. Pero hay que tener en cuenta que lo relacionado a la visita de estos seres parece original y los detalles sobre estos, como su llegada en una nave, son anteriores a la aparición iconográfica moderna sobre los ovni, lo cual indica una cierta chispa de realismo sobre el tema. Si fuera así estaríamos ante un verdadero contacto con seres extraterrestres un tanto peculiares, que curiosamente han sido descritos de manera similar por otras culturas en lugares remotos de la tierra con los que no tienen relación, algo que lo apoyaría aún más. Pero, como dicen los escépticos, puede que por alguna casualidad la información de unos ha llegado hasta otros y estos han "inventado"... La verdad nunca se sabrá, pero como digo esto suscita una verdadera duda razonable.
En épocas anteriores a la historia también encontramos ciertos testimonios. Algunas de las pinturas y grabados rupestres encontrados a lo largo del mundo muestran evidencias muy sospechosas. Aunque la interpretación de estos son meras especulaciones, existe un denominador común en muchas de ellas: una obsesión de sus autores por mostrar una gran fidelidad de detalles, al menos en algunos casos, lo que evidencia una preocupación por contar con realismo lo que ocurría en su época. Algunas de estas pinturas muestran lo que parecen seres con trajes y a veces con cascos y antenas, junto a muestras muy fidedignas de la fauna y flora (incluso de si mismos). Además alguno de estos están dibujados junto a lo que parecen naves y en algún caso lineas de unión entre ellos, a modo de cables o tubos. Por supuesto son interpretaciones, pero no hay muchas más posibilidades realistas, al menos los científicos son incapaces de teorizar sobre eso y con frecuencia indican no saber de que se trata. Parece que dar una explicación mística al asunto, sabiendo que en aquella época ya podían consumir algunas sustancias alucinógenas, es la panacea. Dibujos distorsionados bajo delirios en éxtasis por el consumo son la explicación cuando no existe una interpretación directa. Pero siempre existe una duda razonable cuando se observan los dibujos y grabados de ciertos lugares, como los encontrados en el desierto de Tasili en Argelia o Val Camonica en los Alpes Italianos, ejemplos más que representativos de este arte ancestral. ¿Qué sentido tiene representar sus sueños, junto a otros elementos más realistas en la misma escena? Si esta teoría es cierta estaríamos ante no solamente la evidencia de su visita y contacto con nosotros, si no que esto ocurrió hace mucho tiempo, al menos mucho antes del que pensamos.
Conclusiones
Los primeros casos modernos de contactados que fueron estudiados datan de alrededor de la segunda guerra mundial. La mayor parte de la iconografía sobre el fenómeno ha cruzado todo el mundo desde entonces y esto hace muy difícil determinar si un supuesto testigo está influenciado o no por esta. Por tanto, amén de otros ingredientes, los investigadores no tienen una certeza absoluta de que lo contado sea suficiente para admitir la existencia de estos seres, al menos en la mayoría de las ocasiones.
Pero es verdad que se dan ciertos condicionantes que hacen pensar que una parte de los testigos describen realmente lo que vieron y que fue real, nada de alucinaciones o falsas interpretaciones. Los seres descritos no son humanos, al menos como nosotros lo entendemos, y eso hace pensar de manera lógica que estos no pertenecen a nuestro planeta. Además, en ocasiones, los propios testigos entablan conversación con ellos (curiosamente con frecuencia son capaces de entenderse mentalmente) y cuentan que su origen está en otro planeta de un determinado sistema en torno a otra estrella diferente a la nuestra. Y lo curioso es que ciertos datos proporcionados por estos son desconocidos por los testigos, como la distancia con nuestro planeta, la descripción de su estrella y otros que al comprobarse resultan ser ciertos o muy aproximados con lo determinado por nuestra ciencia.
Por tanto afirmar la existencia de seres extraterrestres, sobretodo inteligentes, no es del todo descabellado. El problema es demostrarlo no con argumentos, sino con hechos, y eso es muy difícil. El tema queda de momento en especulaciones, teorías populares que no demuestran categóricamente la existencia. Aunque hay que tener en cuenta que en ocasiones los argumentos lógicos sean muy correctos y realistas, la verdad es que hay que demostrarlos con evidencias. Esperemos que en un futuro, no muy lejano, esto se haga realidad.