Introducción
Bien es sabido que NASA depende en gran parte del ejército de Estados Unidos, país al que pertenece. Sin las partidas del presupuesto que este asigna a la agencia no podrían haber realizado la mayoría de los proyectos que han llevado a cabo. Es más, los puestos importantes en el organigrama interno están en manos de militares o ex militares. Esto hace entender que la mayoría (por no decir todos) de los proyectos están controlados por el ejército. Así que, es de suponer, se aplican las mismas condiciones de seguridad (secretismo) que el ejército utiliza para sus operaciones.
Y los recientes proyectos sobre Marte, especialmente los llevados a cabo con los robots (Rovers), también sufren la política de seguridad.
Pero entremos poco a poco en la materia.
¿Qué es un "Rovert"?
Según NASA un Rovert, o más concrétamente "Mars Exploration Rovert" (Rovert de exploración marciana), es un robot enviado a Marte para la exploración e investigación en la superficie del planeta.
Está dotado de movimiento, por medio de ruedas, llevando incorporados unos paneles electrovoltaicos que alimentan todos sus sistemas. Además lleva varios dispositivos que permiten medir diferentes parámetros para su estudio, como taladros para extraer muestras de rocas y tierra por debajo de la superficie, analizadores varios, etc. Con ellos pueden examinar los materiales que componen el suelo y las rocas, así como estudiar la atmósfera y su clima.
Objetivos de las misiones
Las misiones de estos robots, entre otras cosas, consisten en analizar todo lo posible en el planeta para averiguar el pasado geológico y climático que le ha llevado a su situación actual. Hoy en día el planeta tiene una atmósfera muy débil, casi inexistente (NASA a veces afirma que no tiene), pero se sospecha que en el pasado pudo haber sido más parecida a la de La Tierra.
Esto puede ayudar a los científicos a predecir cambios similares que se puedan dar en nuestro propio planeta. Así se puede pensar también en la probabilidad de que hubiera existido vida en Marte en el pasado, aunque fuera microscópica, pero que en algún momento y debido a esos cambios desapareció. Por ello esta idea forma parte del listado de objetivos de las misiones, incluyendo encontrar agua en el planeta o huellas de su existencia en el pasado, en cantidades suficientes para permitir la vida. Para ello han planeado acercarse a uno de los polos, dónde según las fotografías hay lo que parece agua congelada. En parte ya lo han hecho, pero todavía no han sido capaces de descubrirlo (al menos no lo han publicado).
Parece que igualmente NASA tiene el objetivo de utilizar el "planeta rojo" como base de operaciones para viajes tripulados a mayor distancia (recordemos que Marte está aproximadamente a 1,5 veces la distancia del Sol respecto a nosotros). Por ello está haciendo experimentos para preparar astronautas que puedan viajar allí. Aunque en realidad nuestra ciencia debe avanzar más para llevar a cabo ese tipo de misiones, NASA ya tiene planeados objetivos alrededor de esta idea. Eso lleva a pensar en ciertos círculos que hay "planes ocultos" que no nos han revelado.
Críticas a las misiones
No es de extrañar que aparezcan críticas debido, en gran parte, a la intervención militar en la agencia. Es sabido de todos la ocultación y tergiversación de sus datos, incluidas misiones secretas que han sido llevadas a cabo (hablando de temas espaciales, claro está).
Pero concretamente en las actuales misiones, en las que intervienen los Rover, las mayores críticas vienen causadas por la posible manipulación de las imágenes tomadas en el planeta, con las cámaras instaladas en los robots, que constituyen las evidencias directas del verdadero aspecto del planeta. Estas imágenes tienen un marcado color rojizo en "casi" todas ellas. Digo "casi" por que algunas de las publicadas oficialmente, sobre todo las primeras que se tomaron, no tienen esa máscara de tonalidad roja y las hace parecer más un paisaje terrestre que marciano.
Como viene siendo habitual, NASA no da explicación al asunto y prefiere la callada por respuesta. Pero en alguna ocasión, ciertos representantes en los medios, han excusado estos defectos de color aludiendo los constantes cambios climáticos en el planeta que varían la percepción del color, incluso para sus sofisticadísimas cámaras.
Estas cámaras tienen una resolución muy por encima de las que habitualmente encontramos en el mercado. Además deben tener una óptica de la máxima calidad, dado el presupuesto que acostumbra a gastar la agencia en este tipo de dispositivos. Aún así, son incapaces de calibrar correctamente el color (o los ingenieros de NASA no saben hacerlo?) y las resoluciones mostradas al público distan mucho de lo esperado (más adelante veremos un ejemplo práctico).
Por eso son razonables las críticas que han aparecido en diferentes medios, en los que se pone en duda la aparente falta de profesionalidad de NASA en sus resultados (a tenor de las pruebas que han mostrado al público) o una manipulación descarada.
Otro de los puntos de crítica hacia NASA está en el contenido de ciertas fotografías. Algunas de ellas muestran ciertos "objetos" que parecen algo más concreto de lo que una simple piedra pueda ser. Así se han podido observar caras, monedas, un casco, etc. que, desde un punto de vista objetivo, podría tratarse de las típicas pareidolias. Pero hay un sinfín de estas imágenes que muestran, a mayor escala, ciertas incongruencias en la geografía de Marte, que se aparta de la idea prefijada que NASA hace ver sobre el planeta. Paisajes que parecen lagos con vegetación alrededor, huellas de humedad en la superficie que hacen pensar en la existencia de organismos que se nutren de agua, etc. son algunas de las conclusiones a las que han llegado algunos investigadores. Unido a esto están muchas de estas fotografías realizadas en blanco y negro, sin color, lo que aumenta las sospechas sobre la agencia y sus supuestas manipulaciones.
Análisis de fotografías
Cuándo se observa el estado general de las fotografías que NASA publica de Marte, tomadas por los Rover, se aprecia a simple vista ciertos aspectos de mediocre calidad (algo a lo que nos tiene acostumbrados la agencia desde siempre). Las resoluciones no son muy elevadas, máxime cuando la mayoría son escenas formadas por múltiples imágenes aisladas que forman, generalmente, panorámicas. Se notan marcadas diferencias, entre las que se encuentran dispares ajustes de contrastes, colores muy pálidos o muy fuertes, inexplicables cambios de colores, etc. Esto hace pensar que NASA no configura correctamente las cámaras o que estas funcionan de manera defectuosa (esto último no me lo creo). Son apreciables los fallos en las uniones de las diferentes tomas, las que forman panorámicas, con evidentes distorsiones causadas por el mal procesado de la perspectiva (Google Street View es perfecto a su lado). Si a todo esto añadimos que las imágenes publicadas por la agencia en sus páginas son de formato JPG, se pierde valiosa información para conseguir mejores resultados en cualquier post-procesado; se hace muy difícil creer que estas sofisticadas cámaras no puedan realizar fotografías RAW, aunque es comprensible que las imágenes con toda la información las reserve la agencia para sus propios análisis.
En diferentes páginas se pueden encontrar argumentos que incitan sospechas sobre una posible manipulación de NASA. Esta es una de ellas, que sirve de ejemplo de lo que se puede encontrar, con algo más de calidad que la media en cuanto a su redacción se refiere. Desafortunadamente no todas las páginas son realmente objetivas, limitándose a exponer lo que otros ya han dicho sin realizar verdaderas pruebas y emitiendo conclusiones que en ocasiones rayan lo fantástico.
Aquellas fotografías que contienen objetos imposibles son las más famosas en la red y las que más se utilizan para atacar a NASA, pero recordemos que se puede tratar únicamente de pareidolias de las que no hay comprobación sin estar allí físicamente, algo imposible por ahora. Como NASA emite explicaciones poco convincentes (a veces absurdas) o evita darlas, más puntos negativos para la agencia.
Aquellas fotografías en blanco y negro de las que he hablado, las que muestran una aparente orografía incompatible con las teorías de NASA de que marte es un planeta yermo, ponen en jaque a la agencia, que ha hecho pocos o ningún comentario al respecto. Ya solo por el hecho de no tener color es motivo de sospechas de manipulación por su parte.
Otras fotografías que más interés tienen para mí, la mayoría, son aquellas que muestran un posible trucaje en el color. Desde que NASA enviara las misiones Viking que tomaron las primeras fotografías de Marte en color, siempre se nos ha mostrado el planeta lleno de ese tono rojizo característico. Pero aunque desde el exterior se observa ese aspecto, por ejemplo visto a través de un telescopio, no tiene por que ser el mismo que desde su superficie (La Tierra tiene un color azulado desde el espacio y sin embargo no vemos todo tintado de añil desde el interior). NASA insiste que el color rojizo es así incluso en el planeta, pues lo contrario significaría que tiene una atmósfera mucho más densa y estable de lo que propone en sus estudios, lo que podría modificar el color observado. También hay que añadir que las fotografías en las que aparece el horizonte muestran aparentemente una atmósfera bastante consistente, argumento que añade más peso en contra de la agencia.
Mis pruebas realizadas
Las pruebas que he realizado se basan en las fotografías predominantemente rojizas, las que habitualmente publica NASA. Hay que tener en cuenta que, aunque a primera vista todas parecen iguales, tienen características que las diferencian. Se entiende que las condiciones de luz no son siempre las mismas, algo que también ocurre en la Tierra, pero hay otros aspectos que cambian. La tonalidad rojiza varía enormemente, encontrando algunas en las que se acerca bastante al color puro (parecen salpicadas de un color pimentón intenso) a otras más bien anaranjadas (como vistas a través de ámbar). Por tanto, ya sea por condiciones de luz o manipulaciones posteriores, no se pueden analizar todas ellas aplicando los mismos parámetros en los retoques. Cómo no se sabe a ciencia cierta cual ha sido la causa que ha provocado las "distorsiones" en el color, no tenemos un criterio concreto para resolverlo, por lo que cualquier manipulación posterior será mera intuición.
Sería muy fácil retocar cualquiera de las fotografías que circulan por la red con el programa típico al uso, como por ejemplo el famoso Photoshop. Podríamos alterar a nuestro antojo argumentando cualquier posible teoría, obteniendo con ello los resultados buscados. Pero todas esas transformaciones serían especulaciones, que no son válidas sin pruebas fehacientes.
Afortunadamente tenemos un as en la manga, que al parecer NASA no ha tenido en cuenta con sus supuestas manipulaciones, o eso parece al menos al principio (por que después evitó hacerlas así). Se trata de un código de color localizado en el propio Rover, que permite calibrar las cámaras con bastante precisión. Se conoce con el nombre sundial en inglés y se trata básicamente de un disco con colores visibles e invisibles al ojo humano, que permiten conseguir una mayor aproximación al color real. Gracias a él, en las imágenes dónde aparece, tenemos una referencia para comenzar a calibrar la fotografía.
Como se puede observar en la imagen anterior (personalmente creo que está algo retocada o mal calibrada la luz, pero vale como ejemplo), consta de unos círculos concéntricos de diferentes tonos de gris y en las esquinas unas muestras de colores rojo, azul, verde y naranja. Al parecer también dispone de algunas marcas invisibles al ojo humano para calibrar, probablemente, infrarrojos o ultravioletas entre otros.
Pues bien, todos pensaremos que gracias a esto las fotografías en Marte deben tener una calidad excepcional. Cámaras carísimas de gran resolución y una óptica de lo mejorcito unido a este sistema de calibración de color, deben dar como resultado lo mejor en imágen que hoy en día se puede conseguir con nuestra actual tecnología. Probablemente lo sea, si no fuera por que no estamos del todo seguros de haber visto una de esas supuestas fotografías, sin haber sido manipulada previamente, claro está. No se sabe realmente por qué, pero a raíz de las primeras críticas de manipulación (en las que aparecía este sundial) NASA no ha vuelto a hacer más fotos (o son pocas) en las que apareciera, como intentando evitarlo. Algo que añade más intensidad a las teorías de manipulación.
Y es que en alguna que otra foto se nota que ha habido dicha manipulación, pues alguno de los colores aparecen descompensados respecto a los otros. Incluso hay alguna en la que estos están completamente transformados, como por arte de magia, en otros diferentes (existe en la red alguna en la que el azul aparece como rojo intenso). Veamos un ejemplo:
Esta imagen ha sido extraída de aquí, en la propia página de la agencia. No tiene mucha resolución y su calidad no es muy buena, pero suficiente para observar el sundial (capturar la imagen y hacer un zoom de aumento para observar más cerca). Como se puede apreciar, de los cuatro colores que tiene en las esquinas uno aparece bastante más iluminado que los otros. En principio puede parecer que se trata del naranja, que es el más claro. Error. Se trata del azul. Es una de las curiosas imágenes que tiene NASA con los colores cambiados. ¿Qué tipo de filtros utilizarán? He sido incapaz de devolver esta imagen a un estado coherente, trabajando solo en el detalle del sundial, sin transformarla completamente en azulados, como iluminada por la luna. ¿A caso se trata de una imagen en el espectro ultravioleta, retocada? No soy experto en eso, por lo que no he podido continuar (de hecho al no disponer de la imagen original dudo que se pueda hacer).
Los otros tres colores del sundial son prácticamente iguales, con un color muy parecido al marrón claro, casi como tierra arcillosa. ¿Qué significa esto? Pues sencillamente, que todo el espectro de color de la imagen ha sido movido hacia el rojo, como si se hubiera aplicado un filtro naranja a toda la imagen. Si observamos el cielo en el horizonte tiene una tonalidad gris rojiza de manera que, si se recalibrara correctamente los colores, sería algo más parecido a un gris con ciertos toques de otro color. En definitiva, da la sensación que la imagen fue tomada en blanco y negro (escala de grises) y encima se ha aplicado un simple filtro naranja (de ahí que no se aprecie ningún otro color diferente). Pero insisto, que el azul sea el más claro... no tengo respuesta para eso.
Veamos ahora otra imagen, la que más me ha gustado para hacer pruebas:
Extraída también de la web de la agencia, concrétamente de aquí. Se trata de un recorte que muestra el sundial, ampliado para observarlo más cerca. La imagen de la izquierda está tal cual, sin retocar, con los colores que aparecen en la original de NASA. La segunda es una retocada ligeramente por mí. Para modificarla he recurrido a crear un programa que aumenta o disminuye los componentes RGB por separado, completamente bitmap sin compresión, algo rudimentario pero muy efectivo a veces. Como se puede observar, en la imagen original el color azul a penas se aprecia. Aumentando este (pues parece haberlo perdido casi por completo) se ve que nos acercamos algo más a un color cercano al real (por comparación con los otros tres colores de las esquinas). La superficie del Rover que rodea al sundial, dónde está anclado, es de color gris (que puede aparecer más o menos claro dependiendo de la cantidad de luz), algo que queda mejor también en la retocada. Ahora se puede apreciar que todo es menos rojizo que antes, lo que parece más correcto. Probablemente tendría que haber aumentado hasta llegar a resultados más realistas aún, pero no he querido forzar pues podría exagerar el resultado final de manera contundente y así, como lo he dejado, es suficiente para apreciar que la imagen ha sido manipulada sin ningún lugar a dudas. Ahora veamos la imagen completa con el antes y el después:
He reducido sus dimensiones para realizar el procesado, ya que lo que importa verdaderamente es el color y no su tamaño. No obstante, como ya he comentado, su resolución original no es demasiado grande. Sus medidas exactas son 10000 x 2830 píxeles, algo pequeña sabiendo que está compuesta de varias instantáneas realizadas por las potentes cámaras del Rover.
Como se puede observar hay una clara diferencia entre ambas. Viendo las dos juntas da la sensación que la primera, la original, tiene algún filtro naranja/rojo aplicado que modifica todos los colores y los hace aparecer con tonalidades rojizas. Pero el trucaje es más sofisticado que eso. Si nos fijamos en las zonas de brillos, dónde el color es prácticamente blanco, estos no se han alterado casi nada debido a que ya están saturados de los tres componentes RGB y no pueden alcanzar mayores valores. Tiene dos significados. El primero es que si la imagen fuera fiable, es decir que no tuviera manipulación en origen, esos blancos estarían tintados hacia el rojo como el resto de la imagen, ya sea por efecto real de la atmósfera de Marte o por defecto de calibración de la cámara; además si fuera un efecto de la atmósfera la imagen debería ser más clara en general debido a una excesiva luz solar (la que causa los brillos), algo que mejora sensiblemente la retocada por mí. El segundo significado, que es lo evidente, es que ha sido manipulado el color. ¿Cómo lo han hecho? Realmente no lo podemos saber, pero algo de lo que sí estoy casi seguro es que no se ha aplicado un filtro sin mas, si no que se trata de una manipulación del color con algún programa que utiliza algo de lógica para alterarlo a diferentes niveles, dependiendo de ciertos condicionantes. Eso o que el chip que captura la imagen en la cámara no ha recibido la corrección adecuada o está defectuoso (algo que no creo).
Aún sabiendo que el resultado obtenido por mí no es el óptimo, se pueden apreciar al menos dos detalles sorprendentes. Uno es que el cielo es menos rojo, más bien me inclinaría a pensar que es grisáceo con algo de componente azul. Lo segundo es que no toda la tierra de la superficie es roja. Alterna tonalidades grisáceas y otras que a veces parecen ir hacia verdes quizás por efecto de la atmósfera o, mejor aún, puede que realmente sean verdes.
Sobre la superficie del Rover se puede observar que las tonalidades rojizas no han desaparecido. Me inclinaría a pensar que se trata verdaderamente de polvo depositado con el tiempo del que debe haber en suspensión, lógicamente, provocado por tormentas similares a las de arena en los desiertos terrestres. Y este polvo debe ser rojizo, motivo por el cuál el sundial conserva esa tonalidad dónde están los discos grises.
Cómo he realizado las pruebas
Como ya he indicado, los retoques que he realizado a las fotografías se basan en aumentar, en mayor o menor medida, los componentes RGB por separado. Para realizar un mejor análisis de la imagen se debería utilizar un monitor correctamente calibrado, que desgraciadamente no dispongo. Tener uno así es excesivamente caro, por lo que he probado los resultados en varios diferentes para tener una mejor percepción del ajuste final, sabiendo los defectos de cada uno.
¿Cómo determiné lo que había que cambiar en la foto? Lo primero que pensé fue cómo averiguar que componente estaba aumentado en la foto para disminuirlo y así conseguir una mejor calibración en la escena. Sería lo más fácil, pero en realidad no lo es. Se debe a que no es un único componente RGB modificado, que a primera vista podria ser el rojo. Este "exceso" en las fotos es en realidad naranja, algo cercano al marrón. Esto significa que los más alterados son el rojo y el verde simultáneamente o, al revés, solamente el azul. Para comprobarlo no hay más que abrir un programa de dibujo cualquiera, como por ejemplo Paint en Windows, y observar que el naranja puro está compuesto de rojo (a su máximo valor), verde (justo en la mitad) y azul apagado (valor 0).
Sabiendo esto, lo más fácil es disminuir el rojo y el verde. El proceso tendría un efecto parecido, pero no sería del todo correcto. ¿Por qué? Sencillo. Observando la imagen original, la anaranjada, está descompensado el contraste, es decir, tanto los claros (brillos) como los oscuros (sombras) están demasiado acentuados (claros muy brillantes y oscuros demasiado negros). Esto, ya de por sí, produce una pérdida de detalles en la imagen (estoy convencido que NASA no quiere eso). Además haciéndolo así, dejaría la imagen demasiado pálida de color, cerca del blanco y negro. Si se observa con detalle la primera imagen del sundial que aumenté, la sombra producida sobre los discos grises tiende a ser negra, demasiado oscura. Sabiendo que en la escena hay bastante luz (de ahí los brillos), esta debería ser más bien grisácea, lo que mejoraría la tonalidad aumentando y no disminuyendo los valores (ya que así equivale a añadir luz).
Por tanto había que buscar otro método que permitiese equilibrar la imagen sin perder más detalles al oscurecerla. Aumenté el azul hasta conseguir que los grises y blancos parecieran mejores que en la imagen original y más equilibrados (sabiendo que por efecto del polvo en suspensión debía haber más cantidad de naranja de lo normal). Hay que tener en cuenta que el rojo del sundial no es completamente rojo, más bien tiene esa tonalidad marrón-anaranjada y habría que retocarlo también, aunque en realidad este queda mimetizado debido a su mayor cercanía en el espectro de color al polvo anaranjado. Así, paré de aumentar azul antes de que la imagen se saturara con este color, imitando "a ojo" el mismo nivel de distorsión que el rojo y el verde. Llegado a ese punto decidí aumentar ligeramente todos a la vez, para añadir algo más de luz a la escena. Podría haber continuado dando más luz aún para llegar a resultados más perfectos, pero podría saturarse y así, como ejemplo, es más que suficiente.
Al visualizar la imagen completa con estos retoques, se observa que todavía tiene la tonalidad anaranjada, pero en menor medida. Aún así hay zonas donde esa tonalidad se ha perdido más que en otras. El cielo es ahora más gris, quizás la zona con mayor transformación. En el terreno hay algunas manchas que delatan una predominancia de grises con ligeros toques azul-verdoso, lo que indica que marte no es completamente rojo.
Entonces, ¿por qué la imagen mantiene una predominancia de esos tonos anaranjados? Cabe la posibilidad de que la lente de la cámara del Rover se vea afectada por ese mismo polvo que parece cubrir y tintar la superficie misma del robot. Aunque es probable que NASA haya implementado en el vehículo algún sistema de limpieza exterior de la lente (es de suponer), la verdad es que lo desconozco. Como no soy científico que tenga en cuenta todos los parámetros (seguro que NASA no los ha publicado todos), no puedo dar una explicación exactamente científica a eso. Pero si puedo pensar en algo realista que produzca esos efectos, y he llegado a dos conclusiones que expondré más adelante.
No se vayan todavía, aún hay más
Y no contento con esto, pensé en una manera de conseguir mejores resultados.
El método que he utilizado antes no es correcto del todo, se trataba de un experimento de prueba. Me he limitado a aumentar valores de los diferentes componentes del RGB sin más, lo que tinta con el mismo valor cualquiera leído de la imagen original. Simplemente aumentaba o disminuía un valor fijo al componente RGB de todos los píxeles de la imagen. Y para restaurar correctamente el color esto no es lo correcto. Hay que hacerlo en pasos progresivos, es decir, aumentando o disminuyendo un porcentaje del valor leído de cada pixel de la imagen original.
Entonces creé otro programa, más sencillo aún si cabe, para realizar esta tarea. Probé sobre un recorte que permitía visualizar el sundial. Sabiendo que había que quitar el filtro naranja, me propuse retirar cierta cantidad de rojo y la mitad de verde, manteniendo fijo el azul. Haciendo pruebas pude comprobar que esto no era muy correcto, pero se acercaba, por que en realidad (ya lo he comentado) no es naranja sino que tiende al marrón (luego no hay que retirar tanto rojo). Conseguí un buen equilibrio de colores disminuyendo el 75% de rojo y el 50% de verde, sin tocar el azul. Como he explicado anteriormente la imagen perdía luz, por lo que decidí aumentar todos los componentes, incluido el azul, para dotar a la imagen de mejor iluminación. Los valores que apliqué fueron: 200% azul, 150% verde y 125% rojo. Veamos como aparece la imagen:
Magnífica, verdad. Probablemente no sea correcta del todo (ya he explicado que no sabemos como lo ha hecho NASA), pero visualmente es mucho mejor.
No nos engañemos, no es mejor por que a nuestros ojos lo parezca. Tiene mayor similitud con un paisaje terrestre y eso puede llevar a engaño, pues nuestro cerebro la reconoce más perfecta de manera natural por que tenemos esta idea prefijada en nuestra memoria, por comparación con otros paisajes que conocemos.
Sin embargo hay detalles que delatan una mayor perfección. Los brillos, en ellos está el quid de la cuestión. Unos brillos tan potentes no pueden convivir con una imagen que en general tiene bastante oscuridad, como aparece en la original. Toda la escena debe estar llena de luz, por que esta no ilumina arbitrariamente unos objetos más que otros, lo hace a todo por igual. Luego están las sombras proyectadas, pero si hay tanta luz es bastante probable que estas no sean muy oscuras (nunca negras), algo de lo que también peca la imagen original por ese exceso de oscuridad (aunque hay que tener en cuenta el albedo, lo que explica que aún sean bastante oscuras por comparación). A esto hay que añadir pequeñas zonas en la superficie del Rover con nuevos brillos, dónde antes habían desaparecido casi por completo.
Así que un aumento de luz sienta muy bien a la imagen. No es de extrañar ya que, si los científicos están en lo cierto, su débil atmósfera no debe filtrar el sol tanto como en la Tierra. Por tanto la luz debe ser excesiva la mayor parte del día marciano. No hay mas que fijarse en el cielo que aparece en el horizonte (en casi todas las fotos), no hay obstáculos que impidan llegar los rayos del sol a la superficie. No hay montañas elevadas y las nubes no existen, luego no hay sombras proyectadas desde ahí. Además, fijando la atención en el sundial, el sol está bastante vertical por la sombra proyectada, lo que significa que la luz es muy intensa al no atravesar una zona de atmósfera excesivamente gruesa (al menos como sería desde el horizonte cerca del ocaso). Sin más datos me atrevería a decir que debe ser muy parecido a un desierto en la Tierra, tal cual pueda ser El Sahara. Pero solo con la luz porque, según Wikipedia, su temperatura oscila entre los -5ºC y -87ºC (otras fuentes entre 17ºC y -123ºC), probablemente debido a su débil atmósfera que no crea efecto invernadero como nuestro planeta y deja escapar el calor; así esta diferencia tan brusca de temperatura, que debe darse una por la noche y otra a pleno sol del día, evidencia el poco filtro que realiza la atmósfera.
Probablemente también escape la luz con la misma libertad, lo que podría dar una explicación al intenso color marro-anaranjado que se observa desde fuera del planeta.
Explicaciones para la tonalidad anaranjada
En la observación de las fotografías se evidencia el tono anaranjado casi en cualquier sitio. Esto hace pensar que realmente existe este polvo (probablemente muy fino) que se deposita en todo aquello que toca.
Pues bien, según los expertos, este polvo es el resultado de muchos años (miles?, millones?) de erosión causada por los vientos en el planeta. Deducen también que este polvo, al ser arrastrado constantemente por esos vientos, está electrificado por rozamiento, lo que hace que se pegue casi en cualquier superficie por efecto de la corriente estática. Esto explicaría que el Rover se vea constantemente teñido de este color, que podría afectar de igual manera la superficie exterior de los objetivos de las cámaras y otros sensores.
Los supuestos vientos que azotan al planeta de manera casi constante mueven estas partículas de polvo, creando lo que podríamos comparar con tormentas de arena en los desiertos terrestres. Si esto es así, el Rover estaría constantemente "sucio" y sus paneles solares hace tiempo que no habrían podido suministrar la suficiente carga eléctrica, como para mantener las baterías de sus sistemas. De ahí que estuviera diseñado para funcionar únicamente durante 9 meses, ya que los ingenieros que lo idearon calcularon que este sistema de alimentación no habría aguantado mucho más en esas condiciones.
Peeero, inexplicablemente, los paneles del Rover no mantienen esa suciedad y se limpian como por arte de magia, según muestran las fotografías enviadas por este, lo que explicaría su extraordinaria longevidad. Los científicos de NASA al cargo de la misión, aseguran que el mismo viento que mueve el polvo y lo deposita en el vehículo es el mismo que posteriormente lo retira, en lo que parece un ciclo repetitivo. Aunque esto pueda ser cierto, hay algunas preguntas que me asaltan, para las que no tengo una respuesta coherente:
Son preguntas que NASA no ha respondido, o no lo ha hecho con argumentos convincentes. Se puede creer lógicamente que el polvo esté en suspensión y pueda depositarse en el Rover. Pero de ahí a que, por medio de otro viento "limpio" de polvo, se vuelva a retirar hay un abismo. Si los vientos son suficientemente fuertes para levantar el polvo y depositarlo, debería ocurrir después un viento igual de potente que permita levantarlo del Rover, en cuyo caso también se podría levantar el del suelo y depositar nuevamente en el vehículo, en un círculo vicioso. En ciertas fotografías, como ya se ha visto, el Rover aparece completamente cubierto de este polvo. En otras posteriores se puede apreciar que está prácticamente libre de residuos, lo que significa que "algo" ha ocurrido para que se libere y un viento casual no puede hacer eso sin volver a mancharlo.
¿Qué provoca que se limpie? Es difícil creer que se trate de otro viento. La única explicación que encuentro a esto es que, debido a los movimientos del Rover, el polvo se suelte pasado un tiempo, en el cuál ha perdido la carga estática que lo hace mantenerse unido al robot. Por supuesto esto tiene que ocurrir en un momento de calma entre dos tormentas de arena, pues la siguiente volverá a cubrir de nuevo todo el vehículo.
Si esto es cierto, esos momentos de calma son los que NASA aprovecha para reanudar la actividad del Rover, pues permitirá realizar fotos y otras pruebas sin interferencias del polvo ambiental. Además la intensidad de la luz del sol no se vería mermada y los paneles funcionarían a su máxima potencia, permitiendo alimentar al Rover de manera óptima para su funcionamiento y recarga de baterías. Entonces, si la explicación puede ser así de sencilla (o parecida), ¿qué impide a NASA contar esto, aparentemente trivial?
Sabiendo todo esto se deduce lógicamente algo más: Si es cierto que hay periodos de calma entre tormentas de arena, daría una explicación a las fotografías tintadas de naranja (momentos previos o posteriores a la tormenta) y las que aparecen más limpias del tinte (tiempo relativamente prolongado de vientos calmados). Además añadiría una explicación a la falta de luz en las instantáneas con polvo en suspensión. Eso reafirmaría aún más la teoría de que el planeta no está constantemente azotado por estos vientos y que al parecer no tienen por qué cubrir el planeta entero, evidenciando cierta variedad de ciclos climáticos.
Postura de NASA
Según lo expuesto, ¿qué motivos tiene NASA para modificar las imágenes y hacernos creer que todo en Marte es rojizo? Si aplicamos el principio de la "Navaja de Ockham", lo más fácil es creer que esconden algo en ellas que no quieren que se vea. Vamos, parece que mienten de forma descarada.
Es evidente que las cámaras del Rover son de la máxima calidad y las fotografías tomadas por estas deben tener una resolución y un detalle muy elevado. Es entendible que reduzcan la resolución de las publicadas, para evitar que la competencia tenga datos originales que analizar, pero hacer creer que algo no funciona bien a la hora de tomar fotografías no tiene mucho sentido (a no ser que realmente quieran ocultar información).
No todas las tomas se muestran con esa pátina anaranjada. Aquí un ejemplo, publicada en la página de la agencia. Se puede observar la superficie con una diversidad de tonos marrones, rojizos y grises. Curiosamente el cielo es gris y no rojo como nos hacen creer. Puede observarse el sundial con un mejor balance de colores que en otras, lo que denota una mayor fidelidad en esta.
Sin tener más información que la extraída de mi experimento al retocar la imagen de la agencia, encuentro dos posibles explicaciones a todo esto (las que he comentado antes):
1- El cielo azul. En nuestro planeta hay una explicación muy evidente, la humedad del aire. El sol evapora constantemente agua a la atmósfera y la luz de este, al atravesar esa humedad, se descompone y produce el característico color azulado en el cielo (incluída la refracción del mar en la atmósfera). En marte podría pasar algo parecido (o no, vaya usted a saber), pero NASA parece disimularlo. Además, si ese polvo enmascara los colores en el Rover con una pequeña capa depositada en él, no sería posible visualizar detalles de la superficie de Marte como los observados por las fotografías tomadas desde el espacio a tanta distancia (curiosamente en alguna de ellas no hay el menor rastro de nubes de polvo).
2- Las posibles tonalidades verdosas de la superficie. Podrían estar formadas por depósitos minerales. Pero también podrían ser algunos seres vivos, como plantas, mohos, líquenes... tal y como han propuesto algunos investigadores. Una vez más parece el objetivo de tal disimulo.
Sean ciertas o no estas dos hipótesis (que no son cosecha mía pero que comparto hasta cierto punto), NASA no se ha pronunciado rotundamente al respecto. El color gris-azulado del cielo podría indicar humedad en el planeta, que sería con bastante probabilidad agua, aunque sea solo en parte. Las tonalidades verdosas, indicativo de posible vida. Quizás por que todavía no lo han averiguado (ya les vale después de haber pasado allí varios años los Rover) o por que lo mantienen en secreto. De cualquier forma son temas muy espinosos para la agencia, lo que da una explicación a un silencio que aumenta más aún la desconfianza del público.
Cuando la sonda Viking hizo las primeras fotografías del planeta, descubrimos todos que el verdadero color de Marte era rojo. Esto puede servir a la agencia como excusa para enmascarar su color, si es que realmente lo están ocultando. Pero aunque sea cierto que desde el exterior se vea así, desde el interior en la superficie puede que las vistas sean muy diferentes, tal y como ya he planteado antes. También es posible que su atmósfera sea más robusta de lo que nos han hecho creer y que pueda albergar vida. Estos podrían ser los motivos que llevan a NASA a manipular las fotografías, pues sería lo más fácil para ella. Pero, ¿por qué seguir ocultándolo?.
De cualquier forma, cuando se plantea una crítica, la agencia no suele hacer comentarios sobre determinados asuntos. Parece una norma de secretismo que debe girar, probablemente, en torno al ejercito.
Conclusiones
Como ya he comentado, todas las afirmaciones que he hecho en este artículo son apreciaciones mías. No dispongo de los medios ni el conocimiento necesario para realizar análisis más perfectos, pero incluso así parece que es evidente que Nasa manipula los datos que ofrece al público.
Hay datos bastante sospechosos que indican una posible manipulación deliberada de la información, sobre las fotografías que toman los Rover en el planeta. No hace falta ser muy cabal para darse cuenta que no pueden ser fallos fortuitos de la agencia. Lo más lógico es que NASA los corrija poco a poco con el paso del tiempo, pero en este caso parecen mantenerse o ir a más.
Aunque hay sencillas y creíbles explicaciones en torno a estos fenómenos no explicados, NASA no parece tener mucho interés en aclararlos. Por eso no es de extrañar que la agencia dé la sensación de forzada dejadez, creando la clásica polémica en el público para, ve tú a saber, que oculto propósito. Probablemente nunca se sepa.
Con NASA, cualquier cosa vale.
Anexo: Actualmente (año 2016) NASA está estudiando la manera de llevar astronautas a Marte y da la sensación que tienen prisa. Con el proyecto Space Shuttle cancelado, debido quizás a los accidentes en el pasado, la agencia muestra toda su atención en el planeta rojo. Y es que, como pasó con la luna, hay una extraña sensación de carrera por llegar antes que nadie al planeta. Si tenemos en cuenta que NASA es en esencia un proyecto militar, con un opaco control por parte de altos cargos militares (o ex-militares) y multitud de misiones para estos, no es de extrañar que exista un interés oculto por tal hazaña. Y recordemos que la agencia no hace nunca algo por que sí, siempre tiene algún motivo.