LA VIDA EN LA TIERRA
Introducción
Durante muchos años los expertos han debatido, hasta la saciedad, si la vida en nuestro planeta es única o si por el contrario pueda existir en otros lugares del universo. Aunque la ciencia aún no ha podido demostrar ni comprobar que estemos solos, lo cierto es que se hace muy difícil pensar que esto sea así, dada la inmensa cantidad de sistemas planetarios que hay en todas las galaxias. Pero esto no es el cometido de este artículo, ya que veremos cuando la vida apareció y como evolucionó hasta nuestros días únicamente aquí, en La Tierra.
El estudio de la vida está íntimamente relacionado con la propia evolución del planeta. Por ello, los científicos que analizan la biología planetaria tienen que trabajar de la mano de la geología, pues juntos determinan su momento del inicio así como los cambios que esta ha experimentado a lo largo del tiempo, influida por las constantes variaciones geológicas del planeta. Así, es solo gracias a la geología que se puede comprobar la edad de los diferentes estratos, que reflejan las distintas divisiones temporales donde se acumulan los restos orgánicos para determinar de esta manera su transcurso a lo largo del tiempo.
Para hacer un estudio cronológico de los estados geológicos por los que ha pasado nuestro planeta, la ciencia los divide en lo que se conoce como eones. Estos están divididos en diferentes épocas que determinan periodos de tiempo con una actividad similar. Normalmente las divisiones atienden a momentos en que se producen ciertos cambios que afectan más o menos a la geología y, por tanto, también a la biota del planeta. Hagamos un repaso de ellos.
La formación de La Tierra: Eón Hádico
Los científicos de cualquier rama siempre tienen diferencias de opinión, en mayor o menor medida, con teorías que a veces se contradicen unas de otras. Pero en el caso de la edad de nuestro planeta, parece que hay un consenso. Algo más de 4.500 millones de años de antigüedad.
Pero, ¿significa que nuestro planeta se formó hace 4.500 millones de años?. Si y no. Lo que la ciencia determina exactamente es que, hace esa cantidad de tiempo, nuestro planeta ya estaba formado, al menos en tamaño y forma. Desde ese momento, comienza el primer eón: El Hádico o Hadeana.
Sin embargo hay que tener en cuenta que el tiempo anterior a la formación de La Tierra, desde que era un pequeño cúmulo de materia hasta que tomó el tamaño más o menos actual hace 4.500 millones de años, tuvo también una determinada duración. Un tiempo que la ciencia no ha podido determinar con exactitud.
Al principio, cuando se creó nuestra estrella, el Sol, se encontraba rodeada de una gran cantidad de materia en forma de nube de gases y escombros, cuyos materiales formaron los planetas del sistema solar. Los científicos creen que esto debió ocurrir hace aproximadamente 4.650 millones de años. Si esto es cierto, significa que nuestro planeta pudo haber tardado unos 150 millones de años en formarse.
Una vez formada La Tierra y comenzado el eón Hádico, será el punto de partida para el estudio geológico de nuestro planeta, aunque no sin dificultades debido a la lejanía en el tiempo. Durante este eón se formaron los océanos, que darán forma a los primeros ecosistemas biológicos. Aun así la vida no entrará en escena hasta algún tiempo después.
La aparición de vida: Eón Arcaico
En aquel entonces nuestro planeta no era más que una masa de roca muy caliente con múltiples volcanes activos, con una geología y una atmósfera muy agresivas, lo que imposibilitaba la vida. Pero unos 400 millones de años después algo cambió, pues parece que en ese momento se definió el núcleo del planeta dando lugar a la aparición del campo magnético terrestre. Esto inició, hace 4.000 millones de años, el eón Arcaico o Arqueana.
Fue durante este periodo que en La Tierra, al igual que en los planetas más próximos al Sol, se produjeron una gran cantidad de impactos de meteoritos, en el llamado "Bombardeo intenso tardío". Aparecen las primeras formas de vida, que muy probablemente debieron estar presentes en todo el eón, según piensan los científicos.
Algún tiempo después, hace unos 3.500 millones de años, aparecen las primeras bacterias que realizan fotosíntesis pero sin producir oxígeno. Solo hacia el final de este eón, hace 2.800 millones de años en la era "Neoarcáica", aparecen las bacterias que producirán oxígeno, liberándolo de manera gradual al medio ambiente.
La gran oxidación: Eón Proterozoico
Este eón comprende un periodo de tiempo comprendido entre 2.500 y 542 millones de años de antigüedad.
La producción de oxígeno será constante desde entonces, pero no aumentarán de manera significativa sus niveles en la atmósfera. Esto es debido a que los depósitos químicos de hierro y azufre absorberán todo el producido hasta completar su saturación. Fue aproximadamente hace 2.450 millones de años que ese proceso finalizó, por lo que desde entonces dio comienzo un aumento considerable del gas en la atmósfera. Prueba de ello son las rocas de hierro bandeado procedentes de aquella época.
Este aumento de oxígeno en la atmósfera debió ser bastante rápido, lo que demuestra la gran actividad biológica de entonces. Parece que se han encontrado pruebas de que en este periodo de tiempo, entre 2.400 y 2.100 millones de años atrás, La Tierra sufrió una de las glaciaciones más intensas de todas, en la que todo el planeta se vio cubierto de hielo en lo que se conoce como "tierra bola de nieve" o glaciación global. El cambio en los gases atmosféricos debió desestabilizar el clima, rompiendo el equilibrio de los gases de efecto invernadero que se habían acumulado hasta entonces. Ello produjo esta congelación casi total de todo el planeta, lo que debió ser un gran impacto para la vida.
Durante este eón aparecen las primeras formas de vida unicelular compleja, los protistas con núcleo. Las colonias de algas verdes comienzan a poblar los mares. Poco a poco van evolucionando hasta aparecer los primeros multicelulares simples, de aspecto blando.
Solamente hacia el final de este eón aparecerán algunos seres vivos más complejos, como esponjas y los primeros trilobites.
La conquista de La Tierra: Eón Fanerozoico
Llegamos al último eón, a una edad más cercana que comenzó hace unos 542 millones de años y llega hasta la actualidad.
Desde el punto de vista de la biología es un momento muy importante. Durante el final del anterior eón y el comienzo de este, harán aparición los metazoos, que se diversificarán extraordinariamente en un breve espacio de tiempo. Apenas durante unos pocos millones de años en lo que se conoce como "la explosión cámbrica". Aunque este eón no fue tan duradero como el anterior, algo más de 540 millones de años, es el de mayor diversidad biológica y en el que se produjeron los mayores cambios evolutivos.
Durante el periodo de transición entre el anterior eón y el Fanerozoico, se produjo una pérdida de la mayor parte de los restos anteriores, tanto geológicos como biológicos, destruidos por una erosión provocada por los intensos cambios que aún sufría el planeta. Quizás, al estar más cerca en la escala temporal, ha resultado más fácil estudiar los restos en este eón que los de otros periodos más antiguos, ya que son inexistentes o más escasos y habitualmente bastante deteriorados.
Este eón se caracteriza por la conquista de la tierra firme por parte de las especies que van apareciendo. Hasta un determinado momento, la vida era casi exclusivamente acuática y dominaba, probablemente, todos los lechos marinos. Con la adaptación de la vida al medio, se produce la aparición de plantas y animales terrestres en una rápida proliferación, además de los peces como los más avanzados en los medios acuáticos.
El eón Fanerozoico se divide en tres eras bastante bien diferenciadas. Estas son:
PALEOZOICO: La más antigua, comienza cuando termina el anterior eón hace 542 millones de años, aproximadamente, llegando hasta hace unos 251 millones de años. Se caracteriza por la extraordinaria diversificación de las formas de vida en la anteriormente comentada "explosión del Cámbrico" durante el periodo del mismo nombre, el primero de varios en los que se divide esta era.
La vida se extiende por todo el planeta, conquistando desde los océanos toda la tierra firme. Durante el Carbonífero se forman grandes bosques de árboles primitivos y las plantas abundan por todas partes, motivo por el que aumenta extraordinariamente el oxígeno en la atmósfera de tal manera que superaba a los actuales niveles. Se cree que este aumento provocó la aparición de formas de vida gigante, plantas, insectos, reptiles (más tarde dinosaurios), incluso en el medio marino.
Al final de esta era, en el periodo Pérmico, se producirá la mayor extinción masiva de todos los tiempos, con una pérdida del 95% de la vida. Es en este momento cuando desaparece uno de los iconos más representativos y de mayor diversidad hasta el momento: Los trilobites.
MESOZOICO: Comenzó hace 251 millones de años y finalizó hace 65 millones. La extinción de grandes carnívoros y herbívoros dieron lugar a nuevos linajes de reptiles, que con el tiempo evolucionarán hacia formas como los dinosaurios, mamíferos y aves.
La fauna de esta era estaba dominada por los grandes arcosaurios, que incluyen los cocodrilos, aves, dinosaurios y pterosaurios. Los mamíferos aparecen casi a la vez que los dinosaurios, pero fuera de los nichos dominantes de los ecosistemas, siendo fundamentalmente de pequeño tamaño y de hábitos carroñeros, recolectores... principalmente nocturnos.
Al final del periodo Cretácico, último del Mesozoico, se producirá otra gran extinción que coincide con la caída de un meteorito, en el actual golfo de Méjico. El resultado es la total desaparición de los dinosarios (menos las aves), pterosarios, reptiles nadadores y otros, aunque la mayor parte de estos fue de manera progresiva durante aproximadamente 10 millones de años, entre este periodo y el siguiente. Esto constituye por sí mismo un auténtico misterio, pues se trata de uno de los sucesos evolutivos que la ciencia aún no ha sido capaz de explicar totalmente.
CENOZOICO: Abarca desde hace 65 millones años de antigüedad hasta la actualidad.
Se caracteriza por una progresiva desaparición de los dinosarios y otras especies, en la última gran extinción masiva. Debido a esto, parece que otras especies aprovecharon para emerger, pues habitualmente se situaban en los nichos ecológicos menos favorables, llegando a dominar desde entonces prácticamente toda La Tierra. Es el caso de los mamíferos, que pasan de ser pequeños animales de hábitos nocturnos y oportunistas a ser rotundamente la clase dominante.
El Cenozoico está dividido en tres periodos principales. A continuación un breve resumen de ellos.
Paleógeno: Es el periodo más antiguo que abarca desde los 65 hasta los 23 millones de años. Se caracteriza, al principio, por ser la etapa de transición entre la que desaparecen los dinosaurios y se alza el linaje de los mamíferos. Se diversifican las aves, como los exitosos descendientes más cercanos a los extintos dinosaurios.
El clima es predominantemente tropical y aparecen las plantas modernas, tal y como las conocemos.
Neógeno: Comienza hace 23 millones de años y abarca hasta hace 2,5 millones. Continúa la evolución de los mamíferos y aves, que se van pareciendo cada vez más a los actuales. También aparecen los primeros simios.
Al final de este periodo aparecen algunos géneros de mamíferos que existen actualmente y también los primeros primates más evolucionados, como los australopithecus, nuestros primeros ancestros en adoptar una locomoción bípeda, que darían origen posteriormente al género Homo.
Cuaternario: Es el periodo geológico actual, que comenzó hace 2,5 millones de años aproximadamente.
Es en este periodo en el que aparecen los grandes mamíferos (megafauna del Pleistoceno), pero también se produce su desaparición. Comienza el linaje Homo que evolucionará en varias ramas y que tras un tiempo irán desapareciendo progresivamente. Una de ellas sobrevivirá y llegará a convertirse en lo que somos hoy en día los humanos: El Homo Sapiens.
Está dividido en dos épocas. El Pleistoceno, que abarca las últimas glaciaciones y cuya última se vio interrumpida de manera drástica durante una fase conocida como Dryas Reciente, hace aproximadamente 11.500 años. Fue sucedida inmediatamente por el Holoceno, época actual, que comenzó hace 11.784 años. Esta se caracteriza por una constante pérdida de especies (¿extinción masiva?) así como un cambio importante en la climatología global, con la desertización de zonas que habían sido prósperas hasta entonces, como El Sahara entre otras.
En el aspecto climático estamos en un periodo que se conoce como "Glaciación Cuarternaria", más concretamente en lo que parece ser el ciclo final de esta. Con una pérdida progresiva de los hielos polares, debido a un calentamiento global del planeta, será fatal para muchas de las especies actuales que provocará, como ha ocurrido en el pasado en varias ocasiones, profundos cambios climáticos que afectarán fuertemente a los ecosistemas y la biología de La Tierra.