Súbase a la cicla, mano
Fecha de publicación: Nov 10, 2016 1:32:45 PM
Finalizó otra Semana de la Bicicleta para Bucaramanga, la segunda que registra la historia no oficial de esta ciudad. En el 2015, en el primer intento por realizar una semana dedicadaa la promoción de este medio de transporte, mal que bien el máximo logro fue ganar experiencia para realizar una segunda versión que superara la anterior. Atrás quedaron las montañas de volantes que prematuramente terminaron en la basura o en el suelo. Este año, los logros se recogieron tanto en lo material como en lo inmaterial: en lo material ya no fue un ciclo-carril simbólico que a la larga se terminó borrando, esta vez el legado a la ciudad fueron seis bici-parqueaderos integrados a Metrolínea.
Hay que celebrar que ahora los ciclo-usuarios tendremos 60 nuevas plazas para parquear nuestros caballitos de acero en distintos puntos del área metropolitana. No son los 288 bici-parqueaderos que un centro comercial inauguraba casi simultáneamente en la Semana de la bicicleta de Villavicencio, pero algo es algo. Muy bien por la institucionalidad que se metió la mano al dril con 19 milloncitos de pesos, ojalá venga más inversión en mobiliario ciclo-incluyente.
En lo inmaterial lo más relevante fue la realización del Foro académico, a nuestro juicio la razón de ser y el alma de una Semana de la bicicleta. No solamente por la calidad de los invitados internacionales y nacionales, y aquí nuevamente la organización se anotó un hit, sino porque quienes toman las decisiones en materia de movilidad y planeación estuvieron presentes, no solo para tomarse la foto, como suele suceder en nuestro arraigo político, sino con verdadero compromiso, creemos; la austeridad en el protocolo inicial da fe de ello. (Ver video resumen sobre el Foro de movilidad sustentable "Ponte verde, ponte bici")
Valga decir que la ciudadanía también respondió con su asistencia al llenar casi por completo el auditorio donde se realizó el foro, en la universidad más importante de la región, lugar idóneo para esta clase de eventos. Otro punto para la organización. El año pasado asustaban en las graderías del coliseo Bicentenario.
Pero más allá de lo anecdótico, esta Semana de la bicicleta es un buen termómetro de lo que está pasando con la bicicleta en Bucaramanga y de lo que se viene. En una ciudad en la que está prácticamente todo por hacer en bicicultura y solo tiene deudas y promesas, en el mejor de los casos, para con los ciclo-usuarios, es alentador que la institucionalidad esté mirando este medio de transporte como solución real de movilidad. Y es que no puede ser de otra manera, adoptar la bicicleta ya no puede ser discurso populista, hoy día no es optativo para una ciudad en la que el trancón cada vez empieza más temprano y se extiende a más calles. Bucaramanga, según datos de Waze, es la tercera peor ciudad de Colombia y la sexta peor de Suramérica para conducir.
Y es que esa buena voluntad política a favor de la bicicleta que pregonan algunos funcionarios (no todos, infortunadamente) y algunas instituciones públicas (no todas, por ahora) viene acompañada de hechos y acciones. Los bici-parqueaderos entregados así lo demuestran. Obras son amores y no buenas razones, dicen por ahí. O como diría Mario Silva Rodríguez panelista del foro de movilidad sustentable: “El discurso pro-bici sin etiquetar recursos es demagogia”. La tiene clara el jefe de movilidad y transporte de Guadalajara, México. Esperamos que los funcionarios de la Alcaldía, la Dirección de Tránsito, la Secretaría de Planeación, el Concejo Municipal y el Área Metropolitana le hayan escuchado bien. (Ver la galería de imágenes del Foro de movilidad sostenible "Ponte verde, ponte bici")
Bien importante es resaltar el papel que han llevado a cabo en todo este proceso los colectivos y las organizaciones pro-bici. Ha sido clave que más actores, más grupos y más personas se hayan empoderado y estén desempeñando una ciudadanía activa para exigir que se cumpla lo que en la ley está escrito hace rato y muy bonito, y que esa fuerza colectiva esté entablando un diálogo constructivo con los tomadores de decisiones que a su vez han abierto espacios de participación ciudadana, no solo para ser políticamente correctos sino para guiar y direccionar, en algunos casos, los procesos y las acciones.
Por eso, ante la realidad del caos vehicular y el inminente panorama de una ciudad invivible, mientras lentamente se pedalea hacia una ciudad bici-amigable, la invitación para los líderes políticos, gerentes, dirigentes, conciudadanos y público en general es y seguirá siendo en esencia: súbase a la cicla, mano.
Diego Moreno D. / Director Ciclaramanga
"La ciudadanía es una carrera de resistencia no de velocidad. Las transformaciones urbanas tardan años".
Mario Silva Rodríguez