Comunicado de prensa: Ciclada Libre

Fecha de publicación: Jan 26, 2016 1:1:1 AM

Del mismo modo, esperamos una reacción positiva de parte de los entes institucionales, la cual se concrete en infraestructura, pedagogía y políticas a favor del uso de la bicicleta.

Es un hecho que la ciudad afronta una crisis institucional que se refleja en una crisis de movilidad. El creciente número de vehículos que a diario inunda las calles, las deficiencias en el servicio de transporte público, las mega obras que se adelantan en puntos clave de la ciudad, fenómenos como la piratería y el mototaxismo, la falta de cultura ciudadana, el despilfarro de los recursos públicos, entre otras, son las circunstancias que han ahondado esta crisis.

Sin embargo, no se avizoran en el corto, mediano y largo plazo soluciones integrales para combatir estos problemas. Esperamos que la indiferencia que la pasada administración municipal mostró por la bicicleta no sea heredada por el actual gobierno de la Lógica, Ética y Estética liderada por el ingeniero Rodolfo Hernández y su equipo de trabajo.

Desde la utilización de la bicicleta como medio de transporte masivo, la comunidad de ciclistas urbanos exigimos al Alcalde, al Concejo Municipal y al Director de Tránsito de Bucaramanga soluciones en el corto, mediano y largo plazo ante este panorama poco alentador. Exigimos una Bucaramanga donde se implemente la bicicleta como sistema de transporte masivo.

No obstante, la construcción de la primera ciclorruta y la reciente creación de la Oficina de la bicicleta dan signos de que el trabajo realizado en materia de bicicultura urbana, hasta ahora en su totalidad por los ciudadanos, está dando sus primeros resultados.

Llegó la hora de actuar y necesitamos que quienes toman las decisiones actúen con sabiduría y sentido común. Quienes a diario usamos la bicicleta necesitamos corredores viales seguros, exclusivos, adecuados y eficientes por donde circular. Si no se tienen estas condiciones mínimas, por más trabajo de concienciación, sensibilización, educación, pedagogía y cultura que se haga, y por más insistentes que seamos quienes promovemos su uso, será muy difícil que más personas se pasen a la bicicleta.

Lo anterior debe ir de la mano con una fuerte educación sobre bicicultura dirigida tanto a ciclistas como a quienes no lo son. La actual administración con su “Gobierno de los ciudadanos“ ha mostrado sus mejores intenciones pero esto no es suficiente para solucionar los grandes problemas. Aún estamos a tiempo de cambiar el rumbo de nuestra ciudad, no esperamos caer en el abismo de la destrucción. Este también es un llamado a la ciudadanía en general para que racione el uso del carro particular y se pase a modos alternativos y no contaminantes de transporte.

Todavía quedan muchas preguntas por responder: ¿Qué se hará con los cinco mil millones de pesos que se tienen para el rubro de ciclorrutas en el sistema integrado de transporte Metrolínea, sí es que todavía están en las arcas del municipio? ¿En qué momento se empezará a ejecutar el Plan Maestro de Movilidad y la red de ciclorrutas que allí están contempladas? ¿Por qué las mega obras que se están construyendo no han incluido al ciclista en sus diseños?

Mientras llegan las respuestas y el panorama hacia una ciudad ciclo-amigable se despeja, seguiremos movilizándonos por las calles en busca de ellas.

En analogía al concepto físico de la masa crítica, la Ciclada libre como catalizador social pretende que un cierto número de ciudadanos empiece a generar una ola de consciencia ambiental, de salud y transporte que se traduzca en que más personas usen a diario la bicicleta y, por ende, en una mejor ciudad.

Bucaramanga, Enero 23 de 2016. El pasado martes 19 de enero más de quinientos ciclistas salieron a pedalear por las calles de Bucaramanga en la denominada Ciclada Libre, actividad que se realiza mensualmente y está inspirada en la ‘masa crítica’ que se lleva a cabo en diversas ciudades del mundo.

Más allá de ser una actividad recreativa, la Ciclada Libre invita a los bici-usuarios a asumir una actitud participativa en la dinámica social y a quienes no lo son a reconocer en la bicicleta un elemento positivo de transformación en los paradigmas de movilidad y convivencia.