Algunos deseos cumplidos

Hecha la ciclada y partida la torta tras la celebración de nuestros primeros 24 meses de cicloactivismo en Bucaramanga, en el Día Mundial de la Bicicleta, esto es lo que nos queda tras una segunda vuelta al sol: La ciudad pasó a ser un lugar pedaleable. Con las cicladas y los ciclopaseos, y sin tener que modificar un metro cuadrado de terreno, se ha comprobado que Bucaramanga es apta para la bicicleta. Y nos alegra enormemente que un amplio sector de la ciudad así lo esté entendiendo. Porque aquí todo queda cerca y nada es lo suficientemente lejos. Sin embargo, seguiremos minando las barreras mentales del “esta ciudad es muy caliente”, “es muy empinada”, “no hay vías”, “aquí no se puede”, etc.

La bicicleta sigue ganando aliados. Para la transformación de una ciudad es necesaria la participación del sector público y del privado, indiscutiblemente. Ellos son como las dos ruedas de la bicicleta. En ese sentido, los ciudadanos somos el manubrio que define la dirección, los destinos de esta nuestra ciudad, esa es la real democracia. Si se sigue la lógica de las economías verdes y de las ciudades sostenibles tan de moda por estos tiempos, todos debemos aportar a la solución y todos tenemos derecho a tener participación. El acercamiento a la empresa privada así como a una parte de la institucionalidad, son favorables para el movimiento de la bicicleta que busca vías en lo político, económico y social. De esa manera también hemos logrado avances.

El tema de las bicicletas sigue ganando adeptos. Sin ser la bicicleta una religión (aunque para algunos puede que sea así), percibimos que cada vez más personas se interesan por conocer sobre políticas, infraestructura y cultura pro bicicleta. Ya es muy frecuente encontrarse en una reunión, en una tertulia, en la calle o cualquier evento público a un ciudadano desprevenido o un grupo de personas con interés por saber cómo la bicicleta puede mejorar nuestra calidad de vida.

Ciclaramanga en ascenso. Nos hemos dado cuenta también a través de los ciclopaseos y las cicladas que cada vez más personas han entrado en la onda del ciclismo urbano. Para nosotros como ONG pro bicicleta, legalmente constituida, es satisfactorio que el ciudadano esté entendiendo nuestra propuesta de ciudad, que tiene que ver más con el transporte, la movilidad y el cuidado del medio ambiente y no tanto con el deporte y la recreación, que también son componentes de la cultura sobre dos ruedas o bicicultura.

La bicicleta gana espacios. Y como consecuencia de lo anterior, la ciudad sigue generando espacios para pedalear, hablar, ver una película, compartir o reunirse en torno a la bicicleta. En este aspecto, Bucaramanga no se ha escapado de esta tendencia global que propone a la cicla como protagonista de un nuevo modelo de ciudades. Está ocurriendo aquí y en otros lugares del mundo.

Sin caer en triunfalismos ni regionalismos que no vienen al caso, queremos anotar que el mundo está mirando a Bucaramanga. Y nosotros estamos mirando a la bicicleta. Para que la Bucaramanga sostenible sea una realidad, esta ciudad debe empezar por adoptar modos sostenibles de transporte. Lo hemos manifestado de muchas maneras. Con una mirada optimista de las cosas, decimos que el camino por andar es aún extenso, pero estamos seguros de que con el apoyo de quienes creen en la bicicleta lo lograremos.

Y en este segundo aniversario no podemos dejar de agradecer a nuestros aliados estratégicos: Inderbu, KENDA, Ciclo-Santander, Guspeb, Bici-Mont, Bicicletería Colmenares RD, Panadería Don Gabi, FundaExpresión, Casa Cultural El Solar, Ferretepinturas El Sol, Restaurante Vegasaly. Y muy especialmente a todos y todas ustedes que a diario usan la bicicleta ¡y han hecho de ella su estilo de vida!