Un satélite artificial es una nave espacial fabricada en la Tierra o en otro lugar del espacio y enviada en un vehículo de lanzamiento, un tipo de cohete que envía una carga útil al espacio. Los satélites artificiales pueden orbitar alrededor de asteroides, planetas. Tras su vida útil, los satélites artificiales pueden quedar orbitando como basura espacial.
La primera representación ficticia es conocida como un satélite artificial lanzado a una órbita alrededor de la Tierra aparece en un cuento de Edward Everett Hale, The Brick Moon (La luna de ladrillos). El cuento, publicado por entregas en Atlantic Monthly, se inició en 1869.
El objeto al que se refiere el título era una ayuda para la navegación que por accidente fue lanzada con personas en su interior.
La idea reaparece en Los quinientos millones de la Begún (1879) de Julio Verne. En este libro, sin embargo, se trata de un resultado inintencionado del villano al construir una pieza de artillería gigante para destruir a sus enemigos. Éste le imprime al proyectil una velocidad superior a la pretendida, lo que lo deja en órbita como un satélite artificial.
En 1903, el ruso Konstantín Tsiolkovski publicó La exploración del espacio cósmico por medio de los motores de reacción, que es el primer tratado académico sobre el uso de cohetes para lanzar naves espaciales. Tsiolkovski calculó que la velocidad orbital requerida para una órbita mínima alrededor de la Tierra es aproximadamente 8 km/s y que se necesitaría un cohete de múltiples etapas que utilizase oxígeno líquido e hidrógeno líquido como combustible. Durante su vida, publicó más de 500 obras relacionadas con el viaje espacial, propulsores de múltiples etapas, estaciones espaciales, escotillas para salir de una nave en el espacio y un sistema biológico cerrado para proporcionar comida y oxígeno a las colonias espaciales. También profundizó en las teorías sobre máquinas voladoras más pesadas que el aire, trabajando de forma independiente en mucho de los cálculos que realizaban los hermanos Wright en ese momento.
En 1928, Herman Potočnik publicó su único libro, Das Problem der Befahrung des Weltraums - der Raketen-motor (El problema del viaje espacial - el motor de cohete), un plan para progresar hacia el espacio y mantener presencia humana permanente. Potočnik diseñó una estación espacial y calculó su órbita geoestacionaria. También describió el uso de naves orbitales para observaciones pacíficas y militares y como se podrían utilizar las condiciones del espacio para realizar experimentos científicos. El libro describía satélites geoestacionarios y analizaba la comunicación entre ellos y la tierra utilizando la radio pero no trataba la idea de utilizarlos para comunicación en masa y como estaciones de telecomunicaciones.
En 1945, el escritor británico de ciencia ficción Arthur C. Clarke concibió la posibilidad para una serie de satélites de comunicaciones en su artículo en Wireless World, «Extra terrestrial relays». Clarke examinó la logística de un lanzamiento de satélite, las posibles órbitas y otros aspectos para la creación de una red de satélites, señalando los beneficios de la comunicación global de alta velocidad. También sugirió que tres satélites geoestacionarios proporcionarían la cobertura completa del planeta. Y cronológicamente el satélite puede ser cambiado.
Los satélites artificiales nacieron durante la guerra fría entre Estados Unidos y La Unión Soviética, que pretendían ambos conquistar el espacio. En mayo de 1946, el Proyecto RAND presentó el informe Preliminary Design of an Experimental World-Circling Spaceship (Diseño preliminar de una nave espacial experimental en órbita), en el cual se decía que «Un vehículo satélite con instrumentación apropiada puede ser una de las herramientas científicas más poderosas del siglo XX. La realización de una nave satélite produciría una repercusión comparable con la explosión de la bomba atómica...».
La era espacial comenzó en 1946, cuando los científicos comenzaron a utilizar los cohetes capturados V-2 alemanes para realizar mediciones de la atmósfera. Antes de ese momento, los científicos utilizaban globos que llegaban a los 30 km de altitud y ondas de radio para estudiar la ionosfera. Desde 1946 a 1952 se utilizó los cohetes V-2 y Aerobee para la investigación de la parte superior de la atmósfera, lo que permitía realizar mediciones de la presión, densidad y temperatura hasta una altitud de 200 km.
Estados Unidos había considerado lanzar satélites orbitales desde 1945 bajo la Oficina de Aeronáutica de la Armada. El Proyecto RAND de la Fuerza Aérea presentó su informe pero no se creía que el satélite fuese una potencial arma militar, sino más bien una herramienta científica, política y de propaganda. En 1954, el Secretario de Defensa afirmó: «No conozco ningún programa estadounidense de satélites».
Tras la presión de la Sociedad Americana del Cohete (ARS), la Fundación Nacional de la Ciencia (NSF) y el Año Geofísico Internacional, el interés militar aumentó y a comienzos de 1955 la Fuerza Aérea y la Armada estaban trabajando en el Proyecto Orbiter, que evolucionaría para utilizar un cohete Jupiter-C en el lanzamiento de un satélite denominado Explorer 1 el 31 de enero de 1958.
El 29 de julio de 1955, la Casa Blanca anunció que los Estados Unidos intentarían lanzar satélites a partir de la primavera de 1958. Esto se convirtió en el Proyecto Vanguard. El 31 de julio, los soviéticos anunciaron que tenían intención de lanzar un satélite en el otoño de 1957.
En 1960 EE.UU. lanzó el primer satélite de comunicaciones: el Echo I era un satélite pasivo que no estaba equipado con un sistema bidireccional sino que funcionaba como un reflector. En 1962 EE.UU. lanzó el primer satélite de comunicaciones activos, el Telstar I, creando el primer enlace televisivo internacional.La Unión Soviética, desde el Cosmódromo de Baikonur, lanzó el primer satélite artificial de la humanidad, el 4 de octubre de 1957; marcando con ello un antes y después de la carrera espacial, logrando que la Unión Soviética, liderada por la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, se adelantara a Estados Unidos en dicha carrera. Este programa fue llamado Sputnik, el cual al momento de colocarse exitosamente en órbita, emitió unas señales radiales en forma de pitidos, demostrando el éxito alcanzado por los científicos soviéticos. Este programa fue seguido por otros logros rusos, como los programas Sputnik 2 y 3. Cabe señalar que en el Sputnik 2, la URSS logró colocar en órbita el primer animal en la historia, la perra llamada Laika. Con el Sputnik, la Unión Soviética, sin querer, provocó una psicosis colectiva en los Estados Unidos, debido al temor provocado en la población estadounidense ante el gran adelanto tecnológico desarrollado por los soviéticos.
La SSN (Red de Vigilancia Espacial) ha estado rastreando los objetos espaciales desde 1957, tras el lanzamiento del Sputnik I. Desde entonces, la SSN ha registrado más de 26.000 objetos orbitando sobre la Tierra y mantiene su rastreo sobre unos 8.000 objetos de fabricación humana. El resto entran de nuevo en la atmósfera donde se desintegran o si resisten, impactan con la Tierra. Los objetos pueden pesar desde varias toneladas, como etapas de cohetes, hasta sólo unos kilogramos. Aproximadamente el 7% de los objetos espaciales (unos 560 satélites) están en funcionamiento, mientras que el resto son chatarra espacial.
Se hace mención que una réplica idéntica, desarrollada en la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, del famoso Sputnik se encuentra en el vestíbulo principal del edificio de las Naciones Unidas, en la ciudad de Nueva York, como símbolo del desarrollo tecnológico alcanzado por el hombre.
Se pueden clasificar los satélites artificiales utilizando dos de sus características: su misión y su órbita.
Armas antisatélite, también denominados como satélites asesinos, son satélites diseñados para destruir satélites enemigos, otras armas orbitales y objetivos. Algunos están armados con proyectiles cinéticos, mientras que otros usan armas de energía o partículas para destruir satélites, misiles balísticos o MIRV.
Satélites de reconocimiento, denominados popularmente como satélite espía (confeccionado con la misión de registrar movimiento de personas), son satélites de observación o comunicaciones utilizados por militares u organizaciones de inteligencia. La mayoría de los gobiernos mantienen la información de sus satélites como secreta.
Satélites astronómicos, son satélites utilizados para la observación de planetas, galaxias y otros objetos astronómicos.
Biosatélites, diseñados para llevar organismos vivos, generalmente con propósitos de experimentos científicos.
Satélites de comunicaciones, son los empleados para realizar telecomunicación. Suelen utilizar órbitas geosíncronas, órbitas de Molniya u órbitas bajas terrestres.
Satélites de observación terrestre, son utilizados para la observación del medio ambiente, meteorología, cartografía sin fines militares Destacan los satélites meteorológicos, son satélites utilizados principalmente para registrar el tiempo atmosférico y el clima de la Tierra, y Satélites de navegación, que utilizan señales para conocer la posición exacta del receptor en la tierra.
Satélites de energía solar, son una propuesta para satélites en órbita excéntrica que envíen la energía solar recogida hasta antenas en la Tierra como una fuente de alimentación.
Estaciones espaciales, son estructuras diseñadas para que los seres humanos puedan vivir en el espacio exterior. Una estación espacial se distingue de otras naves espaciales tripuladas en que no dispone de propulsión o capacidad de aterrizar, utilizando otros vehículos como transporte hacia y desde la estación..
Es posible clasificarlos por tipos de órbitas satelitales GEO Orbita Geosestacionaria, esto significa que rota igual que la tierra a una altura de 36,000 km sobre el ecuador, por lo tanto tiene un periodo orbital de 24 horas y muestra un retardo entre 700 y 800 milisegundo, este tipo de satélites son utilizados para brindar servicios de voz, datos e Internet a empresas privadas y de gobiernos, esta enfocada a localidades donde no llegan otro tipo de tecnologías y con el objetivo de cubrir necesidades de comunicación, es empleado en escuelas públicas y negocios rurales. MEO Es de órbita mediana rota de 10.000 a 20.000 km y tiene un periodo orbital de 10 a 14 horas, este es utilizado por empresas celulares con la llamada tecnología GPS. LEO Son satélites de órbita baja están a una altura de 700 a 1400 km y tienen un periodo orbital de 80 a 150 minutos.
Clasificación por altitud
Órbita baja terrestre (LEO): una órbita geocéntrica a una altitud de 0 a 2000 km
Órbita media terrestre (MEO): una órbita geocéntrica con una altitud entre 2000 km y hasta el límite de la órbita geosíncrona de 35 786 km. También se la conoce como órbita circular intermedia.
Órbita alta terrestre (HEO): una órbita geocéntrica por encima de la órbita geosíncrona de 35 786 km; también conocida como órbita muy excéntrica u órbita muy elíptica.
Clasificación por centro
Órbita areocéntrica: una órbita alrededor de Marte.
Órbita de Mólniya: órbita usada por la URSS y actualmente Rusia para cubrir por completo su territorio muy al norte del planeta.
Órbita galactocéntrica: órbita alrededor del centro de una galaxia. El Sol terrestre sigue éste tipo de órbita alrededor del centro galáctico de la Vía Láctea.
Órbita geocéntrica: una órbita alrededor de la Tierra. Existen aproximadamente 2.465 satélites artificiales orbitando alrededor de la Tierra.
Órbita heliocéntrica: una órbita alrededor del Sol. En el Sistema Solar, los planetas, cometas y asteroides siguen esa órbita. El satélite artificial Kepler, sigue una órbita heliocéntrica.
Clasificación por excentricidad
Órbita circular: una órbita cuya excentricidad es cero y su trayectoria es un círculo.
Órbita de transferencia de Hohmann: una maniobra orbital que traslada a una nave desde una órbita circular a otra.
Órbita elíptica: una órbita cuya excentricidad es mayor que cero pero menor que uno y su trayectoria tiene forma de elipse.
Órbita de Mólniya: una órbita muy excéntrica con una inclinación de 63,4º y un período orbital igual a la mitad de un día sideral (unas doce horas).
Órbita de transferencia geoestacionaria: una órbita elíptica cuyo perigeo es la altitud de una órbita baja terrestre y su apogeo es la de una órbita geoestacionaria.
Órbita de transferencia geosíncrona: una órbita elíptica cuyo perigeo es la altitud de una órbita baja terrestre y su apogeo es la de una órbita geosíncrona.
Órbita tundra: una órbita muy excéntrica con una inclinación de 63,4º y un período orbital igual a un día sideral (unas 24 horas).
Órbita hiperbólica: una órbita cuya excentricidad es mayor que uno. En tales órbitas, la nave escapa de la atracción gravitacional y continua su vuelo indefinidamente.
Órbita parabólica: una órbita cuya excentricidad es igual a uno. En estas órbitas, la velocidad es igual a la velocidad de escape.
Órbita de captura: una órbita parabólica de velocidad alta donde el objeto se acerca del planeta.
Órbita de escape: una órbita parabólica de velocidad alta donde el objeto se aleja del planeta.
Clasificación por inclinación
Órbita inclinada: una órbita cuya inclinación orbital no es cero.
Órbita polar: una órbita que pasa por encima de los polos del planeta. Por tanto, tiene una inclinación de 90º o aproximada.
Órbita polar heliosíncrona: una órbita casi polar que pasa por el ecuador terrestre a la misma hora local en cada pasada.
Clasificación por sincronía
Órbita areoestacionaria: una órbita areosíncrona circular sobre el plano ecuatorial a unos 17 000 km de altitud. Similar a la órbita geoestacionaria pero en Marte.
Órbita areosíncrona: una órbita síncrona alrededor del planeta Marte con un periodo orbital igual al día sideral de Marte, 24,6229 horas.
Órbita geosíncrona: una órbita a una altitud de 35 768 km. Estos satélites trazarían una analema en el cielo.
Órbita cementerio: una órbita a unos cientos de kilómetros por encima de la geosíncrona donde se trasladan los satélites cuando acaba su vida útil.
Órbita geoestacionaria: una órbita geosíncrona con inclinación cero. Para un observador en el suelo, el satélite parecería un punto fijo en el cielo.
Órbita heliosíncrona: una órbita heliocéntrica sobre el Sol donde el periodo orbital del satélite es igual al periodo de rotación del Sol. Se sitúa a aproximadamente 0,1628 UA.
Órbita semisíncrona: una órbita a una altitud de 12 544 km aproximadamente y un periodo orbital de unas 12 horas.
Órbita síncrona: una órbita donde el satélite tiene un periodo orbital igual al periodo de rotación del objeto principal y en la misma dirección. Desde el suelo, un satélite trazaría una analema en el cielo.
Otras órbitas
Órbita de herradura: una órbita en la que un observador parecer ver que órbita sobre un planeta pero en realidad coorbita con el planeta. Un ejemplo es el asteroide (3753) Cruithne.
Punto de Lagrange: los satélites también pueden orbitar sobre estas posiciones.
Los satélites artificiales también pueden ser catalogados o agrupados según el peso o masa de los mismos.
Grandes satélites: cuyo peso sea mayor a 1000 kg
Satélites medianos: cuyo peso sea entre 500 y 1000 kg
Satélites miniaturizados, también denominados como minisatélites, microsatélites, nanosatélites o picosatélites, son característicos por sus dimensiones y pesos reducidos.
Un total de diez países y el grupo formado por la ESA (Agencia Espacial Europea) han lanzado satélites a órbita, incluyendo la fabricación del vehículo de lanzamiento. Existe también otros países que tienen capacidad para diseñar y construir satélites, pero no han podido lanzarlos de forma autónoma sino con la ayuda de servicios extranjeros.
Satélite ERS-2.
Primer lanzamiento por país
País
Año del primer lanzamiento
1957
1958
1965
1970
1970
1971
1981
1988
2009
2012
Cargas útiles en órbita a 2012
1.453 (Rusia, Ucrania)
1.113
57
134
140
29
50
11
1
1
El programa espacial de Brasil ha intentado en tres ocasiones fallidas lanzar satélites, la última en 2003. Iraq aparece en ocasiones como país con capacidad de lanzamiento con un satélite de 1989 aunque no ha sido confirmado. Corea del Norte afirma haber lanzado su satélite Kwangmyongsong en 1998, aunque tampoco está confirmado. La ESA lanzó su primer satélite a bordo de un Ariane 1 el 24 de diciembre de 1979.
Primer lanzamiento por país incluyendo la ayuda de otros
País
Año del primer lanzamiento
1957
1958
1962
1964
1965
1967
1969
1970
1970
1971
1973
1974
1974
1975
1976
1978
1981
1985
1985
1986
1988
1988
1990
1990
1992
1993
1993
1994
1995
1996
1997
1997
1998
1998
1999
1999
2000
2000
2002
2003
2003
2005
2006
2007
2008
2008
2009
2013
2013
2013
2014
Cargas útiles en órbita a 2008
1.390 (Rusia, Ucrania)
999
43
102
53
24
12
34
10
5
11
7
11
6
15
11
15
10
1
6
5
3
4
3
2
3
1
3
1
12
3
1
3
2
1
1
2
1
2
2
1
4
1
Kazajistán lanzó su satélite de forma independiente, pero fue fabricado por Rusia y el diseño del cohete tampoco era autóctono. Canadá fue el tercer país en fabricar un satélite y lanzarlo al espacio, aunque utilizó un cohete estadounidense y fue lanzado desde Estados Unidos. El San Marco 2 de Italia fue lanzado el 26 de abril de 1967 utilizando un cohete Scout estadounidense. Australia lanzó su primer satélite el 29 de noviembre de 1967, sin embargo utilizaba un cohete donado Redstone. Las capacidades de lanzamiento del Reino Unido y Francia están ahora bajo la ESA y la capacidad de lanzamiento de la Unión Soviética bajo Rusia. El Libertad 1 de Colombia lanzado en 2007 es un satélite miniaturizado de menos de 1 kg. El 28 de septiembre de 2012 fue lanzado en China el segundo satélite propiedad de Venezuela, el satélite de observación Miranda (VRSS-1, por sus sigla en inglés). El 26 de abril de 2013,Ecuador lanzo su primer satélite, construido dentro del país, con la ayuda de un cohete chino. El 20 de diciembre de 2013, Bolivia lanzo su primer satélite, construido en China, con la ayuda de un cohete chino. Perú desarrollo sus dos primeros satélites PUCP-SAT-1 fue lanzado y puesto en órbita el 21 de Noviembre del 2013 por el cohete ruso Dnepr-1 días después el Pocket-PUCP.
Un modelo de satélite (también conocido en inglés como satellite bus) es el modelo general en el que se basa la construcción de un satélite. Son comúnmente usados para los satélites que poseen órbitas geosíncronas, particularmente los satélites de comunicaciones. También son usados para órbitas bajas, y ocasionalmente para misiones planetarias.
Cuando se trata de satélites de comunicaciones, la porción del espectro radioeléctrico que utilizarán lo determina prácticamente todo: la capacidad del sistema, la potencia y el precio. Por eso, vamos a hacer un estudio de las principales bandas de frecuencias utilizadas en sistemas de satélites, para más adelante concretar un poco en el caso particular de Teledesic. La información disponible sobre este aspecto no es muy detallada y diariamente aparecen nuevas noticias. Para conocer los últimos detalles consultar nuestro apartado de buscadores, o la Web de la World Radio Conference
ESTUDIO DE LAS BANDAS DE FRECUENCIAS
Las longitudes de onda diferentes poseen propiedades diferentes. Las longitudes de onda largas pueden recorrer grandes distancias y atravesar obstáculos. Las grandes longitudes de onda pueden rodear edificios o atravesar montañas, pero cuanto mayor sea la frecuencia (y por tanto, menor la longitud de onda), más fácilmente pueden detenerse las ondas.
Cuando las frecuencias son lo suficientemente altas (hablamos de decenas de gigahertzios), las ondas pueden ser detenidas por objetos como las hojas o las gotas de lluvia, provocando el fenómeno denominado "rain fade". Para superar este fenómeno se necesita bastante más potencia, lo que implica transmisores más potentes o antenas más enfocadas, que provocan que el precio del satélite aumente.
La ventaja de las frecuencias elevadas (las bandas Ku y Ka) es que permiten a los transmisores enviar más información por segundo. Esto es debido a que la información se deposita generalmente en cierta parte de la onda: la cresta, el valle, el principio o el fin. El compromiso de las altas frecuencias es que pueden transportar más información, pero necesitan más potencia para evitar los bloqueos, mayores antenas y equipos más caros.
Concretamente, las bandas más utilizadas en los sistemas de satélites son:
Banda L.
Rango de frecuencias: 1.53-2.7 GHz.
Ventajas: grandes longitudes de onda pueden penetrar a través de las estructuras terrestres; precisan transmisores de menor potencia.
Inconvenientes: poca capacidad de transmisión de datos.
Banda Ku.
Rango de frecuencias: en recepción 11.7-12.7 GHz, y en transmisión 14-17.8 GHz.
Ventajas: longitudes de onda medianas que traspasan la mayoría de los obstáculos y transportan una gran cantidad de datos.
Inconvenientes: la mayoría de las ubicaciones están adjudicadas.
Banda Ka.
Rango de frecuencias: 18-31 GHz.
Ventajas: amplio espectro de ubicaciones disponible; las longitudes de onda transportan grandes cantidades de datos.
Inconvenientes: son necesarios transmisores muy potentes; sensible a interferencias ambientales.
Para ver con más detalle los nombres de las distintas bandas de frecuencia, consulte la siguiente tabla:
FRECUENCIAS DE TELEDESIC
La banda de frecuencias más baja con ancho espectral suficiente para satisfacer el servicio de banda ancha proporcionado por Teledesic, así como sus objetivos de calidad y capacidad es la banda Ka. Los enlaces de comunicación entre terminal y satélite operan dentro de la porción de la banda Ka que ha sido identificada internacionalmente para servicio fijo en satélites no geoestacionarios, y cuya licencia se ha concedido en EEUU para su uso en Teledesic.
Los enlaces descendentes operan entre 18.8 GHz y 19.3 GHz, y los ascendentes operan entre 28.6 GHz y 29.1 GHz. Por otra parte, los enlaces entre satélites se producen en la banda de los 40-50 GHz.
Existe poca información pública sobre los subsistemas del satélite, así como de los protocolos de red que se están desarrollando para el sistema Teledesic, sin embargo se pueden exponer generalidades de este tipo de sistemas. Primero se expondrán las características que presenta un entorno de red de este tipo, por el hecho de que los nodos son satélites y de que los enlaces, de miles de kilómetros, son vía radio. Seguidamente se verán los requerimientos que se imponen a los protocolos para poder adaptarse a las características anteriores.
CARACTERÍSTICAS DEL ENTORNO
Limitaciones debidas al satélite
Las características de un satélite imponen una serie de limitaciones que afectan a los protocolos de comunicación que pueden usarse.
Recursos de computación
Los vehículos espaciales están limitados en volumen, peso y, sobre todo, potencia, por tanto su capacidad de procesamiento y memoria están limitados. En general, disponen sólo de 0.15 a 4 MIPS y de 0.15 a 4 Mbytes. Posiblemente las futuras restricciones en potencia, volumen y peso serán menos severas, pero la capacidad de proceso y la memoria continuarán siendo más limitadas en un vehículo espacial que en los sistemas terrestres. La capacidad de proceso se espera que alcance como mucho los 8 MIPS y, la memoria como mucho los 8 Mbytes.
Potencia de transmisión
Actualmente, la potencia de transmisión es relativamente pequeña, dando como resultado una velocidad de transmisión media-baja.
Entorno de red
Las características de un entorno de red en el espacio tienen un impacto en los protocolos de comunicación que puedan dar soporte a las aplicaciones espaciales.
Conectividad
Mientras que a los vehículos espaciales geoestacionarios se puede acceder continuamente desde el mismo punto de la Tierra, los LEO son accesibles, normalmente, de forma periódica sólo durante unos pocos minutos desde el mismo punto de la Tierra. Además, los sistemas consistentes únicamente en satélites LEO tienen una conectividad con la Tierra variable en el tiempo (cada modelo de conectividad dura únicamente unos pocos minutos), donde cada modelo específico de conectividad se repite periódicamente.
Retardos
Los retardos debidos a la propagación son típicamente de 0.125 segundos como máximo, en el enlace descendente.
Errores
Los errores en transmisión son debidos a la congestión, distorsión de la señal, o pérdidas de la conexión. Los errores debidos a la distorsión, pueden ser aleatorios o en ráfagas. La tasa de errores aleatorios observada desde la capa de red, suele fluctuar entre 10^-9 y 10^-5. La tasa de errores a ráfagas puede estar entre 10^-5 y 10^-4. Se espera mejorar estas tasas en el futuro en un orden de magnitud.
Ocupación del enlace
Actualmente la ocupación del enlace es media-baja en funciones de telemetría y enlaces de control, y media-alta en misiones de transmisión de datos y transporte de tráfico de comunicaciones entre puntos de la tierra. En el futuro se espera que la ocupación de los enlaces permanezca igual, pues el aumento del tráfico será previsiblemente proporcional al incremento de las tasas de transmisión de datos.
REQUERIMIENTOS
Hay cuatro requerimientos básicos impuestos por las características de los satélites, para estos protocolos:
Deben contener programas pequeños. Las implementaciones deben ocupar tan poco código como sea posible y usar los buffers de memoria eficientemente para reducir las necesidades de memoria durante su funcionamiento.
Deben permitir programas no muy complejos.Una máquina de estados finitos simple reducirá la complejidad de procesamiento.
Deben imponer pequeñas cabeceras y pequeñas colas a los paquetes
Deben proporcionar comunicaciones extremo a extremo.Sería necesario un direccionamiento individual para cada sistema destinatario en cada vehículo espacial, para lograr comunicaciones extremo a extremo.
Además por las características del entorno de esta red se imponen otros requerimientos adicionales:
Deben proporcionar comunicaciones extremo a extremo.Sería necesario un direccionamiento individual para cada sistema destinatario en cada vehículo espacial, para lograr comunicaciones extremo a extremo.
Deben proporcionar algoritmos de encaminamiento que manejen eficientemente cambios dinámicos en la conectividad, así como maximizar la probabilidad de alcanzar el destino deseado dentro del tiempo requerido.
Deben proporcionar mecanismos para manejar eficientemente la combinación de grandes retardos con altas tasas de error.
Deben proporcionar mecanismos de suspensión, reenganche y terminación de transmisiones largas en situaciones de contactos periódicos cortos, separados por periodos de desconexión bastante largos.
ACCESO MÚLTIPLE
Los recursos del canal asociados a cada célula son compartidos entre los terminales de dicha célula, asignando la capacidad bajo demanda para satisfacer los requerimientos de cada uno. Esta flexibilidad permite a Teledesic manejar eficientemente una amplia variedad de servicios: Uso ocasional o permanente, a ráfagas o aplicaciones de tasa constante de bits, en áreas de baja densidad de usuarios hasta de relativamente alta densidad.
Se implementa un sistema de acceso múltiple entre los terminales y el satélite, permitiendo a la célula controlar la compartición de los recursos del canal entre los terminales. Dentro de una célula, la compartición del canal es lograda de la siguiente forma:
Enlace ascendente: MF-TDMA (Multi-Frequency Time Division Múltiple Access ó Acceso Múltiple por División en el Tiempo Multi Frecuencia).
Enlace descendente: ATDMA (Asynchronous Time Division Multiplexing Access ó Acceso Asíncrono por Multiplexación por División en el Tiempo).
CONMUTACIÓN DE PAQUETES
Desde el punto de vista de una red de comunicación, cada satélite constituye un nodo de una red de "conmutación rápida de paquetes", existiendo enlaces de comunicación entre satélites de la misma órbita, o entre satélites de órbitas adyacentes. Este tipo de interconexión da lugar a una red de mallado no jerárquico, robusta y capaz de responder ante errores y situaciones de congestión local.
La comunicación en el interior de la red espacial se gestiona como un flujo de paquetes cortos y de longitud fija. Cada paquete contiene una cabecera que incluye la dirección de destino y el número de secuencia de la información, una sección de control de errores para verificar la integridad de la cabecera, y una zona de datos donde se transporta la información de usuario codificada digitalmente. El encapsulamiento de la información en paquetes se realiza en los terminales del extremo de la red.
ENCAMINAMIENTO
La topología de una red basada en una constelación de satélites LEO es dinámica. La red debe adaptarse continuamente a estas condiciones cambiantes para alcanzar las conexiones óptimas entre terminales, entendiendo por óptimas las de menor retardo. La red Teledesic usa un algoritmo de encaminamiento de paquetes distribuido y adaptativo para conseguir un bajo retardo y una varianza también baja de dicho retardo. Cada paquete lleva la dirección de red del terminal de destino, y cada nodo selecciona independientemente el camino de retardo mínimo hacia dicho destino. De esta forma, paquetes de una misma sesión pueden atravesar distintos caminos a través de la red. El terminal de destino almacena los paquetes entrantes en una cola, y si es necesario, los reordena para hacer transparentes los efectos de los diferentes retardos.
ROBUSTEZ DEL SISTEMA
Una topología de red con una densidad de enlaces tan grande, junto con los algoritmos de encaminamiento comentados anteriormente permite un sistema robusto, tolerante a los fallos, y con capacidad de adaptarse a los cambios en la topología y a nodos y enlaces congestionados o averiados. Para conseguir un sistema de gran capacidad y una alta densidad de canales, es necesario que cada satélite sea capaz de concentrar una gran capacidad en su relativamente pequeña área de cobertura. La superposición entre áreas de cobertura, junto con la posibilidad de usar satélites de repuesto en órbita, permiten la reparación rápida de la red cuándo se produce el fallo de un satélite. En conclusión, la fiabilidad del sistema se basa más en la constelación como conjunto que en la robustez de un satélite.
COMPATIBILIDAD CON TCP/IP
Por todos es sabido la necesidad de todo nuevo producto que se comercializa en el mundo de las telecomunicaciones de ser compatible con los estándares previos. En el aspecto de la interconexión de redes los protocolos estándar son TCP e IP, que dan soporte a la World Wide Web, la aplicación de las redes de más rápido crecimiento e implantación. Debido al problema del retardo, ni TCP/IP ni la WWW funcionan correctamente sobre enlaces geoestacionarios.
TCP, protocolo de transporte de los terminales conectados a Internet, emplea una ventana de transmisión de paquetes transmitidos, que no actualiza hasta que no ha recibido la confirmación de todos los paquetes que hay en ella. TCP/IP fue diseñada para funcionar aceptablemente bien en redes terrestres, con un retardo bajo. Los problemas surgen cuando se emplea en redes con elevado retardo, como los enlaces geoestacionarios. La ventana de transmisión suele ser de tamaño no muy elevado, ya que el mecanismo de retransmisión de TCP es del tipo Go-Back-N, pero en un enlace con un gran retardo, sólo el número de bits de la ventana pueden estar en tránsito y en espera de reconocimiento en cada momento. Por tanto, no importa cuántos bits pueda transmitir el canal teóricamente, porque se tarda como mínimo medio segundo en recibir el reconocimiento de los bits de la ventana, sin el cual no se puede comenzar a transmitir los bits siguientes, con lo que tenemos impuesto un throughput bastante limitado, y además en caso de error, las prestaciones bajan mucho más que en un enlace de bajo retardo.
Otros inconvenientes adicionales se observan cuando se estudia el comportamiento de una aplicación de red soportada por TCP/IP, concretamente la WWW. Para cada parte de una página Web (cada dibujo, el texto, los sonidos, etc...), se establece una transacción TCP distinta, lo cual requiere al menos dos tiempos de retardo para establecer la conexión.
Los problemas expuestos anteriormente no se presentarían en un sistema como Teledesic, ya que gracias a las ventajas de la órbita baja, los retardos no difieren sustancialmente de los sistemas terrestres, siendo ésta una de las grandes bazas con las que cuenta Teledesic ante sus más directos competidores, los sistemas GEO, los cuales, por otra parte han desarrollado alternativas al TCP/IP, como el IETF RFC 1323, que emplea grandes ventanas de transmisión, o variaciones sobre TCP/IP, como TCP-LW (Large Window), también de ventana mayor, ó TCP-SACK (Selective ACKnowledge), que emplea reconocimiento selectivo.
COMPATIBILIDAD CON FUTUROS SISTEMAS
Una de las tendencias de las redes es el desarrollo de la capacidad de alterar dinámicamente sus características según el tráfico y las aplicaciones demandadas, por ejemplo, el uso de las pausas entre frases en conversaciones telefónicas en Intrernet, para servicios ABR (Avaliable Bit Rate ó Tasa de Bits Residual) , como e-mail. Pero esta multiplexación estadística (permitiendo a varios usuarios compartir la red) sólo es posible si ambos terminales transmisores pueden negociar dinámicamente las demandas de ancho de banda en la red. Es precisamente éste proceso de negociación el que se ve afectado por los retardos elevados.
Otra de las tendencias futuras es la aplicación de códigos adaptativos que permita conmutar a diferentes algoritmos FEC (Forward Error Control ó Control Previo de Errores), de forma que los códigos redundantes empleados para la recuperación de errores en la transmisión, se adapten dinámicamente para optimizar el uso del espectro radioeléctrico. Nuevamente los retardos elevados impiden que el proceso de adaptación dinámico se ajuste eficientemente.
Con esto se muestra una ventaja estratégica adicional con que cuenta Teledesic, que trata de anticiparse a las tendencias futuras en Internet, apostando por un sistema de gran ancho de banda por satélite con bajo retardo.