¿Te beberías tus aguas residuales?
El agua: un recurso limitado
Ahora más que nunca, debemos cuidar nuestra agua. Después de todo, puede que vivamos en un planeta cubierto en gran parte de agua, pero el agua dulce que necesitamos cada día equivale solo al 2,5 % de todo el agua de la Tierra. La mayor parte es inservible, atrapada en capas de hielo, glaciares, hielo y vapor de agua en la atmósfera. De hecho, solamente el 1 % del agua dulce está disponible, la mayoría almacenada en el suelo y en las capas de roca de la tierra. Solo una diminuta proporción fluye por la superficie, en lagos, ríos y arroyos.
Puede que para ti sea fácil conseguir agua dulce limpia si vives en una ladera solitaria, cerca de un arroyo que otras personas, animales o fuentes de polución no hayan contaminado. Pero no es la situación de la mayoría. Vivimos en ciudades y municipios donde todos queremos darnos una ducha a diario, tener las casas y los coches limpios, y regar las plantas o el jardín. Cuando tenemos tiempo libre,
Cuadro: el estudio del agua
El estudio del movimiento, la distribución y la calidad del agua se conoce como «hidrología» (del griego hudor, que significa «agua»). Esta disciplina antigua, practicada durante al menos 6 000 años, ha permitido a las principales civilizaciones de la historia desviar las aguas para el riego y evitar inundaciones, facilitando los medios para alimentar y proteger a sus habitantes.
Cuadro: ¿Todavía bebemos el agua que bebían los dinosaurios?
El agua se evapora de los océanos, forma nubes, cae en forma de lluvia (o nieve) y vuelve al océano a través de los ríos. Los lugares donde permanece más tiempo son el océano profundo y las aguas subterráneas profundas, donde queda atrapada durante hasta 10 000 años. Sin embargo, el agua también se destruye químicamente en la fotosíntesis (las plantas convierten el dióxido de carbono [CO2] y el agua en azúcares y oxígeno) y se recupera de nuevo en la respiración (básicamente, al revés de la fotosíntesis para crear energía y CO2). Podemos calcular cuánta agua queda de la era de los dinosaurios a partir de la cantidad total de agua en el planeta y la cantidad de agua absorbida en la fotosíntesis al año. Según esto, podemos decir que se tardaría unos 100 millones de años en destruir químicamente la mayor parte del agua. Los dinosaurios vivieron hace 65 millones de años. Por ello, parte del agua que bebemos es la misma, pero más de la mitad es diferente..
Nos gusta ir a playas y lagos para relajarnos y nadar, y no chapotear en basura y residuos humanos..Por eso es tan importante que respetemos el agua. Con una población mundial en constante aumento, más personas que viven en las ciudades, cambio de patrones meteorológicos debido alcambio climático, suministros de agua dulce limitados y costosos tratamientos del agua antes y después de utilizarla, la calidad del agua es un tema candente. Mientras los científicos investigan, frente a estos retos, cómo hacer que siga saliendo agua de los grifos y que los mares estén limpios, todos podemos poner de nuestra parte para cuidar el agua.
Continúa leyendo para explorar el recorrido que hace el agua que utilizamos en nuestras vidas diarias, desde cómo llega a nuestros grifos y pasa por alcantarillas y plantas de tratamiento hasta cuando llega a los ríos y el mar, donde podemos volver a disfrutar de ella.
El agua potable
El agua del grifo: esencial para la salud
Imagínate tener que caminar durante horas hasta un pozo o hacer cola en una toma de agua para conseguir el agua que tu familia necesita para beber, cocinar y limpiar. Podrías acostumbrarte, pero no te quedaría mucho tiempo ni energía para hacer otra cosa. O que tuvieras que hervir toda el agua para que su consumo fuera seguro. Esto es lo que le ocurre a
aproximadamente 1 000 millones de personas de todo el mundo, que no tienen acceso a agua potable tratada o a sistemas de saneamiento. Según la Organización Mundial de la Salud, el uso de agua sucia para bañarse, lavar, beber o cocinar es la causa del 10 % de las enfermedades mundiales. Los niños pequeños están especialmente en situación de riesgo: se estima que las enfermedades diarreicas transmitidas por el agua causan 1,8 millones de muertes humanas cada año.
Teniendo en cuenta esto, en Europa somos sumamente afortunados. La introducción de sistemas de saneamiento —esto es, la eliminación segura de residuos humanos y agua usada, y el suministro de agua limpia a los hogares— ha desempeñado un papel fundamental en la mejora de la salud pública, acabando con las enfermedades transmitidas por el agua (como el cólera, la fiebre tifoidea y la disentería) y aumentando la esperanza de vida.
Un tesoro escondido
Para tres cuartas partes de los europeos, el agua corriente procede de las aguas subterráneas: agua almacenada bajo la tierra dentro del suelo y la roca, incluidos amplios espacios cubiertos de agua conocidos como «acuíferos». Las aguas subterráneas también son la fuente de la mayor parte de las aguas superfi ciales, que brotan a través de los manantiales y los humedales para proporcionar a los ríos más del 50 % de su agua durante todo el año.Pero este tesoro escondido está en riesgo. En muchos países, estamos utilizando el agua más rápidamente de lo que tardan en reponerse las fuentes, sobrepasando el ritmo natural. Este comportamiento,además de acumular problemas para el futuro, ya está causando problemas hoy en día: la mitad de los humedales de Europa, que actúan como barreras de protección ante las inundaciones y purifican el agua, están en peligro debido a la sobre explotación de las aguas subterráneas. Mientras tanto, la mayor demanda generada por el rápido desarrollo del turismo en algunas regiones ha causado la desertificación y la intrusión de agua salada: agua marina que fluye hacia zonas costeras de agua dulce. Casi la mitad de la población europea vive en países con «estrés hídrico» y la escasez de agua afecta a 33 cuencas hidrográficas de la Unión Europea (UE)1.
¿Tierra sólida o esponja?
El uso de los suministros de agua solo es una parte del problema. La otra es la amenaza que sufre la calidad de las aguas subterráneas de las fuentes de contaminación humanas, como la agricultura, la industria, las alcantarillas con escapes o las fosas sépticas. Más conscientes del problema que nunca, estamos protegiendo la calidad de las aguas subterráneas mejor que en el pasado, pero todos podríamos poner más de nuestra parte para detener la contaminación antes de que se produzca. El suelo que tenemos bajo nuestros pies puede parecer muy sólido cuando caminamos, pero,igual que una esponja, absorbe todo lo que le vertemos —desde los metales pesados de las pilas usadas hasta todo tipo de sustancias
desagradables que se encuentran en plásticos, fertilizantes y productos de limpieza—, arrastrando la contaminación a los suministros de agua de los que dependemos. Al igual que el agua se mueve muy despacio a través del subsuelo de la Tierra, puede tardar décadas en que la contaminación acabe por llegar a los acuíferos bajo tierra.
Contaminantes comunes del agua
Patógenos: bacterias, virus y otros gérmenes que causan enfermedades y se encuentran en las aguas residuales sin tratar o en los residuos animales de las granjas Productos químicos: orgánicos (detergentes, grasas, disolventes, herbicidas, productos petrolíferos, sustancias químicas utilizadas en los productos de higiene personal y cosméticos) e inorgánicos (vertidos industriales y subproductos, fertilizantes que contienen nitratos y fosfatos, metales pesados y sedimentos).Grandes objetos: basura y desechos visibles en el agua.
Imagínate la situación: te estás preparando para ir a una fiesta pero, al abrir el grifo de la ducha, el agua sale marrón. ¡No te puedes lavar el pelo con eso! Sacas los pantalones de la lavadora para que se sequen, pero parecen más sucios que antes. ¿Y qué te pones ahora? Te llama tu amigo para decirte que se ha anulado la fiesta; se ha puesto malo después de haber estado nadando en la playa el día anterior. ¡Qué pena! Triste, vas a la cocina a hacerte un café. El grifo gotea un poco y después no cae nada. ¿Aún puede ir a peor el día?Dependemos del agua en casi todo lo que hacemos. Damos por sentado que podemos beber, lavar y nadar en agua limpia y segura siempre que queramos; y que el agua sucia de nuestros inodoros, duchas y fregaderos será llevada lejos, a algún sitio donde no tengamos que verla, olerla o nadar en ella.Pero este acceso instantáneo a agua limpia y sistemas de saneamiento no sale barato. El agua que sale por nuestros grifos tiene que proceder de un abundante suministro, que sea filtrado, limpiado y bombeado hasta nuestras casas. Tiene que estar sometida a pruebas que garanticen que es seguro beberla. El agua sucia tiene que atravesar una red de alcantarillado y tratarse. Antes de que vuelva a los ríos y al mar, hay que despojarla de las bacterias que causan enfermedades y los contaminantes artificiales.Depósito de agua del lago Cap-de-Long (Francia)
¿De qué calidad es el agua de dónde vives?La Agencia Europea de Medio Ambiente publica mapas interactivos de la calidad del agua de cada país de la UE. Muestran los resultadosde los ensayos en aguas subterráneas, ríos, lagos y aguas costeras, con detalles para cada país y estación de ensayos de los niveles de contaminantes comunes, como los nitritos, nitratos y amonio.Ver: http://www.eea.europa.eu/themes/water/interactive¿Cómo se produce el agua corriente?
El agua corriente generalmente no tiene sabor, color ni olor. ¿Has pensado alguna vez en cómo se consigue esto? Puede parecer sencillo, pero cuesta mucho trabajo conseguirlo así de bien. Entre bastidores hay un complejo sistema de recogida, almacenamiento, tratamiento y distribución de agua (véase la ilustración A). Las empresas distribuidoras de agua son las responsables de garantizar que el agua potable sea segura. Proporcionan información actualizada sobre la calidad del agua. Las facturas de agua y las páginas web de las compañías de aguas suelen contener dicha información. También cobran dinero para cubrir los costes que supone entregar un producto excelente. Las aguas residuales también cuestan dinero.
¿Podrías utilizar el agua de forma más moderada?
¿Qué cambiarías de tus hábitos de consumo de agua?
La torre de agua almacena agua potable limpia
Agua embotellada frente a agua corrienteLos europeos están comprando más agua embotellada que nunca, a pesar de los estrictos controles que garantizan que la inmensa mayoría del agua corriente es segura para beber. Por el contrario, el agua embotellada está sometida a reglamentos y pruebas mucho menos estrictas que el agua corriente, y tampoco hay pruebas de que sea más sana. Por ejemplo, algunas aguas minerales naturales contienen niveles de minerales más altos de los recomendados para ciertos grupos de personas, como los bebés y los niños muy pequeños. También resultan preocupantes los peligros de las sustancias químicas utilizadas en el plástico de las botellas.El agua embotellada también tiene un impacto medioambiental significativo. Se requieren grandes cantidades de recursos y energía para fabricar y eliminar los envases, el 80 % de los cuales son recipientes de un solo uso que no pueden volverse a llenar2. Las botellas de plástico que no llegan a los centros de reciclaje acaban como basura de plástico que tarda generaciones en degradarse. Por último, está el impacto que supone el transporte de llevar el agua embotellada de la fuente a la tienda o las casas, incluido ruido, congestión, CO2 y otras emisiones de gases de escape.No obstante, en 2009, el europeo medio compró 105 litros de agua embotellada. Las personas del sur de Europa compran mucho más (los italianos beben en torno a 200 litros al año por persona), mientras que los ciudadanos de Finlandia son los que menos agua embotellada beben (16 litros por persona al año).
¿Tú y tu familia bebéis agua embotellada?
Prueba a organizar una sesión de cata a ciegas con tus amigos para ver si notan la diferencia.
¿Notas la diferencia de sabor?
¿Por qué no beber agua corriente en vez de agua embotellada? El agua corriente está controlada y regulada como ninguna otra agua potable, y la recibes directamente en casa.
En vez de comprar botellas de agua de plástico cuando te desplaces, lleva una botella de agua de acero que puedas lavar y rellenar siempre que quieras con agua corriente.
La normativa que rige los sistemas de canalización en las casas está diseñada para salvaguardar la
salud pública y promover el uso sensato y eficiente del agua. Se debe evitar que el agua potable, en
particular, entre en contacto con las aguas residuales u otro tipo de contaminación (véase la
ilustración B).
Como tendencia general5, ahora utilizamos menos agua en nuestras casas que hace unos años, gracias a una combinación de tarificación del agua en la mayoría de los países (que hace que paguemos por lo que utilizamos), mayor concienciación pública, y electrodomésticos más eficientes, como las lavadoras y los lavavajillas. A modo de ejemplo, el consumo es mayor que la media europea en los países donde el agua es gratis, o en aquellos países donde la red hidrográfica sufre elevadas pérdidas (debido a fugas).
Una ducha: 35-75 litros
Un baño: 80 litros
Tirar de la cadena (una vez): 8 litros
Lavadora: 65 litros
Lavavajillas: 25 litros
Lavar el coche con una manguera: 400-480 litros
Lavar el coche con cubos (4 cubos): 32 litros
¿Cuánto utilizamos?
De media, solo se utiliza para beber el 3 % del agua corriente. La inmensa mayoría es para tirar de
la cadena, lavar y regar el jardín.
¿Cuánta agua consumimos?
Los europeos consumimos una media de 100-320 litros de agua al día para uso doméstico, que varía según el país³. (El consumo doméstico de agua representa aproximadamente el 15 % del uso total que se hace del agua en Europa, menos de la mitad del volumen utilizado para la agricultura, que supone en torno a un tercio.)