Los 84 cantones con que cuenta nuestro país poseen diferencias geográficas, culturales y sociales, que marcan su propia dinámica, pero también presentan desafíos comunes en la búsqueda del bienestar de su población y del desarrollo nacional. En ese contexto, la gestión de los gobiernos locales toma gran relevancia, sobre todo al considerar el gran impacto que tiene la prestación de sus servicios locales sobre la vida de las personas, de modo que la aspiración de fortalecer la gestión pública a nivel local, trasciende de lo interno de estas organizaciones porque coadyuva con la construcción de una Costa Rica más próspera e igualitaria. 

Una vez valorado el panorama general de las municipalidades en un contexto cantonal, así como haber identificado algunas brechas en los servicios públicos que brindan como aquellos factores que inciden en su prestación, es posible derivar diversos desafíos en el desarrollo de la gestión local que repercuten en la prestación de servicios municipales. 

Algunos de estos desafíos implican un proceso de aprendizaje para la gestión municipal, de modo que los procesos de experimentación y éxito requieren de mayor generalización y réplica en todo el sector; sin embargo, también conlleva un proceso de desaprendizaje de prácticas que claramente han conducido hacia un alejamiento de los umbrales de eficiencia, particularmente en cuanto al bienestar de la ciudadanía a nivel local. Este proceso requiere de algún tipo de liderazgo que también guarde armonía con las características propias de un sector institucional con una gran tradición, autonomía y cercanía con la población.

Cerrar brechas en la gestión de los servicios públicos: Aunque las diferencias geográficas, económicas y culturales entre los cantones son inherentes, es fundamental migrar hacia estándares de prestación de servicios que garanticen la satisfacción de toda la comunidad. En este sentido, la búsqueda de eficiencia y eficacia en la gestión de los servicios públicos debe asegurar una atención inclusiva en cada rincón del país, adaptada a la realidad social y económica y, guiada por una perspectiva centrada en el usuario.

En esa línea, las municipalidades tienen a su cargo la administración de los intereses y servicios locales en cada cantón y sus acciones son cruciales en el desarrollo comunal. Como parte de sus funciones, está el brindar servicios con el objetivo de satisfacer las necesidades de los habitantes; por ello, su prestación constituye una obligación para los gobiernos locales y un derecho para la población. 

Las brechas en la prestación de los servicios a nivel local, así como los diversos resultados que la Contraloría General ha obtenido en las fiscalizaciones relacionadas con la prevención de la corrupción, transparencia, temas denunciados, y los resultados de su gestión, pone de manifiesto la necesidad de que instituciones ya existentes (IFAM, MIDEPLAN o ARESEP, por ejemplo) se diversifiquen o fortalezcan con el fin de contar con un mecanismo regulador o al menos de evaluador técnico de los servicios municipales, como sucede en otros modelos internacionales, con el propósito de uniformar, evaluar y velar por la calidad, la constante innovación y la rendición de cuentas; sobre esto, en instituciones  tan segmentadas,  y con tan alto nivel de autonomía y especialización. 

Otra alternativa podría ser la generación de parámetros legales mínimos para los servicios públicos, de manera coordinada con lo regulado a nivel nacional.

Fortalecer la capacidad fiscal como mecanismo de mitigación de riesgos de sostenibilidad: Es crucial potenciar la capacidad de los gobiernos locales para generar ingresos propios, aprovechando las condiciones económicas particulares de cada región. Esto no solo reducirá en el mediano y largo plazo la dependencia de recursos provenientes de transferencias del Gobierno Central u otras entidades, sino que también fortalecerá la sostenibilidad fiscal, asegurando así la continuidad en la prestación de los servicios públicos.

Para lograr este objetivo, es necesario implementar una serie de medidas que fortalezcan los mecanismos de recaudación de impuestos locales, reduzcan los niveles de morosidad y evasión fiscal, y establezcan o revisen las tasas impositivas de manera acorde con la realidad nacional y cantonal. Además, se requiere una gestión eficiente y transparente de los recursos fiscales, así como la promoción de políticas que fomenten la inversión y el desarrollo económico local.

Es fundamental promover la diversificación de las fuentes de ingresos municipales. Fortalecer la capacidad fiscal de los gobiernos locales no solo contribuirá a mitigar los riesgos de sostenibilidad financiera, sino que también permitirá mejorar la calidad de los servicios públicos y promover el desarrollo socioeconómico de las comunidades locales.

En ese mismo sentido, resulta prioritario que el Poder Legislativo evalúe detenidamente el uso e impacto de los recursos antes de asignarlos al sector municipal, evitando así la asignación de fondos sin una valoración adecuada de su efectividad; esta práctica podría coadyuvar a una gestión más eficiente que a su vez se traduciría en una prestación de servicios de mayor calidad. Las buenas prácticas señalan la necesidad de una asignación basada en desempeño de manera que el enfoque de asignación de recursos contemple incentivos ante la mejora en la recaudación local, de manera que reciban una mayor asignación presupuestaria en el futuro.

En línea con lo anterior, es imperiosa la necesidad de valorar la capacidad financiera, administrativa y técnica de los municipios para gestionar eficazmente los nuevos servicios o recursos que se les asignen. Esto implica analizar aspectos como el presupuesto disponible, la infraestructura existente, el personal capacitado y otros recursos necesarios para llevar a cabo las nuevas responsabilidades de manera efectiva; adicionalmente, es fundamental que se realicen proyecciones financieras a largo plazo para asegurar que los municipios puedan mantener estos nuevos servicios o recursos sin comprometer su estabilidad financiera y por ende la continuidad y la calidad de los servicios que ya prestan.

La capacidad de gestión como impulsora de la mejora de los servicios públicos: La capacidad de gestión desempeña un papel esencial en la mejora de los servicios públicos municipales, impactando directamente en el bienestar de las personas ciudadanas. Una gestión eficaz implica aprovechar adecuadamente esta capacidad como un motor para la mejora continua; a mayor capacidad de gestión, mayor es la madurez en la prestación de los servicios públicos, lo que se traduce en una experiencia más satisfactoria para la comunidad.

En cuanto al recurso humano, el liderazgo de los responsables de la toma de decisiones es fundamental para el éxito organizacional. Es esencial que este liderazgo se base en la integridad, promoviendo la confianza y el compromiso con el bien común, una persona líder, íntegra en el gobierno local actúa con transparencia, honestidad y responsabilidad, fomentando una cultura organizacional orientada a una gestión para resultados y al fortalecimiento del control interno y la probidad, lo que influye positivamente en el desempeño y la moral de los empleados.

Cabe señalar que aprender y desaprender se transforma en pilares fundamentales para el desarrollo de un liderazgo efectivo en el ámbito municipal. Un líder que esté dispuesto a aprender constantemente, tanto de sus propias experiencias como de las de los demás, tiene la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios del entorno y de identificar oportunidades de mejora. Asimismo, la disposición a desaprender prácticas obsoletas o ineficaces permite al líder liberarse de limitaciones y abrirse a nuevas formas de pensar y actuar. En este sentido, el inicio de un nuevo periodo de gestión municipal, es una oportunidad para renovar y reforzar estos liderazgos de acuerdo con las nuevas tendencias y necesidades de la población. Definitivamente, es una oportunidad que no se puede desaprovechar.

En el ámbito de la gestión financiera, contar con información confiable es trascendental para la toma de decisiones informadas. Avanzar en las Normas de Contabilidad del Sector debe ser una prioridad para las administraciones locales, lo que requiere sistemas de información robustos y actualizados que faciliten una gestión eficiente de la información financiera, operativa y de cumplimiento.

Finalmente, se debe promover la transformación digital, como un mecanismo no solo de eficiencia, sino también en la adaptación según el entorno de las necesidades sociales de cara a la prestación de sus servicios. En ese sentido, es fundamental el posicionar a las personas usuarias en el centro de su gestión, con un enfoque que permita garantizar la satisfacción del bien común.

Sistema de control interno robusto para la eficiencia y la integridad: Un sistema de control interno robusto es esencial para promover la eficiencia y la integridad en el ámbito municipal. Este sistema abarca una serie de controles, políticas, procedimientos y mecanismos diseñados para asegurar la transparencia, la responsabilidad y el uso adecuado de los recursos públicos.

En este sentido, la gestión consciente y sistemática de condiciones adecuadas para un ambiente de control robusto, modifican el comportamiento tanto de quienes gestionan la Hacienda Pública como de quienes interactúan con estos, de modo que resulta en un mecanismo altamente efectivo de promoción de la integridad y prevención de la corrupción pública[1].

Particularmente, es imprescindible establecer controles efectivos en las plataformas tecnológicas utilizadas por las municipalidades, ya que la diversidad de sistemas informáticos en el sector municipal requiere salvaguardas integrales para prevenir cualquier manipulación indebida de la información y garantizar el cumplimiento de los procesos establecidos, especialmente en aquellos servicios y procesos vulnerables como el otorgamiento de permisos de construcción y licencias comerciales.

Asimismo, es necesario que los gobiernos locales reconozcan la importancia de invertir en la profesionalización y el fortalecimiento de las unidades de auditoría interna. Esto incluye proporcionar los recursos necesarios, como capacitación y tecnología adecuada, así como establecer mecanismos claros de seguimiento y rendición de cuentas para garantizar que las recomendaciones derivadas de las auditorías, se implementen de manera efectiva. Todo esto permite consolidar un enfoque de continuidad en el servicio de auditoría interna, que vaya más allá de simples cumplimientos formales y se enfoque en una mejora continua de los procesos y controles internos.

Incorporación de partes interesadas con una visión sistémica: La incorporación de partes interesadas con una visión sistémica en el ámbito municipal es esencial para promover una gobernanza inclusiva y efectiva. Este enfoque reconoce la interdependencia y las complejas relaciones entre diferentes actores, tales como la sociedad civil, el sector privado, las comunidades locales y las instituciones gubernamentales.

Al involucrar a estas partes interesadas en los procesos de toma de decisiones, planificación y ejecución de políticas públicas, se pueden identificar mejor los desafíos, aprovechar las oportunidades y diseñar soluciones más integrales y sostenibles. Además, una visión sistémica promueve la colaboración y el trabajo en red entre los diversos actores, maximizando así el impacto de las intervenciones y contribuyendo a la construcción de comunidades más resilientes y prósperas.

En el sector municipal desempeñan roles esenciales en su gestión, aportando una variedad de perspectivas y recursos fundamentales para la prestación de servicios. La ciudadanía, como principal beneficiaria de los servicios municipales, debe ser considerada en la toma de decisiones para garantizar la efectividad y legitimidad de las acciones municipales. Sin embargo, diversas encuestas señalan preocupaciones sobre la calidad de los servicios y la transparencia en su gestión, lo que resalta la necesidad de mejorar la participación ciudadana y la rendición de cuentas en el ámbito municipal.

Por tanto, es fundamental fortalecer la cooperación intermunicipal como una herramienta para mejorar la eficiencia en la prestación de servicios públicos. Las federaciones municipales y la Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL) deben enfocarse en sus objetivos asociativos, evitando duplicidades y asegurando la claridad en la definición de metas y rendición de cuentas. Adoptar un enfoque sistémico que comprenda las interacciones entre las partes interesadas y promueva la colaboración y el intercambio de información entre los gobiernos locales será clave para mejorar la gobernanza municipal y satisfacer las necesidades de las comunidades de manera más efectiva.

Marco normativo sencillo, completo y sin exclusiones:  Los ajustes normativos y el diseño sectorial en el ámbito municipal demandan una visión integral y sistémica para asegurar una gestión eficiente y sostenible.

Las exclusiones en el mediano y largo plazo tendrán efectos contrarios a los pretendidos, pues privan al sector municipal de lograr beneficios de esas normas como las economías de escala, transparencia, control y prevención de la corrupción.

El establecimiento de marcos normativos y reglamentarios sencillos y bien definidos, representa un desafío fundamental para los municipios en la prestación de servicios municipales. La creación y aplicación de estas normativas es esencial para garantizar la transparencia, la eficiencia y la equidad en la gestión pública, así como para asegurar el pleno cumplimiento de los derechos de todas las personas.

Por tanto, es indispensable la elaboración de normativas claras, coherentes y adaptadas a las necesidades y realidades locales. Lo anterior implica la identificación precisa de las responsabilidades y competencias de los ayuntamientos en la prestación de servicios,  así como la definición de estándares de calidad, tiempos de respuesta y mecanismos de rendición de cuentas que garanticen la eficiencia y la efectividad en la gestión.

Una obligación impostergable es la implementación y cumplimiento efectivo de los cuerpos normativos establecidos, debido a que se requiere tanto de la asignación de recursos adecuados y la capacitación del personal municipal, como de la creación de mecanismos de supervisión y control que aseguren el cumplimiento de la normativa y cuando así se disponga, de la imposición de medidas ante su incumplimiento.

Diseño institucional acorde con las necesidades sociales: Es importante que se consideren los riesgos asociados con la creación de nuevos cantones y sus respectivos gobiernos locales sin realizar las valoraciones necesarias ya contenidas en la Ley n.° 4366, las cuales constituyen criterios fundamentales previos a la aprobación de los proyectos de ley relacionados. También, valorar los riesgos de que la creación de figuras como federaciones, confederaciones, agencias intermunicipales y empresas de economía mixta (SPEM) pudieran constituirse en administraciones paralelas, duplicidades, traslape de funciones o mecanismos para huir de los controles, en detrimento de sus objetivos de apoyo al desarrollo local. Sobre este tema se recomienda que al analizar los proyectos de ley relacionados con el sector se considere con visión integral el interés del país y del sector de cara al bienestar general.

También, en ese sentido resulta valiosa la generación de normativa que permita asegurar que de previo a la creación de nuevas agrupaciones de municipalidades, se realicen valoraciones exhaustivas que garanticen su pertinencia y los beneficios que pueden aportar al sector municipal en su conjunto.

Los resultados presentados en esta opinión y sugestión, reflejan la necesidad de tomar acciones inmediatas para superar los desafíos que enfrentan las municipalidades en la prestación de los servicios, de manera que los datos acá contenidos se configuran en insumos para las nuevas autoridades[2]. Además, se destaca la importancia de reconocer que desaprender y aprender son pilares fundamentales de la capacidad de gestión en el ámbito municipal. Aquellas autoridades que estén dispuestas a desaprender aquellas prácticas que no han sido efectivas para abrirse a las habilidades de reaprendizaje para equiparse para el futuro, tendrán mayores posibilidades de éxito en la implementación de políticas y estrategias que impulsen el desarrollo y la mejora de los servicios públicos locales. La capacidad de adaptarse y evolucionar constantemente en respuesta a los cambios del entorno es esencial para enfrentar los desafíos emergentes y garantizar una gestión municipal eficiente y efectiva.

Para la implementación de las opiniones y sugestiones aquí planteadas se requiere de procesos de reflexión y revisión del quehacer municipal con el fin de fortalecer su gestión y de esta forma poder impactar positivamente en la vida de los ciudadanos.