Desde la perspectiva de análisis de la operación de los principios de eficiencia y de simplicidad dentro del sistema tributario costarricense, no figuran las personas contribuyentes como el centro de atención de los servicios que prestan las administraciones tributarias con el consecuente efecto en el costo que enfrentan a la hora de cumplir con sus obligaciones. En cuanto a la gestión se documenta una amplia dispersión no sólo en la cantidad de actores (recaudadores, administradores y beneficiarios), sino también en plataformas y sistemas de información. Por último, en relación con el diseño se tiene que este es complejo, con 99 impuestos activos, 38 tipos de objetos gravados, impuestos de escaso rendimiento y con alícuotas de magnitudes disociadas de la realidad económica actual. 

Desde la perspectiva del contribuyente se logró determinar que los sistemas costarricenses presentan un nivel alto de complejidad en comparación con países que se caracterizan por un nivel similar de presión fiscal, lo que genera una mayor inversión de tiempo por parte de los contribuyentes en el proceso de declaración y pago de impuestos  en contraste con los otros países. Esto es acompañado de una atención poco oportuna, necesidad de ayuda externa, duplicidad de pasos, información compleja y una plataforma de Administración Tributaria Virtual que no cumple criterios de accesibilidad, estabilidad y que presenta un exceso de información que no resulta útil para el contribuyente. 

En cuanto a la Administración tributaria la complejidad tiene que ver con la cantidad de actores involucrados en la recaudación con un total de 170 instituciones o grupos de ellas en distintos roles: recaudadores, administradores y beneficiarios, lo que genera un alto costo de recaudación.  A su vez, sobresale que el 61,6% de los impuestos activos al 2021 son recaudados por entidades diferentes a la Dirección General de Tributación y Dirección General de Aduanas, principalmente órganos desconcentrados.

Otra arista que contribuye a la complejidad antes mencionada, son los sistemas de información que operan de manera aislada, y  esto tiene como consecuencia un escaso uso de herramientas informáticas para el control tributario, lo que dificulta la recaudación y la administración, e incide en el cumplimiento del pago de las obligaciones tributarias por parte de los contribuyentes. 

Por último, desde el ámbito del diseño, el sistema tributario costarricense es complejo, caracterizándose por una gran dispersión, con 99 de tributos activos,  38 objetos gravados y con algunos tributos de muy bajo nivel de recaudación, con posibilidad de casos en los cuales el costo de recaudarlos podría superar al producto del tributo.

Asamblea Legislativa

• Aprobación del proyecto de ley “Manejo Eficiente de la Liquidez del Estado”, cuya iniciativa mejoraría el diseño de la recaudación por medio de la creación de una plataforma interoperable que permitiría la captación de ingresos, así como el intercambio de información de manera eficiente y uniforme.

• Consolidación de cargas tributarias según objeto, que simplifique el diseño del sistema tributario y que redunde a su vez en una simplificación de las obligaciones de los contribuyentes.

• Centralización de las administraciones tributarias, con una rectoría técnica en la materia, que incluso pueda desembocar en un sistema en el que solamente operan unas pocas entidades recaudadoras, lo cual facilitaría la recaudación, fiscalización y cumplimiento tributario por parte de los contribuyentes, para lo cual se puede avanzar de forma gradual.  

• En caso de requerirse diseñar nuevos tributos y eventualmente para la totalidad de los ingresos destinados a las funciones de gobierno, se recomienda que en lo posible se elimine la ‘parafiscalidad’, en el sentido de la conveniencia de que todos los ingresos públicos ingresen vía el Presupuesto Nacional, para que la discusión de su asignación a los distintos rubros pueda ser completa, pública y que se puedan sopesar las distintas prioridades a nivel país. 

Ministerio de Hacienda

• Se trabaje en una Estrategia de Recaudación de Mediano Plazo, que permita el diseño e implementación de una visión país en materia del sistema tributario, según se define en este tipo de estrategias para definir los recursos necesarios a futuro para el desarrollo económico y social.

• Incorporación de la ciudadanía como centro, por medio de la implantación de un proceso de mejora continua en materia de políticas y prácticas de recaudación centradas en el contribuyente, que se refleje en un aumento tangible del nivel de satisfacción por parte de estos, apoyado en un proceso de transformación digital.

• Alineación del proyecto de Hacienda Digital del Bicentenario para contribuir a optimizar el servicio al contribuyente y la recaudación al mínimo costo. 

• Llevar a cabo una revisión del clasificador de ingresos del sector público que permita identificar todo tipo de tributo (ingresos tributarios o contribuciones sociales) en los presupuestos públicos.

• Avanzar a sistemas que permitan proporcionar al contribuyente declaraciones pre-elaboradas, siempre bajo el propósito general de facilitarle el proceso de cumplimiento tributario.

• Asumir la elaboración de un documento constantemente actualizado sobre tributos existentes y variables asociadas, tales como normativa y recaudación histórica, que permitan el seguimiento de los mismos y la toma de decisiones.

Administradores Tributarios

•  Análisis costo de la recaudación, en donde realicen una revisión de eventuales casos para los que el costo de recaudación pudiera exceder al producto del tributo a partir de lo cual el Ministerio de Hacienda, como órgano rector del Sistema de Administración Financiera, impulse las reformas necesarias, en el ejercicio de su competencia de promover la eficiencia y eficacia del sistema de recaudación (LAFRPP, artículo 28, inciso b).