Renata López Prada


Licenciada en Económicas, Universidad de Salamanca, 1990-1995

Directora de "Esla", Centros de Formación


Tenía muy idealizadas las asignaturas de contabilidad y fiscal, y por eso mis primeras prácticas fueron en una asesoría fiscal y contable y ahí me di cuenta que aquello no me gustaba laboralmente.

Trabaje como administrativa en una empresa y posteriormente empecé a dar clase de contabilidad y fiscal porque me gustaba mucho y descubrí el mundo de la formación.

A partir de ahí, siempre he estado vinculada a la formación.

Fui directora de una Escuela Taller, trabajé en el Ayuntamiento de Zamora, y estuve coordinando proyectos europeos durante 6 años.

Cuando tenía 33 años tuve una pequeña reflexión de vida y decidí tener una empresa de formación. Ya llevaba un tiempo con una academia que la dirigía mi marido, Felix.

Decidí seguir los pasos del mundo empresarial que es muy complejo pero también muy motivante y así empecé con una gestión de empresa en toda regla, dirección de recursos humanos, técnicos, infraestructuras y económicos.


¿Tiene otras ocupaciones mientras trabaja?

Tener una empresa tiene algo muy positivo y es que haces un poco de todo; con lo cual tienes la sensación de estar en muchas ocupaciones a la vez, porque eres directora de RR.HH, directora de financiera, directora de gestión,etc.

Ahora estamos haciendo una pequeña expansión y también la llevo yo.

Ocupaciones laborales no tengo más, pero porque no tengo tiempo, soy la dueña de la empresa con lo cual me ocupa todo el día.

Los momentos de ocio y tiempo libre normalmente los dedico a estar con mi familia y descansar. También me gusta mucho leer, algunos relacionados con la empresa, con temas de motivación empresarial, biografías de emprendedores. Acabo de leer a Anxo Pérez que me ha dado un buen chute de energía. También me gustan las biografías de emprendedores, otras veces leo alguna novela, la última que he leído “Un mundo sin fin” de Kent Follet que me encantó. Ahora estoy leyendo Treinta doblones de oro de Jesus Sanchez Adalid, que me hace desconectarme del día a día. Hay muchas vivencias en las novelas de aventuras que se pueden aplicar al mundo empresarial

¿Ha tenido dificultades para conciliar la vida familiar/estudios/trabajo?

Sí, claro que las hay.

Hay dificultades porque socialmente no estamos preparados y hay muchas barreras que no se ven, pero que están ahí y hay que superarlas.

Una de las claves es la corresponsabilidad en el hogar y el auto convencimiento de que eres capaz de llevarlo todo a la vez, y la otra clave es el esfuerzo, es decir, “creer y esforzarte”. Para mí no hay muchas más claves.

De hecho, la empresa ha ido evolucionando según ha ido evolucionando el crecimiento de mis hijas. Algo de lo que me siento muy orgullosa, porque todos somos personas.

Estamos en una sociedad en la que parece que trabajar es lo más importante, pero no hace posible que los mecanismos de conciliación sean equilibrados, y por eso hay muchísimas barreras para la conciliación.

Una de ellas, por ejemplo, el horario laboral no está adaptado al horario escolar. El horario escolar es por la mañana y nosotras seguimos trabajando por la tarde. Tampoco está la sociedad preparada para que una mujer renuncie a tener hijos para proyectar su carrera profesional o un hombre renuncie a su trabajo para cuidar a sus hijos.

Hay hombres que tampoco pueden elegir.

Por eso es importante la corresponsabilidad y el equilibrio

¿En algún momento ha pensado o sentido el salir del mercado laboral para poder atender a su familia?

Bueno… no, porque no lo he necesitado, pero si se produce la situación lo haría.

Opino que somos personas, y las personas tienen una familia y un trabajo, y hay que equilibrarlo y conciliarlo.

En la vida, os iréis dando cuenta que tenemos una etapa en la que tenemos que cuidar de nuestros hijos y después viene otra etapa en la que tenemos que cuidar de nuestros padres. Los míos dentro unos años necesitarán que yo les ayude, y a mí me apetecerá hacerlo. No somos máquinas, y es un orgullo poder trabajar y cuidar de tu familia

¿Ha tenido que adaptar su trabajo u horario para poder compaginarlo con el resto de deberes?

Sí, muchas veces, porque el día a día te obliga a médicos, vacunas, tutores, colegios, fiestas de navidad, graduaciones… a todos los padres nos gusta estar en los momentos importantes de la vida de nuestros hijos.

Además yo creo que también hay que visualizarlo y reivindicar flexibilizar los horarios laborales

¿Has trabajado en otras ciudades?

Si, he trabajado en otras ciudades. Ahora mismo tenemos academias en Madrid, Salamanca y Zamora.

He tenido que pasar parte de la semana fuera de casa. Es cuestión de organizarse, organizarte tú y fomentar que se organicen los que están a tu alrededor.

Muchas veces, una barrera que tenemos las mujeres es que nosotras mismas nos auto obligamos a hacer cosas.

Nos ponemos obligaciones y metas que nadie nos está pidiendo.

Es una exigencia impuesta por nosotras mismas. Eso también les ocurre a los hombres. Es algo innato al trabajador

¿Te has sentido discriminada por razones de género?

Algunas veces sí, pero lo he ignorado.

Algunas veces he tenido reuniones de trabajo en las que me he sentido discriminada, pero no he entrado en ello.

En ESLA, nuestra plantilla de oficinas es 100% mujeres. Yo tengo tendencia natural a contratar mujeres, y además llevamos muchos años trabajando juntas con lo cual hemos creado un ecosistema muy interesante y algunas veces divertido.

Actualmente hay una trabajadora que va a ser mamá en verano, otra trabajadora ha tenido un bebé hace un año y lo llevamos con naturalidad como debería ser siempre.

¿ Piensa que la situación es más difícil para una mujer emprendedora como usted que en el caso de que lo hiciese un hombre?

Sí, porque tienes dos barreras: el emprendimiento y la situación de ser mujer.

Antes de tener una empresa yo aconsejo que se tenga una experiencia laboral previa, no es bueno tirarse a la piscina si no has tenido un trabajo anterior en que hayas desarrollados las capacidades laborales. Además en determinados sectores es mucho más difícil ser empresaria, sectores industriales, de oficios, de ciencias, de tecnología. Yo tengo la suerte de que mi sector, el de la educación, es tradicionalmente femenino, y muchos puestos de trabajo se ocupan por mujeres

¿Qué crees que es lo que falla en la igualdad laboral? ¿O que medida se podrían poner?

Yo siempre me pongo muy pesada con la organización de los horarios laborales.

Estamos trabajando todo el día, es un país en el que la gente trabaja hasta muy tarde. Organizar los horarios laborales es clave para iniciar el camino de la igualdad laboral y hay un porcentaje muy alto de empresas que podrían reorganizar los horarios perfectamente. También el teletrabajo me gusta como una forma de flexibilidad.

Nosotros la academia de Madrid la apoyamos y coordinamos desde aquí, con nuevas tecnologías, con nuevas formas de trabajar y es estupendo.

También creo que faltan recursos económicos específicos en función de los ingresos.

Yo me siento afortunada porque siempre he podido contratar a una persona para atender las tareas domésticas y a mis hijas cuando yo no estaba. Pero no todo el mundo puede económicamente y no todos los recursos públicos suplen ese coste. Un ejemplo de igualdad laboral es la administración pública.

¿Cree que los hombres empresarios están suficientemente concienciados de que una mujer tiene las mismas capacidades como empleada que puede tener un hombre?

Yo creo que sí. Los empresarios contratan en función de capacidades o habilidades. Yo creo que no hay grandes diferencias. Ayudan mucho las políticas de discriminación positiva porque fomentan la contratación o el ascenso profesional, aunque a veces son criticadas porque favorecen a las mujeres, solo por el hecho de ser mujer, obviando méritos o habilidades

¿Qué es lo que más te motiva para seguir con tu trabajo?

Ahora mismo la mayor motivación que tengo es mantener el espíritu de equipo que hemos conseguido y la ilusión que hemos creado en torno al proyecto de ESLA.

Pensar en toda la gente que trabaja conmigo me hace muy fuerte y me hace seguir adelante.

Esla es una empresa que ya tiene 16 años y es como un hijo. Estamos pasando la adolescencia y madurando un proyecto de vida. Hemos decidido crecer, consolidarnos como empresa y sobre todo dar empleo y estabilizar puestos de trabajo

¿Qué consejo le daría a las mujeres para que sigan esforzándose en conseguir sus metas laborales?

Lo primero creer que puedes. La frase “el querer es poder” es una gran verdad.

Si crees que puedes entonces puedes y si crees que no puedes entonces no puedes y en cualquiera de los dos casos estás en lo cierto.

Obviar cualquier barrera y cualquier discriminación que se pueda encontrar por el camino y denunciarlo si es necesario.

Mirar atrás para analizar los logros y hacia adelante para visualizar los objetivos. Y luchar con todas las fuerzas para conseguir los propósitos.

Esfuerzo, trabajo, lucha y dedicación